COVID-19 y Vacunación: cinco errores que se deben evitar tras recibir las dosis

La vacuna contra el COVID-19 protege contra las formas más graves de la enfermedad, pero no evita el contagio. A pesar de haber completado el esquema de vacunación – ya haber recibido las dos dosis correspondientes – se debe continuar con el autocuidado teniendo en cuenta las medidas sanitarias.

La vacuna contra el virus pandémico fue la luz al final del túnel, una ‘dosis’ de esperanza que el mundo entero esperó para continuar con el quehacer cotidiano y sanar las heridas que dejó el COVID-19, no solo a nivel personal o familiar, sino además económico, social y cultural.

La inmunización se lleva a cabo a nivel mundial, en nuestro país avanza para el segundo grupo de personas de 18 a 49 años con enfermedades de base.

No obstante, especialistas de todas partes del mundo y Paraguay – que tampoco fue la excepción – solicitaron que a pesar de haber completado el esquema de vacunación, se deben seguir con los cuidados.

A continuación, cinco errores que se deben evitar tras haber recibido la primera dosis o ambas:

1 – Pensar que estás ‘completamente vacunado’ después de la segunda dosis

Creer que ya se está vacunado luego de recibir la segunda dosis de las vacunas que requieren dos dosis, como las de Pfizer, la de AstraZeneca o de Moderna, o tras la dosis única de Johnson & Johnson. Sin embargo, se recuerda que no se está «completamente vacunado» hasta dos semanas después de completar el esquema de vacunación.

Según explican, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), «por lo general el organismo necesita dos semanas después de la vacunación para generar protección (inmunidad) contra el virus».

2 – Pensar que ya no se puede contagiar

“Algunas personas que están totalmente vacunadas contra el COVID-19 podrán enfermarse porque las vacunas no son 100 % efectivas”, explican los CDC. La posibilidad es pequeña, pero existe.

Según estudios realizados en condiciones del mundo real, después de las dos dosis las vacunas de Pfizer y Moderna son 90% efectivas para prevenir las infecciones, incluso las asintomáticas. Lo bueno es que, en caso de contraer el virus, la vacuna puede ayudar a que no te enfermes con gravedad, explica la institución.

Los CDC dicen que la información actual sugiere que las vacunas que se están aplicando en Estados Unidos (que cuentan con la autorización de emergencia por parte de la Administración de Medicamentos y Alimentos) «ofrecen protección contra la mayoría de las variantes«. No obstante, advierten que «algunas variantes podrían ocasionar que algunas personas se enfermen incluso con la vacuna completa».

¿Qué pasa con las otras vacunas?

La de AstraZeneca, la Sputnik V y la de Sinovac, que se están aplicando en muchos países de Latinoamérica o Europa, tienen distintos niveles de eficacia para prevenir las infecciones. Así como las de Estados Unidos, ninguna es 100% eficaz, por tanto, también se puede contraer la infección tras la vacunación.

3 – No aislarte si se tiene síntomas

Los CDC dicen que cualquier persona vacunada con síntomas debe “aislarse y ser evaluado clínicamente”, especialmente si estuvo expuesto a una persona con COVID-19 o con la sospecha de estar infectado.

Por el contrario, si estuvo con alguien con coronavirus pero no tiene síntomas, no es necesario que se aísle ni que se someta al hisopado. Esto tiene una excepción: la agencia explica que, si vives en un «entorno grupal», por ejemplo «un centro correccional o de detención o una vivienda grupal», sí tienes que hacerte la prueba aunque no tengas síntomas.

4 – Dejar de lavarse las manos con frecuencia

Estar completamente vacunado no es motivo para dejar de lavarte las manos con frecuencia cuando te encuentras en entornos cerrados. Los CDC explican que «en los espacios públicos cerrados es poco probable poder saber si otras personas están vacunadas o si corren mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19». Por este motivo deberías seguir lavándote las manos con frecuencia.

5 – No usar mascarillas o relajar las medidas sanitarias

Autoridades nacionales instan a la población ya vacunada a continuar con los cuidados y el cumplimiento de las medidas sanitarias, como el lavado de manos, el uso de mascarillas, evitar las aglomeraciones, especialmente en lugares cerrados.

Cabe mencionar que la vacunación sigue avanzando, como se conoce en el dicho popular ‘lento pero seguro’ dependiendo especialmente de la disponibilidad de las dosis.

El sábado 3 de julio inició con el grupo de personas con 18 a 49 años con enfermedades de base.

LAS ENFERMEDADES DE BASE VÁLIDAS PARA VACUNARSE

Obesidad de grado 2 ó 3 (IMC igual o mayor a 35).

– Diabetes tipo 1 o 2 (insulinodependiente y no insulinodependiente).

– Enfermedad Endocrinológica.

– Hipertensión Arterial Crónica.

– Cardiopatía crónica: cardiopatía isquémica, Insuficiencia cardíaca, arritmias, valvulopatías, miocardiopatías, portador de marcapasos o cardio desfibrilador.

– Enfermedad respiratoria crónica: fibrosis quística, hipertensión pulmonar, enfermedad pulmonar obstructiva crónica [EPOC], enfermedad intersticial pulmonar, asma grave.

– Personas cursando una Tuberculosis activa (caso nuevo o recaída, diagnosticados en los últimos 12 meses).

– Enfermedad Oncológica: inicio de tratamiento o en curso, enfermedad metastásica, tratamiento culminado dentro del primer año.

– Enfermedad Reumatológica y Autoinmune.

– Enfermedad renal crónica (incluido pacientes en diálisis crónica)

– Personas con discapacidad Intelectual y del desarrollo, que les impida mantener las medidas de cuidado personal para evitar el contagio o transmisión de COVID-19.

– Síndrome de Down.

– Enfermedad Neurológica Crónica que ocasione discapacidad física y/o intelectual.

– Inmunodeficiencia.

– Paciente trasplantado o en lista de espera.

– Enfermedad hepática crónica: hepatitis crónica, cirrosis.

La educación cívica como herramienta para corregir la vida política

La educación cívica busca preparar a los ciudadanos para impulsar el desarrollo de la sociedad y reclamar los espacios de decisión que, a entender de Isócrates, debían quedar en poder de los mejores preparados, y no siempre a merced de los más votados y/o populares.

Por Gonzalo Cáceres-periodista

En diferentes momentos y en diferentes lugares, la educación cívica adoptó diversas formas y enfoques, reflejando las necesidades y valores específicos de cada sociedad. Sin embargo, su propósito fundamental ha sido siempre el mismo: promover una ciudadanía activa, informada y comprometida con el bienestar de la comunidad y el respeto por los derechos y la justicia.

La educación cívica tiene sus raíces en la antigua Grecia, donde se valoraba la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos, especialmente con Isócrates, su principal referente.

¿QUIÉN FUE ISÓCRATES?

Isócrates fue un destacado orador y educador griego cuya influencia perdura a lo largo de los siglos. Su larga vida (436 a.C.-338 a.C.) atestigua una época bastante convulsa de su natal Atenas como de los conflictos entre las ciudades-Estado de Grecia y el enfrentamiento con el Imperio Persa, cuando apenas se veían superadas las guerras Médicas (492 a.C.-449 a.C.).

Este gran pensador se enmarcó en un ideal democrático diferente a las concepciones más directas de las que se practicaban en su tiempo. Aunque apoyaba el concepto general de la democracia (como forma de gobierno), tenía reservas sobre la forma en que se llevaba a cabo en la práctica, por lo que abogaba por una ‘versión’ modificada y más equilibrada del sistema democrático.

CIVISMO

Isócrates creía en la palabra como “transformadora” del régimen político y puso por delante la razón en lugar de la fuerza, porque el “punto crucial para mejorar a una sociedad” es la educación y, en especial, “la educación cívica como vía para recuperar y fortalecer a la democracia”.

Es por ello que se dedicó fervientemente a la enseñanza de la retórica y la formación de líderes, esmerándose en su instrucción para que estos puedan expresar sus ideas y opiniones con claridad, en pro de influir en la toma de decisiones y, así, promover el bienestar común de la sociedad, a través de la participación.

Y marcó distancia de los sofistas, que a menudo enseñaban retórica con fines lucrativos, al sostenerse adrede en ciertos argumentos sin necesariamente basarse en la verdad o la moralidad. Al contrario, Isócrates dotó a su método pedagógico de un componente moral y ético, con el fin de inculcar virtudes cívicas como la justicia, la tolerancia y la moderación.

Su oratoria más suave, en contraposición a los estilos más agresivos y confrontacionales de otros oradores contemporáneos como Demóstenes, se centró en el arte de la persuasión, la práctica de la escritura y análisis de otros modelos de discurso.

IDEAL DEMOCRÁTICO

Isócrates evitó involucrarse en la vida política y, de una manera práctica, mantuvo una postura mesurada para, consecuentemente, tener voz ante la celosa élite de la Atenas clásica.

Se alineó con un ‘tipo’ de democracia en la que los ciudadanos estuvieran educados -y comprometidos- con el bien común. No creía en una “democracia directa” en la que las decisiones se tomasen exclusivamente mediante votaciones populares, ya que podría haber tendencias a la demagogia y la manipulación de masas por parte de líderes carismáticos (no necesariamente sabios o éticos).

No rechazaba por completo las votaciones o la participación ciudadana, pero creía que una “democracia efectiva” requería un equilibrio entre la participación popular y el liderazgo experto.

“Los estadistas que hicieron grande a esta ciudad no eran gente de la calaña de los actuales demagogos y agitadores. Fueron hombres de elevada cultura y espíritu superior los que expulsaron a los tiranos e instauraron la democracia y los que luego vencieron a los bárbaros y unificaron a los griegos liberados bajo la dirección de Atenas”, escribió.

Isócrates fue contra las tiranías “donde una sola persona habla y las demás callan” y apeló al corte de las democracias porque “todos los hombres hablan y todos escuchan”. Dio cuenta de que “la democracia es ante todo una forma de discurso que no puede ser monopolizado por alguna persona en específico”, que ese discurso “sólo puede ser aprendido en medio de muchas voces”.

Pero también apuntó contra los “ciudadanos indiferentes” y “poco instruidos en los asuntos públicos”, que en momentos de agitación y ante la carencia de una educación cívica adecuada “viran al extremo opuesto” (fanatismo). “Son presa de los demagogos o de movimientos radicales que proclaman, precisamente, la dictadura revolucionaria”, escribió.

Un punto fundamental entre sus argumentos fue la promoción del buen gobierno democrático como subordinación a la ley, la honestidad, la formación de una conciencia social, el respeto por los bienes ajenos, la rendición de cuentas, la sobriedad en las costumbres, entre otros. Estos generarían las condiciones ideales para la prosperidad, porque de lo contrario, solo habría inestabilidad, indiferencia y pobreza.

“La pobreza envilece al pueblo. Lo transforma en una masa vulnerable. Esa masa empobrecida y sumida en la ignorancia es proclive a ser manipulada por los charlatanes. Hacen leva de ella diciéndole lo que quiere oír, no lo que debe escuchar. Son los ‘lobos con piel de oveja’ que al final terminan sojuzgando al mismo pueblo que los elevó al poder”, escribió.

Discípulo de los sofistas Gorgias y Proágoras, Isócrates estableció su propia escuela, a la que atrajo a numerosos estudiantes, muchos de los cuales pertenecían a las familias más adineradas y quienes llegaron a desempeñar roles importantes en la política de la época. Instó a los mismos a “practicar sus derechos” y a no temer a “las libertades para que sean reales” y “no se queden en simples pronunciamientos”; ser “parte de la koiné (la vida pública) y no quedarse arrinconados en la idia (la vida privada)”; actuar “con base en la razón y no ser arrastrado por las pasiones”.

Entre sus alumnos sobresale Timoteo, prominente general, Nicocles, rey de Salamina y Chipre, y dos grandes historiadores: Ephorus, quien escribió una historia universal, y Theopompus, quien escribió la historia de Filipo II de Macedonia (padre de Alejandro Magno).

El legado de Isócrates repercute en la tradición intelectual occidental. Sus obras llenan todos los requisitos para ser enlistadas dentro de los grandes libros de filosofía política y de educación. Algunos de sus discursos más famosos incluyen “Panegírico”, “Areópago” y “Para Nicocles”.

Isócrates nos lo dejó bien claro: la educación cívica y la democracia van de la mano; uno no puede ser sin el otro. Un gobierno que se crea ‘del pueblo’ jamás será ejercido con eficiencia por quienes carecen de la formación necesaria como para anteponer el bien común a sus propios intereses.

Domingo de Ramos y pindo karai: una tradición que combina la fe y la convivencia familiar

Trenzados en ramos de forma artesanal y adornados con romero, ruda y el color lila de la siempreviva (Ghomprena globosa), el “Pindo Karai” (palma en el idioma guaraní) copan este Domingo de Ramos, uno de los festejos más tradicionales que da inicio a la Semana Santa paraguaya.

El Domingo de Ramos es una celebración religiosa profundamente arraigada en la tradición y la cultura del país, marcando el inicio de la Semana Santa con solemnidad y devoción. Durante esta festividad, se conmemora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, donde fue recibido con ramas de palma y aclamaciones de “Hosanna”, en los días previos a su crucifixión y muerte.

Una de las principales costumbres durante el Domingo de Ramos (y días previos) es la elaboración de los pindo, los cuales son bendecidos en las iglesias y luego llevados en procesión o colocados en los hogares como símbolo de protección y bendición.

Las iglesias suelen estar adornadas con palmas, flores y otros elementos simbólicos para recibir a los fieles que acuden a las misas especiales dedicadas al Domingo de Ramos. Durante la liturgia, se recuerda la Pasión de Cristo y se reflexiona sobre el sacrificio redentor que culminará en la celebración de la Pascua.

Además de las ceremonias religiosas, el Domingo de Ramos en Paraguay también se vive en un ambiente festivo y familiar.

EN PANDEMIA

Vale recordar que, esta tradición se interrumpió en parte hace cuatro años, en el contexto de la pandemia que obligó en su momento a millones de personas en todo el mundo a permanecer en sus hogares, sin posibilidad de participar de ninguna celebración litúrgica.

En el 2020, el Domingo de Ramos se vivió de una manera distinta en Paraguay, con los templos católicos cerrados al público y la participación de los fieles en la misa a través de las transmisiones en radio, televisión o redes sociales (principalmente Facebook).

Así también, varios sacerdotes y obispos se ingeniaron para llegar hasta los fieles. En algunas parroquias, los curas optaron por salir a las calles y realizar la tradicional bendición del “pindo karai” casa por casa, a fin de evitar la aglomeración de personas y dando cumplimiento a la cuarentena. Uno de ellos fue el padre Miguel Ángel Castro, de la parroquia Santa Catalina de Fernando de la Mora. Otro fue el arzobispo de Asunción, Monseñor Edmundo Valenzuela.

De esa situación, cuando reinaba la incertidumbre, la preocupación, pero la fe seguía intacta, quedaron anécdotas como ese peculiar Domingo de Ramos. Hoy, miles de familias paraguayas se vuelcan en alegría a las iglesias para participar de la celebración religiosa que combina la fe, la tradición y la convivencia en torno a una festividad que marca en esta jornada el inicio de una Semana Santa llena de reflexión, recogimiento y esperanza para los creyentes.

El Niño va cediendo en la región y La Niña podría empezar a manifestarse en agosto

Pese a que los pronósticos indicaban que el fenómeno de El Niño podría tener una evolución intensa en el país, desde la Dirección de Meteorología e Hidrología afirman que su intensidad fue moderada. Alcanzó su máximo nivel en octubre y noviembre del año pasado, pero comenzó a ceder desde diciembre. Actualmente, está camino a una etapa de transición donde, en un 80% de probabilidad, La Niña ingresaría a robar protagonismo en la región.

En noviembre de 2023, Meteorología proyectaba que El Niño iba a presentarse con una calificación que pasaría de moderada a fuerte en enero de este año, pues, las lluvias intensas, tornados, inundaciones y crecida de los ríos en varias zonas de la región, daban todas las señales.

El Lic. Carlos Salinas, gerente de Climatología, explicó que, el niño rozó los valores de fuerte entre octubre y noviembre del año pasado, meses donde alcanzó la intensidad máxima, pero siempre presentó una calificación moderada.

“Ese fue el momento en donde se llegó a la intensidad máxima rozando los valores de fuerte. Podemos considerar al Niño como moderado. En este momento los índices ya están descendiendo y nos muestrna que ya está cediendo y está camino a pasar a una etapa denominada neutral”, comentó el Lic. Salinas en conversación con HOY/Nación Media.

De acuerdo a sus declaraciones, la fase neutral es un periodo de transición en el que, los valores de los índices indican que podría pasarse de un fenómeno a otro, es decir, El Niño comienza a apagarse y comienza a dar paso a La Niña.

Agregó que, El Niño se manifestó con mayor intensidad por la zona del centro, sur y este de la Región Oriental, siendo Misiones, Itapúa y Alto Paraná algunos de los departamentos más golpeados.

El gerente de climatología, al ser consultado sobre si el comportamiento actual del clima, la falta de precipitaciones y el intenso calor de los últimos días, guardan relación con la fase neutral, explicó que, todas las manifestaciones todavía corresponden a El Niño.

“No está comprobado que el fenómeno El Niño esté asociado a la sequía en la región. En lo que respecta a Paraguay, las consecuencias del El Niño están más bien asociadas a precipitaciones por encima de lo normal”, agregó.

FASE NEUTRAL Y LA NIÑA

La fase neutral, es decir, el periodo de transición y finalización de El Niño se daría entre los meses de abril, mayo y junio. Salinas sostuvo que cualquier evento climático que se presente en ese tiempo, no se podría atribuir ni a El Niño ni a La Niña.

“A partir de julio, agosto y septiembre recién estamos esperando que sea un fenómeno de La Niña. Hay altas probabilidades. Hay 80% de probabilidad”, agregó el gerente.

Por un lado, El Niño es un fenómeno natural que tiene su origen en el océano Pacífico tropical y trae temperaturas de la superficie del mar más cálidas que lo normal. En tanto, La Niña se origina en el mismo lugar, pero presenta condiciones más frías.

Para el gerente de Climatología, es improbable que La Niña se origine, según indican en los pronósticos, pero si se manifiesta, tendría una duración de 12 meses.