Más de dos millones de refugiados ucranianos en 12 días de invasión rusa

Más de dos millones de personas huyeron de los combates en Ucrania en los apenas 12 días transcurridos desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero, según las últimas cifras de la ONU publicadas este martes.


Fuente: AFP

El Alto Comisionado de Naciones Unidos para los Refugiados (ACNUR) contabiliza 2.011.312 refugiados que huyeron de la guerra de Ucrania, según los datos publicados este martes a las 10H30.

Eso corresponde a 276.000 refugiados adicionales con respecto al lunes.

Las autoridades de la ONU consideran que el flujo va a aumentar, sobre todo en caso de apertura de corredores humanitarios que deben permitir, en principio, a los civiles salir de las grandes ciudades ucranianas sitiadas por el ejército ruso.

Hasta el momento, varios acuerdos de evacuación fracasaron.

“Hoy, el flujo de refugiados de Ucrania alcanzó los 2 millones. 2 millones”, tuiteó el Alto Comisionado para los Refugiados, el italiano Filippo Grandi.

“Esta es la crisis de refugiados de más rápido crecimiento en Europa desde la Segunda Guerra Mundial”, había advertido Grandi el domingo.

Grandi visitó Rumanía, Moldavia y Polonia, tres de los países fronterizos con Ucrania, que acogen efugiados ucranianos.

Según la ONU, hasta cuatro millones de personas podrían abandonar el país a causa del conflicto.

Antes del comienzo del conflicto, Ucrania tenía más de 37 millones de habitantes en los territorios controlados por Kiev, lo que no incluye la península de Crimea –anexada por Rusia en 2014– ni las dos zonas en manos de los separatistas prorrusos en el este del país.

POLONIA

Polonia recibe más de la mitad de los refugiados, es decir 1.204.403, según el balance de ACNUR.

Antes de esta crisis, en Polonia ya vivían 1,5 millones de ucranianos, la mayoría llegados para trabajar en este país miembro de la Unión Europea.

HUNGRÍA

Hungría acogió hasta la fecha 191.348 refugiados, un poco menos del 10% del total, según ACNUR.

El país cuenta con cinco puestos fronterizos con Ucrania y varias ciudades limítrofes, como Zahony, pusieron a disposición edificios públicos para alojar a ucranianos.

ESLOVAQUIA

Unos 140.745 ucranianos huyeron a Eslovaquia desde el inicio de la guerra, según la agencia de la ONU, 12.576 más que en informe anterior.

MOLDAVIA

Un total de 82.762 refugiados se encuentran actualmente territorio moldavo, un pequeño país de 2,6 millones de habitantes y uno de los más pobres de Europa, según ACNUR.

Tras llegar a Moldavia, una parte de los refugiados sigue su camino hacia Rumania o Hungría, donde suelen tener familia.

RUMANIA

ACNUR contabilizó unos 82.062 refugiados hasta el domingo. Al igual que en Moldavia, muchos refugiados deciden ir a hacia otros países más al oeste.

RUSIA

El número de personas que se refugiaron en Rusia no fue actualizado desde el 3 de marzo, cuando era de 53.300 (un 3,1% del total).

ACNUR señaló que, entre el 18 y el 23 de febrero, 96.000 personas pasaron de los territorios separatistas prorrusos de Donetsk y Lugansk a Rusia.

OTROS PAÍSES

La agencia de la ONU también precisó que 210.239 personas, más del 10% del total, se refugiaron en otros países europeos, más alejados de las fronteras de Ucrania.

Biden dice que el derrocado presidente sirio Asad “debería rendir cuentas”

El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo el domingo que el derrocado líder sirio Bashar al Asad debería “rendir cuentas” y calificó la situación del país como una “oportunidad histórica” para reconstruir Siria.

En la primera reacción estadounidense al derrocamiento de Asad por una coalición de grupos rebeldes liderada por islamistas, Biden también advirtió que Washington “seguirá vigilante” contra el surgimiento de grupos terroristas y anunció que fuerzas estadounidenses realizaron ataques contra el grupo Estado Islámico (EI).

“La caída del régimen es un acto fundamental de justicia”, dijo Biden desde la Casa Blanca. “Es un momento de oportunidad histórica para el sufrido pueblo de Siria”, agregó.

Biden, que el 20 de enero dará paso al regreso al poder del republicano Donald Trump, aseguró que Washington ayudará a los sirios en la reconstrucción y que “Asad debería rendir cuentas”.

“Nos comprometeremos con todos los grupos sirios (...) para establecer una transición desde el régimen de Asad hacia una” Siria “independiente y soberana con una nueva Constitución”, dijo.

Sin embargo, Biden advirtió que los grupos islamistas que componen la alianza rebelde en Siria estarán bajo escrutinio.

“Algunos de los grupos rebeldes que derrocaron a Asad tienen su propio historial sombrío de terrorismo y abusos contra los derechos humanos”, apuntó Biden.

Agregó que Washington “tiene claro” que ese grupo extremista “intentará aprovechar cualquier vacío para restablecerse” en Siria.

“No permitiremos que eso suceda”, zanjó, al tiempo que añadió que fuerzas estadounidenses realizaron ataques contra EI dentro de Siria.

Se efectuaron ataques contra “más de 75 objetivos utilizando múltiples activos de la Fuerza Aérea, incluidos aviones B-52, F-15 y A-10″, precisó el Comando Central estadounidense en redes sociales.

Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken se hizo eco del optimismo de Biden al afirmar que “tras 14 años de conflicto, el pueblo sirio al fin tiene motivos para la esperanza”.

“Apoyaremos los esfuerzos internacionales dirigidos a hacer responsables al régimen de Asad y sus socios por las atrocidades y la violencia contra el pueblo sirio, en especial por el uso de armas químicas y la detención injusta de civiles”, agregó en un comunicado.

Fuente: AFP

Sirios celebran la caída de Bashar al Asad que se refugió en Rusia

Multitudes de sirios celebraron el domingo la caída del presidente, Bashar al Asad, derrocado por una fulgurante ofensiva de grupos rebeldes liderados por islamistas que puso fin a más de medio siglo de gobierno de la dinastía fundada por Hafez al Asad.

por Maher AL MOUNES con Laure AL KHOURY en Beirut

Al Asad, quien dirigió Siria con puño de hierro desde su llegada al poder hace 24 años, dimitió y abandonó el país, afirmó Rusia, su principal aliado, que le concedió asilo, reportaron las agencias TASS y Ria Novosti.

Decenas de personas irrumpieron en su lujosa residencia en Damasco, la capital. La casa del mandatario alauita, quien sucedió a su padre Hafez al Asad que gobernó el país de 1971 a 2000, también fue saqueada.

“Vine por venganza, nos oprimieron de una forma inconcebible”, relató Abu Omar, un sirio de 44 años. “Hoy ya no tengo miedo”.

Una sala de recepción del palacio presidencial, situado en otro barrio, fue incendiada, al igual que edificios de entes de seguridad, según periodistas de AFP y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una oenegé con sede en Reino Unido que monitorea el conflicto.

La alianza rebelde liderada por los islamistas de Hayat Tahrir al Sham (HTS) decretó “toque de queda en Damasco desde las 16H00 (13H00 GMT) hasta las 05H00 (02H00 GMT) del lunes”.

El anuncio se produjo horas después de su entrada en la capital siria, tras una fulgurante ofensiva lanzada desde la provincia de Idlib, en el noroeste del país, el 27 de noviembre.

Al menos 910 personas, entre ellas 138 civiles, murieron desde el inicio de la ofensiva, indicó el OSDH.

La violencia también desplazó a 370.000 personas, según la ONU, en un país que sufrió una sangrienta guerra civil provocada por la represión de masivas manifestaciones prodemocracia en 2011.

- “¡Siria es nuestra!” -

El líder islamista de la coalición rebelde, Abu Mohamed al Jolani, llegó el domingo a Damasco y se dirigió a la célebre mezquita de los Omeyas donde pronunció un discurso.

Videos que circulan en los medios muestran que fue recibido por una multitud entre gritos de “Allah Akbar” (Dios es grande).

Decenas de personas salieron a las calles, según imágenes de AFPTV, para celebrar la caída del gobierno. Imágenes mostraron personas pisoteando estatuas de Hafez al Asad.

“¡Siria es nuestra, no es de la familia Asad!”, gritaron combatientes en las calles de Damasco. En la plaza de los Omeyas, se podía escuchar disparos como señal de alegría.

Habitantes relataron cómo algunos soldados del ejército sirio se deshicieron de sus uniformes al abandonar el cuartel general situado en la plaza.

“Después de 50 años de opresión bajo el gobernante partido Baaz, y 13 años de crímenes, tiranía y desplazamiento [desde el comienzo del levantamiento en 2011] anunciamos hoy el fin de esta era oscura y el comienzo de una nueva era para Siria”, afirmaron los rebeldes.

En la televisión pública, la coalición, que tachó a Al Asad de “tirano”, dijo que liberó a todos los prisioneros “detenidos injustamente”.

La caída del gobierno abre un periodo de incertidumbre en Siria, fragmentada por una guerra civil que mató a casi medio millón de personas desde 2011. El conflicto dividió al país en zonas de influencia, con fuerzas beligerantes apoyadas por potencias extranjeras.

- Asad “debería rendir cuentas” -

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, celebró el fin del “régimen dictatorial” de Siria.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó la caída de Al Asad como una “oportunidad histórica” y afirmó que el dirigente “debería rendir cuentas”.

Washington tiene cerca de 900 soldados en el país como parte de la coalición internacional que se creó en 2014 para ayudar a combatir al grupo yihadista Estado Islámico.

Francia y Alemania celebraron la caída de Bashar al Asad, pero instaron también a rechazar “toda forma de extremismo”.

Hay que evitar que Siria “caiga en el caos”, advirtió Catar. Arabia Saudita, a su vez, pidió proteger al país del “caos y la división”.

Turquía, muy influyente en Siria donde respalda algunos grupos rebeldes, pidió una “transición” pacífica en el país y afirmó estar en contacto con los rebeldes para garantizar la seguridad.

La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Kaja Kallas, afirmó que la caída del gobierno es “positiva” y muestra “la debilidad” de algunos de sus apoyos, Rusia e Irán.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó el derrocamiento de Al Asad como un “día histórico” y describió al mandatario como un “eslabón central” del “eje del mal” dirigido por Teherán.

El dirigente ordenó a su ejército “tomar” una zona de distensión desmilitarizada en los Altos del Golán, un territorio sirio ocupado y anexado por Israel. El Estado hebreo no permitirá que “ninguna fuerza hostil” se establezca en la frontera, dijo.

© Agence France-Presse

Los rebeldes sirios entran en Damasco y anuncian el fin del régimen de Asad

Las tropas rebeldes lideradas por islamistas radicales anunciaron este domingo en la televisión siria la caída del presidente Bashar al Asad y la “liberación” de la capital Damasco, tras una ofensiva relámpago que puso fin a más de cinco décadas de régimen de la misma familia.

Fuente: AFP

Decenas de personas se manifestaron en el centro de Damasco para celebrar la caída del régimen, según imágenes de AFPTV, y se vieron imágenes de personas pisoteando una estatua de Hafez, el padre de Bashar.

En la plaza de los Omeyas, el ruido de los disparos como señal de alegría se mezclaba con los gritos de “Allahu Akbar” (“Dios es el más grande”).

“Esperábamos este día desde hacía mucho tiempo”, dijo Amer Batha por teléfono a AFP desde la plaza. “No puedo creer que esté viviendo este momento”, expresó entre lágrimas de alegría.

En la televisión pública, los rebeldes anunciaron la caída del “tirano” Bashar al Asad y la “liberación” de Damasco.

En su declaración, dijeron haber liberado a todos los prisioneros “detenidos injustamente” y pidieron salvaguardar la propiedad del Estado sirio “libre”.

Tambén anunciaron en Telegram “la huida” del presidente.

“Asad salió de Siria a través del Aeropuerto Internacional de Damasco antes de que los miembros de las fuerzas armadas y de seguridad abandonaran” el lugar, dijo a la AFP el director de lo oenegé Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.

AFP no pudo confirmar de fuente oficial el paradero del presidente, que gobernó Siria con mano de hierro durante veinticuatro años.

En 2011 la violenta represión de manifestaciones prodemocráticas desencadenó una guerra civil, una de las más violentas del siglo XXI.

“Los extraordinarios acontecimientos” en curso en Siria, están siendo seguidos “con atención” por el presidente estadounidense, Joe Biden, indicó la Casa Blanca.

- Fin de una “era oscura” -

Desde el inicio de su ofensiva, el 27 de noviembre en el noroeste de Siria, los rebeldes conquistaron rápidamente varias ciudades con el objetivo de llegar a Damasco y derrocar al presidente.

También pidieron a los sirios desplazados en el extranjero por el conflicto que vuelvan a una Siria “libre”.

La guerra ha dejado medio millón de muertos desde 2011 y ha dividido al país en zonas de influencia, con fuerzas beligerantes apoyadas por potencias extranjeras.

En un video publicado en su cuenta de Facebook, el primer ministro sirio, Mohamed Al Jalali, dijo estar dispuesto a cooperar con cualquier nuevo “liderazgo” elegido por el pueblo, especificando que estaría el domingo en sus oficinas en la sede del gobierno para cualquier proceso de “transferencia” de poder.

“Después de 50 años de opresión bajo el gobernante partido Baaz, y 13 años de crímenes, tiranía y desplazamiento [desde el comienzo del levantamiento en 2011] anunciamos hoy el fin de esta era oscura y el comienzo de una nueva era para Siria”, afirmaron los rebeldes.

El líder del grupo islamista radical Hayat Tahrir al Sham (HTS), Abu Mohammad al Jolani, que dirige la coalición rebelde apoyada por Turquía, pidió a sus combatientes que no se acerquen a las instituciones públicas y aseguró que que permanecen bajo la autoridad del primer ministro hasta el “traspaso oficial” del poder.

El Hezbolá libanés, un apoyo clave del régimen de Bashar al Asad, retiró sus fuerzas de las afueras de Damasco y de la región de Homs, en el oeste, dijo a AFP una fuente cercana al movimiento.

- Avance espectacular -

La coalición de grupos rebeldes liderada por HTS, un grupo que estuvo relacionado con Al Qaeda, logró un avance espectacular en tan solo diez días, tomando las ciudades de Alepo, Hama y Homs hasta su entrada en Damasco el domingo.

La ofensiva arrancó el 27 de noviembre desde la provincia de Idlib, bastión de HTS en el noroeste de Siria, a pesar de los ataques aéreos de Rusia, aliada del régimen, y de las operaciones terrestres.

Las tropas gubernamentales habían perdido el control de la ciudad de Daraa, cuna del levantamiento de 2011 y situada al sur de la capital, cerca de la frontera con Jordania, ahora en manos de grupos locales.

En el este, las fuerzas gubernamentales se habían retirado de los territorios que controlaban en la de Deir Ezzor, donde ahora están desplegadas las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), dominadas por los kurdos.