Las injurias homófobas ahora se castigan con cárcel en Brasil

Miembro de la comunidad de Brasil.

La Corte Suprema de Brasil dictaminó por amplia mayoría que las injurias homófobas se castigarán a partir de ahora con penas de prisión, en un país duramente golpeado por la violencia contra la población LGBT+.

La decisión fue adoptada por nueve votos contra uno por los jueces del más alto tribunal, en una votación en línea que finalizó el lunes en la noche.

Para Edson Fachin, ponente de la sentencia en el Supremo Tribunal Federal (STF), se trata de un “imperativo constitucional” para evitar que las víctimas queden “desamparadas de protección frente a las ofensas”.

En 2019, el STF ya había tipificado la homofobia como un delito equivalente al racismo. Pero el crimen no se reconocía plenamente cuando implicaba injurias contra una persona concreta, sino cuando apuntaba a discriminar a la población LGBT+ en su conjunto.

Por considerar que muchos casos de homofobia quedaban impunes, la Asociación Brasileña de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Travestis, Transexuales e Intersexuales (ABGLT) llevó el caso ante el máximo tribunal.

Actualmente, cualquier persona declarada culpable de injuria homófoba se enfrenta a una pena de entre dos y cinco años de prisión.

“Victoria contra la LGBTfobia”, celebró la diputada trans Erika Hilton, del partido izquierdista PSOL, en la red social X (antes Twitter).

Un grupo de asociaciones brasileñas, entre ellas ABGLT, contabilizó 228 asesinatos de personas LGBT+ en el gigante sudamericano en 2022.

Según datos de la ONG Transgender Europe, Brasil es el país con más asesinatos de personas trans en los últimos años: 1.741 entre 2008 y septiembre de 2022, muy por delante de México (649) y Estados Unidos (375).

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Policía rusa realiza redadas en bares gay de Moscú

Decisión judicial allana el camino para así emprender acciones legales en contra de cualquier grupo que defienda los derechos de las personas de la comunidad LGTB+ en Rusia.

La policía de Moscú intervino en varios clubes nocturnos de ambiente gay y en una sauna para hombres en lo que parecieron ser redadas simultáneas, informaron el sábado medios de comunicación locales.

Las redadas se producen dos días después de que la Corte Suprema de Rusia prohibiera las actividades “del movimiento internacional LGTB” (lesbianas, gays, trans y bisexuales) por “extremista”, abriendo la vía a una mayor represión de esa comunidad y de los defensores de sus derechos.

En un video del medio Ostorozhno Novosti aparece la policía en la entrada de un club nocturno de la calle Malaya Yakimanka, donde se estaba celebrando una gran fiesta.

“En mitad de la fiesta, pararon la música y (la policía) empezó a entrar en los salones”, declaró a este medio un testigo, que aseguró que los agentes estaban tomando fotos de sus pasaportes.

Las fuerzas del orden intervinieron en al menos tres bares por la noche, indicó el medio de noticias SOTA. Ostorozhno Novosti afirmó que también llevaron a cabo una redada en una sauna para hombres en el centro de la capital.

AFP no pudo verificar inmediatamente estas informaciones.

El viernes por la noche, el “Central Station” de San Petersburgo, uno de los clubes gay más antiguos de la ciudad, anunció su cierre debido a la decisión de la Corte Suprema.

Rusia ilegalizó en 2022 la “propaganda LGTB” para todos los públicos, prohibiendo así la representación de personas de este colectivo en medios, internet, libros y películas.

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Justicia rusa prohíbe “movimiento internacional LGTB” por “extremista”

Decisión judicial allana el camino para así emprender acciones legales en contra de cualquier grupo que defienda los derechos de las personas de la comunidad LGTB+ en Rusia.

La Corte Suprema de Rusia prohibió las actividades del "movimiento internacional LGTB" por "extremista", abriendo la vía a una represión mayor de esa comunidad y de los defensores de sus derechos.

Esta decisión llega en pleno giro ultraconservador del país, que se posiciona ahora como abanderado de los valores “tradicionales” frente al presunto liberalismo de los países occidentales.

Esta política, que toma como blanco a las personas LGTB, se aceleró desde el inicio de la ofensiva del ejército ruso en Ucrania, en febrero de 2022.

Desde entonces también se acentuó la represión contra cualquier crítica al gobierno del presidente Vladimir Putin.

El juez de la máxima jurisdicción del país, Oleg Nefedov, determinó que “el movimiento internacional LGTB y sus filiales son extremistas” y dictaminó en consecuencia la “prohibición de sus actividades en el territorio de la Federación de Rusia”, según periodistas de la AFP.

Nefedov precisó que la decisión entraba “inmediatamente” en vigor.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, no tardó en denunciar este fallo.

“Nadie debería ser encarcelado por haber defendido los derechos humanos” ni ser “privado de sus derechos debido a su orientación sexual o su identidad de género”, señaló en un comunicado.

– El “monstruo” LGTB –

La audiencia, la primera sobre este caso, duró solamente unas horas y tuvo lugar sin abogados –ya que no existe ninguna organización con el nombre de “movimiento internacional LGTB” en Rusia– y a puerta cerrada, pues el caso estaba clasificado como “secreto”.

“Los LGTB, no son pobres gays o lesbianas contra quienes, como se nos dice, Rusia ha decidido luchar. Es un proyecto bien organizado y planificado para socavar a las sociedades tradicionales desde el interior”, aseguró en Telegram Piotr Tolstoi, vicepresidente de la Duma, la cámara baja del Parlamento ruso.

Un portavoz de la Iglesia ortodoxa rusa, Vajtang Kishidze, citado por la agencia Ria Novosti, celebró esta prohibición como “una forma de autodefensa moral”.

“Rusia mostró una vez más que ni el Occidente colectivo, ni Estados Unidos, nos privarán de lo más importante: ¡una identidad religiosa y nacional!”, afirmó en Telegram Ajmed Dudaev, miembro del gobierno de la república rusa de Chechenia.

Personas LGTB fueron torturadas y asesinadas en secreto en Chechenia en los últimos años, según oenegés y medios independientes rusos.

El Ministerio de Justicia pidió a mediados de noviembre calificar “de organización extremista” y prohibir “el movimiento internacional LGTB”, sin especificar claramente a qué organización concreta se refería.

Cualquier actividad pública relacionada con lo que las autoridades rusas consideran como preferencias sexuales “no tradicionales” podría ahora ser sancionada por “extremismo”, un delito castigado con duras penas de prisión.

– “Completamente escondidos” –

Hasta ahora, las personas LGTB se enfrentaban a onerosas multas si eran acusadas de lo que las autoridades denominan “propaganda”, pero no a penas de cárcel.

En la última década, los derechos LGTB se vieron drásticamente limitados bajo el impulso del presidente Putin, que, junto con la Iglesia ortodoxa, asegura que quiere eliminar de la esfera pública los comportamientos considerados como desviados e importados de Occidente.

Ian Dvorkin, fundador en Rusia de la oenegé Centre T, que ayuda a las personas transgénero, huyó del país por temor a ser acusado “de extremismo” y encarcelado por haber creado esta asociación.

“Trabajar en Rusia se está volviendo muy incierto (…) Parece que aquellos [militantes LGTB] que sobrevivan, vivirán completamente escondidos”, dijo a la AFP.

Desde 2013, una ley prohíbe la “propaganda” de “relaciones sexuales no tradicionales” dirigida a menores, un texto denunciado por oenegés como un instrumento de represión homófoba.

Esta ley se amplió considerablemente a finales de 2022. Ahora prohíbe la “propaganda” LGTB para todos los públicos, en los medios, en internet, en los libros y las películas.

En julio, los diputados rusos también adoptaron una ley que toma como blanco a las personas transgénero, prohibiéndoles en especial las operaciones quirúrgicas y las terapias hormonales.

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Nepal registra su primer matrimonio LGBTQ

La pareja recién casada.

Una pareja LGBTQ de Nepal obtuvo un certificado de matrimonio, dijeron las autoridades el jueves, un hito en el sur de Asia cuyos protagonistas describieron como una victoria "para todos".

Maya Gurung, una mujer transgénero de 41 años, y Surendra Pandey, un hombre de 27 años, se casaron en una ceremonia hindú en 2017 y el miércoles obtuvieron su certificado de matrimonio en una localidad del distrito de Lamjung.

Yubraj Adhikari, presidente del municipio rural de Dordi, dijo que había sido entregado conforme a las instrucciones del Departamento de Identificación Nacional y del Registro Civil tras una decisión favorable de la Corte Suprema.

El tribunal publicó en junio una orden provisional que permitía a las parejas transgénero y del mismo sexo inscribir su matrimonio y pedía al gobierno crear un nuevo registro temporal para estas uniones a la espera de una legislación adecuada.

“Estamos muy contentos y orgullosos”, dijo Maya Gurung a la AFP. “Es una victoria no solo para nosotros, sino para todas las parejas como la nuestra”, agregó.

La pareja se había dirigido primero a las autoridades del distrito, que rechazaron su demanda. Pero las autoridades locales estuvieron “mucho más a la escucha”, dijo su abogado Rounik Raj Aryal.

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