Tyson vs. Holyfield: 25 años de la mordida más famosa del boxeo

El 28 de junio de 1997, Mike Tyson provocó uno de los escándalos más grandes en la historia del boxeo, y del deporte mundial, cuando le arrancó un pedazo de oreja a Evander Holyfield, de un mordisco, en el MGM de Las Vegas.

Se trataba de la revancha por la pelea que Tyson había pedido con Holyfield  por nocaut técnico en noviembre de 1996.

En el tercer asalto, Tyson se acercó a su rival, y cuando ambos boxeadores quedaron abrazados, aprovechó para morderle la oreja izquierda. “Fueron las drogas. Solo pensaba en las drogas. Yo creía que era Dios, me sentía como Dios, pero lo hecho, hecho está. Yo no pensaba en el boxeo cuando lo mordí. No me preocupaba el boxeo. Está mal lo que hice, muy mal. Me volví loco”, dijo tiempo después Tyson en una entrevista con el medio The Guardian.

EL CONTEXTO

Esa, claro, no había sido la única pelea entre Tyson y Holyfield. Los dos ya se conocían desde hacía más de una década, cuando probaban guantes para llegar a Los Ángeles 1984. The Real Deal, que ganaría una medalla de bronce en aquella cita como semipesado, había demostrado no tenerle miedo a ese noqueador empedernido que bajaba muñecos sin parar pero que no llegó a la cita olímpica por culpa de Henry Tillman pese a haber sido el dueño de los prestigiosos Golden Gloves (Guantes Dorados) entre los pesados.

Los caminos de los dos, leyendas del deporte de los puños, se bifurcaron hasta que se volvieron a encontrar en Nevada en 1996. 

Holyfield hizo su camino entre cruceros hasta que decidió dar el salto a los pesados después de James Buster Douglas diera el batacazo en Tokio y despojara del título a un Tyson que, producto de su vida licenciosa y escandalosa -incluidos tres años de cárcel por violar a Desiree Washington en 1990- empezó a derrapar hasta perder su don de invencible.

Iron Mike, como miles de veces, volvió a empezar y así fue como reconquistó sus cinturones mientras Holyfield recuperaba su licencia tras dejar atrás problemas cardíacos que salieron a la luz luego de la derrota ante Michael Moorer.

Así, saliendo de sus laberintos, Holyfield le ganó a Tyson en el undécimo round -en las tarjetas también perdía mal- cuando el árbitro detuvo la pelea. 

Así, Evander se convirtió en el segundo hombre de la historia, por detrás de Muhammad Ali, en ser campeón mundial de los pesados en tres ocasiones.

Con este apresurado e impreciso resumen se llega a ese día inolvidable, la revancha entre los dos monstruos que paralizó a los fanáticos del deporte. Tyson recibió 30 millones de dólares como bolsa y Holyfield se llevó cinco millones más por el combate que llevó el pretencioso slogan “El ruido y la furia”, citando la novela de William Faulkner. 

Para entender la expectativa: casi dos millones de personas pagaron en Estados Unidos para ver la pelea por el sistema pay per view, un récord para la época -solo superado por la contienda De la Hoya-Mayweather de 2007-.

OREJA

Holyfield-Tyson II quedó en la historia por una palabra que no se escribió hasta ahora. Oreja. La oreja de Holyfield. En realidad, el pedazo de oreja de Holyfield que Tyson mutiló con una mordida. Fue después de que The Real Deal boxeara al límite del reglamento y sacara de sus cabales a un Tyson que en el tercer round se dejó llevar por ese diablito que tenemos todos sobre nuestros hombros.

Cansado de los juegos mentales (y los cabezazos) de Holyfield, Tyson, cortado, salió a hacer justicia por mordida propia. Encontró la oreja derecha de su retador. Y con sus paletas filosas y los incisivos ídem le arrancó una parte. Acto seguido, escupió el pedazo de cartílago inferior que le había quedado atrapado entre sus dientes como si fuera el más duro de los asado duros. Y la historia se hizo aún más historia.

El árbitro Milles Lane, una vez que terminó ese fatídico tercer round, descalificó a Iron Mike en el tercer asalto. Ese sería el principio de su fin. Debió pagarle Holyfield tres millones de dólares por la sangre derramada.

TYSON

Tyson nunca más volvió a ser Tyson.

Y Holyfield, desde entonces, tiene dos centímetros menos de humanidad.

Se sabe: Tyson siempre anda surfeando los límites del deber ser. Es su forma de vida. Mientras Holyfield estiró innecesariamente su carrera hasta cerca de los 50 años, Iron Mike se convirtió en un showman con la mitad de su cara tatuada mientras recorre escenarios haciendo shows de stand up y grabando podcasts lisérgicos. Encontró en la industria del cannabis, creciente en Estados Unidos, otra forma de vivir y de subsistir. Milita la causa. Y hasta diseñó unas gomitas de cannabis con forma de oreja mordida.

¿Cómo las llamó? Mike Bites. En castellano, Las Mordidas de Mike.

¿A qué tienen gusto esas mogul del sarcasmo? A gomitas, claro. No van a tener gusto a orejas…

¿Pero qué gusto tenía la oreja de Holyfield?

“La oreja de Evander Holyfield sabe a culo”, sintetizó un Iron Mike sin laberintos y que no le hizo una gran publicidad a su creación.

Holyfield, después de años de justificada indignación, ya había perdonado a Tyson allá lejos por 2004. Nueve años más tarde, mientras todavía se fantaseaba con un tercer episodio entre ambos sobre el ring, Foot Locker, negocio de indumentaria deportiva, los reunió en una publicidad. La secuencia comienza con la estrella de la NBA, Kyrie Irving. Pero la historia más destacada es el reencuentro entre Tyson y Holyfield. Tras ir a buscarlo a su mansión, Mike le pide perdón y le da una cajita en la que se encuentra el pedazo de oreja que le arrancó aquella fatídica noche en Nevada.

¿Era cierto?

No.

El mito dice que ese pedacito de Holyfield está guardado en un frasco en formol, ya que alguien visualizó el negocio a plazo fijo de aquella noche en Nevada y se lo quedó para venderlo a un coleccionista y hacer explotar una subasta del morbo en alguna fecha especial como los 25 años que se cumplen este 28 de junio de 2022.

Pero es mentira. Ese pedacito de oreja se extravió, aseguran, en la ambulancia en la que trasladaban a Holyfield por las calles de Paradise. Un final con poco glamour para uno de los momentos inolvidables de la historia del deporte.

Trinidense quiere volver a Encarnación con Olimpia

El Sportivo Trinidense y la manifiesta intención de jugar otra vez con Olimpia en el coqueto estadio de Encarnación. 

El equipo de la populosa Santísima Trinidad solicitó alquilar el Villa Alegre para hacer de local ante Olimpia por la fecha 4 del torneo Clausura venidero. 

Hemos enviado ayer la nota a la APF. La intención es repetir eso allá. Estamos esperando el ok de la APF, con el apoyo del club Olimpia“, confirmó Norman Rieder, presidente del Sportivo, hoy en charla con Versus radio. 

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Auriazules y franjeados ya se midieron en Encarnación en febrero pasado, por la cuarta fecha del Apertura 2023, partido que contó con un imponente marco de público y acabó en victoria 3-1 a favor del ‘Triki’. 

La pelota está en cancha de la Asociación Paraguaya de Fútbol. 

River toma medidas contra Robert Rojas

Las declaraciones del representante de Robert Rojas cayeron pesado en River Plate. Consecuentemente, el entrenador Martín Demichelis borró al jugador paraguayo de sus planes.

El defensor compatriota no figura en la convocatoria de River para medir esta noche a Instituto de Córdoba por la fecha 21 de la Liga Profesional del fútbol argentino. 

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En este sentido, la prensa vecina asume que Martín Demichelis marginó a Rojas luego de las declaraciones de su agente, Diego Serrati, ayer a medios locales.

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“Creemos que Robert Rojas ya cumplió un ciclo en River y estamos buscando que dé otro salto en su carrera, algo que convenga a todas las partes”, manifestó Serrati. 

Estas palabras repercutieron en la dirigencia ‘millonaria’, que reaccionó inmediatamente. “(Robert Rojas) quiere hacer una diferencia económica y creo que es el momento. Me gustaría Brasil como lugar para que tenga continuidad”, alegó el empresario. 

Independiente de Argentina y Cruzeiro de Brasil serían los clubes más interesados en fichar al concepcionero.

Se definen los dos últimos boletos a la Fase 3

La Fase 2 de la Copa Paraguay se despide hoy con la disputa de dos compromisos en la ciudad de Pedro Juan Caballero. 

La octava semana de competencia cierra en el estadio Río Parapití.

En este sentido, Atlético Amambay mide al 12 de Octubre de Itauguá desde las 16:00 y, a las 18:30, se enfrentan General Díaz y el anfitrión, 2 de Mayo. 

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Los vencedores avanzan a la Fase 3, donde ya se encuentran Rubio Ñu, Deportivo Santaní, 24 de Septiembre, Valois Rivarola, Cristóbal Colón JAS, Deportivo Recoleta, Sportivo San Lorenzo, Silvio Pettirossi, 3 de Febrero (CDE), Oriental, 3 de Noviembre, Sportivo Carapeguá, Sol de América, Atlético Colegiales, Independiente de Campo Grande, Fernando de la Mora, Atyrá y General Martín Ledesma, más los 12 equipos de Primera División.

 

GRILLA

-Jueves 22 de junio 

Estadio Río Parapití (Pedro Juan Caballero)

*Atlético Amambay vs. 12 de Octubre de Itauguá

Hora: 16:00.

Árbitro: Luis Trinidad.

Asistentes: Juan Cristaldo y Fernando Escurra.

Cuarto árbitro: José Cuenca.

 

*General Díaz vs. Sportivo 2 de Mayo

Hora: 18:30.

Árbitro: Marcos Galeano.

Asistentes: Aníbal Esteche y Carlos Cáceres.

Cuarto árbitro: Juan Franco.