Vacunas anti COVID-19 en menores de edad, ¿qué sabemos hasta ahora?

La vacunación en adultos está siendo realizada en todo el mundo, aunque la rapidez varía según el país. Las vacunas aprobadas de manera 'emergencial' y la de Pfizer (la única con aprobación completa al momento), se distribuyen en los distintos países y ya se ha alcanzado un total de 29.47% de la población mundial vacunada.

Por Irene Fabiola Román Maldonado, PhD en Biología

Todavía hay mucho camino por recorrer; sin embargo, el beneficio de la vacunación es indiscutible. Ya podemos ver que, en varios países, el grupo de personas que se negó a recibir la vacuna representa la mayor porción de los ingresos a cuidados intensivos.

Cuando observamos los estudios clínicos de las vacunas utilizadas, vemos que fueron incluidas personas de distintas franjas etarias, desde adultos mayores hasta jóvenes de 18 años. Sin embargo, un grupo grande de personas no ha sido incluido en los ensayos clínicos iniciales, los niños y los jóvenes menores de 18 años.

Los niños no son adultos pequeños. No podemos simplemente asumir que la vacuna tendrá el mismo efecto en un niño que en alguien mayor. Una de las diferencias entre ensayos clínicos de niños y adultos, es que la dosis debe ser ajustada de acuerdo a su rango de edad. De hecho, no es raro que las dosis de vacunas en niños sean inferiores a las dosis recibidas por los adultos.

Según investigadores de la Universidad Columbia en Nueva York, la respuesta inmune de los niños tiende a ser más fuerte que la de los adultos. Los primeros resultados de los ensayos han demostrado que los niños de 12 a 15 años que recibieron dos dosis estándar de la de Pfizer-BioNTech desarrollaron niveles más altos de anticuerpos bloqueadores de virus que los de 16 a 25 años de los ensayos anteriores. La pregunta que deben responder ahora es si los niños aún más pequeños obtendrán la misma respuesta inmunitaria con una dosis más baja.

Otro de los cuidados que tienen los investigadores al probar la vacuna contra COVID-19, es que, como se están probando en niños cada vez más pequeños, es necesario realizar estudios sobre cómo se debe integrar una vacuna anti-COVID-19 en el calendario de vacunación de un niño pequeño.

A pesar del retraso en la realización de ensayos clínicos en niños y adolescentes, a inicios del año 2021 ya comenzaron a salir los resultados preliminares de estudios de algunas vacunas.

Interrogantes que aún tienen los investigadores

El retraso de la administración de las vacunas en algunos países como el Reino Unido, se debe a que existen ciertas interrogantes que necesitan ser aclaradas antes de ofrecerlas a todo el amplio rango de edad de los menores de 18 años.

En relación a las vacunas de Moderna y Pfizer, la investigación sobre millones de personas, ha mostrado que existe un riesgo mínimo de miocarditis o inflamación en el corazón. Se vio que esto fue más común en jóvenes, especialmente en niños más pequeños, después de una segunda dosis. También se vio que los síntomas de esta miocarditis generalmente desaparecen en días.

En vista de que las tasas de esta afección son más altas en jóvenes que en mayores, el Reino Unido ha recomendado una sola dosis para jóvenes de 16 y 17 años. Sin embargo, debemos recordar que ninguna vacuna o medicamento es 100% seguro, y los datos de los EE. UU. muestran que el número de niños afectados es muy pequeño.

Además, es importante tener presente que estar infectado con COVID-19 también tiene consecuencias para la salud de los adolescentes, incluyendo riesgos para su corazón.

A pesar de que sabemos que la COVID-19 puede producir miocarditis, los investigadores aún no saben con precisión qué tan alto es este riesgo. Según el profesor Neil Ferguson, asesor gubernamental del Imperial College de Londres: “Si [el riesgo] es similar o superior al de la vacunación, es más probable que la vacuna sea beneficiosa”. Pero dice que “no es posible” dar una respuesta definitiva ahora. También hay muy pocos datos sobre los efectos a largo plazo de la inflamación del corazón en el futuro.

Actualmente, el CDC autorizó la aplicación de las vacunas anti-COVID19 a todos los mayores de 12 años con la vacuna de Pfizer-BioNTech. Así también, Francia, Italia, Suecia, España y Alemania ya están administrando vacunas a los jóvenes en el rango de 12 a 17 años.

Descubren fósiles de tortuga gigante de 57 millones de años en Colombia

Paleontólogos descubrieron fósiles de tortuga gigante de 57 millones de años de antigüedad en Colombia, informó este martes la universidad que lideró la exploración, cuyos resultados son clave para entender la geografía de Sudamérica en las épocas del Paleoceno y Eoceno.

Los fósiles de los reptiles Puentemys mushaisaensis, que se calcula medían cerca de 1,5 metros de largo, fueron hallados en el montañoso municipio de Socha (noreste), aseguró la Universidad del Rosario en un comunicado.

El descubrimiento es inédito en esta zona andina, pues los ejemplares de esta especie más cercanos están a cientos de kilómetros en El Cerrejón, una mina de carbón cercana al mar Caribe.

“Encontrarlas 500 kilómetros al sur (...) nos permite reconstruir y entender cómo eran los paisajes” del norte de Sudamérica, pues en lugar de las actuales montañas andinas de hasta más de 5.000 msnm allí había “lagos conectados y cordilleras de muy baja altitud”, explicó Edwin Cadena, el paleontólogo a cargo de la investigación.

El estudio “permite conocer mejor la conectividad de los ambientes acuáticos del norte de Sudamérica durante una parte del tiempo geológico conocido como el Paleoceno y Eoceno”, añade el comunicado.

Ambas épocas hacen parte del Paleógeno (66 a 23 millones de años atrás), el primer período geológico después de la extinción de los dinosaurios.

Fuente: AFP

Verse a uno mismo durante videollamadas causa cansancio mental, según estudio

La sensación de agotamiento afecta tanto a hombres como a mujeres de manera similar, lo que contradice los resultados de investigaciones previas.

Verse a uno mismo en la pantalla durante videollamadas en plataformas como Zoom o Teams causa cansancio mental, según en un estudio publicado recientemente en la revista científica Cyberpsychology, Behavior, and Social Networking.

Los investigadores de la Universidad de Galway (Irlanda) evaluaron la actividad cerebral de 32 personas (16 hombres y 16 mujeres) mediante electroencefalogramas mientras estaban en una videollamada en Zoom, y en distintos momentos de la comunicación se mostraban o se ocultaban en su propia pantalla.

Los resultados revelaron que los niveles de cansancio fueron mayores cuando los participantes podían verse a sí mismos, y esto afectaba tanto a hombres como a mujeres de manera similar. Esta conclusión contradice las deducciones de investigaciones previas que afirman que las mujeres experimentan más cansancio que los hombres dado que tendrían “la mayor conciencia de sí mismas generada al verse en una pantalla”, señala el estudio.

“Nuestro estudio demuestra que la sensación de cansancio que surge durante las videollamadas es real y el hecho de ver nuestro propio reflejo lo hace aún más agotador”, indicó Eoin Whelan, quien dirigió la investigación. “Desactivar la imagen en espejo puede ayudar a compensar la sensación de cansancio en las reuniones virtuales”, agregó.

Demasiada comida chatarra podría causar daños duraderos al cerebro

Investigadores consideran que esto puede deberse a que las dietas occidentales alteran un neurotransmisor cerebral clave implicado en la retentiva y otras funciones.

Neurocientíficos de la Universidad del Sur de California (USC) en EE.UU. descubrieron que la ingesta abundante de una dieta occidental, alta en grasas y azúcar, desde la temprana edad, puede provocar problemas duraderos de memoria en animales de laboratorio.

“Lo que vemos […] es que, si estas ratas crecieron con esta dieta de comida chatarra, entonces tienen problemas de memoria que no desaparecen”, explica Scott Kanoski, profesor de la USC. “Si simplemente los sometes a una dieta saludable, estos efectos lamentablemente duran hasta la edad adulta”, agregó.

La concepción de la investigación

Al desarrollar el estudio, Kanoski y su estudiante de postdoctorado, Anna Hayes, tuvieron en cuenta el antecedente de que las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer tienden a tener niveles más bajos de acetilcolina en el cerebro. Los investigadores consideran que esto puede deberse a que las dietas occidentales alteran la acetilcolina, un neurotransmisor cerebral clave implicado en la retentiva y funciones como el aprendizaje, la atención, la excitación y el movimiento muscular involuntario.

Los científicos se cuestionaron sobre el impacto que podrían tener estas dietas occidentales para las personas más jóvenes que pueden seguir una dieta similar, particularmente durante la adolescencia, cuando su cerebro está experimentando un desarrollo significativo.

Los experimentos

Los investigadores rastrearon los niveles de acetilcolina de un grupo de ratas con una dieta grasosa y azucarada y en un grupo de control de ratas analizando sus respuestas cerebrales a ciertas tareas diseñadas para probar su memoria.

La prueba implicó dejar que las ratas exploraran nuevos objetos en diferentes lugares. Días después, los investigadores reintrodujeron a las ratas en la escena, que era casi idéntica, excepto por la adición de un objeto nuevo. Las ratas que siguieron la dieta de comida chatarra mostraron signos de que no podían recordar qué objeto habían visto anteriormente ni dónde, mientras que las del grupo de control mostraron familiaridad.

Conclusiones

Según los científicos, su estudio refuerza el importante vínculo entre el intestino y el cerebro. “La señalización de acetilcolina es un mecanismo para ayudarles a codificar y recordar esos eventos, análogo a la ‘memoria episódica’ en los humanos, que nos permite recordar eventos de nuestro pasado”, subrayó Hayes. “Esa señal parece no ocurrir en los animales que crecieron con una dieta grasosa y azucarada”, añadió. La investigación se publicó recientemente en la revista científica revisada por pares Brain, Behavior, and Immunity.

Kanoski enfatizó que la adolescencia es un período muy sensible para el cerebro cuando se están produciendo cambios importantes en el desarrollo. “No sé cómo decir esto sin sonar como Casandra y pesimismo”, apuntó, “pero desafortunadamente, algunas cosas que pueden ser más fácilmente reversibles durante la edad adulta son menos reversibles cuando ocurren durante la niñez”, agregó.

Finalmente, los investigadores lograron revertir la capacidad de memoria en las ratas experimentales con medicamentos que inducen la liberación de acetilcolina, inyectada directamente en el hipocampo cerebral. Sin embargo, Kanoski señala que se necesita una investigación más amplia para saber cómo se pueden revertir los problemas de memoria, causados por una dieta de comida chatarra durante la adolescencia, sin necesidad de una intervención médica tan especial.