Kimberly Ayala, primera abogada trans en Paraguay
Kimberly Ayala, la joven a quién la Corte Suprema de Justicia le impedía jurar como abogada por ser trans, finalmente lo hizo la mañana de este lunes. Su caso es histórico en Paraguay.
Hace cinco años, Ayala finalizó la carrera de derecho pero la Corte Suprema de Justicia no reconocía su identidad de género, por lo que no le permitió jurar ni acceder a su matrícula.
El hecho despertó una indignación ciudadana y generó una campaña intensa en redes sociales impulsada principalmente por la comunidad diversa y feminista con apoyo de organizaciones a favor de los derechos humanos.
Precisamente, gran cantidad de personas se reunió esta mañana frente al Palacio de Justicia, tras la convocatoria denominada “Birretes Al Aire”.
Las críticas a la Corte tuvieron resultado positivo y Kimberly juró esta mañana a las 11:00.
Su logro representa un hito en Paraguay al ser la primera persona trans cuya identidad de género es reconocida por la Corte, por lo tanto es también la primera abogada trans paraguaya.
Tras su juramento, Kimberly expresó su felicidad en redes sociales y mencionó que finalmente podrá celebrar lo que considera una victoria para todos la población.
¡Birretes al aire por Kimberly! #KimberlyDebeJurar #MasAmorMenosOdio pic.twitter.com/D3XdXug0fD
— Diversxs Alto Paraná (@DiversxsAP) November 9, 2020
Cortometraje “El Rayo” satiriza prejuicios sobre la comunidad LGBTIQ+ en Paraguay
El cortometraje paraguayo “El rayo”, satiriza los prejuicios sobre población LGBTIQ+ en nuestro país. El mismo es dirigido por la artista, Sonia Moura, y prepara su proyección para el 21 Festival Internacional de Cine LesBiGayTrans.
Con guion y dirección de la actriz, gestora cultural y realizadora audiovisual paraguaya, Sonia Moura, “El Rayo” es una comedia en formato de falso documental que sigue a una documentalista bisexual obsesionada con descubrir el origen de su orientación sexual, el cual atribuye a un misterioso “rayo homosexualizador”.
“A través de entrevistas desopilantes, teorías conspirativas y argumentos pseudocientíficos, el corto despliega humor y sátira para cuestionar prejuicios y reírse de los temores sociales en torno a la diversidad”, menciona la sinopsis.
Sonia Moura, directora de “El Rayo”
El estreno oficial tuvo lugar en La Serafina (Eligio Ayala, 907), espacio cultural feminista y disidente de Aireana, organización en defensa de los derechos de las lesbianas, que apoyó en la producción de la obra audiovisual.
Más de 100 personas pudieron disfrutar de de una noche de cine, reflexión y celebración, que también contó con la proyección de “El búnker”, también producción de Aireana y dirigida por Moura.
Ambientada en un futuro distópico, narra la vida de personas LGBTQ+ (lesbianas, gays, bisexuales, trans, queers y más) refugiadas en un búnker tras la prohibición del habla, comunicándose por telepatía en una sátira mordaz sobre la represión y la libertad.
Más de 100 personas disfrutaron del estreno de “El Rayo”.
El estreno de “El rayo” se dio en el marco del mes internacional contra la LGBTIQfobia. La siguiente función del corto será en el 21 Festival Internacional de Cine LesBiGayTrans, a desarrollarse del 26 al 30 de agosto próximos.
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Trans no podrán participar en competiciones femeninas en Inglaterra
Las mujeres transgénero no podrán participar en las competiciones femeninas de fútbol en Inglaterra “a partir del 1 de junio de 2025”, anunció este jueves la Federación Inglesa de Fútbol (FA), una modificación ligada a una reciente decisión de la justicia sobre la identidad de género.
Londres, Reino Unido
La Federación Escocesa de Fútbol tomó una decisión similar, también motivada por la aplicación de esta decisión por parte del Tribunal Supremo del Reino Unido, que el 16 de abril desarrolló la definición legal de una mujer en base al sexo biológico.
La modificación del reglamento entrará en vigor “a partir del 1 de junio de 2025” en Inglaterra y “a partir de la temporada 2025/26” en Escocia, precisaron las federaciones en comunicados distintos.
Si “nuestro papel es hacer que el fútbol sea accesible para el mayor número posible de personas”, escribió la Football Association (FA), garantía de las leyes del fútbol en Inglaterra, “corresponde cumplir con los textos en vigor legal”, precisó.
“Entendemos que esto será difícil para las personas que simplemente quieren practicar el deporte que aman, con el género con el que se identifican”, añade el organismo.
Y asegura que contactará “con las mujeres transgénero registradas” en la federación para “explicarles los cambios” y la manera en que “pueden continuar” practicando su deporte.
La Scottish FA “proporcionará consejos sobre la implementación de la política actualizada, incluidas sobre las oportunidades de participación adecuadas para las personas transgénero, antes de que la medida entre en vigor al comienzo de la nueva temporada”.
La decisión del Tribunal Supremo del Reino Unido puso fin a una batalla legal de cuatro años entre el gobierno escocés, muy comprometido con los derechos de las personas transgénero, y la asociación ‘For Women Scotland’.
“La decisión unánime de este tribunal es que los términos ‘mujer’ y ‘sexo’ en la ley de Igualdad de 2010 se refieren a una mujer biológica ya un sexo biológico”, dictaminaron los cinco magistrados de la más alta instancia del país.
En su decisión, emitida el 16 de abril, afirman principalmente que es legal excluir a las mujeres transgénero de ciertos espacios reservados para mujeres -como centros de alojamiento o en hospitales- si se considera “proporcionado”.
© Agencia France-Presse
El costo humano de la cruzada antitrans de Trump
Lorelei Crean, de 17 años, se la pasa visitando universidades, terminando trabajos escolares e intentando disfrutar de las vacaciones de primavera como cualquier adolescente estadounidense.
AFP
Pero la ofensiva del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra los derechos de la comunidad LGBTQ en sus primeros 100 días de gobierno, ha obligado a Crean, que es trans, a convertirse en activista a tiempo completo.
“Ha sido demasiado. Siento que voy a algo cada semana”, dice, mientras enumera la larga lista de mítines y eventos organizados para protestar contra Trump, que gobierna a golpe de decretos presidenciales.
En poco más de tres meses, el republicano ha dado al traste con los modestos avances en materia de derechos de las personas trans y las protecciones que había logrado esta pequeña comunidad en sus lugares de trabajo, el mundo académico y las instituciones federales.
El mes pasado, Trump emitió una orden ejecutiva que exige a las instituciones que reciben subvenciones federales para investigación o educación que pongan fin al tratamiento para cambio de género para menores de 19 años, y ordenó a su nuevo secretario de Salud que haga todo lo posible para acabar con esta práctica.
Una de las primeras medidas de Trump fue suspender la emisión de documentos con una “X” en la casilla de género neutro.
En enero, Trump decretó que “sólo hay dos géneros: masculino y femenino”.
A Crean, hace poco, le llegó por correo su nuevo certificado de nacimiento “con una ‘X’ en el pasaporte de género”. “Así que ahora todos mis documentos legales tienen una X”, señala.
“Mi existencia está en cierto modo en contradicción con la declaración de Trump”, afirma Crean en un parque cerca de su casa en el barrio de Washington Heights de Manhattan.
Trump ha intentado prohibir que las personas transgénero sirvan en el ejército, borrar las referencias a las personas trans en los consejos oficiales de viaje y castigar a los estados que permiten la participación de competidores trans en el deporte.
- “Hacer algo” -
“Todo el mundo tiene la sensación de odiar lo que ve en las noticias. Recibes una nueva notificación, ‘noticias de última hora, Trump ha hecho una locura o algo ilegal’”, dice Crean, con el puente George Washington que une Nueva York y Nueva Jersey a sus espaldas.
“Es algo que nos afecta a todos, no sólo a mí como joven trans, sino a todos mis amigos, a la gente de color, a otras personas queer. Es un ataque diario contra la gente”, afirma mientras varias personas toman el sol y escuchan música alrededor.
Y es que a las cosas habituales de su edad, como compaginar estudios con las visitas a las universidades y su apretada agenda de protestas se suma “la carga de vivir la vida como una persona trans en el Estados Unidos actual”.
Para el padre de Crean, Nathan Newman, de 57 años, “ha sido bueno que hayan podido canalizarlo, no para sentirse desesperanzados, sino para ver que pueden hacer algo”.
Decidir qué universidad visitar y en cuáles solicitar una plaza para estudiar no es fácil actualmente.
“Las leyes actuales contra las personas trans son un factor en mis decisiones universitarias porque, dependiendo del estado, no tendré derechos”, explica.
Las personas trans se enfrentan a una maraña de leyes y normativas locales que van desde el acceso a la atención sanitaria para la transición hasta el uso de los baños.
Incluso en la profundamente demócrata Nueva York, al menos una red de hospitales se plegó a la prohibición de Trump de ofrecer la transición bajo control médico a menores de 19 años, lo que Crean considera como una “primera señal” de que la administración actual va a “ser diferente de todo lo anterior”.
Sin embargo, Crean no se arredra y promete mantener sus protestas. “Hay gente que está saliendo a la calle y que antes no lo hubiera hecho”, dice con la esperanza de doblegar el brazo a la nueva realidad