En alas de una pasión

El amor por la aviación los llevó a adquirir en remates o subastas aviones para rescatarlos y darles otro uso que no sea convertirlos en chatarra. Un recorrido “al vuelo” de aviones que hoy todavía mantienen una parte de la historia de la aviación paraguaya gracias a la iniciativa privada.

Loma Grande es un tran­quilo pueblo del depar­tamento de Cordillera. Se hizo municipio en 1973 y tiene unos 6.500 habitan­tes. La economía de la ciu­dad se basa en la agricul­tura y en menor medida en el comercio; además, se des­taca por su belleza natural, ya que serranías y arroyos adornan todo el distrito. Se trata, en suma, de un pueblo típico de zona rural del país, con su gente dedicada a los quehaceres diarios sin sobre­saltos. Por eso es que nadie en Loma Grande pensó que un día para otro tendrían un avión de restaurante y, pos­teriormente, otro avión con­vertido en m useo.

Ariel Cáceres es un coman­dante piloto retirado de las Fuerzas Armadas de nues­tro país. Apasionado por la aviación, rescató dos aviones en remate para cuidar ambas aeronaves. Lo hizo conside­rando el valor histórico que tenían, principalmente una que perteneció a las Líneas Áreas del Paraguay (LAP) y que fue partícipe de hechos históricos muy importantes de nuestro país.

“Cuando iban a ser remata­dos los aviones de Sol de Para­guay, nos presentamos y com­pramos en remate. Le dije a mi señora que íbamos a lle­var el avión a nuestra casa de Loma para tenerlo ahí. Esto era una casa de campo de la familia, no teníamos nin­guna intención de cambiar eso”, recuerda Cáceres. Lo que no esperó fue la reacción de la gente cuando instaló el Fokker 100 de Sol del Para­guay en el patio de su casa de campo.

El Fokker 100 en principio iba a ser utilizado solamente para llevar las clases de la Ameri­can Flight School, una escuela para azafatas, pilotos avia­dores civiles y despachantes operacionales de vuelos que está bajo la dirección de Cáce­res. Sin embargo, la atracción del avión en plena localidad de Aguai’y, Loma Grande, era irresistible.

“Todos los días venía la gente y nos pedían conocer el avión. Querían subir. Para la gente de aquí era una cosa muy grande, principalmente para los niños y niñas. Después ya nos preguntaban si vendía­mos algo, querían jugo, pizza, comida. Entonces eso fue una bola incontrolable, hasta que dijimos que teníamos que tomar una determinación”, cuenta Cáceres. Así fue que nació a finales del 2016 el restaurante El Rancho, con la atracción de un avión ins­talado en el patio.

Si bien el traslado desde el aeropuerto Silvio Pettirossi hasta Loma Grande del avión Fokker 100, que se realizó en junio del 2016, llamó la aten­ción de mucha gente por la magnitud de la aeronave, lo que se vino luego fue una locura.

Justo un año después, en julio del 2017, Cáceres contrató un convoy especial con equipa­miento de ultrarresistencia para trasladar desde el Petti­rossi hasta el Hotel El Rancho (unos 39,3 km) el Boeing 707, de la extinta Líneas Aéreas Paraguayas (LAP), que había sido subastado. El operativo generó todo tipo de comen­tarios en las redes sociales.

“Nos tomó 38 horas hacer todo el trayecto. Se movi­lizó la Policía Caminera, la Policía Nacional, fue algo impensado. Pero teníamos que hacerlo porque si no comprábamos nosotros ese avión, hoy esa parte de la historia de la aviación para­guaya estaría hecha chata­rra”, dice Cáceres.

UN RESCATE HISTÓRICO

El avión que trasladó Cáce­res no fue cualquiera. Se trata del 707 de LAP que fue partícipe de grandes aconte­cimientos del país. Por ejem­plo, en esta aeronave llegó al país el papa Juan Pablo II, en su histórica visita de 1988. También, en este mismo avión, el dictador Alfredo Stroessner partía rumbo a Brasil para su exilio en febrero de 1989 tras el golpe militar que lo derrocó. En los 90, esta aeronave se trans­formó en el avión presiden­cial durante el gobierno de Juan Carlos Wasmosy.

“Tuvimos que hacer una inversión de G. 1.200 millo­nes para recuperar esta aeronave y todavía le falta. La máquina estaba en total estado de abandono. Se tuvo que remodelar casi todo. Si no traíamos acá, esto iba a terminar en alguna chata­rrería. Es demasiado triste que no podamos como socie­dad paraguaya cuidar nues­tra propia historia porque este avión hace gran parte de lo que es la historia de nuestra aviación, de lo que fue LAP en su momento”, expone Cáceres.

La llegada del 707 de LAP modificó el proyecto de Cáce­res y su esposa, Felicia Ríos. La casa quinta quedó rele­gada totalmente y al restau­rante se sumó un coqueto hotel de estilo rancho con 7 habitaciones. Pero más allá del proyecto familiar, el avión 707 de LAP es utilizado para algo que Cáceres siempre añoró: contar la historia de la aviación en Paraguay.

En el interior del avión se está armando un museo. Cáceres ya tiene algunas fotos, cua­dros, enseres, productos que consigue de sus contactos dentro del mundo aeronáu­tico. Tiene, por ejemplo, en cuadro, un primer plano de Epifanio Cardozo, quien rea­lizó el primer vuelo de LAP el 20 de agosto de 1963. Ade­más, los sábados de mañana el avión es utilizado para dar clases de inglés a los vecinos de la zona.

El museo está recibiendo ayuda de gente vinculada a los inicios de LAP que no desea que los recuerdos que­den solamente en la memo­ria. Tal es el caso de Arturo Gómez de la Fuente, quien formó parte de la tripula­ción de cabina de la tercera promoción de LAP a media­dos de los años 60 y colabora con Cáceres con fotos, con algunas ideas, con lo que se pueda.

“Es muy importante el valor histórico que tiene para nues­tra nación cuidar estos avio­nes. La generación nueva de jóvenes no sabe que exis­tió LAP, por ejemplo, y por 31 años llevó el emblema de Paraguay a todos lados”, dice don Arturo.

Gómez de la Fuente recuerda que LAP arrancó con 3 avio­nes y en su mejor momento llegó a tener 14 aviones, entre ellos tres Boeing 707. “Teníamos tres vue­los a la semana a Europa y a Miami, Estados Unidos, vuelos directos. Era un tra­bajo grandioso”, rememora don Gómez de la Fuente, a quien se lo nota emocionado cuando habla de LAP.

Con respecto a esta aerolínea paraguaya, justamente hace un pedido: “El último avión Convair 240, que podríamos decir es la figura capitana de nuestra LAP que está frente a TAM, en el aeropuerto, tiene que ser recuperado. Como un gesto histórico con el país. Es muy triste que todo esto de nuestro transporte aéreo con LAP haya quedado en el olvido”, dice Gómez de la Fuente.

NULO APOYO ESTATAL

Desde que se instaló el Hotel El Rancho, en la ruta que une Loma Grande con San Ber­nardino, la única visita que recibieron los dueños de las autoridades locales, ya sea municipales o de la gober­nación, es a la hora de cobrar los impuestos. La munici­palidad local ni siquiera ha presentado algún proyecto para hacer del lugar un punto turístico de Loma.

Cada fin de semana, el Hotel El rancho recibe a al menos 900 personas. Cuando se le agrega algún feriado, la can­tidad aumenta. Al menos mil personas cada semana ingre­san a Loma Grande gracias a este recinto, que da trabajo a unas 20 personas.

“De la gobernación no hemos recibido alguna ayuda. Bueno, tampoco es que le pedimos, pero algún gesto por lo menos. Por ejemplo, una vez vinieron los de la Senatur y ellos nos ayudaron con algunos tips para conver­tir el restaurante en un hotel rancho, por lo menos ese tipo de ayuda uno espera cuando hace una inversión de esta naturaleza”, indica Cáceres.

Mientras el Fokker 100 es utilizado directamente para restaurante y también para las clases de aviación para la American Flight School, la idea que tiene Ariel Cáceres con el 707 es que el museo vaya creciendo y se convierta en un referente en el sector, que sea el lugar en donde la aviación paraguaya pueda encontrar su historia y sus raíces.

BUSCANDO NUEVA AERONAVE

El proyecto cercano que tiene Cáceres es comple­tar su museo con otro avión que está a cargo de la Direc­ción Nacional de Aeronáu­tica Civil (Dinac). Se trata de un Convair 240ZP que ya no está siendo utilizado y que también perteneció a LAP en su momento. “Ya hicimos las ofertas, esperamos que la Dinac pueda darnos una respuesta. Queremos sal­var esos objetos que hacen a la historia de nuestra avia­ción; lastimosamente, si no se encara desde el sector pri­vado, parece que es imposible mantener en condiciones y poner a consideración de la gente todo esto”, dice Cáce­res.

OTRO HOTEL

Al parecer, la única forma de resguardar los aviones his­tóricos es a través de la ini­ciativa privada, ya que ni la Dinac ni otra entidad tienen un museo estatal sobre avia­ción. En Coratei, una zona que aman los especialistas de la pesca, ubicada a 12 kilóme­tros de Ayolas, en el depar­tamento de Misiones (a unos 320 kilómetros de Asunción), el hotel y granja Ramonita, propiedad de César Martí­nez Pujol, tiene desde el 2015 un avión Fokker 100 y forma parte del atractivo del lugar.

Tan apasionado por la avia­ción, Martínez Pujol quería tener su propia máquina en uno de sus establecimientos. La maquinaria, que también perteneció a la firma Sol del Paraguay, fue trasladada hasta el lugar en el 2015. En principio se colocó al avión dentro mismo de la estruc­tura del hotel, de tal modo que los visitantes puedan verlo desde muy cerca. Mar­tínez explica que el proyecto actual es hacer habitaciones VIP dentro de la aeronave, que será parte del hotel en un futuro próximo.

Martínez además forma parte del Club Yvytu, una organización afincada en San Bernardino, a unos 30 kilómetros de Asunción, que trabaja en esto de pro­mover la aviación. “El club tiene un pequeño museo de aviones históricos. Por ejem­plo, tenemos ahí el avión que pilotó Silvio Pettirossi –uno de los pioneros de la aviación paraguaya–, sigue estando en vuelo. Es una aeronave que se construyó íntegramente en Paraguay con sus planos ori­ginales”, expone Martínez.

UN AVIÓN EN MI PATIO

En la fracción Laguna Grande, de San Lorenzo, un avión Boeing 707 descansa desde hace varios años en un amplio patio de una casa vecina. En varias oportu­nidades, reporteros de La Nación fueron hasta la casa para obtener mayores datos acerca de quiénes eran los dueños y conocer un poco más de cómo llegó a parar la aeronave hasta la vivienda. Sin embargo, los encargados del lugar respondieron solo las veces que los dueños que­rían hablar al respecto.

Quienes conocen de esta his­toria hablan de un hombre de apellido Aranda como el propietario de este avión. Al igual que el 707, que ahora funciona como museo en Loma Grande, la aeronave de San Lorenzo también per­teneció a LAP. En algunas fotos de archivo se puede ver aún el avión en dicho patio. Hoy día, las malezas y árbo­les casi ya ocultan la enorme máquina.

Hace unos días, el diario Crónica publicó el caso de un avión inutilizado deposi­tado en el patio de una escuela en Chaco’i, cuya comunidad educativa busca convertirlo en una biblioteca para los alumnos y alumnas. Se trata de la aeronave Electra C, que fue depositada hace un par de años en el patio de la Escuela Básica Nº 242 Carlos Fernán­dez de la zona de Chaco’i. Al igual que las otras maquina­rias, esta también perteneció a LAP en su época.

Caacupé, un espacio para la fe y la reflexión, pero también para la crítica social

La festividad de Caacupé es una tradición ya arraigada en la vida del pueblo paraguayo, siendo propicia para la devoción y la conexión espiritual. Con el paso de los años, también ha logrado convertirse en un espacio para la crítica social a través de las homilías y reflexiones.

Por Robert Bourgoing (@robertb_py)

El monseñor Claudio Giménez, quien hasta hace unos años se desempeñaba como obispo de la Diócesis de Caacupé, será recordado siempre por sus contundentes homilías en la misa central del 8 de diciembre.

Ante una multitud de personas provenientes de distintos puntos del país, sumada a los millones de espectadores que seguían la transmisión en vivo a través de la televisión, aprovechaba los minutos de reflexión tras la lectura del Evangelio para dar un mensaje al pueblo paraguayo.

Conjugando el aspecto espiritual con una marcada arista social, Giménez se encargaba de exponer ante la feligresía y las autoridades -quienes, generalmente, acudían en primera fila para esta celebración litúrgica- una serie de consideraciones impregnadas de crítica.

Cada año, los ejes centrales de la homilía giraban en torno a los mismos temas, esto, debido a que, en su mayoría, eran parte de los requerimientos manifestados continuamente por la ciudadanía: inseguridad, falta de acceso a una salud gratuita y universal, corrupción, pobreza y desigualdad social, menosprecio a comunidades indígenas, narcotráfico, por citar solo algunos.

En una charla que habíamos tenido hace unos años en el Santuario de Tupârenda, el hoy obispo emérito me había comentado que los temas para la homilía de la fiesta de Caacupé eran fruto de “la escucha al pueblo”, como resultado de su permanente contacto con devotos que acudían a visitar a la Virgen o en sus recorridos por distintas comunidades de la diócesis.

Luego de asumir el cargo en su reemplazo, su sucesor, monseñor Ricardo Valenzuela, siguió esta misma línea discursiva al introducir los mismos aspectos en la ya tradicional reflexión del 8 de diciembre, aunque con una diferencia sustancial: separó la homilía central del que denomina como “carta al pueblo paraguayo”.

En la primera, Valenzuela opta por contemplar aspectos vinculados netamente a las lecturas y el Evangelio, dotando a su discurso de un toque más espiritual y reflexivo centrado en Cristo, su mensaje de amor y salvación y los temas relacionados con la festividad de la Inmaculada Concepción de María. En la segunda parte (dejada siempre para antes de la bendición final), expone todos los puntos relativos al contenido social, con duras críticas al gobierno y las autoridades, en casi todos los casos.

A lo largo del novenario, los obispos y sacerdotes invitados para celebrar las misas en la Basílica de Caacupé aprovechan el púlpito para hablar sobre Dios y, también, sobre las necesidades del pueblo, sobre sus inquietudes y preocupaciones, sobre aquello que necesita alguna solución urgente, o sobre exigencias que van dirigidas a los administradores del país.

Si bien la práctica de utilizar las homilías para una crítica social no es bien vista por algunos clérigos, hay quienes optan por utilizar estos espacios -aprovechando la masiva afluencia de personas- para dar mensajes claros y contundentes, sin descuidar la arista de la espiritualidad.

Por ello, se puede considerar a Caacupé como un espacio de fe y reflexión, pero también de una fuerte crítica social que, probablemente, seguirá manteniéndose con el paso de los años.

La “locura” de fin de año: cómo lidiar con los problemas de salud mental

Escenas típicas de fin de año son las peleas en el tránsito, discusiones en los comercios, disputas laborales y problemas en general que puedan presentarse en esta época. Ante eso, es importante mantener el cuidado de la salud mental, recurriendo a profesionales y sabiendo cómo lidiar con esas crisis.

Por Juan Riveros (@JuancitoRiveros)

El mes de diciembre en nuestro país, además del ambiente festivo por Navidad y Año Nuevo, también tiene su contraparte en la denominada “locura de fin de año”, donde las personas, al parecer tienen un “inusual apuro” en las calles y en las distintas actividades, ya sean laborales, familiares o de índole social.

Ese apuro lleva a hechos no muy agradables, como la violencia en las calles. Una de las primeras imágenes vistas al comienzo del mes fue una brutal golpiza de un hombre a otro, con un trasfondo pasional. El agresor no aceptaba la nueva relación de su expareja y no tuvo mejor idea que recurrir a los golpes. ¿El resultado?: denunciado y sometido a la justicia.

Ante este tipo de situaciones, que todavía van a darse de aquí al término del 2024, es importante reconocer los problemas de salud mental que están muy presentes en la sociedad y muy en especial en esta época del año.

“Es un periodo de mucha vulnerabilidad en cuanto a salud mental, ya que estamos llegando a fin de año, que es un momento de cerrar proyectos, llegar a plazos, hay mucha reflexión sobre las expectativas cumplidas e incumplidas. Esto hace en general que las personas estén más vulnerables”, comentó al respecto el doctor Aldo Castiglioni, director de Desarrollo de Salud Mental, en comunicación con Universo 970 AM y GEN de Nación Media.

El experto indicó que estas situaciones hacen que se den fácilmente desequilibrios que, en otro momento, no ocurrirían. “Desregularse significa que, ante una escalada emocional, uno actúa impulsado por esa emoción, como, por ejemplo, pelearse en el tráfico”, acotó.

Asimismo, dijo que caer en este tipo de hechos solo traen problemas a corto, mediano o largo plazo. Tal como ocurrió con el caso mencionado, donde el agresor, lejos de solucionar el conflicto, terminó agravando su situación.

El médico señaló la importancia de conocer conceptos de salud mental y autocuidado. “Algo bastante frecuente es que, cuando estamos haciendo cosas fuera del trabajo, igual nuestra mente se está preocupando por lo laboral y otras obligaciones. Hay que agendar los momentos para conectarnos también con las actividades importantes de la vida”, expuso.

Recomendó que, si uno se da cuenta de que le está costando lidiar con ciertas emociones o no está pudiendo cumplir con los compromisos, es importante buscar ayuda a un profesional de la salud mental. Sobre el punto, comentó que el Ministerio de Salud cuenta con un Directorio de Salud Mental, con un link disponible en la página web institucional con acceso a todos los lugares que ofrecen este servicio.

Añadió que es vital saber gestionar mejor ciertas situaciones de la vida y profundizar conocimiento de procesos mentales y psicológicos. “Entender cómo funciona la mente, aumenta la probabilidad de gestionar el día a día. Cuando la mente sabe que te vas a ocupar, deja de molestar”, insistió.

Tomar cerveza para que el bebé nazca rubio: mito con serios riesgos para la salud

Existe una creencia popular que asegura que consumir cerveza durante el embarazo hará que el bebé nazca rubio. Sin embargo, esta idea no tiene ningún sustento científico y representa un riesgo serio para la salud materna y fetal.

En Paraguay, como en muchas culturas, persisten creencias antiguas que se transmiten de generación en generación. Una de las más sorprendentes es el mito de que una embarazada debe consumir cerveza para que su bebé nazca rubio. Aunque puede parecer una idea inocente, es importante aclarar que no tiene ningún fundamento científico y puede provocar graves efectos en la salud materna y fetal.

Según el doctor Robert Núñez esta idea es solo un mito. El especialista señala que el consumo de cerveza no influye en la genética de un bebé ni en el color de su cabello, piel u ojos.

El testimonio del Dr. Rober Núñez

“De todas las cosas que he escuchado en las guardias, esta es una de las que más me ha sorprendido:’¡Tomo cervezas, doctor, para que mi hijo salga rubio!’

El doctor aclara con firmeza: beber cerveza o cualquier tipo de alcohol durante el embarazo no modificará las características genéticas de tu bebé. Ni el color de su piel ni el color de sus ojos ni el color de su cabello”.

Sin embargo, el Dr. Núñez advierte que el consumo de alcohol durante el embarazo puede tener consecuencias muy graves.

Riesgos del consumo de alcohol durante el embarazo

Según estudios médicos de alta relevancia, el consumo de alcohol en el embarazo puede dar lugar a múltiples complicaciones en el desarrollo del bebé. Entre los efectos más graves se encuentran:

-Síndrome Alcohólico Fetal (SAF): Esta condición afecta el desarrollo del bebé y puede causar retraso en el crecimiento, malformaciones faciales y dificultades en el desarrollo cerebral.

-Problemas neurológicos: Las investigaciones indican que el consumo de alcohol aumenta el riesgo de que el bebé presente problemas como déficit de atención, hiperactividad, dificultades en el aprendizaje y problemas emocionales.

-Mayor riesgo de aborto espontáneo, parto prematuro o bajo peso al nacer.

El consumo de cualquier cantidad de alcohol es un riesgo para el desarrollo saludable del bebé, lo que refuerza la recomendación médica de evitar por completo el consumo de alcohol durante el embarazo.

Según la prestigiosa revista médica Mayo Clinic, el consumo de alcohol durante la gestación es una de las principales causas prevenibles de discapacidades de desarrollo infantil, incluso pequeñas cantidades de alcohol pueden tener consecuencias negativas, ya que no existe un nivel seguro de consumo durante el embarazo.

Por ello, la recomendación médica es evitar completamente el alcohol durante la gestación para proteger la salud materna y la del bebé.

¿Por qué algunos bebés nacen rubios?

El mito de que la cerveza puede hacer que un bebé nazca rubio es una creencia errónea, ya que el color del cabello está determinado por factores genéticos.

El color rubio es resultado de una combinación genética entre ambos padres, en donde intervienen varios genes específicos relacionados con la pigmentación.

Algunos factores que pueden determinar que un bebé nazca rubio incluyen:

-La presencia de alelos específicos heredados de los padres, es decir, versiones de una secuencia genética que se heredan de los progenitores. Cada persona hereda dos alelos de cada gen, uno del padre y otro de la madre.

-Antecedentes familiares en donde exista una predisposición genética para el color rubio.

-Mutaciones genéticas que afectan la producción de melanina, el pigmento responsable del color del cabello y los ojos.

Por lo tanto, el color del cabello de un bebé está determinado por genética y no por el consumo de ningún alimento o bebida durante el embarazo.

El Dr. Robert Núñez y otros expertos en salud recomiendan con énfasis: “cero alcohol durante el embarazo.” El bienestar del bebé depende en gran medida de los hábitos y elecciones de la madre durante la gestación. El consumo de alcohol, incluso en pequeñas cantidades, puede tener efectos irreversibles en el desarrollo fetal.

“¡No pongas en riesgo la vida de tu bebé por creencias sin evidencia! Si tienes dudas o estás embarazada, consulta siempre con un profesional de la salud para tomar las mejores decisiones para ti y tu bebé. Cuidar la salud es el primer paso para un futuro más seguro y lleno de posibilidades”, puntualizó el doctor.