¿Por qué las mejores ideas surgen cuando estamos en la ducha?

Sin importar la temperatura o si se trata de un baño de espumas, como segunda opción, la mente puede obtener momentos “¡Eureka!” con el agua como condimento. Las razones detrás de esta situación.

Según un estudio realizado por científicos norteamericanos, este lugar permite este impulso de la mente porque cuando realizamos “una tarea ‘poco exigente’, nuestro cerebro tiende a divagar” y cuando lo hace la creatividad fluye. Es decir, que se impulsa la “mente errante”.

Zac Irving, profesor asistente de filosofía de la Universidad de Virginia, y Caitlin Mills, profesora de psicología de la Universidad de Minnesota, junto a otros científicos, lograron advertir en este trabajo “por qué una mente errante a veces encuentra soluciones creativas” cuando desarrolla una tarea “sin sentido”. Según indicaron en su trabajo publicado en la revista Psychology of Aesthetics, Creativity, and the Artsla razón es que esta acción “no es realmente absurda”, ya que requiere un “nivel moderado de compromiso”.

“Digamos que está atascado en un problema. ¿Qué haces?”, argumentó Irving en un comunicado de prensa e inmediatamente se respondió:

“Probablemente no sea algo abrumadoramente aburrido como ver cómo se seca la pintura. En cambio, haces algo para mantenerte ocupado, como salir a caminar, hacer jardinería o tomar una ducha. Todas estas actividades son moderadamente atractivas”. Y estas acciones, exactamente, serían algunas de las impulsoras del momento “¡Eureka!”.

En ese sentido, según el documento, los expertos resaltaron que “las personas a menudo parecen generar ideas creativas durante actividades moderadamente atractivas, como ducharse o caminar. Una explicación de este ‘efecto ducha’ es que la generación de ideas creativas requiere un equilibrio entre el pensamiento lineal y centrado (que limita la originalidad) y las asociaciones aleatorias e ilimitadas (que rara vez son útiles)”. “Actividades como caminar pueden ayudarnos a lograr este equilibrio al permitir que la mente divague en un entorno atractivo que impone algunas restricciones al pensamiento”, destacaron.

En muchas oportunidades, es imposible encontrar una solución hasta que elegimos darnos una ducha o, bien, salir a caminar / (istock).

Sobre este punto, Irving recordó un trabajo realizado hace unos 10 años que fue publicado en la revista Psychological Science, el cual advertía que “cuando realizamos una tarea ‘poco exigente’, el cerebro tiende a divagar y con eso la creatividad tiende a fluir”; y describió cómo los impulsó a efectuar el propio. “Hubo esta investigación en 2012, ‘Inspirado por la distracción’ de Benjamin Baird y sus colegas, que realmente explotó tanto en términos de ciencia y en los medios, como en la imaginación popular. El divagar parece beneficiar la creatividad y la creatividad incubación”, dijo Irving.

“Aunque estudios anteriores han encontrado una relación inconsistente entre la mente errante y la generación de ideas creativas, tienen dos limitaciones. En primer lugar, los investigadores de la creatividad no han estudiado una forma clave de divagación mental, que es el pensamiento que se mueve libremente”.

En segundo lugar, los estudios han utilizado tareas aburridas que pueden alentar el divagar mental sin restricciones e improductivo. Para superar estas limitaciones, investigamos la relación entre la generación de ideas y la mente que se mueve libremente durante tareas de video aburridas versus atractivas”, resaltaron los expertos.

Y destacaron que “la mente errante conduce a ideas más creativas, pero solo durante actividades moderadamente atractivas”.

“La tarea típica que usas en la investigación de la mente errante se llama prueba de respuesta de atención sostenida – explicó Irving – e implica, por ejemplo, ver una secuencia de dígitos, del 1 al 9, y no hacer clic cuando ves un ‘3′. Ese es el típico estudio mental errante. Simplemente no se parecen a nada en la vida diaria de las personas”. De este modo, el experto destacó la importancia del contexto para alcanzar el “efecto de ducha”.

Para que lo argumentado se convierta en evidencia científica, el equipo de Irving y Mills le pidió a los participantes del estudio de la Universidad de New Hampshire que pensaran usos alternativos para un ladrillo o un clip; los dividieron en dos grupos y les mostraron diferentes videos de tres minutos que los ayudarían a como modelos de incubación para nuevas ideas.

Y mientras una mitad miraba imágenes “aburridas” de dos hombres doblando la ropa, la otra observaba unas “moderadamente atractivas”: una escena de la película clásica de 1989, “Cuando Harry conoció a Sally” (“When Harry Met Sally”). Más exactamente, cuando Meg Ryan finge un orgasmo en medio de un restaurante.

“Lo que realmente queríamos saber no era qué video te ayuda a ser más creativo. La pregunta era cómo se relaciona la divagación mental con la creatividad durante tareas aburridas y atractivas”, explicó Irving y destacó que el uso de estas imágenes se relacionó con utilizar “cosas que la gente podría hacer en la vida real”, según advierten en un comunicado. Tras estos filmes, los científicos les pidieron a los participantes que enumeraran los usos alternativos para el ladrillo hipotético o el clip, gracias a las ideas que les “despertaron” las imágenes.

Las conclusiones, para los científicos fueron que la distracción mental “ayuda, pero solo a veces”, ya que la divagación mental impulsó una mayor cantidad de ideas, aunque solo cuando el video era “interesante”, siendo que se registró una correlación positiva entre “la cantidad de divagaciones mentales y las ideas creativas generadas. La mente errante hizo que los participantes fueran más creativos”.

Si bien es posible que los investigadores nunca estudien la ducha per se, por razones obvias, dijeron que tienen la intención de continuar ampliando la visualización de videos. Uno de sus futuros proyectos, por ejemplo, utilizará la realidad virtual para estudiar la mente errante en contextos realistas, como caminar por las calles de una ciudad”, señalaron en un comunicado emitido por la Universidad de Virginia, en Estados Unidos. Asimismo, aclararon que los datos fueron “recopilados por la alumna de Mills, Catherine McGrath, para su tesis de honor. Lauren Flynn y Aaron Glasser son los otros autores del estudio, de los laboratorios de Mills e Irving, respectivamente”.

Descubren fósiles de tortuga gigante de 57 millones de años en Colombia

Paleontólogos descubrieron fósiles de tortuga gigante de 57 millones de años de antigüedad en Colombia, informó este martes la universidad que lideró la exploración, cuyos resultados son clave para entender la geografía de Sudamérica en las épocas del Paleoceno y Eoceno.

Los fósiles de los reptiles Puentemys mushaisaensis, que se calcula medían cerca de 1,5 metros de largo, fueron hallados en el montañoso municipio de Socha (noreste), aseguró la Universidad del Rosario en un comunicado.

El descubrimiento es inédito en esta zona andina, pues los ejemplares de esta especie más cercanos están a cientos de kilómetros en El Cerrejón, una mina de carbón cercana al mar Caribe.

“Encontrarlas 500 kilómetros al sur (...) nos permite reconstruir y entender cómo eran los paisajes” del norte de Sudamérica, pues en lugar de las actuales montañas andinas de hasta más de 5.000 msnm allí había “lagos conectados y cordilleras de muy baja altitud”, explicó Edwin Cadena, el paleontólogo a cargo de la investigación.

El estudio “permite conocer mejor la conectividad de los ambientes acuáticos del norte de Sudamérica durante una parte del tiempo geológico conocido como el Paleoceno y Eoceno”, añade el comunicado.

Ambas épocas hacen parte del Paleógeno (66 a 23 millones de años atrás), el primer período geológico después de la extinción de los dinosaurios.

Fuente: AFP

Verse a uno mismo durante videollamadas causa cansancio mental, según estudio

La sensación de agotamiento afecta tanto a hombres como a mujeres de manera similar, lo que contradice los resultados de investigaciones previas.

Verse a uno mismo en la pantalla durante videollamadas en plataformas como Zoom o Teams causa cansancio mental, según en un estudio publicado recientemente en la revista científica Cyberpsychology, Behavior, and Social Networking.

Los investigadores de la Universidad de Galway (Irlanda) evaluaron la actividad cerebral de 32 personas (16 hombres y 16 mujeres) mediante electroencefalogramas mientras estaban en una videollamada en Zoom, y en distintos momentos de la comunicación se mostraban o se ocultaban en su propia pantalla.

Los resultados revelaron que los niveles de cansancio fueron mayores cuando los participantes podían verse a sí mismos, y esto afectaba tanto a hombres como a mujeres de manera similar. Esta conclusión contradice las deducciones de investigaciones previas que afirman que las mujeres experimentan más cansancio que los hombres dado que tendrían “la mayor conciencia de sí mismas generada al verse en una pantalla”, señala el estudio.

“Nuestro estudio demuestra que la sensación de cansancio que surge durante las videollamadas es real y el hecho de ver nuestro propio reflejo lo hace aún más agotador”, indicó Eoin Whelan, quien dirigió la investigación. “Desactivar la imagen en espejo puede ayudar a compensar la sensación de cansancio en las reuniones virtuales”, agregó.

Demasiada comida chatarra podría causar daños duraderos al cerebro

Investigadores consideran que esto puede deberse a que las dietas occidentales alteran un neurotransmisor cerebral clave implicado en la retentiva y otras funciones.

Neurocientíficos de la Universidad del Sur de California (USC) en EE.UU. descubrieron que la ingesta abundante de una dieta occidental, alta en grasas y azúcar, desde la temprana edad, puede provocar problemas duraderos de memoria en animales de laboratorio.

“Lo que vemos […] es que, si estas ratas crecieron con esta dieta de comida chatarra, entonces tienen problemas de memoria que no desaparecen”, explica Scott Kanoski, profesor de la USC. “Si simplemente los sometes a una dieta saludable, estos efectos lamentablemente duran hasta la edad adulta”, agregó.

La concepción de la investigación

Al desarrollar el estudio, Kanoski y su estudiante de postdoctorado, Anna Hayes, tuvieron en cuenta el antecedente de que las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer tienden a tener niveles más bajos de acetilcolina en el cerebro. Los investigadores consideran que esto puede deberse a que las dietas occidentales alteran la acetilcolina, un neurotransmisor cerebral clave implicado en la retentiva y funciones como el aprendizaje, la atención, la excitación y el movimiento muscular involuntario.

Los científicos se cuestionaron sobre el impacto que podrían tener estas dietas occidentales para las personas más jóvenes que pueden seguir una dieta similar, particularmente durante la adolescencia, cuando su cerebro está experimentando un desarrollo significativo.

Los experimentos

Los investigadores rastrearon los niveles de acetilcolina de un grupo de ratas con una dieta grasosa y azucarada y en un grupo de control de ratas analizando sus respuestas cerebrales a ciertas tareas diseñadas para probar su memoria.

La prueba implicó dejar que las ratas exploraran nuevos objetos en diferentes lugares. Días después, los investigadores reintrodujeron a las ratas en la escena, que era casi idéntica, excepto por la adición de un objeto nuevo. Las ratas que siguieron la dieta de comida chatarra mostraron signos de que no podían recordar qué objeto habían visto anteriormente ni dónde, mientras que las del grupo de control mostraron familiaridad.

Conclusiones

Según los científicos, su estudio refuerza el importante vínculo entre el intestino y el cerebro. “La señalización de acetilcolina es un mecanismo para ayudarles a codificar y recordar esos eventos, análogo a la ‘memoria episódica’ en los humanos, que nos permite recordar eventos de nuestro pasado”, subrayó Hayes. “Esa señal parece no ocurrir en los animales que crecieron con una dieta grasosa y azucarada”, añadió. La investigación se publicó recientemente en la revista científica revisada por pares Brain, Behavior, and Immunity.

Kanoski enfatizó que la adolescencia es un período muy sensible para el cerebro cuando se están produciendo cambios importantes en el desarrollo. “No sé cómo decir esto sin sonar como Casandra y pesimismo”, apuntó, “pero desafortunadamente, algunas cosas que pueden ser más fácilmente reversibles durante la edad adulta son menos reversibles cuando ocurren durante la niñez”, agregó.

Finalmente, los investigadores lograron revertir la capacidad de memoria en las ratas experimentales con medicamentos que inducen la liberación de acetilcolina, inyectada directamente en el hipocampo cerebral. Sin embargo, Kanoski señala que se necesita una investigación más amplia para saber cómo se pueden revertir los problemas de memoria, causados por una dieta de comida chatarra durante la adolescencia, sin necesidad de una intervención médica tan especial.