Los graves efectos que ocasiona el cannabis durante el embarazo, según la ciencia

Es una asociación identificada entre el consumo de cannabis durante el embarazo y la situación de la salud mental de los hijos. Fue realizado por la Universidad de Washington en Estados Unidos. Qué implica el estudio.


Fuente: Infobae

Los niños cuyas madres consumieron cannabis después de la quinta o sexta semana de embarazo pueden ser más propensos a desarrollar problemas de salud mental durante la adolescencia temprana. Lo reveló un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Washington en St Louis, Missouri, en los Estados Unidos.

La investigación encontró una asociación: los niños que estuvieron expuestos al cannabis en el útero materno siguen mostrando tasas elevadas de síntomas de psicopatología, como depresión, ansiedad y otros trastornos psiquiátricos, incluso cuando, a los 11 y 12 años, se dirigen a la adolescencia.

El hallazgo de la asociación es un resultado de una investigación del BRAIN Lab del Departamento de Psicología y Ciencias del Cerebro, dirigida por Ryan Bogdan, profesor asociado de Artes y Ciencias de la Universidad de Washington en St Louis.

Los resultados fueron publicados en la revista Pediatrics de la Asociación Médica Estadounidense. Son una continuación de la investigación realizada en 2020 por el laboratorio de Bogdan, que había descubierto que los niños más pequeños que habían estado expuestos al cannabis antes de nacer eran ligeramente más propensos a tener problemas de sueño, menor peso al nacer y menor rendimiento cognitivo, entre otras cosas.

En ambos casos, el efecto es más fuerte cuando se observa la exposición al cannabis después de conocerse el embarazo. Para determinar si estas asociaciones persistían o no a medida que los niños cumplían más años, David Baranger, investigador postdoctoral del BRAIN Lab, volvió a los más de 10.500 niños del análisis de 2020. Tenían una media de 10 años en 2020.

Los datos sobre los niños y sus madres procedían del Estudio sobre el Cerebro y el Desarrollo Cognitivo de los Adolescentes (ABCD), un estudio en curso de casi 12.000 niños, que comienza cuando tienen entre 9 y 10 años. Incluye a sus padres o cuidadores. El estudio, que está financiado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y sus socios federales, comenzó en 2016, cuando los participantes se inscribieron en 22 sitios en todo Estados Unidos.

El aparentemente pequeño cambio de edad -de 10 a 12 años- que tuvo en cuenta el estudio es importante. Durante el primer trabajo, eran solo niños. “Ahora se acercan a la adolescencia”, dijo Baranger. “Sabemos que es un período en el que se produce una gran proporción de diagnósticos de salud mental”, agregó.

Un análisis de los datos más recientes no mostró cambios significativos en la tasa de afecciones psiquiátricas a medida que los niños crecían. Siguen teniendo un mayor riesgo de trastornos psiquiátricos clínicos y de consumo problemático de sustancias al entrar en los últimos años de la adolescencia.

“Una vez que llegan a los 14 o 15 años, esperamos ver un mayor aumento de los trastornos mentales u otras afecciones psiquiátricas, aumentos que continuarán hasta los 20 años”, afirmó Baranger.

El cannabis es una planta de la familia Cannabaceae que contiene más de ochenta compuestos químicos biológicamente activos. Los compuestos más conocidos son el THC y el CBD. Un tipo de planta de cannabis es la marihuana, la cual contiene varios niveles de THC, el compuesto que proporciona la “onda” que a menudo se asocia con la marihuana, Según la autoridad regulatoria de medicamentos y tecnologías médicas de los Estados Unidos, conocida por su sigla en inglés FDA.

Otro tipo de planta de cannabis es el hachís. Las plantas de hachís contienen un nivel extremadamente bajo de THC. “existen muchos efectos de salud potencialmente negativos al usar marihuana y otros productos que contienen THC durante el embarazo o mientras se da de lactar a un bebé”, señaló la FDA.

El consumo de cannabis entre las mujeres embarazadas aumentó del 3% en 2002 al 7% en 2017. En 2018, el 4,7% de las mujeres embarazadas informó del consumo de cannabis y el 5,4% lo hizo en 2019, según la Encuesta Nacional sobre el Uso de Drogas y la Salud de los Estados Unidos.

El Cirujano General de los EE.UU. también ha advertido a los consumidores que el uso de marihuana durante el embarazo puede afectar el desarrollo del cerebro del feto. El compuesto THC puede entrar en el cerebro del feto de la corriente sanguínea de la madre. También advirtió que la marihuana puede aumentar el riesgo de tener un bebé con bajo peso. La investigación también sugiere un aumento en riesgo de tener un nacimiento prematuro o potencialmente una muerte fetal .

“Mientras está amamantando, es importante saber que la leche maternal puede tener THC por hasta seis días después del uso. Este THC puede afectar el desarrollo del cerebro del recién nacido y resultar en hiperactividad, un funcionamiento cognitivo pobre y otras consecuencias de largo plazo”, señaló la FDA. Además, el humo de la marihuana contiene muchos de los mismos componentes dañinos del humo de cigarrillo. No se debe fumar marihuana o productos de tabaco cerca de un recién nacido o niños.

Un bebé recibe el primer tratamiento genético personalizado del mundo

Un bebé que padece una enfermedad rara e incurable se convirtió en el primer paciente del mundo en beneficiarse de una terapia genética personalizada, un logro esperanzador para otras patologías, anunció este jueves un equipo médico estadounidense.

KJ Muldoon, un bebé de cara regordeta y ojos azules de nueve meses, fue diagnosticado poco después de nacer con un trastorno metabólico muy raro y grave llamado “deficiencia de carbamil fosfato sintetasa” o CPS1.

Esta enfermedad es causada por mutaciones en un gen que codifica una enzima clave en la función hepática, e impide a los afectados eliminar ciertas sustancias tóxicas producidas por el metabolismo como el amoniaco generado cuando las proteínas se descomponen.

“Cuando buscas en Google qué es CPS1, ves que es la muerte o un trasplante de hígado”, dijo Nicole Muldoon, la madre del niño, en un video desde el Hospital infantil de Filadelfia, en el noreste de Estados Unidos, donde el bebé recibió tratamiento.

El equipo médico propuso probar algo nuevo: un tratamiento personalizado basado en el uso de tijeras moleculares (Crispr-Cas9), una tecnología revolucionaria galardonada con el Premio Nobel de Química en 2020 que permite editar el genoma.

“Nuestro hijo estaba enfermo. Teníamos que hacerle un trasplante de hígado o darle este medicamento que nunca se le ha administrado a nadie”, recuerda Kyle, padre del bebé.

A pesar de sus temores el matrimonio aceptó y al bebé se le administró el medicamento en febrero y posteriormente otras dos veces.

“El medicamento está diseñado exclusivamente para KJ, por lo que las variantes genéticas que tiene son específicas para él. Es medicina personalizada”, explica la doctora Rebecca Ahrens-Nicklas, especialista en genética pediátrica.

Una vez en el hígado, las tijeras microscópicas contenidas en la solución administrada penetran en el núcleo de las células y buscan modificar el gen en cuestión.

Una terapia con resultados prometedores, según el equipo médico, que publicó este jueves un estudio sobre el tema en el New England Journal of Medicine.

KJ ahora tolera una dieta más rica en proteínas y requiere menos medicación, pero se necesita un seguimiento a largo plazo “para evaluar la seguridad y la eficacia del tratamiento”, afirma la doctora.

Rebecca Ahrens-Nicklas espera que este logro permita al niño vivir “con muy poca o ninguna medicación” y que pueda ser de utilidad para otros.

“Esperamos que éste sea el primero de muchos en beneficiarse de una metodología que pueda adaptarse a las necesidades de cada paciente”, declaró.

Fuente: AFP

Nace por primera vez un bebé en Reino Unido tras un trasplante de útero

Una niña nació en Reino Unido después de que su madre se sometiera a un trasplante de útero, que recibió de su hermana mayor, anunció este martes un hospital de Londres, en el primer nacimiento de este tipo en el país.

La pequeña Amy nació el 27 de febrero en el hospital Reina Carlota y Chelsea de Londres, dos años después de que su madre, Grace Davidson, se sometiera a una cirugía de trasplante de útero. Ambas gozan de buena salud.

“Hemos recibido el mayor don que pudimos haber pedido”, declaró Davidson, de 36 años. La mujer dijo esperar que “hacia adelante eso se convierta en una realidad y brinda una opción adicional para mujeres que de otra forma no podrían tener su propio hijo”.

“La habitación estaba llena de gente que nos ha ayudado en este viaje para poder tener a Amy”, declaró el padre, Angus Davidson, a la agencia noticiosa Press Association.

Grace Davidson sufre una enfermedad rara llamada síndrome Mayer-Rokitansky-Kuster-Hauser y nació sin un útero funcional, explicó el hospital en un comunicado.

Se convirtió en la primer mujer del país en recibir un trasplante de útero, el cual fue donado por su hermana Amy Purdie, de 42 años, quien tiene dos hijas de 10 y seis años.

El trasplante fue efectuado en febrero de 2023 en el Centro de Trasplantes de Oxford.

El profesor Richard Smith, un consultor de cirugía ginecológica que dirige el programa británico de donantes vivos, comentó que el nacimiento de Amy fue “la culminación de más de 25 años de investigación”.

Más de 100 trasplantes de útero se han realizado en el mundo desde 2013, cuando se efectuaron los primeros en Suecia. Y cerca de 50 bebés nacieron gracias a esta cirugía hasta ahora y gozan de buena salud.

Fuente: AFP

El curioso trastorno de los que no tienen una voz interior en su mente

¿Se puede vivir sin esa voz interior que nos ayuda a organizar las ideas? Algunas personas sufren anendofasia, un trastorno recientemente identificado por la ciencia que permite entender mejor cómo pensamos.

“No tengo una voz en mi cabeza” explica Mel May, una australiana de 30 años que vive en Nueva York y que descubrió que era una excepción después de leer un artículo sobre el tema.

Esta videasta tuvo que que enfrentarse a la incredulidad de sus familiares hasta que los psicólogos confirmaron su trastorno.

Es una de las pocas personas cuyo pensamiento no va acompañado por un monólogo interior.

El fenómeno era conocido pero no fue hasta el año pasado que un grupo de investigadores propusieron en la revista Psychological Science darle un nombre: anendofasia.

Este trastorno arroja luz sobre cómo formulamos nuestros pensamientos, algo particularmente difícil de estudiar porque no lo puede explicar un observador externo.

“La gente no se da cuenta de las características de su experiencia interior”, dice a la AFP el profesor de psicología Russell Hurlburt de la Universidad de Nevada.

Hurlburt ha realizado varios estudios sobre los procesos del pensamiento, centrándose entre otros en el caso de Mel May.

Uno de los experimentos consistía en pedir a los sujetos que leyeran “La Metamorfosis” de Franz Kafka.

Luego les interrumpían de manera abrupta y aleatoria y les pedían describir lo que pasaba por su cabeza.

En algunos casos, explicaban no tener las palabras del texto en sus cabezas sino solo imágenes, “su propio video” de la historia, según el profesor Hurlburt.

- “No estoy vacía” -

Aunque el caso de Mel May es excepcional por su total ausencia de voz interior, los investigadores subrayan que el monólogo interior no siempre está presente.

Hurlburt estima que solo entre el 20 y el 25% de las veces pensamos en forma de monólogo interior, aunque admite que serían necesarios más estudios para confirmar esa cifra.

Cuando pensamos hay otros procesos en marcha, como las imágenes visuales, las emociones o el llamado pensamiento no simbólico.

El estudio de la anendofasia ha puesto en entredicho algunas certezas. La investigadora francesa Hélène Loevenbruck, una especialista del monólogo interior, admite haber cambiado de opinión.

“Hasta hace poco, pensaba que todos teníamos una voz interior”, dice a la AFP.

Las investigaciones de Loevenbruck apuntan a que este tipo de monólogo mental sirve de “simulación interna” y es esencial para poder luego traducir los pensamientos en palabras.

Sin embargo es difícil evaluar las consecuencias concretas de la ausencia de una voz interior o de otros fenómenos, como la afantasia, la ausencia de imágenes mentales.

Según Daniel Gregory, un filósofo especializado en esta cuestión de la Universidad de Barcelona, la voz interior nos hace “vulnerables a los patrones de pensamiento negativos, a los pensamientos obsesivos”.

Pero también se puede utilizar “para animarse, para enviarse mensajes positivos a uno mismo”, apunta.

Mel May sabe que no tener voz interior tiene “pros y contras” y reconoce que le cuesta evocar recuerdos del pasado.

Pero sí está segura de una cosa: “No estoy vacía por dentro: sé y siento cosas”.

Fuente: AFP