Demuelen casa de uno de los grandes escritores de ciencia ficción

La demolición de la casa de Ray Bradbury quien fuera uno de los grandes escritores de ciencia ficción (Crónicas Marcianas y Fahrenheit 451, entre los más conocidos) causó consternación en el ámbito cultural de Estados Unidos.

Por JOHN ROGERS, Associated Press

LOS ANGELES (AP) — La casa amarilla con grandes ventanas en saliente donde el escritor vivió y trabajó durante 54 años no fue el primer monumento histórico demolido en Los Angeles. El Hotel Ambassador, donde fue asesinado Robert Kennedy en 1968, por ejemplo, alberga hoy una escuela pública.

Pero de todos modos, en una ciudad en la que nada parece durar demasiado, la destrucción de la casa de Bradbury resultó inesperada, en parte porque el individuo que la tiró abajo es uno de los arquitectos más prominentes de Los Angeles y porque la ciudad está enfrascada en lo que las autoridades describen como el estudio de los monumentos históricos más ambicioso jamás hecho por urbe alguna.

Cuando se termine el año que viene, se habrán catalogado los 880.000 edificios de la ciudad, dándole a los planificadores urbanos una mejor idea de lo que es importante. “Estamos cada vez en mejores condiciones de saber cuáles son nuestros recursos históricos y dónde se encuentran”, comentó Ken Bernstein, director de la Oficina de Recursos Históricos de la ciudad.

Irónicamente, la casa de Bradbury, ubicada en un barrio tranquilo de clase alta llamado Cheviot Hills, era una de las estructuras que ya habían sido catalogadas, pero de todos modos su importancia histórica fue ignorada.

Ello no debería sorprender, según el arquitecto Ken Breisch, de la Universidad del Sur de California (University of Southern California).

Si bien se encontraba en un barrio donde vivieron por años Lucille Ball, Jonah Hill, el ex gobernador estatal Pete Wilson y otras personalidades, la casa de Bradbury parecía una del montón, igual que la mayoría de las viviendas construidas en California en la década de 1930.

“Los planificadores no hubieran sabido que esta era una casa que había pertenecido a Ray Bradbury. Para ellos no hubiera significado nada de todos modos”, sostuvo Breisch. “No es fácil identificar propiedades asociadas con ciertos individuos o con episodios importantes, como sucede con una propiedad con una arquitectura relevante”.

De todos modos, agregó, no debió haber sido demolida.

“Ray Bradbury es probablemente uno de los autoras más importantes y más populares que han trabajado en Los Angeles”, manifestó, añadiendo que hay abundantes precedentes que justifican preservar la casa de alguien importante.

En el 2008, por ejemplo, luego de meses de agrios debates, la ciudad declaró monumento histórico el modesto bungalow de Hollywood donde alguna vez vivió el poeta Charles Bukowski, a pesar de que estaba en muy mal estado.

La vivienda sigue de pie, junto a más de 1.000 edificios declarados monumentos históricos, que van desde San Fernando Rey, construida en 1797, y varias otras misiones españolas de California, hasta el Chateau Marmont, el hotel de la calle Sunset Strip donde murió John Belushi de una sobredosis de drogas en 1982.

La casa de Bradbury probablemente estuvo a pocos días ser incluida en esa lista.

El actual propietario de la vivienda, Thom Mayne, consiguió un permiso de demolición el 5 de enero, según Bernstein. Siete días después entró en vigor una nueva ordenanza municipal que requiere que toda persona que quiera demoler un edificio de más de 45 años notifique primero a las autoridades municipales y a los vecinos.

Una notificación de ese tipo, indicó Bernstein, seguramente hubiera generado una vista pública en la que los admiradores de Bradbury hubieran podido pedir que se preservase la casa.

No fue posible entrevistar a Mayne para este despacho, pero el hombre dijo al portal de la editorial Melville House que le pareció que se trataba de una vivienda “ordinaria”. Las condenas que recibió lo tomaron por sorpresa. “Tal vez soy medio inocente, pero ha sido algo muy molesto”, agregó el hombre, quien recibió el Premio Pritzker, máximo honor en el campo de la arquitectura.

Mayne, quien diseñó notables edificios modernistas como el Federal Building de San Francisco, dijo que planea homenajear a Bradbury con un muro alrededor de su nueva vivienda que listará sus obras.

Si bien Bradbury escribió su libro más famoso, “Fahrenheit 451”, antes de instalarse en Cheviot Hills, todo lo que publicó desde fines de los años 50 hasta su muerte en el 2012 lo compuso en la oficina que instaló en el sótano de esa casa, de acuerdo con Jonathan Eller, director del Centro de Estudios de Ray Bradbury de Indianápolis.

Breisch se muestra reticente a criticar a Mayne por demoler la casa de Bradbury, pero dice que el arquitecto no parece haber analizado bien lo que hizo.

Al mismo tiempo, indicó, “la demolición de la casa de Bradbury puso el tema sobre el tapete en Los Angeles”.

“Creo que está empezando un nuevo debate y que la gente le prestará más atención a estas cosas en el futuro”.

“Escrito en tierra” se exhibe en el K Espacio de Arte y Naturaleza

La exposición realizada en K Espacio de Arte y Naturaleza recorre la última creación expresiva de Noelia Buttice, condensando investigaciones pasadas y actuales.

Se trata de una muestra de la evolución de Noelia Buttice con la forma en que utiliza la escultura, el dibujo, la pintura o el video: lenguajes como herramientas para comprender la realidad de nuestra experiencia en y con la tierra. Una clara fascinación por el entorno natural sin romanticismos relamidos y una crítica firme ante la conducta humana que lo condena a desaparecer.

Esta exposición fue habilitada el pasado 12 de abril en el K Espacio de Arte y Naturaleza (Santa Rosa 586 y España), con Fernando Moure como curador. Estará disponible hasta el 16 de mayo, de martes a sábados, entre las 16:00 y las 20:00.

Como parte del vocabulario del mundo físico inventado por la artista Noelia Buttice para el proyecto “Escrito en tierra”, se puede contemplar un rico conjunto de motivos resueltos mediante formas miméticas de la naturaleza.

Rotundamente abstractos y de aires arcaicos, los trabajos elaborados con materias y pigmentos rupestres despliegan concavidades, vacíos, calcos, relieves zoo y fitomorfos, emplazados sobre la tierra, el metal o el pixel.  Marcas, cuentas, ideogramas, caligrafías, cerámicas quebradas se ofrecen para comprender esta intrahistoria fictiva de la tierra y sus suelos.

Como creadora, Noelia Buttice puede abordar temas complejos, o la relación entre ellos desde una definida abstracción formal, apelando a la ilusión de un código lingüístico imaginado, modelando una fantasía previa a la cultura humana.

La exposición propone una exploración inmersiva del tiempo, a la identidad esencial e inasible del planeta y de sus tierras, aguas, animales y vegetales.

El dominio de las técnicas de Noelia ha dado vida a una treintena de nuevas obras cautivadoras, cada una de las cuales es un testimonio de su largo oficio en la escultura, el dibujo, la pintura y los nuevos medios.

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¿Bethania Borba accionará contra fotógrafo tras polémica edición?

El abogado de la influencer Bethania Borba ya se contactó con el fotógrafo Josué Otazú luego de la polémica que se generó en redes por el trabajo de edición que realizó el profesional a las imágenes de una campaña de la exreina de belleza.

Bethania Borba desató polémica por criticar públicamente la edición que realizó Josué Otazú para su imagen. Se trata de una campaña que realizó la también modelo hace ya dos años para la revista Aleiram Chic, pero que se volvió a viralizar luego de que el fotógrafo compartiera recientemente el detrás de cámara de la producción.

Invitado al programa, Aire de Todos, de Montecarlo FM y el canal GEN, Josué Otazú se mostró sorprendido por la reacción de Bethania Borba a la publicación.

Según comentó el profesional, la exreina de belleza prefirió comentar el posteo criticando públicamente su edición, “denigrando” su trabajo, antes de contactarlo personalmente.

“Luego ella me escribió al privado pidiendo que baje la publicación. Si hubiera hecho esto antes de dejar el comentario, sin ningún problema lo hubiera hecho”, expresó. Ya esta tarde, el abogado de la influencer se contactó con el profesional.

Fue en este contexto que Otazú explicó que, como profesional, tiene contrato con la productora que hizo la campaña de Bethania Borba para Aleiram Chic. De ahí que la decisión de lo que pasará con el posteo de la polémica edición no recae exclusivamente en él.

Es la gente de la revista la que tiene los derechos. Ella firmó con ellos. A quien corresponde decidir eso (lo que pasará) es a la revista”, agregó.

El fotógrafo explicó que su única intención con el posteo era mostrar el despliegue que conlleva esta clase de producción y realizar un estudio acerca de lo que prefieren sus seguidores. “Sé que el arte es subjetivo. A algunos les puede gustar (con edición) y a otros no)”, añadió.

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“Secuestro del vuelo 601″: habrá charla para debatir sobre ausencia de paraguayos

El actor nacional Marcos Díaz realizará este domingo 21 de abril a las 20:00 (hora paraguaya) una transmisión en vivo con su par argentino Alián Devetac, protagonista de la miniserie “Secuestro del vuelo 601”.

El encuentro virtual entre ambos actores se da tras la polémica que generó la miniserie por la ausencia de actores paraguayos en la historia que retrata cómo los compatriotas Eusebio Borja y Francisco Solano López raptaron un avión en 1973.

A través de la cuenta de Instagram de Marcos Díaz (@marcosdiazvillalba), se podrá acceder este domingo a las 20:00 (hora paraguaya) a la transmisión en vivo donde el actor paraguayo conversará con su colega argentino Alián Devetac sobre los detalles de la producción, que sigue causando revuelo.

Según comentó Díaz a HOY/Nación Media, el actor argentino está consciente del enojo del público por la ausencia de actores paraguayos en el elenco y se mostró dispuesto a debatir sobre la polémica, en el marco del respeto.

La ficción protagonizada por los argentinos Valentín Villafañe y Alián Emmanuel Devatac cuenta con 6 capítulos, donde se desarrolla la historia de los paraguayos Eusebio Borja y Francisco Solano López.  La miniserie se rodó en Colombia.

Ambos compatriotas secuestraron en 1973 un avión colombiano exigiendo el pago de 200.000 dólares. Este caso se trató de uno de los episodios más relevantes de la historia de la aviación internacional y duró unas 60 horas.

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