El último guardián de los Niños Mártires de Acosta Ñu

Un cementerio de niños, una fosa común. El 16 de agosto de 1869 es posi­blemente el día más triste de toda la historia paraguaya. De toda nuestra historia conocida, a lo largo y ancho. Aquella tarde el Ejército Imperial del Brasil dio muestras de todo el desprecio que podía permitirse por la dignidad humana y las leyes de los hombres. Y Kurusu Dolores permanece allí, inalterable, como recuerdo constante de la barbarie y guardián de los restos. 

Por Gonzalo Cáceres – Periodista

La Triple Alianza come­tió en suelo paraguayo los mayores crímenes que la historia militar ameri­cana tiene registrados.

La documentación y testimo­nios existentes son limitados, pero indesmentibles. Y los ves­tigios del horror aún están pre­sentes en la memoria del pue­blo… y sobre la tierra.

KURUSU DOLORES

Entre los caminos vecinales de la compañía Costa Ybaté de Caraguatay (Cordillera), se hace notar un tétrico des­campado, custodiado por una lastimera cruz. Ese simbó­lico pedazo de madera resiste heroico, cual celoso guardián de las lágrimas que desdicha­das paraguayas derramaron hace más de 150 años.

Kurusu Dolores, como se lo conoce, es un auténtico cemen­terio de niños. Una fosa común que –según estimaciones– podría albergar decenas y/o centenares de osarios; tam­poco hay consenso sobre la cantidad real.

Cuentan los lugareños que las caraguatanas (mujeres de la zona y otras sobrevivientes de la masacre) escoltaron hasta allí las carretas cargadas con los cuerpos de los niños que pudieron rescatar de Acosta Ñu antes que los hombres al mando del Conde d’Eu arra­sen el sitio con fuego.

“Terminada la batalla, los bra­sileños habían quemado parte del pastizal y como la exten­sión del territorio que tenían que cubrir era muy grande, muchas mujeres pudieron salir del bosque y rescatar los cuerpos de algunos de los niños para que no se quemen al menos. Las caraguatanas fue­ron unas de las tantas mujeres piadosas que sacaron cadáve­res de niños. Y eso trascendió porque ahí cerca (de la fosa) hay una comunidad y quedó en la memoria popular. Siempre hubo una cruz allí”, explica el historiador Fabián Chamorro.

Chamorro afirma que, teniendo en cuenta las costumbres de la época, es probable que las muje­res hayan custodiado las carre­tas en una suerte de “velorio andante” hasta el sitio donde les dieron a los niños el descanso eterno. “Anduvieron rezando. Hasta que llegaron a ese lugar que, calculo, en aquel tiempo habrá sido alguna picada. Evi­dentemente estaba preparado para eso, por eso las señoras eli­gieron ese lugar. Y al ser de la localidad, también iban a poder cuidar del sitio y rezarles”.

 

“SE DESCUIDÓ EL LUGAR”

Ni monumentos, ni placas y mucho menos carteles. No hay una sola señal que hable del interés de las autoridades municipa­les y/o estatales en la importan­cia del sitio, solo aquella vieja cruz de madera. Kurusu Dolo­res resiste al paso del tiempo. “Ese lugar se descuidó, hace 20 o 30 años. Hubo un tiempo en que las procesiones religiosas llegaban hasta allí, pero hay que recuperarlo, eso es categórico”, alegó Chamorro.

Existen iniciativas de los ges­tores culturales de la zona para la puesta en valor de Kurusu Dolores, pero no hay voluntad política. “No se le da prioridad. Hay proyectos, pero desde hace rato ya, pero es lo que pasa con muchos de nuestros sitios his­tóricos. Hay que seguir gol­peando (puertas) hasta que se cumpla”, afirmó.

LA BATALLA

El 16 de agosto de 1869, Gastón de Orleans, un aristócrata francés con víncu­los maritales con la Casa de los Braganza, marcó para siempre su huella en la Guerra Grande.

Días antes, el 13 de agosto, lo que quedaba del Ejército para­guayo levantó el campamento de Azcurra dividido en dos columnas. La primera, com­puesta por soldados y encabe­zada por el general Francisco Isidoro Resquín y el mariscal Francisco Solano López, se adelantó y dejó rezagada a la segunda, liderada por el general Bernardino Caballero, quien llevaba consigo un grupo de combatientes y toda la logís­tica (más heridos y enfermos y la mayoría de los civiles), lo que la hacía mucho más lenta.

“Ellos (la columna de Resquín y López) se van por Tobatí y cru­zan a Caraguatay. Después, los argentinos tomaron Tobatí, entonces Caballero busca otro camino, y ese camino era Díaz Cue. Entraron por Díaz Cue, que hoy es un distrito de Euse­bio Ayala, y ahí ya se encontra­ron con la realidad de que los brasileños ya estaban sobre ellos. A Caballero no le quedó de otra que prepararse para combatir”, explicó.

Y lo que siguió fue una carnice­ría. El Conde d’Eu, que en Piri­bebuy dio una muestra de todo el salvajismo que podía permi­tirle a su soldadesca, atacó de frente con más de 20.000 bra­sileños a un maltrecho rejunte de heridos, niños, mujeres, ancianos y unos pocos vetera­nos; no más de 6.000 efectivos. “A Caballero no le quedó otra que prepararse para combatir. Había tres arroyos (Ytú, Jukyry y Piribebuy) que corrían de manera paralela. Sobre estos había unos puentes y lo que hizo Caballero fue preparar en cada puente su defensa. Mien­tras en un puente se peleaba, él ya preparaba la otra defensa. Los paraguayos se defendían mientras retrocedían. El obje­tivo era que la mayor canti­dad de gente pudiera huir y se logró de alguna manera. Las­timosamente… el resultado fue desastroso”.

La batalla terminó al borde de la serranía de Itakyty. “Allí hay un afluente (Pirity), allí es donde fueron quemados los niños y donde está hoy el monumento a los niños mártires”.

FUEGO Y SANGRE

El periodista brasileño Julio José Chiavenato afirma en su libro “Genocidio americano” que el incendio del campo fue con la anuencia del Conde d’Eu para rematar a los heri­dos y a las desespe­radas mujeres que ingresaron al pastizal en busca de sus hijos, hermanos y maridos.

Para Chamorro, la versión de Chiavenato hay que tomarla con pinzas y se deben analizar otros escenarios. “No sabemos en realidad con qué intención fue (la quema). (Lo cierto es que) los brasileños se ensaña­ron mucho con la población civil en Cordillera. Ocurrió (masacre de civiles) en Valen­zuela, en Piribebuy… No sabe­mos, nadie tampoco te va dejar un testimonio de esa clase de actos, nadie va decir ‘sí, noso­tros queríamos matarle a la población civil’. Podemos con­tar los hechos, pero es difícil (tener certeza de las intencio­nes). La quema fue antes de ter­minar la batalla, cierto, y las mujeres salieron mucho des­pués de eso, porque tuvieron que esperar que los brasileños se alejen”, comentó.

El horror no terminó allí por­que los brasileños “se quedaron tres días por la zona matando todo lo que había”.

CONCEPCIÓN DE LA NIÑEZ

La figura del general Bernar­dino Caballero es atacada desde hace décadas por propios y extraños a raíz de la inclusión de niños soldados en las filas del Ejército y por la muerte en masa de estos. Sin embargo, hay cuestiones que contextualizar para dar objetividad al debate y así intentar comprender –no justificar ni defender– las deci­siones tomadas por Caballero y sus subalternos.

Chamorro indicó que “en aque­lla época no estaba mal visto eso (niños enrolados)” y que tampoco existían las reglas de combate que hoy sí se manejan. “Había una ‘normalidad’ en cuanto a eso. Fijate que durante 30 años nadie se acordaba de Acosta Ñu, recién llegados los años 1900 cuando empieza el discurso nacionalista para­guayo y también cambian los conceptos con respecto a cómo era percibida la niñez y la infancia, a partir de allí es que se comienza a recordar (Acosta Ñu). ¿Por qué? Por­que justamente no era ‘raro’ que hubiera niños peleando. No era un escándalo que salía al otro día en los periódicos del mundo”.

INJUSTIFICABLE

Las atrocidades cometidas con­tra la población civil son injus­tificables. La historia atribuye la autoría intelectual de estas al Conde d’Eu, que llegó al Para­guay cuando el duque de Caxias entregó el comando del Ejército brasileño al emperador Pedro II para volver a Río de Janeiro tras las victorias en Abay e Itá Ybaté en diciembre de 1868.

El 20 de febrero de 1869, tras la toma y saqueo de Asunción, Pedro II nombró al Conde d’Eu, marido de Isabel de Bra­ganza, la princesa imperial, como nuevo comandante de su ejército.

El historiador Fabián Chamo­rro manifestó que, en la mayo­ría de las ocasiones, y como es recurrente con oficiales de su rango, el Conde d’Eu ni siquiera estaba en el campo de batalla y seguía el desarrollo del com­bate lejos de todo peligro. Sin embargo, recuerda que “el comandante es responsable por las acciones de sus tropas”.

Uno de los más despiadados subalternos del Conde d’Eu fue Vitorino José Carneiro Monteiro, quien dio la orden de quemar el Hospital de San­gre de Piribebuy. Se cuenta que mandó cerrar el edificio con los heridos y enfermos dentro, prendiéndoles fuego. Otras versiones dicen que no cerró ni puertas ni ventanas, sino que mantuvo a los des­dichados dentro de aquella hoguera a bayonetazo limpio, quemándolos vivos.

Por lo que sabemos e ignoramos, por los inocentes masacrados, por lo que lo que nunca más debe ocurrir; en el Paraguay no se festeja el Día del Niño, se conmemora.

Empleo doméstico en Paraguay: años de lucha y victorias que hoy son letra muerta

Pese a años de luchas y reivindicaciones, con importantes logros en materia de derechos laborales, el empleo doméstico sigue siendo uno de los sectores más olvidados en nuestro país, no solo por las autoridades, sino también por los mismos empleadores que, en ocasiones, carecen de empatía con aquellos que los acompañan en su día a día.

Por Robert Bourgoing (@robertb_py)

Muchas llegan por recomendación, otras simplemente consiguen el puesto mediante algún anuncio en redes sociales. En el peor de los casos, se trata de adolescentes que son forzadas a trabajar bajo el régimen del criadazgo y en la modalidad “sin retiro”.

Nos referimos a las empleadas domésticas, mujeres que con sacrificio y esmero dedican gran parte de su jornada, olvidando a veces el cansancio o la fatiga, para trabajar en residencias particulares al servicio de alguna familia.

Según datos de la Encuesta Permanente de Hogares realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), cerca de 214.000 personas se desempeñaban como trabajadores domésticos al cierre del último trimestre del 2023. En su mayoría, se encuentran en el área urbana.

Con el transcurrir de los años, este sector ha logrado importantes reivindicaciones en materia laboral, siendo la más importante la obtenida en el año 2019 cuando fue aprobada la modificación de la Ley Nº 5407 “Del Trabajo Doméstico”.

QUÉ DICE LA LEY

A partir de la promulgación de la nueva ley, los trabajadores domésticos (entre los que se incluye también a jardineros, choferes de familia, niñeras, mucamas, cocineras, mandaderos, entre otros) tienen derecho a cobrar el 100% del salario mínimo legal vigente, que hoy día equivale a G. 2.680.373.

Así también, adquirieron el derecho a acceder al seguro social del Instituto de Previsión Social (IPS), que automáticamente les brinda el beneficio de contar con cobertura médica y sumar sus aportes para la jubilación.

La vigente Ley de Trabajo Doméstico establece que la jornada laboral de trabajo no debe exceder las 8 horas diarias o 48 horas semanales cuando se trata de jornada diurna, mientras que, el límite en el horario nocturno es de 7 horas de trabajo y 42 horas semanales.

Asimismo, también se contempla el pago de horas extra en caso de superar las 8 horas diarias de trabajo o desempeñar las actividades en el horario nocturno. Para este último escenario, se estipula la bonificación adicional del 30%.

Las personas que desempeñan su actividad laboral bajo la modalidad sin retiro tendrán derecho a un descanso intermedio mínimo de 2 horas, mientras que aquellos que realicen su actividad bajo la modalidad con retiro tendrán derecho a un descanso intermedio de 1 hora. En ambos casos, no se computan como horas trabajadas.

El Artículo 7 de la Ley 5407/15 estipula que es obligatoria la firma de un contrato escrito entre el empleador y el trabajador doméstico, independientemente de la labor que desempeñe en el hogar donde cumple funciones. El modelo se encuentra disponible para su descarga gratuita en la página del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS).

DEL DICHO AL HECHO…

Ante los datos expuestos, vale hacernos la pregunta obligada de ¿cuál es la realidad actual de las empleadas domésticas en Paraguay?, ¿se cumple la ley o, como en tantos otros casos, es solo “letra muerta”?

Para Myriam Agüero, presidenta del Sindicato de Trabajadoras Domésticas del Paraguay (Sintradop), la situación aún sigue siendo difícil, pese a los logros y victorias que han obtenido con el paso de los años.

Sobre este punto, confirma lo que ya suponíamos: pese a la promulgación de la ley y los últimos cambios introducidos, el porcentaje de trabajadoras domésticas formalizadas y con seguro de IPS sigue siendo escaso.

Por si fuera poco, aún son miles las que siguen sin percibir el salario mínimo estipulado por ley, excediendo, en muchos casos, las 8 horas de trabajo diarias. “Lastimosamente la gente está acostumbrada a eso. No hay una fiscalización, entonces nadie hace caso”.

LOS “PATRONES” Y LA FALTA DE EMPATÍA

Agüero lamenta que hasta hoy día tengan que seguir hablando de estas injusticias laborales y exigiendo el cumplimiento de lo que les corresponde por ley, siendo conscientes de que no es mucho lo que pueden llegar a conseguir al ser víctimas de un sistema que las obliga a trabajar sin descanso para llevar el pan de cada día a la mesa.

Muy poco se cumple (la ley), hay algunos que sí, pero son pocos”, refirió la titular del primer sindicato de empleadas domésticas de Paraguay, que a la fecha aglutina a cerca de 300 mujeres de diferentes puntos del país. Según estimaciones del gremio, apenas llegaría al 10% el porcentaje de colegas que son aportantes y figuran en IPS.

Esta situación tiene su origen en la falta de conciencia y empatía por parte de quienes ellas acostumbran a referirse usualmente como “patrones”. A esto se le suma el menosprecio, la discriminación o el rechazo que sufren en ocasiones, cometidos por los mismos que han decidido contratarlas para cumplir diversas labores en la casa.

A más de 5 años de la última reforma en la ley que rige el empleo doméstico, quienes forman parte de este segmento siguen elevando su voz para exigir que se respeten sus derechos y se pueda dar cumplimiento a lo que está escrito, pero principalmente, por lo que tanto han luchado.

Parkinson: el conocimiento del doctor Mime, la historia de Pinsón y las posibles salidas

El pasado 11 de abril se conmemoró el “Día Mundial del Parkinson”, en relación a la enfermedad neurodegenerativa y más frecuente después del Alzheimer. En nuestro país, una de las voces calificadas para hablar del tema era el doctor Mime, quien dejó innumerables conocimientos sobre el padecimiento. Actualmente, uno de los casos más sonados es el del periodista deportivo argentino, Emiliano Pinsón, cuya historia la repasaremos a continuación.

Por Juan Riveros (@JuancitoRiveros)

El “Día Mundial del Parkinson” se viene conmemorando desde el año 1997, cuando la Organización Mundial de Salud decidió declarar esa fecha en honor al médico clínico y neurólogo inglés James Parkinson, por describir por primera vez este trastorno.

El Parkinson tiene como característica al temblor de las extremidades en reposo, rigidez, lentitud en los movimientos, cambios en la expresión facial en la postura y en voz, así como problemas para deglutir.

Uno de los más conocedores de la materia en nuestro país siempre fue el Dr. Miguel Ángel Velázquez (+), conocido como el Dr. Mime, quien ya no está con nosotros, pero dejó interesantes aportes desde su experiencia y sabiduría sobre la neurociencia.

En relación al Parkinson, Mime indicaba que la falta de dopamina en el cerebro es la causa principal de la enfermedad y que los síntomas ya mencionados anteriormente, pueden ir empeorando con el tiempo. De acuerdo a lo explicado por el neurólogo, no existe una cura, pero sí tratamientos que pueden ayudar a controlar los síntomas.

Afirmaba también que el Parkinson no solo afecta el movimiento, sino que también puede tener un impacto en la función cognitiva, el estado de ánimo y la calidad de vida en general. “Los estudios sugieren que el ejercicio regular puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad, así como mejorar la salud general de los pacientes”.

En una de sus últimas columnas para el Diario La Nación, en referencia al Parkinson, Mime hablaba de “la luz al final del túnel”, en relación a los avances en la investigación y el tratamiento para mejorar la calidad de vida de los pacientes, abriendo nuevas vías para comprender la enfermedad.

Entre uno de los avances destacados por el neurólogo, se encuentra la identificación de biomarcadores, que son medidas objetivas que se pueden utilizar para diagnosticar la enfermedad y monitorizar su progresión. Según Velázquez, esta herramienta podría ayu­dar a los médicos a identificar el trastorno en sus etapas tempranas, cuando los trata­mientos pueden ser más efectivos, y también podrían ayudar a los investigadores a entender mejor los procesos subyacentes que lo causan.

Asimismo, mencionaba que los investigadores están explorando nuevas opciones de tratamiento para el Parkinson, incluyendo el uso de tec­nología wearable y dispositivos de estimula­ción neuromuscular.

LA CONMOVEDORA HISTORIA DE EMILIANO PINSÓN

Los amantes del deporte crecimos con el programa “Fútbol para todos”, transmitido cada siesta por el canal Fox Sports. Uno de sus conductores era el periodista argentino Emiliano Pinsón, cuya historia actualmente conmueve a toda la Argentina y América Latina, por su lucha contra la enfermedad del Parkinson.

Emiliano padece Parkinson desde el 2021, haciendo que tenga que cambiar su ritmo de vida para encarar el tratamiento. Desde ese entonces, se volvió un ejemplo para todos aquellos que tienen el mismo padecimiento, con muestras de fortaleza, dedicación y a través de su rol de comunicador, como portavoz de conciencia sobre dicho mal.

Con el correr de los años, la enfermedad de Pinsón se fue agravando y días atrás sorprendió a todos con un conmovedor anuncio de que dejaba su labor en radio para enfocarse de lleno a sus tratamientos.

“Tengo un Parkinson atípico, condicionotomía. Eso quiere decir que no es el Parkinson rígido como estaba diagnosticado. Es un Parkinson que tiene un inconveniente que no está muy bien estudiado porque justamente varía en su desarrollo. El temblor común ya está estudiado. Tiene una conducta muy parecida durante tantos años y después o estás más rígido o menos y tembloroso igual, y es operable porque se encuentra en el hipotálamo, en el cerebro”, explicó Pinsón.

Agregó que, del síntoma de la rigidez, ya pasó a un cuadro de atrofia, perdiendo fuerzas. “Si vos leés los libros, que no hay que leerlos, no, hoy no hay que googlear, es... me queda poco tiempo. No es broma. Vamos a tratar de que no. Siempre las estadísticas están hechas para romperse, así que yo pienso ser uno que rompe estadísticas”, refirió el periodista, quien cuenta con el apoyo de toda una afición deportiva local e internacional.

Neuronas espejo: por qué los niños aprenden más rápido de lo que ven, que de lo que escuchan

El descubrimiento de las neuronas espejo fue uno de los más interesantes de la neurociencia a finales del siglo XX. Esto permitió comprender que los niños aprenden más de las acciones que de las palabras. En ese sentido, todos los adultos tienen la gran responsabilidad de educar con el ejemplo.

Hay una frase conocida a nivel popular que menciona que los “niños son como esponjas”, absorben todo lo que ocurre a su alrededor e imitan el comportamiento de los que los rodean, especialmente el de sus padres. Por eso es muy importante que todo padre, madre o encargado del cuidado de un niño o niña sea consciente del tipo de comportamientos y actitudes que asume en determinados sucesos o eventos de la vida cotidiana.

Pero ¿a qué se debe este comportamiento tan particular de los pequeños?

La respuesta la dio la ciencia, específicamente la neurociencia en el año 1996. Y se debe a las “neuronas espejo” que justamente son uno de los descubrimientos más importantes del siglo XX vinculados al aprendizaje.

Observar el día a día de la convivencia familiar parece suficiente para entender el gran peso que tiene el comportamiento de los padres en la educación de sus hijos. Sin embargo, en la actualidad, vamos un poco más allá y sabemos que hay, además, una justificación científica.

La neuropsicología y la neurociencia nos aportan una explicación objetiva del porqué de esta influencia. De por qué los niños aprenden de las personas que están a su cargo con tanta facilidad. Y de cómo sus aprendizajes no se refieren solo a contenidos. También repercuten en las emociones, las intenciones y las conductas.

En ese contexto, el pediatra Robert Núñez explicó que las “neuronas espejo” son un grupo de células nerviosas o neuronas que se activan durante una actividad concreta y también al observar a otra persona que realiza la actividad.

“Estas células constituyen el sustrato cerebral de la imitación y la empatía. Son decisivas para el aprendizaje, tanto de acciones como de emociones e intenciones. El estudio y conocimiento del cerebro avalan una idea básica sobre el aprendizaje y es que este se produce más por lo que se ve que por lo que se dice. Por lo tanto, tenemos una gran responsabilidad a la hora de guiar a los niños, porque somos modelos para ellos”, argumentó el doctor.

El secreto de la imitación

El hallazgo de las neuronas espejo fue fortuito.

En 1996, un grupo de investigadores liderados por Giacomo Rizzolatti realizaba pesquisas con unos macacos, cuyos cerebros tenían monitorizados. Sin buscarlo, se dieron cuenta de que unas células neuronales situadas en la zona motora del lóbulo frontal y en una parte del lóbulo parietal se activaban, no solo cuando los animales realizaban un movimiento, sino también cuando veían que lo hacían los investigadores.

Ante este descubrimiento tan destacado, siguieron adelante con sus estudios. Finalmente, llegaron a la conclusión de que en el cerebro humano existen también este tipo de neuronas. Y no solo eso. Demostraron, además, que están conectadas con el sistema que regula las emociones, la memoria y la atención.

En palabras simples, estas neuronas se asemejan en su comportamiento al de un espejo. Reflejan la acción que observamos en otro individuo en nuestro cerebro y este realiza las mismas conexiones neuronales que si dicha acción la estuviéramos realizando nosotros.

Esto ocurre, por ejemplo, cuando vemos a alguien hablar. Nuestras regiones cerebrales encargadas de la fonación y el habla se activan como si fuéramos nosotros los que hablamos, se produce esa conectividad neuronal.

Además, estas neuronas no solo producen el reflejo en el plano motor, sino que también funciona en el ámbito emocional, ya que están vinculadas al sistema límbico, responsable de la regulación de las emociones. Por ejemplo, cuando vemos a otra persona sonreír, nuestras neuronas espejo crean una simulación interna de su sonrisa en nuestro cerebro. A su vez, se conectan con el sistema límbico y hacen que acabemos compartiendo ese sentimiento alegre.

Así pues, la risa contagiosa, la emoción que se traspasa de una a otra persona, leyendo un libro o viendo una película, y los bostezos “que se pegan” son otros casos de activación de estas neuronas.

¿Qué relación tienen las neuronas espejo con la educación?

Con este descubrimiento nos encontramos con la apasionante idea de que, hagamos lo que hagamos en la educación de nuestros hijos, tendrá una gran repercusión en ellos. El estudio y conocimiento del cerebro avalan una idea básica que siempre hemos tenido.

La relativa a que el aprendizaje se produce más por lo que se ve, que por lo que se dice.

Por lo tanto, los adultos tenemos la gran responsabilidad a la hora de guiar a los niños, porque somos modelos para ellos. De fortalezas, de debilidades, de nuestras respuestas ante sus demandas y preguntas, y de actitudes que favorecen o complican las enseñanzas que nos proponemos darles.

El ambiente que generamos en la familia, las voces templadas o los gritos, la tranquilidad y la armonía o la crispación, serán representaciones mentales en los cerebros de los pequeños, cuyas neuronas espejo ensayan silenciosamente durante 24 horas al día para poder actuar en el momento en el que se presente la ocasión.

Si observamos los comportamientos de padres y madres, es posible darse cuenta de que muchas veces corrigen lo mismo que, sin querer, ellos han enseñado.

Pretendemos que los niños no griten a sus compañeros cuando se enfadan, pero a menudo los adultos se enfadan y reaccionan gritando. De este modo pierden la capacidad de actuar y la oportunidad de enseñar la habilidad del autocontrol.

Por ello, es importante comprender que siempre se enseña o aprende algo, aunque en ocasiones sea negativo. Esto invita a la reflexión, no solo sobre la capacidad para guiar a nuestros hijos, sino también sobre la manera de hacerlo.

La clave está en sustituir los discursos magistrales por interacciones, resolución conjunta de problemas y trabajo cooperativo.

En ese contexto, el doctor Núñez indicó que los niños necesitan adultos responsables que los atiendan con afecto y comprensión, que dediquen tiempo para mirarlos, escucharlos, acompañarlos, guiarlos y compartir todas las experiencias de su vida. Que les permitan equivocarse y aprender tanto de sus errores como de sus aciertos.

“Los niños aprenden por neuronas espejo, cuando sos honesto, tu hijo aprende a ser honesto y a asumir sus responsabilidades”, aconsejó.



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