La peor tragedia ferroviaria: 280 muertos y cientos de heridos en India
Al menos 288 personas murieron y más de 850 resultaron heridas en una colisión entre tres trenes en el este de India, dijeron las autoridades el sábado, en la peor catástrofe ferroviaria del país en más de 20 años.
Reporteros de la AFP en el lugar de la tragedia cerca de Balasore, en el estado de Odisha (este), observaron compartimentos de tren destrozados, con trozos de metal retorcidos y manchados de sangre.
Algunos vagones quedaron completamente volteados y los equipos de rescate buscaban supervivientes atrapados entre los restos de los vehículos, mientras decenas de cuerpos yacían junto a las vías cubiertos por sábanas blancas.
La salida del sol el sábado permitió a los equipos de rescate comprobar la magnitud de la tragedia. El responsable de bomberos de Odisha, Sudhanshu Sarangi, dijo que el balance era de 288 muertos, pero que podía aumentar.
“Las labores de rescate continúan”, dijo a la AFP desde el lugar de la tragedia.
Los accidentes ferroviarios no son inusuales en India, que cuenta con una de las mayores redes ferroviarias del mundo. El país ha vivido varios siniestros de este tipo en el pasado, pero esta catástrofe se considera la más mortífera desde los años 1990.
Sudamérica tuvo su invierno más caluroso de la historia
El invierno en Sudamérica termina como uno de los más calurosos de la historia.
Fuente: AFP
Temperaturas muy altas marcaron el invierno austral de este año en el Cono Sur americano, donde además del cambio climático, el fenómeno de El Niño hizo que los termómetros rozaran los 30ºC en Buenos Aires y provocó intensas lluvias en Chile o ciclones en el sur de Brasil.
En pleno agosto, se vivieron olas de calor en Argentina, Uruguay y Chile. En localidades como Tartagal, en el noroeste de Argentina, la temperatura alcanzó los 40,2ºC, mientras en Vicuña, al pie de la cordillera andina a unos 450 km al norte de Santiago, se elevó a 37ºC, la más alta en 70 años.
Pero también hubo lluvias torrenciales en Chile, las mayores en 30 años, que dejaron inundaciones, seis muertos y un superávit en zonas afectadas por una sequía de 13 años, como el centro del país, rico en producción agrícola.
En Muçum y otras ciudades del estado Rio Grande do Sul, en Brasil, un ciclón provocó grandes inundaciones y deslaves que dejaron 46 muertos a inicios de septiembre. El río Taquari se desbordó, lo que golpeó zonas elevadas y apartadas de su cauce.
En esta región de Brasil fronteriza con Uruguay, este invierno hubo granizos, vientos fuertes y tempestades. Más de 147.000 personas fueron afectadas en todo el estado brasileño.
Expertos prevén que estos eventos extremos comiencen a ser habituales, producto del cambio climático que agrava los efectos de fenómenos meteorológicos como El Niño y La Niña.
“Lo más probable es que ya no tengamos más escenarios con lluvias bien distribuidas y temperaturas amenas en los próximos años”, dijo a la AFP Pedro Côrtes, profesor del instituto de Energía y Ambiente de la Universidad de Sao Paulo.
– Olas de calor y baja humedad –
Brasil vivió el mes de julio más caluroso desde 1961. La temperatura promedio fue un grado más alta respecto del período 1991-2020, de acuerdo al Instituto Nacional de Meteorología de Brasil (Inmet).
Las regiones que más experimentaron el aumento de temperatura fueron el sur de la Amazonía, el centro-oeste del país -corazón del agronegocio-, y la región sur.
En julio, los termómetros en el centro y norte de Argentina se elevaron con valores de hasta 6ºC y 7°C por encima del promedio, mientras en Santiago de Chile el promedio de temperaturas máximas para el trimestre junio-agosto fue de 17,3ºC, el cuarto más alto desde 1960.
“Este incremento de las temperaturas podría deberse a una sequedad de la atmósfera. No es el cambio climático el único responsable”, explica a la AFP Matías Pino, meteorólogo de la Dirección Meteorológica de Chile.
En Uruguay el invierno “se caracterizó por un déficit en las precipitaciones muy marcado (…) y por temperaturas elevadas” en comparación con los últimos 30 años, dijo la meteoróloga Madeleine Renom, profesora de la Universidad de La República.
– Efectos en la agricultura –
“La cantidad de agua que cae anualmente es parecida pero ahora son lluvias muy fuertes en poco tiempo, causando destrucciones en áreas agrícolas y de infraestructura urbana”, explica Adolfo Pria, profesor de la Universidad Nacional de Brasilia en el área de agricultura y medio ambiente.
Pria destaca que la concentración de lluvias con vientos fuertes presenta un riesgo para plantaciones expuestas a una erosión agresiva del suelo, como la soja y el maíz, de las que Brasil es el primer y segundo productor mundial, respectivamente.
La sequía venía golpeando las economías de varios países de la región, como Argentina, donde el gobierno estimó las pérdidas para este año a causa de la falta de agua en 20.000 millones de dólares, casi el 3% del PIB.
“Todos los productores se han jugado en sus siembras a las precipitaciones que traiga consigo El Niño desde septiembre y consideran que existe un gran potencial para una excelente cosecha ‘gruesa’ (soja, maíz, girasol) para 2024”, dijo el meteorólogo Mauricio Saldivar, de la organización Meteored.
La sequía, que desde hace tres años afecta a la cuenca del Río de la Plata, impactó en el suministro de agua potable en el suroeste de Uruguay y en el agro.
En el segundo trimestre del año el PIB uruguayo cayó 2,5% interanual, arrastrado por el impacto de las menores lluvias en la actividad agropecuaria y en el sector de la energía eléctrica, gas y agua.
Demandan a Google Maps por muerte de conductor que siguió camino a puente derrumbado
La víctima conducía su automóvil después de celebrar el cumpleaños de una de sus hijas, y la aplicación de mapas le indicó cruzar por un puente que había colapsado en el año 2013.
Fuente: www.smbb.com
Una mujer presentó este martes una demanda contra la empresa Google, alegando negligencia en el caso de su esposo, quien murió tras caer por un puente colapsado mientras manejaba su automóvil siguiendo las indicaciones de la aplicación Google Maps en la ciudad de Hickory, Carolina del Norte (EE.UU.).
Los hechos ocurrieron a finales de septiembre del año pasado, cuando Philip Paxson conducía su automóvil, después de celebrar el cumpleaños de una de sus dos hijas, y la aplicación de mapas y navegación le indicó cruzar por un puente que se había derrumbado en el año 2013 y nunca fue reparado.
“Nuestras hijas me preguntan cómo y por qué murió su papá, y me faltan palabras para que puedan entenderlo porque, como adulta, todavía no puedo comprender cómo los responsables de las indicaciones del GPS y del puente pudieron actuar con tan poca consideración por la vida humana”, dijo la esposa del fallecido, Alicia Paxson, replicada por AP.
Por su parte, la Policía Estatal de Carolina del Norte dijo que el puente no recibía ningún tipo de mantenimiento de los funcionarios locales o estatales, y que la empresa responsable que lo construyó se había disuelto.
“El puente no tenía iluminación artificial y la zona estaba completamente oscura a las 11 de la noche“, reza la demanda. “Mientras seguía las peligrosas indicaciones que los demandados de Google Maps le proporcionaron, el vehículo de Paxson se salió del borde desprotegido del puente y se estrelló aproximadamente a seis metros más abajo”, se agrega.
La demanda nombra a varias empresas privadas sobre la gestión de la propiedad y los terrenos colindantes. Además, varias personas ya habían informado a Google Maps sobre el puente derrumbado antes del accidente de Paxson e instaron a la empresa a actualizar la información sobre la ruta.
“Damos las más profundas condolencias a la familia Paxson”, dijo el portavoz de Google, José Castañeda, a AP. “Nuestro objetivo es proporcionar información de enrutamiento precisa en Maps y estamos revisando esta demanda”, agregó.
En Bolivia racionan agua por sequía extrema
Cinco de nueve departamentos de Bolivia atraviesan sequías y en algunos la distribución de agua potable a comenzó a racionarse, informaron este jueves diferentes autoridades regionales.
Fuente: AFP
Las regiones de La Paz, Cochabamba (centro), Oruro (oeste), Chuquisaca (sureste) y Potosí (suroeste) sufren una escasez del recurso natural, por escasez de las lluvias.
El gobernador de Cochabamba, Humberto Sánchez, dijo que se aprobó un decreto “que declara emergencia departamental”, ante la sequía y escasez de agua.
La declaratoria de emergencia permite la asignación de más recursos económicos para enfrentar los problemas y la movilización de más personal de emergencia y ayuda.
La ciudad de Potosí, un emporio minero, es uno de los más afectados. El agua por cañería domiciliaria se raciona a la ciudad de unos 270.000 habitantes y algunos barrios son abastecidos, con grandes limitaciones, con camiones cisternas.
Empero, el dirigente vecinal potosino, Irineo Bejarano, señaló que hay barrios “donde no se les está suministrando agua potable”.
El jefe de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Huáscar Alarcón, señaló por separado que el calor y la escasez de agua está motivando “la proliferación de muchas bacterias, parásitos y virus” y, por ende, mayores “contagios diarreicos”.
Eva Copa, alcaldesa de la ciudad de El Alto donde está el aeropuerto que sirve a La Paz, llamó a la población de 1,1 millón de personas “a hacer un uso del agua de forma razonable”, debido a que una represa que alimenta a la ciudad está a su 50% de capacidad y que garantiza dar el líquido hasta febrero del próximo año.
Dijo que otra alternativa es racionar durante las noches la distribución de agua por cañería domiciliaria, aunque canales privados locales recogieron denuncias de la población de que el suministro no es normal.
Edson Ramírez, glaciólogo del Instituto de Hidráulica e Hidrología de la universidad estatal UMSA, dijo a la AFP que “todavía no hemos entrado a los efectos directos del fenómeno de El Niño. Estamos saliendo de una sequía para entrar a otra”.
Informó que según estudios de esta unidad, las sequías continuarán azotando los Andes del país, mientras que a inicio de 2024 se esperan inundaciones por lluvias en la parte oriental.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología, anticipó que la distribución de lluvias estará por debajo de lo normal hasta fin de año.