Llevaba una doble vida, mató a su pareja embarazada y maquinó macabro plan

Giulia Tramontano, una mujer de 29 años embarazada de siete meses, fue hallada muerta este jueves. Fue asesinada por su pareja, Alessandro Impagnatiello, al parecer tras descubrir la relación paralela que el hombre mantenía con una colega.


Fuente: Infobae

Tramontano había sido reportada como desaparecida hace cinco días en Senago, una localidad en las afueras de Milán. Su cuerpo fue encontrado esta madrugada tras días de frenética búsqueda y los pedidos desesperados de la familia.

Fue el propio Impagnatiello quien confesó el asesinato. El hombre, de 30 años, admitió haber matado a la joven de dos puñaladas. Después intentó dos veces prender fuego al cadáver con alcohol y gasolina. Por último, escondió el cuerpo en una cavidad de un edificio de Senago.

Ahora está acusado de homicidio voluntario con agravantes, interrupción no consentida del embarazo y de ocultar un cadáver. Ya se encuentra detenido en la cárcel milanesa de San Vittore.

Impagnatiello, nacido en 1993, trabajaba como barman el Armani Bamboo Bar, un lujoso local con unas vistas impresionantes ubicado en la célebre Vía Montenapoleone de Milán. Ya tiene un hijo de 6 años de una relación anterior: poco después de la separación de su ex pareja, con la que al parecer había mantenido buenas relaciones, el joven habría empezado a vivir con Tramontano, una agente inmobiliaria de origen napolitano. Ocupaban un departamento en Senago.

El joven, sin embargo, tenía una doble vida. La que tenía con Giulia, su compañera oficial, y la que tenía con una colega italo-inglesa.

El sábado por la noche, de hecho, según el relato de algunos familiares, se produjo una pelea entre Impagnatiello Giulia, que se enteró de todo, inclusive de que la amante del hombre había quedado embarazada, y que posteriormente había abortado. Al parecer, las dos mujeres incluso habían tenido un enfrentamiento ese mismo día.

Tras esa discusión, Impagnatiello la mató.

“Ahora soy un hombre libre”

Según reportan los medios italianos, tras el crimen el hombre trasladó el cadáver en su camioneta y vagó durante kilómetros. Luego buscó a su amante.

“Ella se fue, ahora soy un hombre libre”, le dijo, jurando que el niño del que estaba embarazada Giulia no era suyo. La mujer, sin embargo, prefirió no encontrarse con Impagniatiello.

Tras asesinar a Giulia y esconder su cadáver, Impagnatiello dio comienzo a un plan para engañar a las autoridades. Presentó una denuncia hacia las 18.00 horas del domingo: dijo que la chica había desaparecido mientras él estaba en el trabajo. Explicó a los Carabinieri que había salido de casa hacia las 7 de la mañana para ir a trabajar y que recién se había dado cuenta de la ausencia de Giulia al regresar a las 5 de la tarde. En la casa también faltaban el pasaporte de Tramontano, un bolso 400 euros en efectivo. Un montaje para hacer creer que la joven había huido voluntariamente.

El plan de Impagnatiello continuó con otra manipulación: envió unos mensajes a la madre y a una amiga de Giulia el sábado por la noche, en los que ella supuestamente explicaba que estaba muy alterada porque acababa de discutir con su pareja y les decía que se iba a la cama.

Sin embargo, varias incoherencias en el relato de Impagniatiello alimentaron las sospechas de las autoridades. Sospechas que se convirtieron en certezas tras la evidencia hallada por los investigadores: restos de sangre en su coche, olor a gasolina y las imágenes de las cámaras de vigilancia de la zona que mostraban los movimientos del hombre el día de la desaparición de Giulia. En las pesquisas también se encontraron rastros de sangre en las escaleras del edificio y en el rellano. Impagnatiello había intentado incluso limpiarlos, pero fueron igualmente detectados por el análisis científico.

Presionado por los investigadores, el joven terminó por confesar el femicidio y permitió que se encontrara el cadáver: “Yo la maté”.

Nueva York inundada por lluvias torrenciales; el metro parcialmente paralizado

Las fuertes lluvias que cayeron durante la noche del jueves al viernes en el noreste de Estados Unidos inundaron carreteras en Nueva York y paralizaron parcialmente el metro y los aeropuertos. 


Fuente: AFP

La gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, declaró el “estado de emergencia” para Nueva York, Long Island, al este de la megaciudad, y el valle de Hudson, debido a “las precipitaciones extremas que se están observando”, según anunció en X (antes Twitter).

Imágenes difundidas por periodistas de la AFP, medios locales y redes sociales mostraban vehículos circulando con dificultad por carreteras inundadas o incluso completamente bloqueadas por el agua, que llegaba hasta el nivel de las ventanillas de los automóviles.

Numerosas estaciones de la gigantesca red de metro de la metrópolis han quedado parcialmente inundadas y varias líneas centrales están cerradas en Brooklyn.

“Seguimos evacuando el agua de las vías en estaciones de Brooklyn y Manhattan”, indicó en X la cuenta oficial del metro de Nueva York.

El aeropuerto de La Guardia anunció por su parte que todos los accesos a la Terminal A están “actualmente cerrados”.

La congresista demócrata de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez dijo en un correo electrónico que envió a sus electores que habían caído entre 5 y 12 cm de lluvia en los distritos de Manhattan, Queens y Brooklyn, y aún se esperan entre 2,5 y 7 cm, según las zonas.

De acuerdo al Servicio Meteorológico de Estados Unidos, las abundantes precipitaciones son causadas por un sistema de baja presión que se extiende a lo largo de la costa del Atlántico medio y atrae aire húmedo del océano, “produciendo áreas de fuertes lluvias sobre las regiones del norte y del este”.

En septiembre de 2021 el huracán Ida mató a 13 personas solo en la ciudad de Nueva York, la mayoría atrapadas en los sótanos de antiguas casas transformadas en apartamentos en una urbe que vive una grave crisis inmobiliaria.

París, la ciudad de la luz, la moda y los perfumes, azotada por chinches

Colchones de camas, asientos de salas de cines, de buses y de metro, la plaga de chinches que sufre París, se ha convertido en el tema recurrente en las conversaciones y quedas de ciudadanos de la capital francesa.

Estos parásitos de minúsculo tamaño  han generado una auténtica alarma entre los habitantes de la ciudad luz, tal y como es reflejada en portadas  de periódicos galos.

No hay datos actualizados sobre el alcance de la invasión de esta plaga, pero la magnitud del problema llega a extremos significativos, al punto que se convierte en  una agenda principal para las autoridades.

Entre las poblaciones más densas de Europa, París es presa de la preocupación por el alcance de los chinches, cuando todos palpitan que, en menos de un año se realicen los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en el verano de 2024 en París.

“Los chinches de cama son un problema de salud pública y tienen que ser declarados como tal. Es necesario que el Estado reúna de manera urgente a los actores implicados para poner en marcha un plan de acción a la altura de ese azote que afecta a la sociedad, que exige soluciones urgentes y de fondo”,  expresó el vicealcalde de París, Emmanuel Grégoire, al ser abordado sobre el tema.

El mismo  remitió una carta a la primera ministra francesa, Élisabeth Borne, para pedirle la organización de un congreso nacional respecto a las plagas y solicitó que la agencia regional de salud asuma el costo financiero de las desinfecciones, para acabar con la invasión de los parásitos.

“Estamos preocupados porque es una especie invasiva. Si no abordamos el problema desde la raíz, podemos resultar desbordados”, advirtió, y propuso que en los seguros de las viviendas -que son obligatorios en Francia- se incluya también una cláusula sobre el riesgo de chinches.

El Ayuntamiento de izquierdas de París por su parte, reclama una respuesta del Gobierno francés, de signo liberal y con el que tiene relaciones tirantes.

“Tenemos que actuar en favor de un mejor servicio para los usuarios, para proteger y tranquilizar”, acotó el funcionario.

Además de los chinches,  la invasión de roedores, convirtió a París en un extenso mercado para las empresas de desinfección. En el caso de los chinches pueden llegar a cobrar 250 euros por un pequeño apartamento.

El último conteo oficial que data de junio de 2023, señala que  el 11 % de los hogares franceses estaban afectados por los chinches de cama.

“La limpieza no evita por sí sola una primera infección, pero sí que es cierto que una buena higiene y una detección rápida evitan las grandes infecciones”, señala el Ministerio de Sanidad de Francia, que actualizó esta semana una guía sobre cómo actuar en caso de infección de chinches.

Estos insectos,  tienen costumbre nocturnas para alimentarse de la sangre de las personas y se reproducen fácilmente, estuvieron erradicados a mediados del siglo XX, hasta que, a finales de los 90 regresaron al país.

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Bárbara acción en Inglaterra: taló el árbol de Robin Hood, de más de 300 años 

Funcionarios del Parque Nacional de Northumberland, Inglaterra, quedaron estupefactos al comprobar que el árbol de Robin Hood, de más de 300 años, fue talado deliberadamente por un joven que desató el repudio general contra su criminal acción.


Fuente: BBC/AFP

El árbol solitario en el norte de Inglaterra había sobrevivido a todo tipo de inclemencias, incluso a las amenazas más extremas que azotaron su entorno campestre. 

Un adolescente de 16 años fue arrestado por ser el sospechoso  de haber perpetrado el delito de daños a la propiedad de uno de los símbolos de la campiña anglosajona. 

“El árbol es un ícono de renombre mundial y su pérdida ha causado una gran conmoción, tristeza e ira en toda la comunidad local y más allá”,  dijo el jefe de policía Kevin Waring a periodistas que concurrieron a ver lo que dejó el criminal hecho vandálico.

En el año 2016  fue nombrado Árbol del Año en un concurso organizado por Woodland Trust, una organización benéfica de conservación de bosques en Reino Unido.

Mientras tanto, la Fundación Nacional para Lugares de Interés Histórico o Belleza Natural dijo que estaba “conmocionada y entristecida” por la pérdida de este árbol del tipo sicomoro, “una característica importante e icónica del paisaje durante casi 200 años”.

Alison Hawkins, que vive en Liverpool, fue una de las primeras en llegar al lugar este jueves, mientras caminaba junto a los restos de la famosa muralla romana.

Le contó a la BBC que se puso a llorar cuando un guardaparque nacional le dijo que el árbol había sido talado.

“Fue un auténtico shock. Es básicamente la imagen icónica que todo el mundo quiere ver”, dijo la lugareña.

Catherine Cape vive a pocos minutos de donde estaba el árbol y es propietaria de una posada donde los huéspedes a menudo se quedaban para visitarlo.

“Ni siquiera puedo describir lo angustiados que están todos aquí”, dijo. “Aquí en Tynedale, cuando llegamos a Military Road, buscamos el árbol y sabemos que estamos en casa”, agregó.

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“Se convirtió en un rayo de esperanza para todos por haber crecido en un lugar tan frío y expuesto”, señaló.

Ella y su marido caminaron hasta el árbol en sus primeras citas y su hija dio allí algunos de sus primeros pasos.

Cuando la pandemia de covid impidió juntarse en sitios cerrados, se reunían con la familia en caminatas hasta el árbol.

“Le dio mucho consuelo a mucha gente. Sé que nuestra familia no está sola en eso. Mucha gente encontró consuelo en el árbol”, dijo.

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