Con una parrilla y un tatakuá, nació un emprendimiento durante la pandemia

Verónica Giménez es una joven profesional del rubro de la comunicación que, al encontrarse sin ningún ingreso económico durante la cuarentena total por la pandemia, se vio en la necesidad de incursionar en otro sector para contrarrestar la situación del momento. Es así que, con ayuda de su novio Fabián, familiares y amigos, emprendió un exitoso negocio de comidas.

Oriunda de la ciudad de Ñemby, Verónica Giménez cuenta a Hoy Digital que es todo un éxito su emprendimiento denominado Leña&Fuego, el cual ofrece hamburguesas artesanales con un sabor especial de 100% asado Premium y además riquísimas pizzas al tatakuá.

La incursión al rubro gastronómico se dio en una etapa en la cual se encontraba desempleada, según señala. “Afectados por el impacto económico de la emergencia sanitaria que crecía a pasos agigantados, con mi novio Fabián decidimos poner en marcha un emprendimiento. Al principio no sabíamos exactamente en qué y empezamos a buscar ese “algo” que nos ayude en la crisis, luego de unos días a Fabián se le ocurrió hacer hamburguesas”, indica.

UN TATAKUÁ Y UNA PARRILLA

Giménez resalta que cuando nació la idea decidieron trabajar con lo que tenían a mano: un tatakuá y una parrilla, por lo que desde el principio supieron que iban a apostar a lo tradicional. Comenzaron primero con la hamburguesa de carne de asado Premium a la parrilla. “A Fabián le encanta cocinar todo lo que sea a la parrilla, entonces teníamos claro que nuestro emprendimiento debía estar relacionado a carne asada, apostamos a eso, lanzamos un producto, no nuevo pero sí hecho con amor y dedicación”, sostiene.

Si bien iniciaron con las hamburguesas, siempre estuvo presente la idea de ir sumando opciones sin salir de la línea a la que apostaron. Se sumó así la opción de las pizzas horneadas al tatakuá, al igual que su pan artesanal para las hamburguesas. “Ese sabor único que le da la parrilla a la carne, y el aroma tan inigualable que le da la leña del tatakuá a las pizzas, marcan la diferencia. La “salsa de la casa”, creación de Fabián, se prepara en un brasero, como así también la cebolla salteada y caramelizada”, señala sobre el valor agregado que proponen frente a la competencia.

“Deseamos ofrecer siempre lo mejor, razón que nos motiva a encargarnos nosotros mismos de molinar la carne y formar los medallones. Los clientes pueden tener la garantía que no mezclamos la carne para reducir costos. La buena música, la risa y el compartir en familia son nuestros elementos claves para trabajar cada fin de semana y disfrutar de lo que hacemos”, dice.

EMPEZARON UN SÁBADO Y LUEGO SUMARON MÁS DÍAS

Verónica comenta que desde el inicio contaron con todo el apoyo y amor de sus familias. El primer sábado de Leña&Fuego, los clientes fueron sus familiares y amigos, cuyas apreciaciones los motivaron a expandir más el servicio. Al siguiente, ya duplicaron la cantidad de productos elaborados. Para el tercer fin de semana decidieron también abrir el domingo, y luego añadieron los viernes, en vista a la buena demanda.

“Nuestra mayor satisfacción es que la mayoría de nuestros clientes nos vuelven a elegir cada fin de semana, nos envían mensajes que les gustó, incluso nos recomiendan y suben a sus redes sociales. Estamos completamente agradecidos con cada uno de ellos, ni se imaginan la fortaleza y el ánimo que nos aportan para continuar. El buen sabor de Leña&Fuego fue dándose publicidad solo pero teníamos en cuenta que a través de las redes sociales llegaríamos a más gente, y fue así totalmente. Los clientes mismos nos preguntaban cómo estábamos en las redes para seguirnos, desde allí dedicamos parte de nuestro tiempo a actualizar nuestras cuentas, subiendo fotos y videos de los productos”.

DE VUELTA A LOS MEDIOS PERO CON EL NEGOCIO EN AUGE

Leña&Fuego comenzó como un salvavidas a la situación económica, hoy es una fuente más de ingreso, ya que Verónica volvió a los medios de comunicación, mientras que su novio Fabián se desempeña como mecánico automotriz.

“Los viernes al salir de nuestros trabajos, nos ponemos el delantal y manos a la obra. A partir de las 17:00 ya vamos alistando la parrilla y el tatakuá. Desde las 18:00 recepcionamos pedidos y nuestro horario de atención se extiende hasta las 23:00, igualmente los sábados y domingos. Ya que tenemos dos opciones actualmente, Fabián se encarga mayormente de las hamburguesas y yo de las pizzas, desde la masa, la salsa y preparación final. Durante la semana ya vamos planeando y preparando lo que sería la logística para el fin de semana”, comenta.

Giménez resalta el apoyo que recibe de las hermanas y padres de su novio Fabián, quienes los ayudan con la producción de alimentos. “Mi mamá también se sumó al incorporar las pizzas a Leña&Fuego”, subraya. Además trabaja con ellos, su amigo Guillermo Villalba, quien se vio afectado económicamente por la pandemia; él se encarga del servicio de delivery, cuya cobertura alcanza todo Ñemby y alrededores.

“Como somos nuevos en el mundo gastronómico carecemos de experiencia en el ambiente, pero vamos aprendiendo y mejorando para ofrecer la mejor atención a todos nuestros clientes. Nos encantaría seguir creciendo, contar con un local, ofrecer más variedades y brindar una experiencia tradicional pero única al paladar. Soñamos con tener un espacio donde la gente pueda quedarse a pasar el rato, disfrutando de algo rico y de buena calidad”, dijo sobre las proyecciones a futuro.

NO SE TRATA DE VENDER, SINO DE COMPARTIR

Por último, como mensaje a aquellas personas que buscan una vía de ingreso, dice que “no hace falta buscar demasiado en qué emprender, porque aunque no nos demos cuenta, la idea está frente tuyo con lo que te gusta hacer. Eso que te nace, es la clave para emprender, tal vez no sea algo nuevo pero va a ser diferente, porque no solamente se trata de vender sino de compartir lo que sabés hacer”.

Leña&Fuego está ubicado en Ñemby – Barrio Rincón sobre Avda. La Victoria c/ 9 de Julio. Lo podés encontrar en Facebook e Instagram, o contactar al 0961 896866.

La educación cívica como herramienta para corregir la vida política

La educación cívica busca preparar a los ciudadanos para impulsar el desarrollo de la sociedad y reclamar los espacios de decisión que, a entender de Isócrates, debían quedar en poder de los mejores preparados, y no siempre a merced de los más votados y/o populares.

Por Gonzalo Cáceres-periodista

En diferentes momentos y en diferentes lugares, la educación cívica adoptó diversas formas y enfoques, reflejando las necesidades y valores específicos de cada sociedad. Sin embargo, su propósito fundamental ha sido siempre el mismo: promover una ciudadanía activa, informada y comprometida con el bienestar de la comunidad y el respeto por los derechos y la justicia.

La educación cívica tiene sus raíces en la antigua Grecia, donde se valoraba la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos, especialmente con Isócrates, su principal referente.

¿QUIÉN FUE ISÓCRATES?

Isócrates fue un destacado orador y educador griego cuya influencia perdura a lo largo de los siglos. Su larga vida (436 a.C.-338 a.C.) atestigua una época bastante convulsa de su natal Atenas como de los conflictos entre las ciudades-Estado de Grecia y el enfrentamiento con el Imperio Persa, cuando apenas se veían superadas las guerras Médicas (492 a.C.-449 a.C.).

Este gran pensador se enmarcó en un ideal democrático diferente a las concepciones más directas de las que se practicaban en su tiempo. Aunque apoyaba el concepto general de la democracia (como forma de gobierno), tenía reservas sobre la forma en que se llevaba a cabo en la práctica, por lo que abogaba por una ‘versión’ modificada y más equilibrada del sistema democrático.

CIVISMO

Isócrates creía en la palabra como “transformadora” del régimen político y puso por delante la razón en lugar de la fuerza, porque el “punto crucial para mejorar a una sociedad” es la educación y, en especial, “la educación cívica como vía para recuperar y fortalecer a la democracia”.

Es por ello que se dedicó fervientemente a la enseñanza de la retórica y la formación de líderes, esmerándose en su instrucción para que estos puedan expresar sus ideas y opiniones con claridad, en pro de influir en la toma de decisiones y, así, promover el bienestar común de la sociedad, a través de la participación.

Y marcó distancia de los sofistas, que a menudo enseñaban retórica con fines lucrativos, al sostenerse adrede en ciertos argumentos sin necesariamente basarse en la verdad o la moralidad. Al contrario, Isócrates dotó a su método pedagógico de un componente moral y ético, con el fin de inculcar virtudes cívicas como la justicia, la tolerancia y la moderación.

Su oratoria más suave, en contraposición a los estilos más agresivos y confrontacionales de otros oradores contemporáneos como Demóstenes, se centró en el arte de la persuasión, la práctica de la escritura y análisis de otros modelos de discurso.

IDEAL DEMOCRÁTICO

Isócrates evitó involucrarse en la vida política y, de una manera práctica, mantuvo una postura mesurada para, consecuentemente, tener voz ante la celosa élite de la Atenas clásica.

Se alineó con un ‘tipo’ de democracia en la que los ciudadanos estuvieran educados -y comprometidos- con el bien común. No creía en una “democracia directa” en la que las decisiones se tomasen exclusivamente mediante votaciones populares, ya que podría haber tendencias a la demagogia y la manipulación de masas por parte de líderes carismáticos (no necesariamente sabios o éticos).

No rechazaba por completo las votaciones o la participación ciudadana, pero creía que una “democracia efectiva” requería un equilibrio entre la participación popular y el liderazgo experto.

“Los estadistas que hicieron grande a esta ciudad no eran gente de la calaña de los actuales demagogos y agitadores. Fueron hombres de elevada cultura y espíritu superior los que expulsaron a los tiranos e instauraron la democracia y los que luego vencieron a los bárbaros y unificaron a los griegos liberados bajo la dirección de Atenas”, escribió.

Isócrates fue contra las tiranías “donde una sola persona habla y las demás callan” y apeló al corte de las democracias porque “todos los hombres hablan y todos escuchan”. Dio cuenta de que “la democracia es ante todo una forma de discurso que no puede ser monopolizado por alguna persona en específico”, que ese discurso “sólo puede ser aprendido en medio de muchas voces”.

Pero también apuntó contra los “ciudadanos indiferentes” y “poco instruidos en los asuntos públicos”, que en momentos de agitación y ante la carencia de una educación cívica adecuada “viran al extremo opuesto” (fanatismo). “Son presa de los demagogos o de movimientos radicales que proclaman, precisamente, la dictadura revolucionaria”, escribió.

Un punto fundamental entre sus argumentos fue la promoción del buen gobierno democrático como subordinación a la ley, la honestidad, la formación de una conciencia social, el respeto por los bienes ajenos, la rendición de cuentas, la sobriedad en las costumbres, entre otros. Estos generarían las condiciones ideales para la prosperidad, porque de lo contrario, solo habría inestabilidad, indiferencia y pobreza.

“La pobreza envilece al pueblo. Lo transforma en una masa vulnerable. Esa masa empobrecida y sumida en la ignorancia es proclive a ser manipulada por los charlatanes. Hacen leva de ella diciéndole lo que quiere oír, no lo que debe escuchar. Son los ‘lobos con piel de oveja’ que al final terminan sojuzgando al mismo pueblo que los elevó al poder”, escribió.

Discípulo de los sofistas Gorgias y Proágoras, Isócrates estableció su propia escuela, a la que atrajo a numerosos estudiantes, muchos de los cuales pertenecían a las familias más adineradas y quienes llegaron a desempeñar roles importantes en la política de la época. Instó a los mismos a “practicar sus derechos” y a no temer a “las libertades para que sean reales” y “no se queden en simples pronunciamientos”; ser “parte de la koiné (la vida pública) y no quedarse arrinconados en la idia (la vida privada)”; actuar “con base en la razón y no ser arrastrado por las pasiones”.

Entre sus alumnos sobresale Timoteo, prominente general, Nicocles, rey de Salamina y Chipre, y dos grandes historiadores: Ephorus, quien escribió una historia universal, y Theopompus, quien escribió la historia de Filipo II de Macedonia (padre de Alejandro Magno).

El legado de Isócrates repercute en la tradición intelectual occidental. Sus obras llenan todos los requisitos para ser enlistadas dentro de los grandes libros de filosofía política y de educación. Algunos de sus discursos más famosos incluyen “Panegírico”, “Areópago” y “Para Nicocles”.

Isócrates nos lo dejó bien claro: la educación cívica y la democracia van de la mano; uno no puede ser sin el otro. Un gobierno que se crea ‘del pueblo’ jamás será ejercido con eficiencia por quienes carecen de la formación necesaria como para anteponer el bien común a sus propios intereses.

Domingo de Ramos y pindo karai: una tradición que combina la fe y la convivencia familiar

Trenzados en ramos de forma artesanal y adornados con romero, ruda y el color lila de la siempreviva (Ghomprena globosa), el “Pindo Karai” (palma en el idioma guaraní) copan este Domingo de Ramos, uno de los festejos más tradicionales que da inicio a la Semana Santa paraguaya.

El Domingo de Ramos es una celebración religiosa profundamente arraigada en la tradición y la cultura del país, marcando el inicio de la Semana Santa con solemnidad y devoción. Durante esta festividad, se conmemora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, donde fue recibido con ramas de palma y aclamaciones de “Hosanna”, en los días previos a su crucifixión y muerte.

Una de las principales costumbres durante el Domingo de Ramos (y días previos) es la elaboración de los pindo, los cuales son bendecidos en las iglesias y luego llevados en procesión o colocados en los hogares como símbolo de protección y bendición.

Las iglesias suelen estar adornadas con palmas, flores y otros elementos simbólicos para recibir a los fieles que acuden a las misas especiales dedicadas al Domingo de Ramos. Durante la liturgia, se recuerda la Pasión de Cristo y se reflexiona sobre el sacrificio redentor que culminará en la celebración de la Pascua.

Además de las ceremonias religiosas, el Domingo de Ramos en Paraguay también se vive en un ambiente festivo y familiar.

EN PANDEMIA

Vale recordar que, esta tradición se interrumpió en parte hace cuatro años, en el contexto de la pandemia que obligó en su momento a millones de personas en todo el mundo a permanecer en sus hogares, sin posibilidad de participar de ninguna celebración litúrgica.

En el 2020, el Domingo de Ramos se vivió de una manera distinta en Paraguay, con los templos católicos cerrados al público y la participación de los fieles en la misa a través de las transmisiones en radio, televisión o redes sociales (principalmente Facebook).

Así también, varios sacerdotes y obispos se ingeniaron para llegar hasta los fieles. En algunas parroquias, los curas optaron por salir a las calles y realizar la tradicional bendición del “pindo karai” casa por casa, a fin de evitar la aglomeración de personas y dando cumplimiento a la cuarentena. Uno de ellos fue el padre Miguel Ángel Castro, de la parroquia Santa Catalina de Fernando de la Mora. Otro fue el arzobispo de Asunción, Monseñor Edmundo Valenzuela.

De esa situación, cuando reinaba la incertidumbre, la preocupación, pero la fe seguía intacta, quedaron anécdotas como ese peculiar Domingo de Ramos. Hoy, miles de familias paraguayas se vuelcan en alegría a las iglesias para participar de la celebración religiosa que combina la fe, la tradición y la convivencia en torno a una festividad que marca en esta jornada el inicio de una Semana Santa llena de reflexión, recogimiento y esperanza para los creyentes.

El Niño va cediendo en la región y La Niña podría empezar a manifestarse en agosto

Pese a que los pronósticos indicaban que el fenómeno de El Niño podría tener una evolución intensa en el país, desde la Dirección de Meteorología e Hidrología afirman que su intensidad fue moderada. Alcanzó su máximo nivel en octubre y noviembre del año pasado, pero comenzó a ceder desde diciembre. Actualmente, está camino a una etapa de transición donde, en un 80% de probabilidad, La Niña ingresaría a robar protagonismo en la región.

En noviembre de 2023, Meteorología proyectaba que El Niño iba a presentarse con una calificación que pasaría de moderada a fuerte en enero de este año, pues, las lluvias intensas, tornados, inundaciones y crecida de los ríos en varias zonas de la región, daban todas las señales.

El Lic. Carlos Salinas, gerente de Climatología, explicó que, el niño rozó los valores de fuerte entre octubre y noviembre del año pasado, meses donde alcanzó la intensidad máxima, pero siempre presentó una calificación moderada.

“Ese fue el momento en donde se llegó a la intensidad máxima rozando los valores de fuerte. Podemos considerar al Niño como moderado. En este momento los índices ya están descendiendo y nos muestrna que ya está cediendo y está camino a pasar a una etapa denominada neutral”, comentó el Lic. Salinas en conversación con HOY/Nación Media.

De acuerdo a sus declaraciones, la fase neutral es un periodo de transición en el que, los valores de los índices indican que podría pasarse de un fenómeno a otro, es decir, El Niño comienza a apagarse y comienza a dar paso a La Niña.

Agregó que, El Niño se manifestó con mayor intensidad por la zona del centro, sur y este de la Región Oriental, siendo Misiones, Itapúa y Alto Paraná algunos de los departamentos más golpeados.

El gerente de climatología, al ser consultado sobre si el comportamiento actual del clima, la falta de precipitaciones y el intenso calor de los últimos días, guardan relación con la fase neutral, explicó que, todas las manifestaciones todavía corresponden a El Niño.

“No está comprobado que el fenómeno El Niño esté asociado a la sequía en la región. En lo que respecta a Paraguay, las consecuencias del El Niño están más bien asociadas a precipitaciones por encima de lo normal”, agregó.

FASE NEUTRAL Y LA NIÑA

La fase neutral, es decir, el periodo de transición y finalización de El Niño se daría entre los meses de abril, mayo y junio. Salinas sostuvo que cualquier evento climático que se presente en ese tiempo, no se podría atribuir ni a El Niño ni a La Niña.

“A partir de julio, agosto y septiembre recién estamos esperando que sea un fenómeno de La Niña. Hay altas probabilidades. Hay 80% de probabilidad”, agregó el gerente.

Por un lado, El Niño es un fenómeno natural que tiene su origen en el océano Pacífico tropical y trae temperaturas de la superficie del mar más cálidas que lo normal. En tanto, La Niña se origina en el mismo lugar, pero presenta condiciones más frías.

Para el gerente de Climatología, es improbable que La Niña se origine, según indican en los pronósticos, pero si se manifiesta, tendría una duración de 12 meses.