Testimonios de la Sargenta (III): la vida en Brasil y el retorno al Paraguay

El despojo no se detuvo, mutó. Los contados supervivientes de la Guerra Grande tuvieron un desafío aún mayor: sobrevivir ante la miseria reinante en un Paraguay arrasado. En esta tercera entrega abordaremos la dura vida de la ‘Sargenta’ con su “hombre brasilero” en el Matto Grosso y el reencuentro con los hijos que dejó en Asunción.

Por Gonzalo Cáceres – periodista

-TESTIMONIOS DE LA SARGENTA (I): la mujer, el corresponsal y la caída de Cerro Corá-

-TESTIMONIOS DE LA SARGENTA (II): “La semilla de nuestros hombres debía sobrevivir”-

Retomamos la versión de Stephen Bonsal, el corresponsal estadounidense que publicó el artículo When War Was War in Paraguay en 1929 -17 años después de su visita a Asunción- en tributo a un pueblo martirizado.

La Sargenta, que por entonces (1912) rondaba ya los 70 años de edad, retomó su raciocinio ya “más tranquila” -quizá convencida de no ser juzgada por sus decisiones- al momento de hablar de su estadía en tierra brasileña, donde llegó tras el soldado brasileño que la tomó por concubina, para huir de la difícil situación que se vivía en el desolado Paraguay.

“Yo hablé francamente con mi hombre. Le dije que podía quedarme con él apenas un año o tal vez dos, pensando que en aquel período ellos (sus hijos que permanecieron en Asunción) aprenderían a cuidarse a sí mismos”, prosiguió la entrevistada.

La Sargenta comentó que -considerando las dificultades del momento, acompañarse de un soldado “macaco” era la “mejor estrategia”, ya que estos gozaban de doble paga por prestar servicios en el extranjero. Sin embargo, grande fue su sorpresa.

“¿Pero saben ustedes cuál otra mala fortuna nos pasó ahora? Cuando llegamos a Corumbá, meses más tarde, y fuimos a obtener la subvención, los pagadores militares nos dijeron ‘pues, ya ahora se encuentran en el Brasil, y no hay más paga de guerra’. Esto vino como un relámpago. Nunca habíamos pensado en esto”, contó.

El cese de los beneficios afectó al hombre, que descargó toda su impotencia en la paraguaya. “Pasó una semana y mi hombre se puso muy frustrado. Me pegó más de lo que era su costumbre, pero pude ver que no estaba borracho. No bebió nada. Siempre estuvo al borde de decirme algo pero no pudo hasta un día”.

Bonsal explica que la Sargenta se exaltó al recordar este episodio. ‘Su’ brasileño se dirigió a ella como un ser sintiente, por primera vez desde que mantenían aquella deformada relación. “(El soldado) se dirigió a mí suavemente, y comenzó a decir. ‘Celá, te has estado preguntando por qué estoy pegándote sin estar borracho. Pues, es que de esta forma será más fácil separarnos, porque es imposible ahora mantener a una mujer sin la paga de guerra. Debo economizar y además las negriñas aquí que tienen sus propios parches de jardín serán más económicas’ y entonces  me dijo ‘siempre estás pidiendo dinero, dinero de plata con anillos. Ningún dinero de papel para Celá’. Y con esto me dio una bofetada en la cara con la correa de su bandolera. Pensé que estaba listo para matarme, y me arrodillé ante él y le dije ‘Recuérdate que estás matando a la mujer que te dio la criatura negra con cabello rizado”.

Aquella declaración le salvó la vida. El soldado puso fin a los abusos y le dirigió la palabra por última vez. “Esto sí lo recuerdo, Celá, y es por esto que no estoy bebiendo. Aquí te doy todo el dinero que he guardado de la cocina y del bar. Tómalo y vete río abajo lo más rápido posible, porque no hay más paga de guerra, y está por venir de nuevo los tiempos de hambre para las altas mujeres guaraníes con su cabello liso”.

“RÍO ABAJO”

La Sargenta sintió “un inmenso alivio” al ser “liberada” por el soldado brasileño, libre para intentar volver a su patria, o a lo que quedaba de ella. “Me deslicé a bordo de una chata esa misma noche hundiéndome hondamente, poniéndome hondo entre varios tercios de yerba, me fui escondida por días enteros mientras que el buque descendía el río. Guardé el dinero que me ha dado mi hombre porque quise llegar a casa todavía con plata en mi bolsillo”.

La travesía fue especialmente dura, más al tratarse de una desamparada mujer paraguaya en plena huída del sur brasileño. “Un día el capataz (del barco), mirando entre los tercios, me descubrió, pero no dijo nada. Y al final, después de un tiempo, los naranjales del Paraguay asomaron a mi vista”.

Bonsal indica que en este punto la Sargenta, que parecía tener ganas de contar más, se excusó y le puso fin a su historia. Ya no le interesaba remover el pasado. “Y con esto ya estuve en mi hogar con dinero, y allí estaban mis hijos, ya altos y crecidos, listos para trabajar. Les puedo contar que no me sentí desagradecida. Me fui a la Catedral esa noche con la cabeza inclinada y puse una enorme vela de cera en frente de la imagen de Nuestra Señora de Dolores, quien me ha guardado de tantos peligros. De las que quedaron en el norte, en el Brasil, pocas volvieron. Las criaturas de la guerra fueron salvadas, pero las madres, la mayoría de ellas, murieron de hambre a centenares de millas de distancia, hacia el Mato Grosso”.

ÚLTIMA REFLEXIÓN

Antes de despedirse de su impresionante anfitriona, Bonsal preguntó sobre el futuro del Paraguay, muy agitado por aquellos años a raíz de las luchas internas y los recurrentes enfrentamientos entre las distintas facciones políticas, serviles a caudillos surgidos tras la Guerra.

“La paz sí va a venir al Paraguay, si Dios quiere; pero ayudaría al Todopoderoso si el Jefe Supremo fusilara a todos esos hombres arrogantes que llevan botas de cuero y a todas estas chicas que tienen diamantes en su cabello negro en vez de las rosas amarillas que usaban nuestras madres. Son estas cosas que vuelven locos a los hombres, haciendo que olviden a Dios”.

La Sargenta continúo con voz más optimista. “En cualquier caso, hay un mejoramiento; por lo que he escuchado. La paz vendrá al Paraguay cuando Dios lo mande”.

 

Nota del autor: Transcripción de la traducción del artículo original publicado en la revista Estudios Paraguayos; Vol XXXV, No 2 (Año 2017), editada por la Universidad Católica de Asunción (UCA), entrega del historiador norteamericano Thomas Whigham, especialista en la Guerra Grande-.

Alerta sobre explosiva mezcla: un cóctel muy riesgoso para la salud

La mezcla de bebidas alcohólicas con energizantes, muy popular entre los jóvenes, puede ser muy peligrosa, ya que aumenta el riesgo de intoxicación, comportamientos arriesgados y efectos negativos en la salud.

La combinación de alcohol con energizantes se convirtió en una tendencia entre los jóvenes, debido en parte a la percepción de que los energizantes pueden contrarrestar los efectos sedantes del alcohol, lo que lleva a una sensación de estar más alerta y en control. Esto, reforzado por la publicidad y el marketing.

En la búsqueda de experiencias intensas y emocionantes, los jóvenes creen que este cóctel permite disfrutar de la fiesta por más tiempo sin experimentar la fatiga asociada al consumo de alcohol. Sin embargo, muchos desconocen los peligros que hay detrás de esta riesgosa práctica.

Los estimulantes de la cafeína en los energizantes pueden enmascarar los efectos sedantes del alcohol, lo que lleva a una falsa sensación de sobriedad. Esto puede resultar en un consumo excesivo de alcohol y un mayor riesgo de intoxicación. Además, la combinación de alcohol y cafeína puede aumentar el riesgo de comportamientos arriesgados o impulsivos.

La doctora Nilda Villalba, directora del Centro Nacional de Toxicología, reconoció que la combinación de bebidas alcohólicas con energizantes es una mezcla explosiva. Esto, a raíz de que las personas pierden la noción de los síntomas depresivos que el alcohol normalmente ocasiona en el organismo. Se trata de un “cóctel riesgoso para la salud”.

La experta resaltó que el alcohol es un depresor del sistema nervioso central y las bebidas energizantes, por el contrario, son estimulantes. Por ello es que, las bebidas energizantes enmascaran los síntomas depresores del alcohol y hacen que las personas consuman de una manera engañosa.

Dentro de los componentes que poseen los energizantes sobresalen la cafeína, vitaminas, guaraná y son varias sustancias que se van mezclando para brindar esa característica particular de dar energía al organismo, según detalló a la radio 650 AM.

“Debemos estar preparados para afrontar las complicaciones que pueden darse por esa mezcla. Se desaconseja el consumo de estos productos en personas que están con problemas cardíacos, que sufren de hipertensión, las embarazadas, los diabéticos y los menores de 16 años. Los adolescentes están en una etapa de reconocimiento de los límites que tienen, entonces esos límites fácilmente se van de un extremo a otro, es por eso que desaconsejamos el consumo de esta mezcla”, subrayó.

Por su parte, el médico pediatra Robert Núñez había mencionado que los energizantes son la segunda sustancia más consumida por la franja etaria de entre 13 y 17 años, después del alcohol. Mayormente, los adolescentes consumen por curiosidad, y tres de cada cuatro menores de edad hacen la peligrosa mezcla de ambas sustancias.

Si bien es importante resaltar que esta mezcla no está prohibida (consumo del alcohol solo en mayores de edad), se deben conocer cuáles son los efectos nocivos de la misma en el organismo, de modo a evitar alguna complicación y desgracia que lamentar.

Estrella Roja: el socialismo marciano de Bogdánov

Podemos decir que Aleksándr Bogdánov fue un adelantado a su tiempo. En 1908 publicó Estrella Roja, una entretenida novela de ciencia ficción de inspirada naturaleza marxista, con la que se adelantó casi una década a las traumáticas revoluciones de febrero y octubre de 1917; que desembocaron en la llegada del Partido Bolchevique al poder en Rusia, el fin de 300 años de gobierno de los Románov y el posterior nacimiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Por Gonzalo Cáceres-periodista

Alexander Alexandrovich Bogdánov (1873-1928) fue un revolucionario comunista bielorruso de múltiples talentos: escritor, médico, economista, científico y filósofo, también se formó en psiquiatría. Fundador del Partido Bolchevique, y de influencia significativa en el desarrollo de la teoría marxista en Rusia, ostentó una reconocida militancia política y el estrecho contacto que tuvo con Vladimir Lenin, al tiempo de evidenciar su relación con los más radicales movimientos obreros.

Pese a sus grandes aportes filosóficos, científicos y a las letras, Bogdánov no tuvo la misma repercusión en Occidente que la que sí vieron los monstruos de la literatura rusa como León Tolstói y/o Fiódor Dostoyevski, a razón -principalmente- de las escasas traducciones de sus novelas y otros escritos.

Pero hablemos de Estrella Roja, su principal y más conocido trabajo.

MARCIANOS COMUNISTAS

Estrella Roja aborda una serie de cuestiones políticas que reflejan los debates de la convulsa época en que fue escrita. El libro abraza al socialismo como ideal utópico, la lucha de clases y la revolución como temas de fondo, y una crítica al capitalismo y al papel del individuo en la sociedad socialista.

Precursora de la ciencia-ficción soviética, Estrella Roja se erige como una suerte de ventana por dónde observar el idealismo de la entonces incipiente era de las revoluciones industriales en la lúgubre Rusia de los zares que, tras la eclosión de las revueltas incitadas por los soviets, dio lugar a la redefinición de las clases sociales, lo que concibió una nueva relación con los medios de producción, la ciencia, la tecnología y la literatura.

El libro conjuga dos rasgos fundamentales y necesarios para la literatura de su época y de nuestros días: la imaginación y la utopía, porque además de fungir de testimonio político de su autor, también es considerada por los críticos como una de las primeras novelas sobre exploración espacial.

Bogdánov plasmó su visión de un futuro basado en la concepción de la igualdad social.

La trama se desarrolla en un futuro distante donde la humanidad pegó el salto tecnológico y emprendió la colonización de Marte. La historia sigue el viaje del ingeniero Leonid, quien llega al ‘planeta rojo’ y se sumerge en la sociedad marciana, que difiere significativamente de la que continúa en la Tierra.

La civilización humana en Marte alcanzó un estadio sin división de clases, donde todos sus miembros contribuyen según su capacidad, y reciben según necesiten; un sistema de características propias como ser, la economía planificada, el unipartidismo y la férrea dirección de las relaciones interplanetarias, lo que en la actualidad podemos interpretar como socialismo en la más exorbitante fase.

De forma intrínseca, Bogdánov reflexiona sobre la naturaleza de los humanos y el progreso social, y expone la forma -idealista- en que el socialismo puede transformar las relaciones y crear un mundo sin abusos de las clases dominantes, a priori más justo y equitativo, sin la odiosa brecha económica.

A través de Leonid, el lector atestigua una civilización humana harta de innovaciones con repercusión en el transporte, la generación y suministro de energía (ya trata, por ejemplo, la idea de sustituir los combustibles fósiles por fuentes renovables) y las comunicaciones, y con una medicina tan avanzada que las enfermedades graves son de extrema rareza y la longevidad moneda corriente, con novedosos procedimientos quirúrgicos y de diagnóstico.

Estrella Roja gozó de popularidad luego de plasmarse la Revolución Rusa y con la llegada de las generaciones soviéticas que vivieron los insistentes intentos de la URSS por desarrollarse como potencia mundial (la afamada carrera armamentista y espacial).

A Bogdánov se le reconoce explotar ideas hasta exageradas para su contexto, de ahí su importancia para la literatura universal. Estrella Roja permeó en menor o mayor medida en grandes novelas posteriores como Marte Rojo (1992) de Kim Stanley Robinson, Los Desposeídos (1974) de Ursula K. Le Guin, el Hombre de Marte (1946) de Stanislaw Lem y hasta hay quien asegura que el mismísimo Isaac Asimov se vio influenciado para la serie de la Fundación (1961-1993).

TRÁGICO FINAL

Después de la revolución, Bogdánov se centró en el trabajo en biología y medicina. En 1926 encabezó el primer instituto en el mundo de transfusión de sangre, lo que terminó en su trágico y evitable final.

Bogdánov falleció el 7 de abril de 1928 a raíz de una infección que contrajo tras un fallido experimento médico con transfusiones de sangre (dicen que recibió volúmenes de diferentes jóvenes en un intento de dar pie a su teoría del ‘colectivismo fisiológico’), lo que generó interés y debate a lo largo del tiempo (terminó como ejemplo en las grandes universidades).

Aunque su obra literaria y científica sigue siendo relevante, aquel experimento final y su resultado fatal marcaron su legado.

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Bolardos en San Lorenzo: protección para ciclistas, dolor de cabeza para automovilistas

San Lorenzo fue escenario de llamativos percances automovilísticos semanas atrás, específicamente en la avenida Victorio Curiel, donde los protagonistas no fueron precisamente los conductores, sino unos bloques de cemento conocidos como “bolardos”, colocados para dividir la bicisenda, pero ¿para qué realmente sirven?

Imprudencia, falta de atención y alta velocidad, los factores que, sobre esta avenida situada en Capilla del Monte causaron los reiterados accidentes donde los bolardos provocaron graves daños materiales.

Los bolardos se encuadran dentro del mobiliario urbano, y son los elementos que sirven para realizar delimitaciones de espacios, ya sean fijos o temporales. Muy útiles para limitar el acceso de vehículos y que los conductores sepan cuando se están aproximando a algo con lo cual, si colisionan, podrían generar accidentes.

Accidente con bolardos en Vittorio Curiel.Accidente con bolardos en Vittorio Curiel.

La Arq. Evelyn Madelaire de la Municipalidad de San Lorenzo explicó que estos delineadores tubulares, bolardos, fueron instalados en esa avenida para lograr una mayor seguridad vial, a fin de que los conductores puedan captar los obstáculos que tienen para circular, en este caso, una bicisenda.

“Los bolardos por definición son elementos que cumplen dos objetivos, en primer lugar, segregar, es decir, dividir lo que es el tránsito vehicular de la bicisenda. Y en segunda instancia, proteger, dar seguridad a los usuarios en mayor situación de vulnerabilidad, en este caso, el ciclista”, expresó durante una entrevista en el canal GEN/Nación Media.

Bolardos de cemento. Foto: Nación MediaBolardos de cemento. Foto: Nación Media

Vittorio Curiel es una avenida urbana que pasa por una zona residencial y una mixta, no es una autopista. La arquitecta indicó que, en ese trayecto, los vehículos circulaban a 80 km/h e incluso más, cuando deberían ir a 40km/h. Ante esto, se colocaron los bolardos.

Sin embargo, la alta velocidad todavía juega una mala pasada a los conductores que circulan por esa zona.

Apenas días después de que se colocaran estas barreras de cemento, dos automóviles atropellaron y destruyeron, no solo sus vehículos, sino también los bolardos hechos de hormigón. Uno circulaba a alta velocidad, el otro intentó adelantarse.

Cabe recordar que, la avenida Vittorio Curiel no es precisamente un trayecto en el que se pueda circular en doble fila, por lo que, insisten en respetar los límites de velocidad permitidos.

Sobre Vittorio Curiel no se puede circular en doble fila. Foto: Nación MediaSobre Vittorio Curiel no se puede circular en doble fila. Foto: Nación Media

¿Cumple o no cumple su función?, estamos viendo que sí cumple su función. Lamentablemente, para ciertos automovilistas, con perjuicio material. Cumple la función de proteger, nosotros no inventamos, no son precisamente necesarios para hacer funcionar una bicisenda, pero se usa”, finalizó Madelaire.

La Municipalidad de San Lorenzo está trabajando en un plan de educación y seguridad vial para que la ciudadanía pueda entender la funcionalidad de los bolardos. Así se buscará evitar que más conductores tengan que lamentar el perjuicio inmenso a sus rodados.