Lunes de la decimoquinta semana del tiempo durante el año

298 - “No piensen que he venido a traer paz a la tierra. No vine a traer paz, sino espada”. Mt 10, 34

Estas palabras de Jesús nos causan mucha perplejidad, pues sabemos que él es el
príncipe de la paz y le escuchamos diciendo a los discípulos: “La paz esté con ustedes.”
Es necesario, por lo tanto, entenderlas. Jesús no vino para generar una paz ilusoria o
falsa entre el bien y el mal, entre lo justo y lo injusto. En este caso, él vino para
enfrentarlos y que el bien venza al mal, para que la justicia prevalezca. No le interesa
una paz hipócrita o superficial. La paz de Jesús nace de la lucha. Paz y bien.

Jueves de la decimocuarta semana del tiempo durante el año

292 - “El trabajador tiene derecho a su sustento”. Mt 10, 10

El trabajo es parte integral del proyecto cristiano de vida. Él debe ser la fuente ordinaria del sustento de las personas. Todos los que tienen condiciones deben dedicarse a un trabajo honesto y deben recibir por él lo necesario para mantenerse bien con la familia. Nadie debería estar lucrando con el trabajo ajeno, pues esto es explotación. Es el pecado el que nos hace querer recibir más de lo que merecemos, dejando a otros con menos de lo que le corresponde. Ayúdanos, Señor, a establecer relaciones honestas con los trabajadores. No permitas que seamos explotados y tampoco que seamos explotadores. Paz y bien.

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Miércoles de la decimocuarta semana del tiempo durante el año

291 - “Por el camino proclamen que el Reino de los cielos está cerca”. Mt 10, 7

Desde los orígenes, el hombre vive con el síndrome de la distancia de Dios. Siempre piensa que Dios es un opositor, un perseguidor o un castigador. De muchos modos Dios viene al encuentro del ser humano, pero muchas veces lo encuentra escondido, con miedo y desconfiado. Es por eso que Jesús pide a aquellos que conocen su amor y son sus discípulos que, en el camino de la vida, anuncien a todos la cercanía del Reino de Dios. Dios quiere participar de nuestra vida, quiere ayudarnos en nuestras necesidades; no tengamos nuestros corazones blindados. Dios te ama y te está buscando. Paz y bien.

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Martes de la decimocuarta semana del tiempo durante el año

290 - “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los campos que envíe trabajadores para su cosecha”. Mt 9, 37-38

En un mundo tan deshumanizado, son tantas las necesidades de las personas que las urgencias sobrepasan mucho la capacidad de aquellos que se entregan al servicio. Por eso, siempre debe estar en nuestros labios una fuerte súplica al dueño de todo para que toque el corazón de muchos más y que tengan la valentía de colocar su vida al servicio de aquellos que más necesitan. No es fácil renunciar a los proyectos personales, pero Dios sabe cómo obrar en los corazones. Envíanos, Señor, más obreros. Paz y bien.

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