Según la sipnosis oficial, la historia se basa en “Marcos, un seminarista que llega a La Chacarita para prestar sus servicios religiosos antes de asumir los hábitos de cura. Allí se encuentra cara a cara con el estigma con el que cargan las personas que viven en la zona y su lucha cotidiana por la supervivencia y superación. Sin darse cuenta, se sumerge en una travesía cargada de intriga y conflictos donde debe decidir si seguir las órdenes impuestas por la sociedad o las de su corazón”.

Desde la perspectiva técnica, el film posee una inestable fotografía y planos desacertados, abusando con tomas desde drones para mostrar siempre el mismo paisaje y no teniéndolos en cuenta para dar destaque a ciertas escenas claves.

Con un trailer que expone una trama social, los 72 minutos de la cinta no son más que un insulto a los habitantes de la Chacarita mostrando un constante desprecio y una mirada subjetiva por parte del director, Agustín Nuñez.

Pareciera que el realizador no se tomó el debido tiempo y la importante responsabilidad de realizar un scouting o por lo menos hablar con los habitantes para recrear debidamente la cotidianidad propia del popular Ricardo Brugada.

Por un lado, la imagen de uno de los barrios más poblados y estigmatizados de Asunción, por el otro, la forma de transmitir los casos de violaciones, que según el guión, están basados en hechos reales. La lucha contra los femicidios queda por el suelo ante la forma burlesca de abordar un tema tan sensible, ya que la ficción no logra reflejar la relevancia del tema central del largometraje.

La intervención de la iglesia como ente regulador de los principios y “valores” dentro de una comunidad, no representa ni el 1/4% de la autoridad que ejerce en la sociedad. En otras palabras, el film no llega a hacer cosquillas ni a incomodar a ninguna autoridad ni al público.

El guión carece de contenido con diálogos sin sentido que no condice con las situaciones que se van dando en la consecución de escenas.

El llamativo lenguaje neutro de varios actores como la protagonista, Leticia Mancuello, o personajes asuncenos tratando de utilizar el jopara chacariteño y hasta el guaraní de una manera forzada, sacan a luz la falta de investigación y profundización en las costumbres genuinas de los chacariteños y hasta de los paraguayos.

Maquillajes forzados al natural, escenas sin sentido como la de la discriminación laboral, personajes que no suman ni restan, como la esposa del suboficial, que es llamada a testificar sobre un hecho cuando ni siquiera vive en el barrio, evidencian un paupérrimo trabajo de campo.

Si no fuera por el momento del climax, el personaje de ‘Marcos’, interpretado por Héctor Lozzca, un joven aspirante a sacerdote que lucha contra las injusticias, no lograría determinar su fin dentro de la historia.

Una gran cantidad de personajes no alcanzan una evolución en el transcurso de la trama y la idea de transmitir conciencia social en el público queda en el intento.

La historia concluye con una imagen bizarra sobre la función publica, en este caso la Policía Nacional, como queriendo cerrar la historia de una manera pronta y de repente sin recurrir al sentido común.

Se aceptaría si fuera un trabajo estudiantil en la que los alumnos y el director quisieran apostar a un nivel más alto en sus clases de actuación y plasmar lo aprendido en los cines. Pero no, es una película comercial, financiada por el FONDEC, donde la gente paga para decepcionarse una vez más de la industria nacional.

El llamado está dirigido a entidades y personas interesadas en contribuir al objetivo de este espacio: mantener viva la memoria de las vidas perdidas en el siniestro ocurrido el 1 de agosto del 2004, ofreciendo un espacio para la reflexión y el debate.

Entre los posibles postulantes se encuentran organizaciones, asociaciones y grupos organizados de familiares de víctimas o sobrevivientes del Ycuá Bolaños, instituciones públicas y educativas, creadores y personas de disciplinas artísticas y la ciudadanía en general interesada en actividades culturales y de promoción de los derechos humanos.

Los espacios disponibles para solicitud abarcan una variedad de áreas dentro del Sitio de Memoria, incluyendo el salón auditorio, salas multiuso, aulas, plaza de las sombras, plaza de las luces, espacios alternativos destinados a muestras, exposiciones y más.

Para más detalles de cómo postularse, se puede ingresar al sitio web www.cultura.gov.py, donde se encuentra el reglamento de uso del espacio, los aranceles y los formularios establecidos para la postulación.

El Sitio de Memoria y Centro Cultural 1A – Ycuá Bolaños, declarado como “Bien Patrimonial de Valor Cultural” por la Secretaría Nacional de Cultura, representa un compromiso con la preservación del patrimonio cultural y la memoria colectiva.

El período de convocatoria se inició el 16 de abril y se extenderá hasta el 30. Para más información sobre la convocatoria, también se puede contactar a los números (0992) 959 150 y (0992) 959 306 o la dirección de correo electrónico ycuabolanos@cultura.gov.py.

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La compatriota publicó el momento que compartió el escenario con el DJ, vía historias de Instagram. “Mi amigo el DJ”, escribió Ortega. En las imágenes se puede ver como el músico saludó con alegría a la paraguaya, donde incluso le estampó un beso en la mejilla. Tras este encuentro, el francés le pidió el número a la modelo paraguaya y actualmente, están intercambiando mensajes.

“Estamos hablando y me dijo que quiere volverme a ver pronto. Me dijeron que tal vez le caí muy bien porque le recuerdo a su exesposa. A lo mejor por eso se fijó en mí”, dijo Ortega a Crónica/Nación Media. La compatriota reside en Estados Unidos, trabajando como relacionista pública; en su perfil de Instagram, suma más de 5.000 seguidores y tiene fotografías a junto a personalidades como Sean Combs, Jason Derulo, Lil Xan aka, Cardi B, entre otros.

Sobre David Guetta

David Guetta nació en París, Francia, el 7 de noviembre 1967. Es Disc-jockey y productor musical francés, probablemente el más mediático del panorama electrónico internacional de su país. Hijo de un marroquí sefardí que regentaba un restaurante y de una psicóloga, los cuales se divorciaron pocos años después, su vocación fue precoz: a los trece años se compró una tabla de mezclas y transformó su habitación en una cabina de disc-jockey, según el portal Biografías y Vidas.

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AFP

El incidente en el set de “The Pickup”, una comedia sobre robos, ocurrió el sábado mientras se filmaba una secuencia de acción.

“Desafortunadamente, la secuencia no salió como estaba planeado y varios miembros del equipo resultaron heridos”, dijo un portavoz.

El estudio “todavía está en proceso de recopilar datos sobre lo que ocurrió y por qué”, añadieron, sin dar más detalles.

La película está protagonizada por Murphy, Pete Davidson y Keke Palmer.

Pero el incidente afectó a la segunda unidad de la película, un término de la industria que se refiere al rodaje que se realiza fuera de la producción principal.

Las segundas unidades suelen encargarse de filmar escenas peligrosas y no es habitual que cuenten con la participación de los actores principales.

La secuencia de acción había sido ensayada y “todas las precauciones de seguridad fueron revisadas antes y monitoreadas durante el rodaje”, dijo el estudio.

“El bienestar de todo el equipo y el elenco es nuestra prioridad, y seguiremos insistiendo en los más altos estándares de seguridad de la industria durante el rodaje”, añadió.

El incidente ocurrió en un set de Atlanta, Georgia, según el sitio web especializado en Hollywood Deadline.

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