París reabre el río Sena para bañistas por primera vez en más de un siglo

Casi un año después de que lo hicieran los atletas olímpicos, los primeros bañistas se sumergieron este sábado en las aguas del Sena en pleno centro de París, que autorizó el baño en el río por primera vez desde 1923.

No eran todavía las 08H00 de la mañana y decenas de personas, con flotadores amarillos atados a la cintura, esperaban ya el gran momento en una de las tres zonas habilitadas para el baño, una especie de piscinas equipadas con pontones, escaleras, duchas y vestuarios.

Cerca de la torre Eiffel o frente a la isla de San Luis, cerca de la catedral de Notre Dame, residentes locales y turistas podrán hacer uso gratuito de estas instalaciones acotadas, que ofrecerán un espacio de ocio y refresco en París.

Prometido como un legado de los Juegos Olímpicos, el poder bañarse en el Sena responde también a una necesidad de adaptación al cambio climático en la capital francesa, que esta semana rozó los 40 ºC por una temprana ola de calor en Europa.

Las autoridades invirtieron más de 1.400 millones de euros (1.650 millones de dólares) para mejorar la calidad del agua río arriba, con obras de captación de aguas residuales para evitar que desemboquen en él.

Pero como las aguas pluviales y las residuales se mezclan en una sola red, la única solución en caso de abundantes precipitaciones es verter todas ellas en el Sena.

Esto ya ocurrió hace un año durante los Juegos Olímpicos, lo que provocó retrasos en algunas pruebas programadas en el río porque el agua no era apta para el baño.

Como en las playas, un sistema de banderas (verdes, amarillas y rojas) informa del caudal y la calidad del agua del río, que se analizará con sondas instantáneas y muestras de cultivos. Si hay bandera roja, el baño estará prohibido.

La calidad sanitaria del agua es “excepcional”, declaró el prefecto regional, Marc Guillaume

El papa insta a acabar de inmediato la “barbarie” de la guerra en Gaza

El papa León XIV condenó este domingo la “barbarie” de la guerra en Gaza y pidió el fin del “uso indiscriminado de la fuerza”, pocos días después de un ataque mortal israelí contra una iglesia católica en el enclave.

Fuente: AFP

“Una vez más pido el fin inmediato de la barbarie de la guerra y una resolución pacífica del conflicto”, dijo el pontífice al final de la oración del Ángelus.

“Por desgracia, este acto se suma a los continuos ataques militares contra civiles y lugares de culto en Gaza”, subrayó.

El ataque del ejército israelí contra la única iglesia católica de la Franja de Gaza causó el jueves la muerte de tres personas y varios heridos, entre ellos el párroco argentino Gabriel Romanelli.

Desde el inicio de la guerra en octubre de 2023, miembros de la comunidad católica se han refugiado en el templo, al igual que algunos cristianos ortodoxos.

Durante su sermón, León XIV hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que “respete el derecho humanitario y la obligación de proteger a los civiles”, así como la “prohibición de los castigos colectivos, el uso indiscriminado de la fuerza y el desplazamiento forzado de poblaciones”.

Un día después del ataque, el papa recibió el viernes una llamada del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a quien “reafirmó la urgente necesidad de proteger los lugares de culto y, sobre todo, a los fieles y a todas las personas en Palestina e Israel”, según un comunicado del Vaticano.

Ese mismo día, Netanyahu dijo “lamentar profundamente” el ataque y reconoció un “error”, al anunciar que Israel llevaría a cabo una “investigación sobre este incidente”.

En Canadá, la epidemia de sarampión reaviva las tensiones en torno a las vacunas

En la tranquila ciudad canadiense de Aylmer, donde menonitas con trajes tradicionales conviven con los residentes laicos, las divisiones en torno a las vacunas, surgidas durante la pandemia de covid-19, se reavivaron con la epidemia de sarampión que afecta al país.

Canadá erradicó oficialmente esta grave enfermedad altamente contagiosa en 1998.

Pero con 3.500 casos confirmados este año, este país de 40 millones de habitantes tiene ahora más contagios que su vecino Estados Unidos -que vive su peor epidemia de sarampión en más de 30 años- y que cualquier otro país occidental, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualizadas el 9 de julio.

Hay diferentes comunidades afectadas, pero los expertos creen que los grupos anabaptistas antivacunas de las provincias de Ontario (sureste) y Alberta (oeste) son los que más están contribuyendo a la epidemia.

Brett Hueston, que se crió en Aylmer, confiesa a la AFP que antes del covid no prestaba atención a las dos visiones del mundo de los habitantes de esta ciudad bucólica rodeada de tierras agrícolas en el suroeste de Ontario. Pero eso cambió.

“Crecí pensando, quizá ingenuamente, que todos estábamos en la misma sintonía como comunidad”, dice este hombre de 40 años, cuya familia publica el periódico local Aylmer Express, de 145 años de antigüedad.

“El covid realmente disparó las diferencias que existían”, añade.

Aylmer y sus 13 iglesias -para una población de 8.000 habitantes- fueron un auténtico hervidero de pólvora durante la pandemia.

Una de las principales congregaciones, la Iglesia de Dios de Aylmer, situada en un amplio y cuidado predio, desafió las restricciones de confinamiento y su pastor, Henry Hildebrandt, pagó una multa de 65.000 dólares canadienses (unos 47.000 dólares estadounidenses) por reunir fieles.

“Obedecí a Dios antes que a los hombres”, dijo entonces Hildebrandt, al reconocer que había infringido la ley a sabiendas.

Fuente: AFP

EEUU rechaza las reformas de la OMS para combatir las pandemias

El gobierno del presidente Donald Trump informó este viernes que Estados Unidos rechaza los cambios acordados en 2024 por los países de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en las medidas para combatir las pandemias por considerar que violan su soberanía.

En cuanto regresó al poder el pasado 20 de enero, Trump decidió retirar a Estados Unidos de este organismo de la ONU, pero el Departamento de Estado precisó que las enmiendas a los reglamentos del año pasado todavía eran vinculantes para el país.

El jefe de la diplomacia, Marco Rubio, y el secretario de Salud, Robert F. Kennedy, muy crítico con las vacunas, arremetieron en un comunicado contra esos cambios.

“Corren el riesgo de una interferencia injustificada” en el “derecho soberano nacional a elaborar nuestra política sanitaria”, dicen.

“Anteponemos a los estadounidenses en todas nuestras acciones y no toleraremos políticas internacionales que infrinjan la libertad de expresión, la privacidad o las libertades personales de los estadounidenses”, añaden.

Rubio y Kennedy desvincularon a Estados Unidos de una serie de enmiendas a los reglamentos sanitarios internacionales que proporcionan un marco legal para combatir enfermedades, acordadas el año pasado en la Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra.

Las enmiendas introducen la noción de “urgencia pandémica” y más “solidaridad y equidad”, según la OMS.

En su oposición a las enmiendas, Rubio y Kennedy también estiman que los cambios “no abordan adecuadamente la susceptibilidad de la OMS a la influencia política y la censura, especialmente de China, durante los brotes”.

“Lamentamos la decisión de Estados Unidos de rechazar las enmiendas”, dijo en una declaración en X el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Expresó que las enmiendas “son claras sobre la soberanía de los Estados miembros” al precisar que la OMS no puede imponer confinamientos o medidas similares.

Fuente: AFP