La inmunidad es más duradera en recuperados que en vacunados, según estudio

Un estudio del Centro Médico Sheba de Israel halló que los anticuerpos generados por personas recuperadas de covid-19 ofrecen, con el paso del tiempo, mayor resistencia al virus que los de las personas vacunadas.

El estudio, difundido hoy y que contó con una muestra de 432 personas, no se centra solo en la cantidad de anticuerpos generados sino también en su rendimiento.

Tras varios meses de seguimiento de los pacientes, los resultados obtenidos evidenciaron que, inicialmente, tanto el número como el rendimiento de los anticuerpos era superior entre los pacientes inoculados con dos dosis de la vacuna Pfizer que entre personas que habían pasado la enfermedad.

Con el paso del tiempo, sin embargo, si bien la cantidad de anticuerpos siguió bajando en ambos grupos -más rápido en el primero que en el segundo-, su rendimiento empeoró entre los vacunados mientras que mejoró entre los recuperados.

Por otra parte, y para sorpresa de los investigadores, los datos analizados evidenciaron también que la cantidad y rendimiento de los anticuerpos de los pacientes recuperados con un índice de masa corporal de 30 o superior (en el rango de obesidad) fueron más altos, durante los distintos períodos estudiados, que los de aquellos con un IMC inferior a 30 (personas con sobrepeso o con peso normal).

Esto, apuntaron, sugiere que las personas con obesidad que pasaron la enfermedad están mejor protegidas contra futuras infecciones que aquellos con sobrepeso o peso normal.

“Estos resultados ofrecen información específica de la respuesta inmunitaria que puede explicar la protección diferencial frente a la covid-19 entre individuos previamente infectados y vacunados”, señaló la doctora Carmit Cohen, una de las encargadas de la investigación, que será presentada en abril en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas en Lisboa.

Erupciones solares provocan apagones de radio en varias zonas del mundo

Tres erupciones de clase M afectaron parte de Filipinas, India y Hawái, en EE.UU.

Alrededor de 25 erupciones solares se registraron entre el miércoles y jueves de esta semana. Tres de ellas fueron de clase M y otras 22 de clase C, lo que significa que la actividad del Sol continúa siendo moderada, a pesar de la aproximación del pico del ciclo solar actual, informó EarthSky.

De acuerdo con el portal, la erupción solar M.2.2, originada en la región de manchas solares AR3638, ocasionó este jueves un apagón menor en las comunicaciones radiales de onda corta en el este de Filipinas. A su vez, indicó que las erupciones solares M.1.6 y M.1.1, de la región AR3645, también causaron apagones de radio menores este miércoles en el sur de Hawái (EE.UU.) y en la costa suroeste de la India, respectivamente.

Se esperan más erupciones

Por otro lado, EarthSky pronosticó que existe una alta probabilidad de que este viernes se produzcan erupciones solares de clase C y M. En ese sentido, mencionó que las posibilidades de una erupción de clase X, considerada de gran magnitud, se incrementaron en un 20 %.

También mencionó que el miércoles se detectó una eyección de masa coronal (CME) en un filamento magnético que se formó cerca del ecuador solar, aunque recalcó que no estaba en dirección hacia la Tierra.

No obstante, explicó que los chorros y erupciones de los filamentos identificados en el suroeste del Sol estaban siendo examinados para determinar si se dirigen a nuestro planeta. A pesar de que el jueves se esperaba una tormenta geomagnética de escala G1 (menor), el sitio Spacewather aseveró que es poco probable que ocurra, ya que no hay señales de que alguna CME alcance la Tierra.

El pico de actividad solar está próximo a ocurrir

El ‘ciclo solar’, que dura aproximadamente 11 años, es impulsado por el campo magnético del astro y se caracteriza por la frecuencia e intensidad de manchas en la superficie solar.

El actual ciclo, el número 25, comenzó en diciembre de 2019. Se prevé que el Sol alcance su pico de actividad, conocido como ‘máximo solar’, entre enero y octubre de este año, lo que podría conducir a un aumento de fenómenos como CME y erupciones solares, así como tormentas de tipo solar y geomagnéticas.

Fiebre de Oropouche: enfermedad parecida al dengue que se propaga por América Latina

La mayoría de los casos se han detectado en zonas urbanas y rurales de la Amazonía.

Cuatro países de América del Sur registran alzas en los casos de la fiebre causada por el virus de Oropouche, una enfermedad zoonótica transmitida por la picadura de los mosquitos ‘culicoides paraensis’ y ‘culex quinquefasciatus’, que causa una sintomatología similar al dengue.

En una reciente actualización, la Organización Panamericana de Salud (OPS) refiere que durante este año, la presencia de la patología, descubierta en Trinidad y Tobago en 1955, se ha incrementado en Bolivia, Brasil, Colombia y Perú, y destaca que en el caso brasileño, el número de infecciones confirmadas se cuadruplicó en relación con el mismo lapso del 2023, al computar 3.475 pacientes. Mientras, se han confirmado 225 casos en Perú, 160 en Bolivia, y 2 en Colombia.

En febrero pasado, la OPS emitió un boletín de alerta epidemiológica sobre la prevalencia de la infección vírica en entornos fundamentalmente amazónicos, pero no solo. Según informes de prensa, la tendencia alcista se ha mantenido.

Los motivos del alza son variados, pero el cambio climático y la desforestación en la región amazónica han jugado un papel fundamental en el incremento de las poblaciones de mosquitos, cuyo hábitat ha empezado a entrecruzarse con el de los seres humanos.

¿Cómo se manifiesta la enfermedad?

La afección tiene un período de incubación promedio de entre 4 y 8 días, aunque en algunos casos los primeros síntomas pueden aparecer a los 3 días o hasta 12 días después de la picadura.

El cuadro se caracteriza por ser de aparición súbita y generalmente los afectados presentan fiebre, dolor de cabeza, dolor articular, dolor corporal generalizado y escalofríos, si bien en ocasiones pueden presentarse vómitos y diarreas persistentes por un lapso de entre 5 y 7 días.

La mayoría de las personas enfermas se recuperará en cerca de 7 días, sin embargo, la convalecencia de algunos pacientes se puede demorar varias semanas, a lo que se suma que no existen medicamentos ni vacunas específicas para prevenir o tratar la afección, por lo que la medicación que se prescribe va dirigida exclusivamente a mejorar los síntomas.

La OPS recomienda la intensificación de la vigilancia epidemiológica para la detección oportuna de los casos, así como actualizar la información sobre detección y control que maneja el personal de salud para que pueda ser transmitida apropiadamente a las poblaciones de alto riesgo.

En la última década, la mayor parte de los casos de fiebre de Oropouche se ha registrado en comunidades urbanas y rurales de la Amazonía, en países como Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, así como en Guayana Francesa, pero también hubo diagnósticos en Panamá y Trinidad y Tobago.

Descubren nueva cepa mutante “potencialmente pandémica” de viruela del mono

Los científicos sospechan que un modo clave de infección está relacionado con el contacto sexual.

Un equipo internacional de epidemiólogos encontró una cepa mutante del virus de la viruela del mono (MPXV) en Kamituga, una ciudad minera densamente poblada y pobre de la República Democrática del Congo (RDC). El virus, descendiente de la cepa de MPXV de clado 1, que mata hasta a 10 % de los infectados, tiene “potencial pandémico”, según declararon los autores en un artículo en preimpresión depositado este domingo en Medrxiv.

“Sin intervención, este brote localizado en Kamituga tiene el potencial de extenderse a nivel nacional e internacional”, señalaron los autores. Al parecer, la nueva variante del virus de la viruela del mono, denominada ‘clado 1b’, es tan letal como su predecesora, pero ha evolucionado para volverse aún más infecciosa y evade mejor las pruebas de detección.

Situación de la viruela símica en el Congo

Los investigadores explicaron que el MPXV del clado I, que prevalece en África Central, se caracteriza por una enfermedad grave y una elevada mortalidad, mientras que el clado II se limita al África Occidental y se asocia con una enfermedad más leve.

El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades comunicó recientemente que, durante el último año, la RDC ha estado luchando por contener el ‘clado 1′ del virus. El organismo puntualizó que desde 2023 hasta el 29 de marzo de 2024, el país africano notificó un total de 18.922 casos sospechosos de MPXV, incluyendo 1.007 muertes. En lo que va de 2024 se han notificado 4.488 casos en el país y se han reportado un total de 279 muertes.

El brote de Kamituga

Se cree que la nueva variante surgió recientemente, en algún momento entre julio y septiembre de 2023, primero en animales y luego saltó a los humanos. A medida que se propagó en Kamituga, adquirió nuevas mutaciones que la ayudaron a extenderse. Hasta el momento se han confirmado 108 casos, y casi 30 % de ellos se dieron entre trabajadores sexuales, lo que sugiere que el virus se propaga de manera similar a la variante mutante que causó un importante brote en 2022.

Alrededor de 85 % de las personas infectadas tenían lesiones genitales, mientras que 10 % fueron hospitalizadas y dos murieron. El análisis genético del virus reveló un linaje de las cepas Clade I secuenciadas previamente en la RDC.