¿Cuáles son las consecuencias del feminicidio en los hijos?

Hasta la fecha, son cuatro los casos de feminicidios registrados en nuestro país. Este hecho atroz, deja severos daños psicológicos especialmente en los hijos, cuyo crecimiento se ve seriamente afectado cuando los mismos crecen y desarrollan en un ambiente de violencia donde las consecuencias se manifiestan a corto o largo plazo.

El feminicidio consiste en la violencia extrema hacia la mujer y produce consecuencias como la destrucción de manera brutal del entorno familiar, hijos huérfanos de ambos progenitores y su grave alteración del desarrollo normal de los mismos, los familiares y de la sociedad.

También significa como mínimo la pérdida de la fuerza laboral de dos personas, producen daños psicológicos severos o permanentes en los hijos, familiares y testigos, y por último deja latente el riesgo de perpetuación del modelo de la violencia y de la pobreza.

CIFRA DE FEMINICIDIOS

De acuerdo a los datos del Observatorio de la Mujer, en el 2020 fueron registradas más de 15.000 denuncias de violencia contra la mujer y 32 casos de feminicidios. En el 2019, hubo 37 feminicidios. Este año hasta la fecha ya son cuatro las víctimas fatales.

El feminicidio forma parte de las múltiples y complejas violencias contra las mujeres, no puede entenderse sólo como un asesinato individual. Es considerada como la máxima expresión de la violencia, en la que el sometimiento a los cuerpos de las mujeres y terminación de sus vidas tiene por objetivo mantener la discriminación y la subordinación de todas.

Además, dejan daños, en su mayoría irreparable y traumática en los hijos, quienes quedan huérfanos o al cuidado de un familiar.

DAÑOS PSICOLÓGICOS SEVEROS EN LOS HIJOS

Se debe tener en cuenta que los hijos de las mujeres maltratadas son receptores directos de la violencia contra sus madres, aunque ellos directamente no hayan recibido ni un solo golpe. Vivenciar la angustia de la madre maltratada, su temor, inseguridad, tristeza, les produce una elevada inseguridad y confusión.

Esa angustia se traduce en numerosos trastornos físicos, terrores nocturnos, enuresis (no poder controlar la orina), alteraciones del sueño, cansancio, problemas alimentarios, ansiedad, estrés y depresión.

Los niños no son víctimas sólo porque sean testigos de la violencia entre sus padres sino porque “viven en la violencia”. Son víctimas de la violencia psicológica, a veces también física, y que crecen creyendo que la violencia es una pauta de relación normal entre adultos.

“Pero lo peor, al estar en fase de crecimiento y desarrollo madurativo, conforman su personalidad en función de la violencia y la toman como modelo, interiorizando los roles de maltratador o maltratada. Interiorizan patrones de comportamiento violentos y no discriminan lo que es adecuado o está bien, de lo que es injustificable”, expresó la psicóloga forense Alma Segovia, del Ministerio de la Defensa Pública.

Explicó que en la mayoría de los casos, la violencia se produce en etapas donde los niños maduran su desarrollo psicológico. Las agresiones de una figura primordial de referencia en su desarrollo (el padre) sobre el agente de socialización por excelencia (la madre). Los hijos de un maltratador crecen inmersos en el miedo.

“Los hijos son candidatos al diagnóstico de toda la variedad de trastornos por estrés traumáticos, depresiones por desesperanza o de posibles trastornos de personalidad. Todo ello sin un solo golpe, sin un maltrato “directo”. El ejercicio de la Violencia Doméstica siempre afecta a los niños, siempre, bien como receptores, bien como testigos”, afirmó la especialista.

CONSECUENCIAS

Las consecuencias de la violencia familiar para estos niños son gravísimas, tanto a corto, como a largo plazo. “De hecho, los trastornos, problemas psicológicos y sociales que presentan estos niños son similares a los que presentan sus madres como víctimas de violencia de género. Es decir, los niños en esta situación, insisto, también están siendo agredidos”, reiteró.

Por último, a su criterio considera necesario insistir en campañas de sensibilización e información a nivel familiar, escolar y social sobre la problemática de la violencia familiar en todas sus modalidades y atendiendo a todas sus víctimas.

La alta cocina paraguaya se reinventa: innovación, técnica y sabor con identidad propia

La gastronomía paraguaya vive un momento de transformación y crecimiento que va mucho más allá de los sabores tradicionales. Con chefs y empresarios que apuestan a la innovación y a técnicas internacionales, la cocina local está alcanzando un nuevo nivel de sofisticación y reconocimiento regional.

En los últimos años, restaurantes y cocineros reconocidos incorporaron métodos como la maduración de carnes, el uso de productos nativos en presentaciones contemporáneas y la exploración de nuevas texturas y combinaciones. Este proceso logró captar la atención de comensales locales y turistas que buscan experiencias gastronómicas auténticas y sofisticadas.

El cambio en el paladar paraguayo también es evidente, ya que los consumidores demandan platos más elaborados, donde se valoran ingredientes autóctonos con un toque innovador. La alta cocina paraguaya supo adaptarse a tendencias globales, como la sostenibilidad y el respeto por el origen de los alimentos, integrándolos en sus propuestas.

Leticia Villalba Pomata, licenciada en Administración, máster en Finanzas y experta en Culinary Management, es una de las impulsoras de esta revolución gastronómica. CEO de Central Market, Alma Cocina con Fuegos y Sello 33, Villalba es pionera en la introducción de técnicas avanzadas como la maduración de carnes, que hoy está cambiando la experiencia del comensal paraguayo.

“En los últimos años, la gastronomía paraguaya ha experimentado un salto cualitativo notable, tanto en técnicas como en propuesta conceptual. Hemos pasado de una cocina tradicional a una escena más audaz, que se anima a reinterpretar ingredientes locales con estándares internacionales”, señala.

Agrega: “La incorporación de técnicas como la maduración, el sous-vide, la cocción a baja temperatura, y la integración de productos de origen controlado marcan una evolución clara. También se ve una mayor conexión entre el productor, el cocinero y el consumidor final, con una búsqueda por calidad real y la oferta gastronómica diferente”.

La maduración es un proceso controlado que mejora la calidad de la carne mediante la descomposición natural de fibras musculares, resultando en cortes más tiernos y con sabores intensificados, sin alterar la esencia original. En palabras de Villlaba, “el objetivo no es cambiar el sabor o aroma, sino potenciarlo para una experiencia sensorial superior”.

Esta técnica, antes reservada a restaurantes de lujo, comienza a popularizarse en el país. “Hoy vemos que cada vez más establecimientos incluyen carne madurada en sus menús de forma estable y con muy buena aceptación del público,” explica Villlaba, quien subraya que el acceso a estos cortes ya no depende del precio original, sino del proceso de maduración.

El consumidor local, cada vez más informado y exigente, está dispuesto a explorar nuevas texturas y combinaciones, siempre que la calidad esté garantizada. “La gente quiere entender qué está comiendo, conocer el origen y la técnica detrás del plato,” señala Villlaba. Esta curiosidad abre las puertas a innovaciones que respetan la tradición, pero rompen moldes.

Los extranjeros que visitan Paraguay también valoran la nobleza de los ingredientes locales. “Quedan sorprendidos por la terneza de nuestras carnes maduradas, incluso de cortes que en otros países serían considerados secundarios,” comenta Villlaba. Su empresa ya está exportando estos productos a mercados exigentes como Madrid, lo que marca un hito para la cocina paraguaya.

Asunción se convirtió en un laboratorio culinario donde conviven cocinas abiertas, restaurantes de autor y fusiones audaces. Sin embargo, Villlaba reconoce que hay desafíos pendientes, como la formación técnica, la mejora en la cadena de frío y el acceso sostenible a insumos de calidad.

“El proceso de maduración requiere paciencia y tecnología avanzada; nosotros hemos trabajado durante casi cinco años para perfeccionar nuestro producto,” destaca, poniendo en valor la dedicación necesaria para lograr estándares internacionales.

El siguiente paso para Paraguay es definir una identidad clara y construir una reputación sólida basada en la autenticidad y la excelencia técnica. “No basta con tener un plato espectacular o una experiencia puntual”, resalta Villalba.

Exportar carne madurada con sello paraguayo es una meta concreta que posicionaría al país en el mapa regional como referente en carnes de autor, tal como Perú tiene su ceviche o Argentina su parrilla. “Este es el gran desafío y objetivo que perseguimos desde Sello 33,” remarcó.

Adolescentes suman a las estadísticas del VIH, el desafío más grande de la salud pública

En Paraguay y en todo el mundo, los casos de VIH siguen preocupando. En el 2024, nuestro país cerró con 1.488 nuevos contagiados. A esta cifra se suma otra realidad mucho más preocupante, jóvenes de entre 15 y 19 años que ya forman parte de las estadísticas de esta enfermedad.

El Programa Nacional de Control de VIH/Sida/ITS (PRONASIDA) presentó su informe epidemiológico sobre los casos de VIH en nuestro país y muestra que, desde 2022 al 2024, existe un sostenido aumento.

Las pruebas realizadas aumentaron un 92% en dos años, pasando de 145.711 en 2022 a 282.752 en 2024.

En Paraguay, el año pasado se notificaron 1.488 nuevos diagnósticos de infección por VIH en Paraguay, de los cuales, un 43% presentaron enfermedad avanzada al momento del diagnóstico.

Estas cifras alarmantes incluyen cada vez más a adolescentes que adquieren el virus y cuyas edades comprenden entre 15 y 19 años. Este grupo etario comprende el 5,7% del total.

La Dra. Elena Candia, directora del Pronasida, durante su visita en el programa Aire de Todos, indicó que esta realidad debe ser un llamado de atención para establecer políticas de prevención en los adolescentes, con una educación sexual correctamente enfocada.

La mayor proporción de casos confirmados de VIH se concentró en el grupo etario de 20 a 39 años, representando el 65% del total de diagnósticos.

De acuerdo a las estadísticas, los casos confirmados de VIH en Paraguay en el 2024, en su mayoría corresponde a hombres, con 1.105 casos, mientras que las mujeres, 383 casos.

La doctora Candia explicó que el VIH es una enfermedad crónica, comparable con la hipertensión y la diabetes, es decir, no existe una cura, pero se puede llevar una vida normal si se detecta a tiempo y se hace un buen tratamiento.

Con respecto a la vacuna recientemente anunciada en Estados Unidos, la profesional indicó que representa un avance importante en prevención y una muestra de que cada vez la medicina está más cerca de encontrar, quizás, una cura a la enfermedad.

“Se utilizó el término vacuna porque estamos relacionados con eso, esta medicación es un inyectable que contiene un antiviral que previene un 100% de la enfermedad”, agregó.

Energía, máquinas y un buen plan: cómo Paraguay puede tener su propia reserva de bitcoins

La minería de bitcoins fue convirtiéndose con el paso de los años en una actividad rentable y, sobre todo, en una oportunidad de inversión para quien desee aventurarse en un campo innovador, lejos de los tradicionales modelos de negocios. Es allí donde Paraguay podría convertirse en un “nuevo jugador” y capitalizar sus posibilidades para incursionar en la criptominería.

Por Robert Bourgoing (@robertb_py)

La historia del bitcoin puede compararse a la de las empresas tecnológicas o startups: en los primeros tiempos, había cierto recelo, dudas o temor por invertir en ellas, en gran medida por el desconocimiento sobre su naturaleza y posible impacto, pero en la actualidad, son una “mina de oro”.

Esta criptomoneda es, probablemente, la más conocida en todo el mundo, y también la de mayor valor en el mercado. A la fecha, el bitcoin se cotiza en cerca de USD 107.000, y se cree que podría llegar incluso a los USD 135.000 en los próximos meses, según proyecciones del prestigioso banco británico Standard Chartered.

Quien hoy sea poseedor de estos activos (aunque sea en una pequeña proporción) se asegura tener en sus manos una fortuna digital, muy por el contrario a lo que sucedía en el ya distante 2011, cuando un bitcoin valía apenas un dólar.

Analizar la posibilidad de incursionar en la minería de criptomonedas, y específicamente de bitcoins, hoy ya no suena tan descabellado, siendo hasta una gran oportunidad de inversión, pero ¿qué sucedería si es el mismo Estado el que participa?

Este es el planteamiento que se hace Bruno Vacotti, especialista en bitcoin y socio fundador de la Cámara Paraguaya de Minería de Activos Digitales, quien evalúa la gran alternativa que representa para un país como el nuestro, donde existe energía limpia, disponible y renovable, producto de dos grandes hidroeléctricas.

Su idea es simple, pero ingeniosa: que Paraguay puede convertirse en protagonista al apostar por la minería de bitcoins, a fin de generar su propia reserva, utilizando para ello la energía sobrante. Es allí donde entran a jugar un rol clave las máquinas mineradoras incautadas de la criptominería ilegal.

Se incautan un montón de máquinas que están fuera del sistema legal y todo eso representa una gran potencia de cómputo”, explicó en entrevista con HOY. Al respecto, señala que estos equipos podrían “generar dinero para alguien”, y es ahí donde el Estado paraguayo posee chances de ser partícipe.

Países como Bután vienen haciendo esto desde hace varios años, llegando a acumular el 40% de su Producto Interno Bruto (PBI) con este activo. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya había anticipado durante su campaña electoral antes de llegar a la Casa Blanca su intención de crear una “reserva estratégica de bitcoin”. Para no ir muy lejos, en Argentina ya analizan la posibilidad de que también se pueda tener una reserva nacional.

Vacotti señala que esta ida surgió de varias conversaciones con autoridades del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), el Viceministerio de Minas y Energía y la ANDE, siendo este último un actor crucial para hacer realidad el sueño, debido a la gran demanda energética que representa la criptominería.

La construcción de un data center para minar bitcoins, y que sea administrado por el mismo Estado, representa una gran oportunidad de inversión, sostiene. Los activos que pudieran generarse quedarán luego como una reserva de valor o, como en el caso de Bután, serán utilizados para financiar proyectos en favor de su población.

Puso como ejemplo el caso de la Secretaría Nacional de Bienes Incautados y Comisados (Senabico), que dispone el uso de los bienes hallados en manos del crimen organizado y les da otros fines, con el propósito de evitar que pierdan valor o se deprecien. “Eso se podría hacer con las máquinas, para que generen un valor para el país y luego se rematen, si así lo quieren”, agregó.

Si tenemos energía disponible y máquinas incautadas que están acumulando polvo, es un despropósito no utilizarlas para generar valor, y que ese valor sea para todos los paraguayos”, afirmó Vacotti.

Países de Europa y Asia, sin olvidar a Estados Unidos, han mostrado su respaldo a los criptoactivos como una reserva de valor y, sobre todo, al bitcoin, que hoy se ha posicionado como el principal en su segmento, con una mayor cotización y credibilidad.

Según sus estimaciones, Paraguay podría generar cerca de 450 bitcoins al año con la capacidad actual, lo cual representa más de G. 850 millones, recursos que serían única y exclusivamente del Estado, de darse el caso.

Con todos los recursos disponibles, una fuente de energía casi inagotable y una buena planificación, lo que hoy suena como una simple idea de un entusiasta, de aquí a unos años podría ser una gran apuesta por la innovación y la generación de recursos estatales.