En cuestión de dos años, la de Barbados y Bernald Arnault, propietario del grupo y poseedor de la mayor fortuna de Francia, dieron forma a esta firma cuyo funcionamiento estará en las antípodas del resto de marcas del grupo, como Dior, Kenzo o Givenchy.

Fenty, apellido paterno de la cantante que recuerda forzosamente a otra de las marcas del grupo, la italiana Fendi, dirigida hasta su muerte en febrero por Karl Lagerfeld, presentó colecciones cortas, de apenas un mes de vida, con renovaciones continuas, sin rebajas y vendidas exclusivamente a través de su página web o, de vez en cuando, tiendas efímeras.

Tampoco hubo desfiles dentro de los calendarios oficiales de París o Nueva York, sino que se regirá por el principio favorito de los millennials: lo ves, lo compras.

La primera tienda de Fenty abrió sus puertas hoy en París por una breve semana -hasta el 3 de junio- en el céntrico barrio del Marais.

Rihanna estuvo esta semana en el cóctel de presentación y presentó allí los códigos de una marca que se resume rápidamente en “todo lo que ella misma se pondría”, en una horquilla de precios de 200 euros -por una camiseta- a 1.300 euros por una parka reversible, la prenda más cara de esta primera línea.

Una silueta femenina y poderosa, extravagante pero lo suficientemente clásica para abrir sus fronteras a un público variado, con la sastrería como núcleo, de la que salen piezas de cintura marcada y ligeramente encorsetadas, hombros exagerados, sandalias afiladas o estrafalarios accesorios de bisutería.

“Siento más presión por el lanzamiento de mi marca que por el de cualquier álbum. Es la primera vez que desarrolló un proyecto en el sector del lujo y, sobre todo, no quería decepcionar a los que confían en mí”, explicó la cantante en una entrevista al diario “Le Figaro”.

Como Lady Gaga o Beyoncé, Rihanna aprovechó su éxito musical para servir de altavoz a nuevos diseñadores y marcas consolidadas, que veron en ella la oportunidad de mostrar los estilismos más arriesgados.

Pero la cantante de “Umbrella” mostró en los últimos años un especial interés en la costura, por ejemplo con su cercanía al diseñador tunecino Azzedine Alaïa, cuyas cenas y fiestas privadas en París frecuentaba, y hace ya tres años que su idilio con las telas comenzó a hacer ruido.

En 2016, presentó en la Semana de la Moda de Nueva York una primera colaboración con la firma deportiva Puma (propiedad del grupo Kering, principal competidor de LVMH). En 2017, el albor de Fenty fue Fenty Beauty, una marca de belleza creada con la incubadora de LVMH en San Francisco, Kendo.

Con ella ofreció una inédita saga de maquillaje en 40 tonos -actualmente ya suman 49- para adaptarse a todas las pieles. En un año, su facturación alcanzó los 500 millones de euros, una razón más que suficiente para animar a Arnault a apostar con más fuerza por las dotes creativas de la cantante.

Las primeras imágenes de la marca muestran a un grupo cosmopolita, de diversas edades, vestidos en monocolor con fondos cambiantes que cambian desde el África profunda hasta el agitado centro de Tokio.

“Trato la inclusión de forma diferente. En la moda, eso se traduce en el estilo mismo. Digo a menudo que soy mi propia musa y que debo querer llevar todo lo que creamos. Partimos de mi propio armario”, explicó.

Ella es la directora artística de la marca pero las colecciones serán creadas por un grupo de “jóvenes talentos experimentos” -según la directora general de la marca, Véronique Gebel-, que darán forma a sus impulsos.

Pese a todo, la cantante insiste en que la voluntad de bautizar la firma sin recurrir a su nombre artístico es un deseo de no “estigmatizar” a la marca uniéndola de por vida a una celebridad.

Además, Fenty es la primera marca de lujo del circuito parisino dirigida por una mujer negra y la primera firma creada por LVMH desde Christian Lacroix, fundada en 1987. En general, se lleva más la resurrección y adquisición de marcas.

Su última colección combina estilos vanguardistas con la elegancia característica de la alta costura. Su creación rinde homenaje al sol, la playa y el estilo de vida relajado de Punta del Este.

Según comentan su inspiración se da en la brisa del mar y los cálidos rayos del sol, las prendas destacan colores vivos, telas frescas y diseños que evocan la elegancia desenfadada de la temporada estival y sobre todo resaltando la silueta femenina.

Entre rayos y serpientes la línea Cabure verano 2024 de Negro Velázquez evoca la esencia de la moda playera con su versatilidad. “Quise resaltar la figura de la mujer fusionando colores tierras con elegantes detalles de flores superpuestas, flecos, tejidos, rústicos y transparencias”, palabras del diseñador.

Por otro lado, Ismenia se inspiró en rosas blancas simbolizando la perpetuidad algo como toda la vida. “Como algo que dura toda la vida, como el amor hacia los demás, nosotros mismos, hacia el arte, hacia la creación y hacia la moda. Esta colección es para vos”, menciona al respecto.

Los y las asistentes pudieron apreciar y adquiirir piezas de estas colecciones únicas en un ambiente acogedor marcado por la armonía entre en su interior confortable y un extenso jardín.

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De acuerdo al artista, su inspiración radica en la belleza y majestuosidad del mar, incorporando prendas confeccionadas artesanalmente, en las que se destacan encajes ju y detalles de ñandutí, crochet, y hilos nacionales.

La misma se suma a las tendencias de la temporada y promete infundir sensualidad y frescura en las pasarelas. “Los tonos suaves de azules, verdes serenos y blancos puros que dominan la paleta de colores evocan la frescura del océano y transportan a quien las luce a la serena orilla del mar”, menciona el concepto de la colección.

Los patrones y texturas de las prendas están diseñados para recordar el vaivén de las olas que acarician la playa y la brisa marina, haciéndola ideal tanto para amantes de la moda como para aquellos que anhelan el verano.

“Con esta colección, he querido rendir un tributo al mar y su influencia en la vida y el estilo. Cada prenda es el resultado de una cuidadosa artesanía, fusionando a la perfección la elegancia con la esencia del océano. Desde prendas casuales hasta vestidos de noche, cada pieza refleja la pasión que he depositado en brisas por los detalles y la calidad”, palabras del modisto que participa por segunda vez en dicho evento.

Además de desfiles, habrá exposiciones de moda, presentaciones musicales y oportunidades para interactuar con diseñadores y marcas presentes en el evento.

Esta es la décima edición del México Fashion Show, la cual se desarrolló del 1 al 3 de noviembre en el Hotel Hacienda Tres Ríos en la Riviera Maya de México, siendo uno de los eventos más prestigiosos de la industria de la moda en Latinoamérica. Esta plataforma anual es un trampolín vital para impulsar las carreras de nuevos talentos y presentar las últimas tendencias de la moda.

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El artista, propietario de la firma Nardou Couture, encabeza el proyecto “Modgration” (integración en la moda), desfile de moda en cooperación con la cuidad de Torgau. El mismo se caracterizará por la diversidad.

En él presentará su colección de alta costura, Prêt-à-Porter y alta costura, del cual participarán 20 modelos de países distintos – Paraguay, Cuba, Kenia, Túnez, Ucrania, Corea, Uganda, República Dominicana, Bahamas, Alemania – entre otros.

En la pasarela resaltarán tonos de piel, estatura, peso y, lo más importante, con diferentes orígenes religiosos y culturales. De acuerdo al compatriota, la intención es demostrar que la integración entre diferentes culturas es realmente posible.

“El motor principal es luchar contra la discriminación y el racismo que siguen existiendo en Alemania, entonces esta es una manera también de visibilizar ese flagelo de muchísimos extranjeros”, menciona en conversación con HOY.

Cuenta que en el país europeo, la discriminación la sufren mayormente las mujeres extranjeras: “Encontré mi lugar en Alemania, pero no fue fácil. Nunca me pasó (discriminación) pero tenemos que levantar la voz por aquellos que sí sufren de esto”.

Comenta que para el desfile se hizo un casting diverso de modelos y personas que no se dedican al modelaje: “Lo que queremos es demostrar que existe una integración en la moda y también en Alemania”.

Bernadou se muestra feliz por el hecho de que poder colaborar con la ciudad de Torgau y en un lugar emblemático como el Castillo Hartenfelds, que busca contribuir, consolidar y desarrollar la interconexión y cooperación con actividades culturales de artistas extranjeros en Alemania, como es su caso.

El Castillo Hartenfelds, de Torgau.

“Es el desfile más importante de mi vida”, afirma, muy emocionado.

Cabe resaltar que Fernando fue nombrado como embajador turístico nacional meses atrás, por la Secretaría Nacional de Turismo – Senatur.

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