Cómo superar los traumas de la infancia que afectan a la salud mental

Un estudio realizado en Brasil encontró que los niños que viven experiencias impactantes tienen casi el doble de probabilidades de desarrollar trastornos psiquiátricos.

Recientemente, un estudio científico realizado en la Universidad Federal de Pelotas, en Brasil, postuló que los niños que viven experiencias impactantes tienen casi el doble de probabilidades de desarrollar trastornos psiquiátricos. En ese sentido, el abordaje de la psicología es esencial para superar los traumas y para prevenir esta clase de cuadros.

Los expertos a cargo de este trabajo -que fue publicado en The Lancet- evaluaron los datos de un relevamiento de nacimientos en la localidad brasileña de Pelotas, y siguieron a un grupo de 4000 niños hasta la adolescencia.

De acuerdo a sus conclusiones, la exposición a ciertos traumas cerca de los 6 años de edad está asociada con un mayor riesgo de trastornos de ansiedad y de trastornos psiquiátricos en general. A su vez, a los 11 años, la vivencia de situaciones conflictivas puede estar relacionada con problemas de conducta.

“Nuestro estudio muestra que estos eventos están asociados con una amplia gama de problemas de salud mental. Algunos de estos ya se observan en niños muy pequeños, de solo 6 años. Esto conduce a una carga de salud mental a largo plazo y la atención de las políticas ahora debe enfocarse con urgencia a través de esfuerzos para reducir el trauma infantil y abordar sus consecuencias”, dijo el doctor Andreas Bauer, uno de los autores.

Para comprender cómo es posible superar los traumas de la niñez, Infobae conversó con Carina Schwindt (MN 40562), psicóloga especializada en neuropsicología infantil, quien explicó: “Lo primero que tenemos que hacer los psicólogos es diferenciar si eso que trae el niño es un trauma o una herida emocional. Se hace una evaluación primeramente a través del juego.

El juego es su primera herramienta de expresión porque allí van a expresar todo eso que no pueden decir con palabras. Ellos no tienen desarrollado todo lo que es el pensamiento racional. El juego es la principal herramienta de superación de un trauma; la idea es ir dándole herramientas a las familias para que aprendan a sanar”.

De esta forma, la especialista indicó que su tarea consiste en “ayudar a los más pequeños a crear herramientas en su cabeza para hacerle frente a esa circunstancia que le causó estrés y le impide seguir adelante”.

En segundo término, Schwindt agregó:

“Un niño, apenas nace, es como una esponja: todo lo que reciba del ambiente va a forjar su personalidad para bien, o para mal. Lo que tenemos que intentar como adultos es ofrecer estímulos positivos como por ejemplo amor, seguridad y alimentación. Es lo que llamamos un apego seguro. Pero si el menor es expuesto circunstancialmente o de manera reiterada a factores que son estresantes, puede causarse un trauma”.

Según la psicóloga, este desenlace problemático depende “de ese niño en particular, de ese contexto y de la situación en que se dan los estímulos estresantes. Lo que para un chico puede ser muy estresante, para otro quizá no lo es”.

Asimismo, “no toda situación o evento que consideramos traumático genera un trauma. Sí se pueden generar heridas emocionales que, por así decirlo, son de menor impacto que un trauma”.

Por su parte, la psicóloga y psicopedagoga Mariana Fernández consideró:

“Hay que trabajar mucho lo que es la inteligencia emocional. Cuando hablamos de inteligencia emocional hablamos de cinco habilidades específicas: conciencia emocional; regulación emocional; motivación; empatía; y habilidades sociales. Las dos primeras son las más importantes porque no puedo regular aquello que no conozco: hay que aprender a reconocer cada una de las emociones para poder después regularlas. Esto es fundamental para superar cualquier trauma”.

Además, la profesional explicó que en los espacios de la psicología infantil ayudan a los niños “a descubrir su resiliencia y a desarrollar esa capacidad porque le va a servir no solo durante la infancia sino también en el resto de su vida”.

Por lo tanto, “si tenemos esa capacidad de resiliencia desarrollada, vamos a a enfrentarnos con otros ojos a la situación estresante para salir con una actitud más positiva, dándole para adelante sin anular lo que pasó pero resignificándolo en algo más positivo”.

De acuerdo a la visión de Fernández, la resiliencia tiene que ver con adaptase a las hechos “a pesar del trauma y a pesar de la herida”.

Curiosamente, “es un trabajo que le sale de forma más fácil al niño porque tiene una capacidad de adaptabilidad a las circunstancias que en los adultos se va perdiendo”. De todas maneras, este proceso es largo y requiere de trabajo profesional, “sobre todo si se observan muchas dificultades a nivel comportamiento”.

Descubren fósiles de tortuga gigante de 57 millones de años en Colombia

Paleontólogos descubrieron fósiles de tortuga gigante de 57 millones de años de antigüedad en Colombia, informó este martes la universidad que lideró la exploración, cuyos resultados son clave para entender la geografía de Sudamérica en las épocas del Paleoceno y Eoceno.

Los fósiles de los reptiles Puentemys mushaisaensis, que se calcula medían cerca de 1,5 metros de largo, fueron hallados en el montañoso municipio de Socha (noreste), aseguró la Universidad del Rosario en un comunicado.

El descubrimiento es inédito en esta zona andina, pues los ejemplares de esta especie más cercanos están a cientos de kilómetros en El Cerrejón, una mina de carbón cercana al mar Caribe.

“Encontrarlas 500 kilómetros al sur (...) nos permite reconstruir y entender cómo eran los paisajes” del norte de Sudamérica, pues en lugar de las actuales montañas andinas de hasta más de 5.000 msnm allí había “lagos conectados y cordilleras de muy baja altitud”, explicó Edwin Cadena, el paleontólogo a cargo de la investigación.

El estudio “permite conocer mejor la conectividad de los ambientes acuáticos del norte de Sudamérica durante una parte del tiempo geológico conocido como el Paleoceno y Eoceno”, añade el comunicado.

Ambas épocas hacen parte del Paleógeno (66 a 23 millones de años atrás), el primer período geológico después de la extinción de los dinosaurios.

Fuente: AFP

Verse a uno mismo durante videollamadas causa cansancio mental, según estudio

La sensación de agotamiento afecta tanto a hombres como a mujeres de manera similar, lo que contradice los resultados de investigaciones previas.

Verse a uno mismo en la pantalla durante videollamadas en plataformas como Zoom o Teams causa cansancio mental, según en un estudio publicado recientemente en la revista científica Cyberpsychology, Behavior, and Social Networking.

Los investigadores de la Universidad de Galway (Irlanda) evaluaron la actividad cerebral de 32 personas (16 hombres y 16 mujeres) mediante electroencefalogramas mientras estaban en una videollamada en Zoom, y en distintos momentos de la comunicación se mostraban o se ocultaban en su propia pantalla.

Los resultados revelaron que los niveles de cansancio fueron mayores cuando los participantes podían verse a sí mismos, y esto afectaba tanto a hombres como a mujeres de manera similar. Esta conclusión contradice las deducciones de investigaciones previas que afirman que las mujeres experimentan más cansancio que los hombres dado que tendrían “la mayor conciencia de sí mismas generada al verse en una pantalla”, señala el estudio.

“Nuestro estudio demuestra que la sensación de cansancio que surge durante las videollamadas es real y el hecho de ver nuestro propio reflejo lo hace aún más agotador”, indicó Eoin Whelan, quien dirigió la investigación. “Desactivar la imagen en espejo puede ayudar a compensar la sensación de cansancio en las reuniones virtuales”, agregó.

Demasiada comida chatarra podría causar daños duraderos al cerebro

Investigadores consideran que esto puede deberse a que las dietas occidentales alteran un neurotransmisor cerebral clave implicado en la retentiva y otras funciones.

Neurocientíficos de la Universidad del Sur de California (USC) en EE.UU. descubrieron que la ingesta abundante de una dieta occidental, alta en grasas y azúcar, desde la temprana edad, puede provocar problemas duraderos de memoria en animales de laboratorio.

“Lo que vemos […] es que, si estas ratas crecieron con esta dieta de comida chatarra, entonces tienen problemas de memoria que no desaparecen”, explica Scott Kanoski, profesor de la USC. “Si simplemente los sometes a una dieta saludable, estos efectos lamentablemente duran hasta la edad adulta”, agregó.

La concepción de la investigación

Al desarrollar el estudio, Kanoski y su estudiante de postdoctorado, Anna Hayes, tuvieron en cuenta el antecedente de que las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer tienden a tener niveles más bajos de acetilcolina en el cerebro. Los investigadores consideran que esto puede deberse a que las dietas occidentales alteran la acetilcolina, un neurotransmisor cerebral clave implicado en la retentiva y funciones como el aprendizaje, la atención, la excitación y el movimiento muscular involuntario.

Los científicos se cuestionaron sobre el impacto que podrían tener estas dietas occidentales para las personas más jóvenes que pueden seguir una dieta similar, particularmente durante la adolescencia, cuando su cerebro está experimentando un desarrollo significativo.

Los experimentos

Los investigadores rastrearon los niveles de acetilcolina de un grupo de ratas con una dieta grasosa y azucarada y en un grupo de control de ratas analizando sus respuestas cerebrales a ciertas tareas diseñadas para probar su memoria.

La prueba implicó dejar que las ratas exploraran nuevos objetos en diferentes lugares. Días después, los investigadores reintrodujeron a las ratas en la escena, que era casi idéntica, excepto por la adición de un objeto nuevo. Las ratas que siguieron la dieta de comida chatarra mostraron signos de que no podían recordar qué objeto habían visto anteriormente ni dónde, mientras que las del grupo de control mostraron familiaridad.

Conclusiones

Según los científicos, su estudio refuerza el importante vínculo entre el intestino y el cerebro. “La señalización de acetilcolina es un mecanismo para ayudarles a codificar y recordar esos eventos, análogo a la ‘memoria episódica’ en los humanos, que nos permite recordar eventos de nuestro pasado”, subrayó Hayes. “Esa señal parece no ocurrir en los animales que crecieron con una dieta grasosa y azucarada”, añadió. La investigación se publicó recientemente en la revista científica revisada por pares Brain, Behavior, and Immunity.

Kanoski enfatizó que la adolescencia es un período muy sensible para el cerebro cuando se están produciendo cambios importantes en el desarrollo. “No sé cómo decir esto sin sonar como Casandra y pesimismo”, apuntó, “pero desafortunadamente, algunas cosas que pueden ser más fácilmente reversibles durante la edad adulta son menos reversibles cuando ocurren durante la niñez”, agregó.

Finalmente, los investigadores lograron revertir la capacidad de memoria en las ratas experimentales con medicamentos que inducen la liberación de acetilcolina, inyectada directamente en el hipocampo cerebral. Sin embargo, Kanoski señala que se necesita una investigación más amplia para saber cómo se pueden revertir los problemas de memoria, causados por una dieta de comida chatarra durante la adolescencia, sin necesidad de una intervención médica tan especial.