Melania Trump dice que vivirá en la Casa Blanca

Melania Trump dijo que piensa residir principalmente en la Casa Blanca cuando vuelva a Washington como primera dama el próximo lunes, acallando las especulaciones de que podría dividir su tiempo entre otras residencias.

Fuente: AFP

Cuando el actual presidente electo Donald Trump asumió el cargo por primera vez en 2017, su esposa no se fue a vivir inmediatamente con él al 1600 de la Avenida Pensilvania, sino que se quedó en Nueva York hasta que su hijo Barron, que entonces tenía 11 años, terminó el curso escolar.

“Estaré en la Casa Blanca”, dijo Melania Trump al programa “Fox & Friends” en una entrevista emitida el lunes. 

“Y cuando necesite estar en Nueva York, estaré en Nueva York. Y cuando necesite estar en Palm Beach, estaré en Palm Beach”, añadió.

Los Trump tienen un lujoso apartamento en Manhattan y una mansión en el complejo Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida. 

Melania Trump estuvo ausente durante gran parte de la campaña electoral de 2024, así como durante el juicio en Nueva York en el que su marido fue declarado culpable de 34 delitos graves. 

Pero su perfil público aumentó hacia el final de la campaña y desde que Trump ganó el pasado 5 de noviembre. 

Como primera dama, Melania Trump prevé impulsar su campaña “Be Best” para el bienestar de los niños, una causa algo indefinida que promovió sólo esporádicamente durante el primer mandato de su marido. 

“Continuaré con Be Best y también ampliaré Be Best”, declaró al programa.

También estrenará una película biográfica, tras publicar en octubre sus memorias. La idea fue suya, dijo.

Según ella, sus prioridades son “ser madre, ser primera dama y ser esposa”. 

Barron, que estudia en la universidad en Nueva York, “vendrá de visita”, añadió. 

“Tal vez algunas personas me vean como la esposa del presidente, pero yo me valgo por mí misma, soy independiente”, contó Melania Trump.

“No siempre estoy de acuerdo con lo que dice o hace mi marido”, agregó. “Le doy mi consejo, y a veces me escucha, a veces no, y no pasa nada”.

Justicia rechaza apelación de Bolsonaro y confirma condena de 27 años

La Corte Suprema de Brasil votó este viernes por unanimidad para rechazar una apelación y mantener la condena a 27 años del expresidente Jair Bolsonaro por intentar un golpe de Estado tras las elecciones de 2022.

El líder ultraderechista fue hallado culpable en septiembre de haber operado para impedir la asunción del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva tras perder los comicios.

En la apelación, los abogados alegaron “profundas injusticias” y “contradicciones” en el fallo que tiene al político de 70 años cerca de ir a la cárcel. La defensa reclamó supuestos obstáculos para ejercer su función durante el juicio y buscaba reducir la pena.

Los cuatro magistrados de la primera sala del Supremo Tribual Federal votaron en contra del recurso, en una sesión que transcurre de modo virtual.

El resultado no será oficial hasta finalizado el plazo establecido por el tribunal, a la medianoche del 14 de noviembre.

- Rechazo total -

El juez Alexandre de Moraes, a cargo del caso, fue el primero en pronunciarse y rechazó todos los argumentos de la defensa.

En un extenso documento de 141 páginas al que accedió la AFP, Moraes reiteró el papel de Bolsonaro como líder de una organización criminal que, junto a varios colaboradores, conspiró para atentar contra el estado de derecho democrático.

También reafirmó su actuación como instigador de los actos del 8 de enero de 2023, cuando cientos de sus seguidores asaltaron las sedes de los poderes públicos en Brasilia.

El magistrado negó la existencia de “cercenamiento de defensa”, señalando que todas las pruebas fueron puestas a disposición de los abogados.

Y descartó reducir el castigo, argumentando incluso que la avanzada edad de Bolsonaro ya había sido considerada como un factor atenuante.

“La sentencia fundamentó todas las etapas del cálculo de la pena”, escribió Moraes.

Los otros tres jueces votaron en el mismo sentido a lo largo del día.

El exmandatario (2019-2022) espera la decisión en prisión domiciliaria preventiva y con prohibición de dar declaraciones públicas o usar redes sociales.

Si el resultado es desfavorable, aún cabe otra apelación, pero esta puede ser rechazada sin ser sometida a votación.

En ese caso, la condena empezaría a aplicarse y Bolsonaro podría entrar en prisión.

Por sus problemas de salud, la defensa puede solicitar a la corte que le permita cumplir su condena en casa, tal como ocurrió con el expresidente Fernando Collor de Mello (1990-1992).

Este obtuvo en mayo prisión domiciliaria para una condena de ocho años por corrupción.

Bolsonaro sufre varias complicaciones derivadas de una puñalada en el vientre que recibió en 2018 durante un acto de su campaña a la presidencia. Además fue diagnosticado recientemente con cáncer de piel, aunque le removieron las lesiones.

- Apoyos -

Tras la condena, el bolsonarismo impulsó un proyecto de ley de amnistía en el Congreso que beneficiaría al expresidente y a los participantes de los disturbios de aquel 8 de enero.

Sin embargo, la iniciativa se desinfló después de grandes protestas en varias ciudades de Brasil.

El proceso contra el mayor líder de la derecha brasileña avanza mientras Brasil y Estados Unidos recomponen su relación bilateral, tensionada precisamente por este juicio.

Una campaña en Estados Unidos del diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del exmandatario, contribuyó a que Donald Trump impusiera aranceles punitivos de 50% a exportaciones brasileñas.

Lula se encontró con Trump en octubre en Malasia para conversar sobre los aranceles y anticipó “buenos acuerdos para ambos países”.

El jueves, Eduardo Bolsonaro se reunió en Washington con el primer ministro húngaro, el ultraconservador Viktor Orban, quien le expresó su apoyo “firme” a la familia.

“¡Sigan luchando!: las cacerías de brujas políticas no tienen cabida en la democracia”, escribió Orban en X.

Fuente: AFP.

Indignación en Francia por declaraciones de Macron sobre el acuerdo UE-Mercosur

Representantes de distintos sectores políticos franceses reiteraron este viernes su rechazo al acuerdo UE-Mercosur y criticaron las declaraciones del presidente Emmanuel Macron quien la víspera dijo sentirse “más bien optimista” sobre la posibilidad de aceptarlo.

Fuente: AFP

“Soy más bien optimista, pero me mantengo vigilante porque también defiendo los intereses de Francia”, declaró Macron a periodistas el jueves al margen de la cumbre de jefes de Estado que precede a la COP30 en Belém, Brasil.

Los agricultores y ganaderos franceses temen que su mercado se vea inundado de carne, azúcar o arroz procedentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, en el marco del acuerdo UE-Mercosur.

Bruselas espera obtener el aval de los Estados europeos antes de finales de diciembre, mientras el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ocupe la presidencia rotatoria del Mercosur.

“Este acuerdo, finalizado en la opacidad y que atenta directamente contra los intereses de la agricultura francesa, debe ser rechazado”, declaró Marine Le Pen, líder del partido ultraderechista Reagrupamiento Nacional (RN), en la red social X.

“Después de la industria, ahora es nuestra agricultura la que (el jefe de Estado) acepta malvender”, criticó en la misma red social el presidente de Los Republicanos (derecha), Bruno Retailleau.

“¡Un presidente tan desacreditado debería callarse y dejar que el Parlamento decida!”, ironizó por su parte el secretario nacional del Partido Comunista Francés (PCF), Fabien Roussel.

Macron “está firmando la sentencia de muerte de la agricultura francesa”, lamentó la eurodiputada de La Francia Insumisa (izquierda radical), Manon Aubry, criticando el “giro inaudito y escandaloso” del jefe de Estado, quien “decía que se opondría a este acuerdo de libre comercio”.

En su visita a México el viernes, Macron reaccionó a las críticas y dijo que Francia mantiene “la vigilancia” sobre el acuerdo.

Francia espera “respuestas claras” sobre el pacto, insistió durante una rueda de prensa junto a la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum.

Ofensiva antinarco de EEUU ya deja 70 muertos en el Caribe

Un nuevo ataque estadounidense a otra presunta lancha con drogas en el Caribe dejó el jueves tres personas muertas, según el jefe del Pentágono, con lo que el saldo de la ofensiva de Washington contra el narcotráfico en aguas internacionales asciende a al menos 70.

Washington comenzó a llevar a cabo a principios de septiembre este tipo de operaciones apuntando a embarcaciones en aguas caribeñas y del Pacífico oriental. Algunos expertos han advertido que equivalen a “ejecuciones extrajudiciales”, incluso si apuntan a traficantes conocidos.

Según el secretario del Departamento de Guerra, Pete Hegseth, quien publicó imágenes aéreas del ataque en la red social X, la nueva acción tuvo lugar en aguas internacionales y estaba dirigida a “una embarcación operada por una Organización Terrorista Designada”.

El video muestra una lancha navegando antes de explotar en llamas.

“Tres narcoterroristas masculinos -que estaban a bordo de la embarcación- murieron”, agregó Hegseth, sin dar más detalles.

Con este balance, el número de fallecidos que deja la campaña antinarcóticos de Estados Unidos se eleva a al menos 70.

- “Amenazan nuestra patria” -

Washington ha destruido durante su campaña al menos 18 naves hasta ahora: 17 barcos y un semisumergible, si bien aún no muestra pruebas de que sus objetivos fueran narcotraficantes o representaran una amenaza para el país.

“A todos los narcoterroristas que amenazan nuestra patria: si quieren seguir vivos, dejen de traficar drogas. Si siguen traficando drogas mortales, los mataremos”, añadió el jefe del Pentágono.

La administración del presidente Donald Trump ha reposicionado fuerzas en América Latina, en lo que dice ser una medida para erradicar el tráfico de drogas.

Ha desplegado seis barcos de la Marina en el Caribe, enviado aviones furtivos F-35 a Puerto Rico y ordenado al grupo de ataque del portaviones USS Gerald R. Ford a ir a la región.

Estados Unidos también ha realizado demostraciones de fuerza cerca de Venezuela, sobrevolando el mar Caribe frente a la costa del país en al menos cuatro ocasiones desde mediados de octubre.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha acusado repetidamente a Trump de intentar derrocarlo.

El izquierdista, señalado de cargos de narcotráfico por Estados Unidos, insiste en que no hay cultivos de drogas en su país.

- “Conflicto armado” -

La administración de Trump ha informado al Congreso que Estados Unidos está involucrado en un “conflicto armado” con los cárteles de drogas latinoamericanos.

Los describe como “grupos terroristas” para justificar los ataques.

Los gobiernos y familias de víctimas de los ataques estadounidenses afirman que muchos de los fallecidos eran civiles, principalmente pescadores.

El jefe de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Volker Turk, ha dicho que las muertes han ocurrido “en circunstancias que no encuentran justificación en el derecho internacional”.

Fuente: AFP