Hepatitis aguda infantil: Diversas hipótesis abiertas y un posible sospechoso
Por el momento hay más preguntas que respuestas sobre la causa de la hepatitis infantil que afecta desde bebés hasta niños de 16 años y que ha causado en el mundo, al menos, cuatro fallecidos.
Con unos 228 casos notificados de hepatitis pediátrica aguda de origen desconocido, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la comunidad científica busca sus causas y, aunque hay diversas hipótesis abiertas, algunos indicios apuntan a un adenovirus, el F41.
El catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca (USAL) -noroeste de España- Raúl Rivas repasó con EFE, en seis preguntas, lo que se sabe y lo que aún se desconoce de esta enfermedad, de la que se han reportado casos en una veintena de países.
En España se han investigado desde enero 22 casos, según datos del 29 de abril. En cuatro de los nueve casos analizados en los que se dispone de resultados se obtuvo una prueba positiva para adenovirus.
Por el momento, indicó Rivas, hay más preguntas que respuestas sobre la causa de esta enfermedad, que afecta desde bebés hasta niños de 16 años y que ha causado en el mundo, al menos, cuatro fallecidos.
1.- ¿Qué se sabe de la posible causa de la hepatitis pediátrica aguda?
En este momento, todavía es difícil afirmar algo al respecto, todo son hipótesis, aunque “la ventana microbiológica está abierta de par en par” porque no hay ninguna otra cuestión que haga ver un patrón común, ni en cuanto a cuestiones ambientales, exposición a agentes tóxicos o alimentos.
Se siguen recopilando muestras y la OMS ha pedido que se analice la posible presencia de algunos virus, pero los que causan la hepatitis A, B, C, D y E están de momento descartados porque no han aparecido.
2.- ¿Qué hipótesis se barajan?
En algunas muestras han aparecido adenovirus como el F41, que es un serotipo muy concreto de adenovirus entéricos y que normalmente causan síntomas intestinales, pero hasta ahora no se había visto que pudiera originar en niños sanos daños de este tipo tan frecuentes.
Es un signo de que “debemos de estar alerta” para ver si está circulando un nuevo serotipo de adenovirus, “no lo sabemos”; si el F41 ha tenido alguna mutación que favorezca el tropismo viral (especifidad para infectar un tipo particular de célula o tejido) hacia el hígado, o si se está dando alguna coinfección con algún otro virus.
Tampoco se puede descartar que sea un virus no descrito o sobre el que no se haya establecido esta sintomatología. “Están abiertas diversas hipótesis”.
Otra es que el SARS-CoV-2 pueda haber favorecido que la coinfección con otros virus pueda ocasionar daños de este tipo. En algunas muestras se ha encontrado este virus que causa la covid-19.
El SARS-CoV-2 está circulando y se desconocen muchos de los problemas que puede originar o que favorezca otro tipo de infecciones porque “deje nuestro sistema inmunitario un poco diezmado. Son cosas que aún desconocemos”.
3.- ¿El adenovirus F41 sería la hipótesis más probable?
Es una hipótesis, pero no es seguro. Hasta ahora ha aparecido en un “porcentaje elevado” de muestras, se ha visto, sobre todo, en Alabama (EE.UU), en algunas europeas y en algún otro sitio, pero no en todas. El primer caso asiático, que se registró en Japón hace unos días, “parece ser que dio negativo al F41″, por eso hay que seguir analizándolo.
4.- ¿Los adenovirus han causado hepatitis con anterioridad?
Los adenovirus son bastantes comunes y circulan por todo el planeta durante todo el año, aunque la mayoría de los picos suelen ocurrir a finales de invierno o en primavera. Alguno puede causar daños hepáticos, sobre todo en niños inmunocomprometidos, pero no se había visto en los sanos.
5.- ¿Dos años de pandemia, llevando mascarilla y con medidas de distancia social pueden haber debilitado el sistema inmunitario de los niños?
Es difícil que eso sea así porque hay afectados menores de hasta 16 años. Antes de la pandemia, los niños de cinco, seis años y más estuvieron en contacto frecuente y permanente con los adenovirus.
“Es complicado pensar” que, por el hecho de haber llevado mascarilla, ahora un adenovirus pueda afectar de esta manera, de repente.
6.- ¿Qué hace falta para determinar la causa de este tipo de hepatitis?
Lo lógico en este momento es lo que se está haciendo, recopilar el mayor número de datos posible y esto implica determinar todas las muestras de heces, orina, sangre, biopsias de hígado, tanto presentes como de casos antiguos, como ha instado la OMS.
Puede que la distribución de los casos sea amplia, no solo geográficamente sino en el tiempo, que venga de atrás y lo estemos empezando a ver ahora, por eso se pide que se analicen muestras de casos clínicos que presentasen esta sintomatología en los meses pasados.
También es posible que estemos “ante la punta de un iceberg porque solo se vean los casos más graves”.
Hay que buscar diferentes agentes microbiológicos, centrándose en los adenovirus, pero también en otras posibilidades para establecer si estos casos tienen algo en común.
“Todavía están abiertas muchas puertas”, por eso hay que recabar el máximo de datos y, sobre todo, estar atentos a síntomas en niños como ictericia, heces blancas y orina oscura, para que los centros de atención primaria los recopilen y se hagan las pruebas pertinentes, para disponer de la máxima información que de “visos de qué agente puede estar involucrado”.
OMS aprueba la segunda vacuna contra la viruela símica
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó el martes una vacuna contra la mpox de la farmacéutica japonesa KM Bilogics, la segunda en obtener la luz verde de la agencia de la ONU.
La OMS explicó que permitirá el uso de emergencia del inmunizante LC16m8 para “facilitar un mayor y rápido acceso a las vacunas en las comunidades donde se expanden los brotes de mpox”.
Esta licencia allana el camino para que las autoridades estatales aprueben e importen rápidamente el fármaco para su distribución.
Esto “marca un paso significativo en nuestra respuesta a la emergencia actual, aportando una nueva opción para proteger a todas las poblaciones, incluidos los niños”, dijo Yukiko Nakatani, subdirectora general de la OMS de acceso a medicamentos y productos de salud.
La agencia de la ONU declaró en agosto una emergencia de salud pública de importancia internacional por la mpox tras el aumento de casos del Clado 1b en República Democrática del Congo (RDC), que se extendió a otros países.
Esta y otras cepas de este virus se han detectado en 80 países en lo que va de año, según la OMS.
República Democrática del Congo es de largo el más afectado y donde se han registrado la mayoría de 39.000 casos sospechosos y casi mil muertos.
La OMS subrayó que el anuncio del martes es particularmente importante porque el gobierno japonés se comprometió a donar 3,05 millones de dosis de esta vacuna a RDC.
“Es el mayor paquete de donación anunciado hasta la fecha para la actual emergencia de mpox”, afirmó.
Sin embargo, la agencia advirtió que la vacuna no debe usarse durante el embarazo o en personas inmunocomprometidas.
El mpox, antes conocido como viruela del mono, fue detectado por primera vez en humanos en 1970 en la actual RDC (ex Zaire).
Es una enfermedad viral que se transmite del animal al humano, así como por por contacto físico estrecho con una persona infectada por el virus. Provoca fiebre, dolores musculares y lesiones cutáneas y en algunos casos puede ser mortal.
Fuente: AFP
Los microplásticos, preocupantes para la salud humana, según estudio
Desde los pulmones hasta los riñones, incluso en la sangre, los microplásticos se encuentran en casi todas las partes del cuerpo humano.
Aunque los científicos no saben de forma certera, de momento, cuál es el impacto real que tienen en la salud, numerosos especialistas han dado la voz de alarma.
Se han detectado micropartículas de plástico (de menos de 5 milímetros) en el aire, el agua, en los alimentos, los envoltorios, los textiles sintéticos, las llantas y los cosméticos.
Cada día, los humanos los ingieren por inhalación o por contacto con la piel.
“El hombre de 2024 contiene plásticos en prácticamente todos los órganos de su cuerpo (...) y probablemente será aún peor para los niños nacidos en 2040″, afirmó Fabienne Lagarde, investigadora del Instituto de Moléculas y Materiales de Le Mans, en Francia, durante una audiencia reciente con legisladores franceses.
En los últimos años, los científicos los han encontrado en pulmones, corazón, hígado, riñones y también en la placenta y en la sangre.
Además, diversos estudios señalan la correlación entre los microplásticos -incluso los nanoplásticos, 1.000 veces menores- y problemas de salud.
Entre los más recientes, uno publicado en marzo en el New England Journal of Medicine, que demuestra una asociación entre la acumulación de esas partículas en los vasos sanguíneos y un mayor riesgo de infarto y de muerte entre determinadas personas con arteriosclerosis.
- Desconocidos y peligrosos -
“Las investigaciones sobre los microplásticos se multiplican e identifican efectos muy preocupantes para la salud. Un reciente metaanálisis de 2.000 estudios animales demostró que los microplásticos parecen afectar a la fertilidad, estar ligados a un mayor riesgo de cáncer o afectar a la salud respiratoria”, explicó a AFP la profesora Tracey Woodruff, de la Universidad de California.
Para Woodruff, directora de un programa sobre salud reproductiva y medio ambiente, esos datos, sumados al “descubrimiento de microplásticos en numerosas partes del cuerpo, incluido el cerebro, los testículos e incluso el feto a través de la placenta”, constituyen una “señal de alarma”.
Hasta la fecha no se ha podido establecer una relación de causa y efecto entre la exposición humana a esos cócteles complejos de polímeros y aditivos químicos, a los cuales se pueden sumar otros contaminantes mediante un efecto de “caballo de Troya”.
La mayoría de los estudios se han realizado en laboratorio, a veces en células humanas o con modelos animales.
Algunos observadores ven en eso una limitación. Pero los estudios con animales examinan “sistemas biológicos muy similares a los humanos” y “los datos sobre animales se utilizan desde hace décadas para identificar las sustancias cancerígenas o reprotóxicas”, señaló Woodruff.
En cuanto al impacto de los microplásticos, persisten varias incógnitas sobre el papel de la forma, el tamaño, el tipo de plástico o el aditivo.
- “Principio de precaución” -
De las más de 16.000 sustancias químicas utilizadas o encontradas en los plásticos comercializados, más de un cuarto presentan riesgos conocidos, según una “coalición de científicos por un tratamiento eficaz de los plásticos”.
Entre ellos figuran “la infertilidad, la obesidad y las patologías no transmisibles como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y numerosos cánceres”, detalla una nota que publicaron este año.
Pero el nivel de exposición a los microplásticos sigue siendo incierto.
Un impactante informe de la oenegé Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) calculó en 2019 que una persona ingiere e inhala hasta 5 gramos de plásticos por semana, el equivalente a una tarjeta de crédito.
Sin embargo, hubo quien rebatió los resultados y la metodología de ese estudio, y varios trabajos científicos citan cifras menores o muy distintas, según las regiones del mundo.
Las investigaciones sobre microplásticos y salud, que comenzaron a inicios de los años 2000, deben continuar, aunque ya está dando lugar a medidas de acción, según expertos.
“Pese a ser un tema reciente y a las limitaciones identificadas, los peligros ligados a la exposición oral y a la inhalación existen”, destacó Muriel Mercier-Bonin, directora de investigación del Instituto Nacional de Investigación en Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de Francia, durante la audiencia ante el Parlamento francés.
Gobiernos, reguladores y fabricantes son clave, porque “lo más importante es reforzar las medidas para limitar la producción y la contaminación plásticas”, según Woodruff.
Individualmente, reducir su exposición es un “principio de precaución”, indican varios especialistas, que recomiendan evitar las botellas de plástico, no calentar los alimentos en recipientes de plástico, privilegiar la ropa de fibras naturales o ventilar la casa.
Fuente: AFP
La NASA investiga la posible existencia de vida en una luna de Júpiter
La sonda de la NASA Europa Clipper despegó este lunes desde Estados Unidos rumbo a una luna del planeta Júpiter para investigar si su composición permite albergar vida, un descubrimiento que tendría implicaciones vertiginosas.
Fuente: AFP
La sonda despegó acoplada a un cohete Falcon Heavy de SpaceX desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida. La misión llegará a Europa, uno de los satélites de Júpiter, en abril de 2030.
Se trata de un mundo que la agencia espacial estadounidense no ha observado aún de una forma tan detallada. Bajo su superficie de hielo hay un océano de agua líquida, estiman los científicos.
“Europa es uno de los lugares más prometedores para la búsqueda de vida más allá de la Tierra”, aseguró en rueda de prensa previa al lanzamiento Gina DiBraccio, funcionaria de la NASA.
La misión no buscará directamente señales de vida pero tratará de dar respuesta a la cuestión de su habitabilidad: ¿Europa tiene las condiciones que permiten que exista la vida?
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De ser así, entonces otra misión deberá ir para tratar de detectarla.
“Es una oportunidad para nosotros de explorar no un mundo que pudo haber sido habitable miles de millones de años atrás”, como Marte, “sino uno que podría ser habitable justo ahora”, dijo Curt Niebur, a cargo de la parte científica de la misión.
La sonda es la más grande diseñada por la NASA para la exploración interplanetaria, llega a 30 metros de largo con sus paneles solares extendidos, diseñados para captar la débil luz en el camino a Júpiter.
- ¿Vida primitiva? -
Las primeras imágenes cercanas de Europa, cuya existencia se conoce desde 1610, fueron hechas por la sonda Voyager en 1979, que revelaron las misteriosas líneas rojizas sobre su superficie.
En la década de 1990, la sonda Galileo confirmó la muy probable presencia de un océano.
Esta vez, Europa Clipper lleva varios instrumentos ultrasofisticados entre ellos cámaras, espectrógrafo, radares o un magnetómetro.
La misión debe permitir determinar la estructura y composición de su superficie congelada, la profundidad e incluso la salinidad del eventual océano.
Todo con el fin de comprender si los tres ingredientes necesarios para la vida se encuentran allí: el agua, la energía y algunos compuestos químicos.
Si existen, la vida podría estar en el océano bajo la forma de bacterias primitivas, explicó Bonnie Buratti, responsable científico adjunto de la misión. Aunque demasiado en lo profundo como para que Europa Clipper pueda verla.
¿Y si Europa finalmente no fuera habitable? “Eso también abriría la vía a una serie de cuestiones: ¿Por qué pensamos eso y por qué no está ahí?”, indicó Nikki Fox, administradora asociada de la NASA.
- 49 sobrevuelos -
En cinco años y medio de viaje para llegar a Júpiter la sonda recorrerá 2.900 millones de kilómetros y a partir de su llegada la misión principal durará cuatro años.
La sonda hará 49 sobrevuelos a Europa, a unos 25 kilómetros de la superficie.
Unas 4.000 personas trabajaron desde hace aproximadamente una década en esta misión cuyo costo es 5.200 millones de dólares.
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Una inversión justificada por la importancia de los datos que se van a recopilar, según la Nasa.
Si nuestro sistema solar revela que hay dos mundos habitables (Europa y la Tierra), “piensen en lo que esto significa al extender este resultado a los miles de millones de otros sistemas solares en esta galaxia”, dijo Curt Niebur.
“Incluso dejando de lado la cuestión de saber si hay vida en Europa, la sola cuestión de la habitabilidad abre un nuevo paradigma para la búsqueda de vida en la galaxia”, agregó.
Europa Clipper operará al mismo tiempo que la sonda Juice de la agencia espacial europea (ESA), que estudiará otras dos lunas de Júpiter, Ganímedes y Calisto, además de Europa.