Los escépticos de Boric: no lo votaron y no creen que Chile cambie

No votaron por el izquierdista Gabriel Boric, no creen que su gobierno dé estabilidad y temen que los derechos sociales que promete no se hagan realidad. Son los escépticos del próximo presidente de Chile.


Fuente: AFP

 

Junto a los votantes de derecha (44%), una porción de chilenos de centro e izquierda desconfía de Boric, quien a sus 36 años se convertirá el viernes en el presidente más joven en la historia de Chile, tras ganar con el 56% al ultraderechista José Antonio Kast en un balotaje en diciembre.

“Yo a Gabriel Boric lo veo como un cabro chico [niño]”, dice a la AFP Juan Pablo Moraga, empresario informático de 42 años, un “liberal de centro” que no votó decepcionado ante dos opciones “extremas”.

Moraga no tiene fe en que Boric “recupere la estabilidad y devuelva la seguridad económica” después de la crisis por la revuelta social de octubre de 2019 y la pandemia del covid-19.

“Para que servicios como la educación, como la salud, sean un privilegio que nos lleguen a todos como derechos necesitas mucha plata […]. Para eso necesitas estabilidad, seguridad, negociar, y no veo que eso vaya a pasar en los próximos dos o tres gobiernos”, afirma el escéptico director de la empresa Lemonpot.

 

– “Siempre concilia” –

En la izquierda radical, a Pedro Valdebenito tampoco le gusta Boric, un exlíder estudiantil cuya alianza de gobierno incluye al Partido Comunista.

Este músico punk y activista de 30 años lamenta que Boric moderara su discurso. “Él representa la socialdemocracia, el viejo anhelo de un socialismo más moderado dentro de la institucional y de las leyes liberales y eso conlleva al neoliberalismo”, declara a la AFP.

“La desconfianza a Gabriel Boric es que siempre concilia con la derecha en los momentos en que la gente de izquierda cree que se puede derrumbar todo, como el tratado del 15 de noviembre” de 2019, agrega.

Alude a que un mes después del estallido social, el diputado Boric suscribió en el Congreso un acuerdo para convocar a una Convención Constitucional con el fin de apaciguar las protestas.

A Valdebenito tampoco le agrada que Boric forjara una carrera política después de liderar protestas estudiantiles hace una década.

 

– Manifestantes violentos –

En 2019 las protestas desnudaron las inequidades sociales de Chile y hasta ahora un grupúsculo mantiene vivo el fuego de la lucha social.

Son una veintena de manifestantes que se congrega cada viernes en la tarde en la Plaza Italia de Santiago, escenario de los mitines multitudinarios de 2019, donde cometen actos vandálicos y se enfrentan a la policía.

Los vecinos y comerciantes del sector están desesperados, pues no dan señales de terminar sus violentas protestas, ni siquiera por la llegada de un nuevo gobierno.

Son herméticos sobre su verdadero objetivo y no hablan con la prensa, pero Valdebenito cree que desprecian a Boric porque lo consideran “un ente contrarrevolucionario”.

 

– Temor por la Constitución –

Además, otros chilenos están abrumados por la incertidumbre ante la nueva Constitución, que debe estar terminada el 4 de julio para ser sometida a referéndum.

Reemplazará a la Carta Magna impuesta por el dictador Augusto Pinochet en 1980, que consagra el liberalismo económico. Recuperada la democracia en 1990, los partidos de derecha se opusieron a cambiarla, afirmando que daba “estabilidad”.

“No me cabe ninguna duda de que se actuará con sabiduría en el mejor sentido y pensando en lo mejor para todos los chilenos”, ha dicho Boric sobre la Convención Constitucional, integrada por 155 miembros elegidos por voto popular en mayo de 2021.

Como predominan los izquierdistas en la Convención, los 37 de derecha alegan que son relegados y que la nueva Constitución no está siendo redactada “por todos los chilenos”.

 

– “Los Amarillos” –

En su defensa salió hace tres semanas un grupo de 76 personalidades ligado a la Concertación de centroizquierda que dominó la política chilena después de 1990, cuyo caudal electoral se evaporó en años recientes por no hacer cambios de fondo al modelo legado por Pinochet.

“El intento de algunas facciones radicalizadas de la Convención de ignorar, e incluso borrar, a un sector político significativo del país es un error político garrafal”, dijo el grupo en un “Manifiesto” publicado bajo la firma de ‘Amarillos por Chile’.

“Amarillo” hace alusión a trabajadores o sindicatos que defienden a los patrones y en ciertos países es sinónimo de pusilánime. En Chile, desde hace décadas son tildados así los “reformistas” que buscan cambios graduales en contraste con los “revolucionarios”.

“No queremos la deconstrucción de Chile, ni su desmembramiento, ni su refundación desde cero, sino un nuevo comienzo que recoja lo mejor que hemos construido todos juntos”, dice el manifiesto suscrito por exministros, exparlamentarios y académicos, incluida Mariana Aylwin, hija del expresidente Patricio Aylwin (1990-1994).

La OEA elegirá al sucesor de Almagro el 10 de marzo: ¿Un paraguayo en la mira?

La Organización de los Estados Americanos (OEA) decidió este miércoles celebrar una sesión extraordinaria el 10 de marzo para elegir a su nuevo secretario general en sustitución de Luis Almagro, cuyo mandato termina el 25 de mayo.

Fuente: AFP

Los países deben presentar por escrito las candidaturas el 3 de febrero, según la resolución aprobada este miércoles durante un consejo permanente, el órgano ejecutivo de la organización.

Unos días después, el 10 de febrero, está prevista una sesión para que los candidatos presenten a los Estados miembros en “detalle sus propuestas e iniciativas” y al día siguiente a la sociedad civil.

Por el momento dos países, Surinam y Paraguay, postularán a sus ministros de Relaciones Exteriores Albert Ramdin y Rubén Ramírez, respectivamente.

No se descarta que otros Estados presenten candidaturas.

Almagro, un diplomático uruguayo que habrá cumplido dos mandatos, cuenta con el fuerte respaldo de Estados Unidos, pero se ignora a quién apoyará la futura administración del presidente electo republicano Donald Trump.

El magnate concede prioridad a la lucha contra el narcotráfico y la inmigración ilegal.

En otra sesión extraordinaria, el 5 de mayo, los países miembros de la OEA elegirán al secretario general adjunto, cargo ocupado actualmente por Néstor Méndez.

Exfutbolista de la selección de Ecuador está desaparecido y sospechan secuestro

La policía de Ecuador informó este martes el presunto secuestro del futbolista Pedro Perlaza, quien se encontraba en la provincia de Esmeraldas, ubicada en el noroeste y fronteriza con Colombia.

“Ante la presunta desaparición involuntaria de los ciudadanos Pedro P. y Juan M. en #Esmeraldas, tras la presentación de la respectiva denuncia por parte de sus familiares, #PolicíaEcuador inició de manera inmediata las labores investigativas y operativas alrededor de este hecho”, señaló la institución policial en su cuenta de la red social X.

Perlaza, de 33 años, desapareció el domingo pasado en su natal Esmeraldas, adonde se había trasladado tras terminar la temporada. El jugador estuvo los dos últimos años con Barcelona y Delfín de Manta. También jugó en Independiente del Valle y Aucas.

La policía no ha dado más detalles del caso. Medios locales señalaron que el jugador estuvo participando en un torneo barrial y que el domingo se retiró en la tarde hacia su casa pero desde entonces no se conoce su paradero.

Liga de Quito, club al que estuvo vinculado en 2020, expresó en un comunicado su “profunda preocupación y solidaridad” con la familia del lateral. “Confiamos en que esta situación encuentre un desenlace favorable y que pronto podamos recibir noticias alentadoras”, agregó el equipo.

Ecuador encara desde los últimos cinco años un aumento de la violencia ligada a bandas del narcotráfico. La tasa de homicidios en el país pasó de 6 en 2018 a 47 asesinatos por cada 100.000 habitantes en 2023.

Secuestros, extorsiones, asesinatos y masacres carcelarias son frecuentes en Ecuador, antes considerado una isla de paz en medio de Perú y Colombia los mayores productores de cocaína del mundo.

Fuente: AFP

Francia se prepara para la caída de su gobierno

Salvo sorpresa, los diputados de izquierda y de ultraderecha tumbarán este miércoles al gobierno del primer ministro francés, Michel Barnier, tras menos de 100 días en el poder, ahondando la crisis política en la segunda economía de la Unión Europea.

Barnier enfrenta dos mociones de censura en la Asamblea Nacional (cámara baja) que se debatirán a partir de las 16H00 y que para prosperar necesitan el apoyo de al menos 288 diputados. Los grupos opositores que las promueven suman alrededor de 330.

El primer ministro conservador, de 73 años, apeló a la “responsabilidad” de los diputados para que no tumben al gobierno, en un momento económico tenso con la prima de riesgo de Francia codeándose con la de Grecia.

Además, la inestabilidad en Francia y la crisis de gobierno en Alemania, que condujo a adelantar las elecciones legislativas al 23 de febrero, podrían lastrar a la UE, cuando Donald Trump se prepara a regresar al poder en Estados Unidos.

“El interés del país es más importante que el interés de los partidos”, subrayó el presidente francés, Emmanuel Macron, de visita oficial en Arabia Saudita, aunque intentó tranquilizar a los mercados, asegurando que Francia tiene una “economía fuerte”.

Si el gobierno cae, Macron, a quien no afecta la censura, podría nombrar de nuevo a Barnier u otro primer ministro, aunque los equilibrios en el Parlamento serían los mismos, al no poder convocar legislativas anticipadas hasta mediados de 2025.

- Barnier, el breve -

El éxito de la moción de censura convertiría al gobierno de Barnier en el más breve de la Quinta República francesa, que nació en 1958, y en el segundo en caer, tras el de Georges Pompidou en 1962 cuando Charles de Gaulle era presidente.

Pero, sobre todo, ahondaría la crisis política que se vive desde junio, cuando el presidente adelantó por sorpresa las legislativas previstas en 2027, tras la victoria de la ultraderecha en los comicios al Parlamento Europeo en Francia.

Aunque el mandatario centroderechista ya había perdido la mayoría absoluta tras su reelección en 2022, los nuevos comicios dejaron una Asamblea sin mayoría claras y dividida en tres bloques irreconciliables: izquierda, centroderecha y extrema derecha.

El Nuevo Frente Popular (NFP) --coalición de socialistas, comunistas, ecologistas e izquierda radical-- ganó los comicios, pero, casi dos meses después, Macron nombró primer ministro al exnegociador europeo del Brexit, en nombre de la “estabilidad”.

Barnier sólo reunió el apoyo de la alianza de centroderecha de Macron y de su propio partido conservador Los Republicanos (LR), por lo que la supervivencia de su gobierno dependía de la líder ultraderechista Marine Le Pen, que finalmente lo dejó caer.

La negociación de los presupuestos para 2025 fue el detonante. Pese a varias concesiones obtenidas, Le Pen puso como última línea roja que el gobierno diera marcha a atrás a retrasar parte de la revalorización de las pensiones de enero a julio, en vano.

- “Política ficción” -

Con un presupuesto basado en reducir el gasto público y aumentar temporalmente los impuestos para grandes empresas, el gobierno buscaba reducir el déficit público (proyectado en el 6,1% del PIB en 2024) y la deuda pública (112% del PIB a fines de junio).

“Al inscribir su presupuesto en la desastrosa continuidad de Emmanuel Macron, el primer ministro sólo podía fracasar”, escribió el martes por la noche la líder del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) en la red social X.

Poco antes, en una entrevista a las cadenas de televisión TF1 y France 2, Barnier se defendió asegurando que hubo cambios al plan inicial tras “escuchar a todo el mundo” y acusó a Le Pen de entrar en “una especie de puja”, con reclamos sin fin.

Más allá del presupuesto, los partidos juegan sus cartas para 2027, cuando los franceses tengan que votar al sucesor de Macron, que llegó al poder en 2017 y ya no puede ser reelegido cuando complete su segundo mandato.

Pero, cuando una mayoría de franceses lo ve como responsable de la situación actual y con su popularidad en su nivel más bajo, cada vez más voces reclaman su dimisión para superar la crisis, una opción que el presidente calificó el martes de “política ficción”.

Fuente: AFP