La aterradora especie de abeja que evolucionó y puede comer carne

La gran mayoría de las abejas se alimentan de polen y néctar, pero ciertas especies han evolucionado para darse un festín con la carne, sustituyendo los prados de flores por cadáveres de animales muertos.

Para comprender mejor este cambio extremo en la dieta, científicos de la Universidad de California-Riverside, la Universidad de Columbia y la Universidad de Cornell estudiaron las bacterias intestinales o el microbioma de las llamadas abejas buitre en Costa Rica.

Los investigadores encontraron que las tripas de las abejas son ricas en bacterias amantes de los ácidos similares a las que se encuentran en los buitres, las hienas y otros animales que se alimentan de carroña.

Su estudio fue publicado este martes en la revista mBio, publicada por la Sociedad Estadounidense de Microbiología.

Solo tres especies de abejas en el mundo, todas abejas buitre, han evolucionado para obtener su proteína exclusivamente de la carne muerta, y viven solo en las selvas tropicales. Sin embargo, hay otras especies de abejas que consumirán cadáveres de animales frescos cuando estén disponibles, pero también buscarán polen y néctar, según el estudio.

Abejas y bacterias intestinales

Las tripas de las abejas melíferas, los abejorros y las abejas sin aguijón están colonizadas por los mismos cinco microbios centrales, y han retenido estas bacterias durante aproximadamente 80 millones de años, anotó el estudio. Los investigadores querían descubrir en qué se diferenciaban las tripas de las abejas buitre.

Los científicos instalaron 16 estaciones cebadas con 50 gramos de pollo crudo colgando de ramas a unos 1,5 metros sobre el suelo. Para disuadir a las hormigas, cubrieron la cuerda con vaselina.

Recolectaron 159 abejas en total, incluidas, a modo de comparación, abejas que se alimentan de polen y carne y abejas vegetarianas que se alimentan exclusivamente de polen y néctar.

Después de estudiar los microbiomas de las abejas extrayendo ADN de su abdomen, los investigadores encontraron que las abejas buitre habían perdido algunos de los microbios centrales que tienen la mayoría de las abejas y desarrollaron un intestino más ácido.

“El microbioma de la abeja buitre está enriquecido en bacterias amantes de los ácidos, que son bacterias nuevas que sus parientes no tienen”, dijo Quinn McFrederick, profesora asistente y especialista en abejas en UC Riverside y autora del estudio.

“Estas bacterias son similares a las que se encuentran en los buitres reales, así como en las hienas y otros animales que se alimentan de carroña, presumiblemente para ayudar a protegerlos de los patógenos que aparecen en la carroña”.

Añadió que las abejas que se alimentan tanto de polen como de carroña tenían diferentes tipos de bacterias en comparación con los alimentadores estrictos de polen o los alimentadores estrictos de carroña.

Esto sugiere que albergan una mayor diversidad de microbios en respuesta a su dieta diversa o que están expuestas a una mayor diversidad de microbios cuando visitan tanto flores como carroña.

Una de las bacterias presentes en las abejas buitres es Lactobacillus, que se encuentra en muchos alimentos fermentados de los humanos, incluida la masa madre, según un comunicado de prensa.

También se encontró que albergaban Carnobacterium, que está asociado con la digestión de la carne.
Aunque se alimentan de carne, los investigadores dijeron que la miel de las abejas buitre todavía es dulce y comestible.

“Almacenan la carne en cámaras especiales (en sus colmenas) que se sellan durante dos semanas antes de acceder a ella, y estas cámaras están separadas de donde se almacena la miel”, dijo Jessica Maccaro, estudiante de doctorado en UC Riverside que también participó en el estudio, en el comunicado.

OMS aprueba la segunda vacuna contra la viruela símica

La Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó el martes una vacuna contra la mpox de la farmacéutica japonesa KM Bilogics, la segunda en obtener la luz verde de la agencia de la ONU.

La OMS explicó que permitirá el uso de emergencia del inmunizante LC16m8 para “facilitar un mayor y rápido acceso a las vacunas en las comunidades donde se expanden los brotes de mpox”.

Esta licencia allana el camino para que las autoridades estatales aprueben e importen rápidamente el fármaco para su distribución.

Esto “marca un paso significativo en nuestra respuesta a la emergencia actual, aportando una nueva opción para proteger a todas las poblaciones, incluidos los niños”, dijo Yukiko Nakatani, subdirectora general de la OMS de acceso a medicamentos y productos de salud.

La agencia de la ONU declaró en agosto una emergencia de salud pública de importancia internacional por la mpox tras el aumento de casos del Clado 1b en República Democrática del Congo (RDC), que se extendió a otros países.

Esta y otras cepas de este virus se han detectado en 80 países en lo que va de año, según la OMS.

República Democrática del Congo es de largo el más afectado y donde se han registrado la mayoría de 39.000 casos sospechosos y casi mil muertos.

La OMS subrayó que el anuncio del martes es particularmente importante porque el gobierno japonés se comprometió a donar 3,05 millones de dosis de esta vacuna a RDC.

“Es el mayor paquete de donación anunciado hasta la fecha para la actual emergencia de mpox”, afirmó.

Sin embargo, la agencia advirtió que la vacuna no debe usarse durante el embarazo o en personas inmunocomprometidas.

El mpox, antes conocido como viruela del mono, fue detectado por primera vez en humanos en 1970 en la actual RDC (ex Zaire).

Es una enfermedad viral que se transmite del animal al humano, así como por por contacto físico estrecho con una persona infectada por el virus. Provoca fiebre, dolores musculares y lesiones cutáneas y en algunos casos puede ser mortal.

Fuente: AFP

Los microplásticos, preocupantes para la salud humana, según estudio

Desde los pulmones hasta los riñones, incluso en la sangre, los microplásticos se encuentran en casi todas las partes del cuerpo humano.

Aunque los científicos no saben de forma certera, de momento, cuál es el impacto real que tienen en la salud, numerosos especialistas han dado la voz de alarma.

Se han detectado micropartículas de plástico (de menos de 5 milímetros) en el aire, el agua, en los alimentos, los envoltorios, los textiles sintéticos, las llantas y los cosméticos.

Cada día, los humanos los ingieren por inhalación o por contacto con la piel.

“El hombre de 2024 contiene plásticos en prácticamente todos los órganos de su cuerpo (...) y probablemente será aún peor para los niños nacidos en 2040″, afirmó Fabienne Lagarde, investigadora del Instituto de Moléculas y Materiales de Le Mans, en Francia, durante una audiencia reciente con legisladores franceses.

En los últimos años, los científicos los han encontrado en pulmones, corazón, hígado, riñones y también en la placenta y en la sangre.

Además, diversos estudios señalan la correlación entre los microplásticos -incluso los nanoplásticos, 1.000 veces menores- y problemas de salud.

Entre los más recientes, uno publicado en marzo en el New England Journal of Medicine, que demuestra una asociación entre la acumulación de esas partículas en los vasos sanguíneos y un mayor riesgo de infarto y  de muerte entre determinadas personas con arteriosclerosis.

- Desconocidos y peligrosos -

“Las investigaciones sobre los microplásticos se multiplican e identifican efectos muy preocupantes para la salud. Un reciente metaanálisis de 2.000 estudios animales demostró que los microplásticos parecen afectar a la fertilidad, estar ligados a un mayor riesgo de cáncer o afectar a la salud respiratoria”, explicó a AFP la profesora Tracey Woodruff, de la Universidad de California.

Para Woodruff, directora de un programa sobre salud reproductiva y medio ambiente, esos datos, sumados al “descubrimiento de microplásticos en numerosas partes del cuerpo, incluido el cerebro, los testículos e incluso el feto a través de la placenta”, constituyen una “señal de alarma”.

Hasta la fecha no se ha podido establecer una relación de causa y efecto entre la exposición humana a esos cócteles complejos de polímeros y aditivos químicos, a los cuales se pueden sumar otros contaminantes mediante un efecto de “caballo de Troya”.

La mayoría de los estudios se han realizado en laboratorio, a veces en células humanas o con modelos animales.

Algunos observadores ven en eso una limitación. Pero los estudios con animales examinan “sistemas biológicos muy similares a los humanos” y “los datos sobre animales se utilizan desde hace décadas para identificar las sustancias cancerígenas o reprotóxicas”, señaló Woodruff.

En cuanto al impacto de los microplásticos, persisten varias incógnitas sobre el papel de la forma, el tamaño, el tipo de plástico o el aditivo.

- “Principio de precaución” -

De las más de 16.000 sustancias químicas utilizadas o encontradas en los plásticos comercializados, más de un cuarto presentan riesgos conocidos, según una “coalición de científicos por un tratamiento eficaz de los plásticos”.

Entre ellos figuran “la infertilidad, la obesidad y las patologías no transmisibles como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y numerosos cánceres”, detalla una nota que publicaron este año.

Pero el nivel de exposición a los microplásticos sigue siendo incierto.

Un impactante informe de la oenegé Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) calculó en 2019 que una persona ingiere e inhala hasta 5 gramos de plásticos por semana, el equivalente a una tarjeta de crédito.

Sin embargo, hubo quien rebatió los resultados y la metodología de ese estudio, y varios trabajos científicos citan cifras menores o muy distintas, según las regiones del mundo.

Las investigaciones sobre microplásticos y salud, que comenzaron a inicios de los años 2000, deben continuar, aunque ya está dando lugar a medidas de acción, según expertos.

“Pese a ser un tema reciente y a las limitaciones identificadas, los peligros ligados a la exposición oral y a la inhalación existen”, destacó Muriel Mercier-Bonin, directora de investigación del Instituto Nacional de Investigación en Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de Francia, durante la audiencia ante el Parlamento francés.

Gobiernos, reguladores y fabricantes son clave, porque “lo más importante es reforzar las medidas para limitar la producción y la contaminación plásticas”, según Woodruff.

Individualmente, reducir su exposición es un “principio de precaución”, indican varios especialistas, que recomiendan evitar las botellas de plástico, no calentar los alimentos en recipientes de plástico, privilegiar la ropa de fibras naturales o ventilar la casa.

Fuente: AFP

La NASA investiga la posible existencia de vida en una luna de Júpiter

La sonda de la NASA Europa Clipper despegó este lunes desde Estados Unidos rumbo a una luna del planeta Júpiter para investigar si su composición permite albergar vida, un descubrimiento que tendría implicaciones vertiginosas.

Fuente: AFP

La sonda despegó acoplada a un cohete Falcon Heavy de SpaceX desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida. La misión llegará a Europa, uno de los satélites de Júpiter, en abril de 2030.

Se trata de un mundo que la agencia espacial estadounidense no ha observado aún de una forma tan detallada. Bajo su superficie de hielo hay un océano de agua líquida, estiman los científicos.

“Europa es uno de los lugares más prometedores para la búsqueda de vida más allá de la Tierra”, aseguró en rueda de prensa previa al lanzamiento Gina DiBraccio, funcionaria de la NASA.

La misión no buscará directamente señales de vida pero tratará de dar respuesta a la cuestión de su habitabilidad: ¿Europa tiene las condiciones que permiten que exista la vida?

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De ser así, entonces otra misión deberá ir para tratar de detectarla.

“Es una oportunidad para nosotros de explorar no un mundo que pudo haber sido habitable miles de millones de años atrás”, como Marte, “sino uno que podría ser habitable justo ahora”, dijo Curt Niebur, a cargo de la parte científica de la misión.

La sonda es la más grande diseñada por la NASA para la exploración interplanetaria, llega a 30 metros de largo con sus paneles solares extendidos, diseñados para captar la débil luz en el camino a Júpiter.

- ¿Vida primitiva? -

Las primeras imágenes cercanas de Europa, cuya existencia se conoce desde 1610, fueron hechas por la sonda Voyager en 1979, que revelaron las misteriosas líneas rojizas sobre su superficie.

En la década de 1990, la sonda Galileo confirmó la muy probable presencia de un océano.

Esta vez, Europa Clipper lleva varios instrumentos ultrasofisticados entre ellos cámaras, espectrógrafo, radares o un magnetómetro.

La misión debe permitir determinar la estructura y composición de su superficie congelada, la profundidad e incluso la salinidad del eventual océano.

Todo con el fin de comprender si los tres ingredientes necesarios para la vida se encuentran allí: el agua, la energía y algunos compuestos químicos.

Si existen, la vida podría estar en el océano bajo la forma de bacterias primitivas, explicó Bonnie Buratti, responsable científico adjunto de la misión. Aunque demasiado en lo profundo como para que Europa Clipper pueda verla.

¿Y si Europa finalmente no fuera habitable? “Eso también abriría la vía a una serie de cuestiones: ¿Por qué pensamos eso y por qué no está ahí?”, indicó Nikki Fox, administradora asociada de la NASA.

- 49 sobrevuelos -

En cinco años y medio de viaje para llegar a Júpiter la sonda recorrerá 2.900 millones de kilómetros y a partir de su llegada la misión principal durará cuatro años.

La sonda hará 49 sobrevuelos a Europa, a unos 25 kilómetros de la superficie.

Unas 4.000 personas trabajaron desde hace aproximadamente una década en esta misión cuyo costo es 5.200 millones de dólares.

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Una inversión justificada por la importancia de los datos que se van a recopilar, según la Nasa.

Si nuestro sistema solar revela que hay dos mundos habitables (Europa y la Tierra), “piensen en lo que esto significa al extender este resultado a los miles de millones de otros sistemas solares en esta galaxia”, dijo Curt Niebur.

“Incluso dejando de lado la cuestión de saber si hay vida en Europa, la sola cuestión de la habitabilidad abre un nuevo paradigma para la búsqueda de vida en la galaxia”, agregó.

Europa Clipper operará al mismo tiempo que la sonda Juice de la agencia espacial europea (ESA), que estudiará otras dos lunas de Júpiter, Ganímedes y Calisto, además de Europa.