Ucrania quiere luchar “hasta el final” en la asediada ciudad de Mariúpol

Ucrania quiere que sus últimos defensores en Mariúpol luchen "hasta el final", al contrario del ultimátum lanzado por Rusia este domingo, que pedía a las fuerzas ucranianas deponer las armas en esta estratégica ciudad portuaria del sureste del país.


Fuente: AFP

“La ciudad no ha caído. Nuestras fuerzas militares, nuestros soldados todavía están allí. Lucharán hasta el final”, aseguró Denys Shmygal, el primer ministro ucraniano, en una entrevista con la cadena estadounidense ABC.

Las declaraciones del primer ministro se producen poco después de que expirara el ultimátum de Moscú, que pidió a los últimos soldados ucranianos atrincherados en un enorme complejo metalúrgico de Mariúpol abandonar la lucha y dejar el lugar antes de las 13H00 (10H00 GMT).

“Todos aquellos que hayan depuesto las armas tendrán la garantía de salvar la vida (…) Es su única oportunidad”, indicó en Telegram el Ministerio ruso de Defensa.

Las fuerzas rusas anunciaron asimismo haber bombardeado este domingo otra fábrica militar en las afueras de Kiev, en un momento de intensificación de los ataques en torno a la capital ucraniana, tras la destrucción del buque insignia de su flota en el mar Negro.

Pero los ataques de Moscú se centran sobre todo en el este y el sur del país. La conquista de Mariúpol, donde la situación es “inhumana” según el líder ucraniano Volodimir Zelenski, supondría una importante victoria para Moscú.

Con 440.000 habitantes antes de la guerra, representa el último obstáculo para garantizar el control de Rusia en la franja marítima que va desde los territorios separatistas prorrusos del Donbás hasta la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.

Rusia asegura controlar casi toda la ciudad, algo que Shmygal negó durante la entrevista con ABC.

El presidente ucraniano señaló que solo había “dos opciones”: el suministro desde los países occidentales de “todas las armas necesarias” para romper el largo asedio de la ciudad o “la vía de la negociación” en la que “el rol de los aliados debe ser igualmente decisivo”.

Zelenski afirmó en una entrevista al canal estadounidense CNN que invitó al presidente francés, Emmanuel Macron, a visitar a Ucrania.

El objetivo de la visita sería que compruebe con sus propios ojos que las fuerzas rusas están cometiendo un “genocidio”, un término que el líder galo se ha negado a usar hasta ahora, detalló el gobernante ucraniano.

PUTIN “CREE GANAR LA GUERRA”

El papa Francisco llamó este domingo a “escuchar el clamor de la paz” en esta “Pascua de guerra”, y aludió a una “Ucrania martirizada”, en su bendición “urbi et orbi” ante 50.000 fieles en la plaza San Pedro de Roma.

Por otra parte, según el canciller austríaco Karl Nehammer, que se reunió con Vladimir Putin hace casi una semana, el presidente ruso piensa que está ganado la guerra desencadenada por su invasión de Ucrania el 24 de febrero.

Shmygal, el primer ministro ucraniano, rechazó estas afirmaciones del líder ruso y recordó que “ni una sola gran ciudad” ucraniana había caído.

Por su lado, el jefe de gobierno italiano Mario Draghi lamentó en entrevista al diario Il Corriere della Sera la aparente ineficacia del “diálogo” con Putin, al constatar que no ha impedido que el “horror” prosiga en Ucrania.

La creación de corredores humanitarios en algunas zonas sigue siendo por ejemplo un rompecabezas. Las autoridades ucranianas informaron este domingo que a falta de un acuerdo con los rusos para un cese el fuego suspenderán por el día la evacuación de civiles desde el este del país.

“Esta mañana, no logramos negociar un cese el fuego en los itinerarios de evacuación con los ocupantes [rusos]. Por este motivo lamentablemente, no vamos a abrir corredores humanitarios hoy”, escribió en Telegram la viceprimera ministra Irina Vereshchuk.

La dirigente indicó que las autoridades hacen lo posible para que los corredores humanitarios vuelvan a abrir “lo antes posible”.

Vereshchuk también exigió la apertura de una vía para evacuar a los militares heridos en la ciudad de Mariúpol.

REORIENTAR LA CAMPAÑA

Aunque ha reorientado su campaña militar al este y al sur, Rusia ha vuelto a bombardear en los últimos días la capital tras el hundimiento de su buque insignia en el mar Negro, el crucero “Moskva”, que Ucrania asegura haber alcanzado con misiles antibuques Neptune.

Moscú niega esta versión y atribuye el hundimiento a un incendio.

El ataque este domingo a una fábrica militar cerca de Kiev estuvo precedido el viernes por el bombardeo de una fábrica también cerca de la capital donde precisamente se producían los misiles Neptune.

En el este, donde se prevé la próxima gran batalla de esta guerra, una serie de ataques dejó cinco muertos y 20 heridos en Járkov, la segunda urbe del país.

“¿Sabe cuando un perro oye un ‘bum’ y todo su cuerpo se pone a temblar aunque el ruido esté lejos? Ahora estoy así”, dijo Zinaida Nestrizhenko, de 69 años, acurrucada junto a una carretera de Járkov con su gato.

Por su parte el Ministerio de Defensa ruso dijo el domingo que “misiles de alta precisión destruyeron depósitos de combustible y municiones” en Barvinkove (región de Izum) y Dobropillia (región de Donetsk), también en el este.

Y en los alrededores de Lugansk, “el bombardeo constante de la región continúa”, dijo el domingo su gobernador ucraniano, Sergei Gaidai.

En la localidad de Zolote “atacaron deliberadamente un edificio de cinco plantas (…) dos personas murieron y cinco resultaron heridas”, añadió.

Aunque no se han implicado directamente en el conflicto, los miembros de la OTAN han suministrado un amplio apoyo armamentístico a Ucrania que ha ido en aumento a medida que avanza la guerra.

Rusia advirtió en una nota diplomática a Estados Unidos contra el envío de armas “más sensibles” a Ucrania, que ponían “combustible en el fuego” y podrían provocar “consecuencias imprevisibles”, según indicó el diario The Washington Post.

Unos 4,8 millones de personas han huido de Ucrania desde el 24 de febrero, según la ONU, que precisa que 40.200 refugiados más dejaron su país en las últimas 24 horas.

Biden indulta a su hijo Hunter a poco de dejar la presidencia

Joe Biden anunció el domingo que, como parte de sus últimas decisiones antes de dejar la presidencia de Estados Unidos, concedió un indulto oficial a su hijo Hunter, quien se enfrentaba a condenas en dos casos penales por evasión fiscal y posesión ilegal de un arma de fuego.

“Ninguna persona sensata que analice los hechos de los casos contra Hunter puede llegar a otra conclusión que no sea que Hunter fue señalado solo porque es mi hijo, y eso está mal”, dijo el mandatario en un comunicado, en el que calificó las acusaciones de “error judicial”.

La medida seguramente provocará nuevos custionamientoas sobre la independencia del sistema judicial estadounidense, especialmente en momentos en que el presidente electo Donald Trump, que asumirá el 20 de enero, ha nombrado a colaboradores leales al frente del FBI y el propio Departamento de Justicia.

El hijo de Biden fue hallado culpable a comienzos de este año de mentir sobre su consumo de drogas cuando compró un arma, lo que es considerado un delito grave, y también aceptó su culpabilidad en otro juicio por fraude fiscal.

Biden había dicho en repetidas ocasiones que no intervendría en los problemas legales de su hijo, de 54 años.

“Dije que no interferiría en la toma de decisiones del Departamento de Justicia y mantuve mi palabra incluso cuando vi cómo mi hijo era procesado de manera selectiva e injusta”, zanjó el mandatario demócrata en la declaración de este domingo.

“Los cargos en sus casos se dieron justo después de que varios de mis opositores políticos en el Congreso los instigaran para atacarme y oponerse a mi elección”, agregó.

“Creo en el sistema de justicia, pero como he luchado con esto, también creo que la política infectó este proceso e indujo a un error judicial”, añadió el presidente.

En una declaración a los medios estadounidenses, Hunter Biden, quien ha luchado contra la adicción a las drogas, aseguró nunca dará “por sentada la clemencia” que se le otorgó y que dedicará la vida que ha “reconstruido” a “ayudar a quienes todavía están enfermos y sufriendo”.

- Acuerdo fallido -

Los presidentes de Estados Unidos han convertido en tradición utilizar los indultos para ayudar a familiares y otros aliados políticos.

Bill Clinton indultó a su medio hermano por antiguos cargos de posesión de cocaína y, durante su primer mandato, Trump perdonó al padre de su yerno por evasión fiscal, aunque en ambos casos ambos ya habían cumplido sus penas de prisión.

Hunter Biden se declaró culpable en un juicio por evasión fiscal en septiembre, y se enfrentaba a hasta 17 años de cárcel. Por la acusación separada de posesión de armas, afrontaba 25 años de prisión.

La revelación de las dos sentencias estaba prevista para mediados de diciembre.

Sus abogados han sostenido que Hunter fue llevado ante la justicia únicamente por ser hijo del presidente.

El hombre pagó los impuestos atrasados, así como las multas impuestas por las autoridades, e incluso llegó a un acuerdo de culpabilidad que lo habría mantenido fuera de la cárcel, aunque el pacto se vino abajo a último minuto.

Su caso ha sido durante mucho tiempo una espina en el costado de la familia Biden, especialmente durante este año electoral en el que los republicanos han denunciado que Hunter Biden fue tratado con demasiada indulgencia.

Fuente: AFP

Una multitud vuelve a protestar contra la gestión de las inundaciones en España

Con gritos como “no son muertes, son asesinatos”, decenas de miles de personas volvieron a protestar este sábado en Valencia contra la gestión política de las mortíferas inundaciones que dejaron 230 fallecidos en el este de España, un mes después de la tragedia.

Tras una enorme pancarta inicial en la que se leía “Mazón, dimisión”, en referencia al presidente regional valenciano, el conservador Carlos Mazón, “cerca de 100.000 personas” marcharon por el centro de la ciudad, según datos de la Delegación del Gobierno (prefectura) en Valencia.

“Tu negligencia es nuestra desgracia” o “solo el pueblo salva al pueblo” eran algunos de los lemas que se leían en esta protesta convocada por organizaciones locales y sindicales en la capital de la región más afectada por las destructivas riadas, donde hace unas semanas ya participaron 130.000 personas en otra masiva marcha.

“¿Qué falló? Incompetencia. Por eso estamos aquí, porque hay mucho incompetente al que se le está pagando” el sueldo, explicó a la AFP Raquel Ferrandis, una profesora de 55 años de Paiporta, uno de los epicentros del desastre, que portaba una pancarta en memoria de la madre de una amiga fallecida durante la catástrofe.

Las lluvias torrenciales que cayeron el 29 de octubre desembocaron en un violento torrente de agua y lodo que desbordó varias localidades del oeste y el sur de Valencia, arrasando viviendas, locales y decenas de miles de autos a su paso.

La tragedia, cuyas huellas siguen todavía muy presentes un mes después, dejó 230 muertos -222 de ellos en la región valenciana- y cuatro desaparecidos, además de millonarios daños materiales.

“Estoy muy indignada”, afirmaba Maribel Peralta, una profesora de 62 años que portaba una pancarta contra el presidente regional, a quien muchos afectados acusan de falta de anticipación y competencia en la gestión de la emergencia.

“La gente que lo ha perdido todo, a ver cómo vive. La gente que ha perdido el negocio, a ver cómo vive. Las ayudas no llegan”, agregaba esta vecina de Valencia que también había acudido a la masiva primera marcha del 9 de noviembre.

En aquella protesta, celebrada en plena conmoción tras el desastre, los manifestantes ya pidieron la salida de Mazón -quien ha descartado de momento dimitir-, y lanzaron reproches igualmente a la gestión por parte del gobierno central de Pedro Sánchez, quien también recibió críticas este sábado por no haber sido más contundente.

Fuente: AFP

Lula y presidente electo de Uruguay hablaron de acuerdo UE-Mercosur

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva recibió este viernes en Brasilia al mandatario electo de Uruguay, Yamandú Orsi, en su primer viaje al exterior tras su triunfo, con una agenda centrada en el acuerdo comercial que buscan concluir la Unión Europea (UE) y el Mercosur.

Orsi dijo que “la mayor parte de la reunión” con Lula estuvo dedicada a analizar la “situación y las posibilidades” del Mercosur para sellar el acuerdo que negocia con la Comisión Europea en medio del rechazo férreo de varios países del bloque, como Francia.

“Como Mercosur y como región somos optimistas en la posibilidad de seguir estrechando lazos con otras regiones y fundamentalmente con Europa”, afirmó el uruguayo a periodistas tras el encuentro en el Palacio de Planalto, sede de la presidencia brasileña.

Fue una “conversación entre amigos”, añadió Orsi, del izquierdista Frente Amplio, que realiza su primer viaje al exterior desde su victoria electoral el domingo.

Lula recordó su buena relación con los expresidentes uruguayos de izquierda Tabaré Vázquez y José “Pepe” Mujica, según una nota de la presidencia brasileña.

El avance de esas negociaciones con la UE será discutido la semana que viene en la 65ª cumbre del Mercosur, en Montevideo, a la que asistirá Lula.

Orsi también estará en la cita del bloque suramericano invitado por el mandatario saliente uruguayo, Luis Lacalle Pou.

La elección de Orsi, delfín de Mujica, representó el regreso de la izquierda al poder en Uruguay tras cinco años de gobierno de centroderecha.

En Brasil es visto como un aliado de Lula en la región, en contraposición al mandatario ultraliberal argentino Javier Milei.

Orsi y Lula conversaron sobre temas sociales así como “los desafíos del Mercosur y la convicción de que Uruguay es muy importante para Brasil”, según un comunicado del equipo del presidente electo uruguayo.

Los términos del pacto entre los 27 países de la UE y Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, por parte del Mercado Común del Sur, se acordaron en 2019, pero varios países, incluidos Francia, Italia y Polonia, lo rechazan, bajo presión de sus sectores agrícolas.

Fuente: AFP