“Encontramos una lesión contusa en el hombro izquierdo y en el cráneo producidas en vida, eso se tradujo en una hemorragia cerebral, finalmente un traumatismo craneoencefálico es la causa de muerte”, explicó el doctor Pablo Lemir al concluir la autopsia.

El tiempo máximo de cuándo ocurrió el crimen se desconoce por ahora, pero sí se maneja el plazo mínimo y es de cinco meses. La presunción de que el cuerpo fue enterrado de manera inmediata al crimen se desprende de que no se detectó fauna cadavérica, es decir, presencia de gusanos.

No se detectaron signos de arma blanca ni de fuego en la ropa ni en las partes conservadas de piel. El golpe que causó la herida contusa lo produjo un elemento sólido y sin filo.

El cuerpo de Analía Rodas fue hallado ayer por la mañana en el domicilio de San Antonio, en donde Rodas vivía con su hermano, Fernando Rodas,quien por ahora es el principal sospechoso del homicidio, aunque no se descarta la participación del novio de la víctima.

El relato inicial de Fernando Rodas, hermano de la víctima, fue que Analía desapareció el 27 de noviembre, cuando supuestamente salió con un bolsón rumbo a San Bernardino o Paraguarí, adonde iría de paseo.

La denuncia se presentó recién el 7 de diciembre y la formuló la hermana. A partir de allí se emitió la orden de búsqueda y localización y se convocó a los familiares. En enero se realizó una inspección en el lugar allanado ayer y no se encontró nada.

A la intensificación de las acciones contra la distribución de drogas se añadió otra intervención en zona del Km 7 lado Monday, donde se detuvo a un hombre de 35 años, quien se valía de un local de comidas y juegos para la distribución de chespi. Se trata de Fernando Rotela.

El informe de la SENAD refiere que en los últimos días un local de comidas fue puesto bajo la lupa de un seguimiento impulsado por la Oficina Regional de Ciudad del Este en conjunto con el Ministerio Público, encabezado por el fiscal Elvio Aguilera.

El lugar presentaba particularidades en las que se observaron movimientos de comercialización de drogas por parte del detenido.

El personal encargado del operativo desbarató el punto de tráfico con un allanamiento e incautación de 45 dosis de crack y dinero en efectivo.

Usar como fachadas para la venta de droga este tipo de negocios posibilita recurrir a los deliverys para distribuir la droga encargada por los clientes.

Luis Alberto Franco Báez (37), oriundo de Salto del Guairá, es el fallecido en el accidente aéreo registrado este viernes en Boquerón, Loma Plata.

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El hombre se hacía llamar “El señor de los cielos” y “Vaka resa”. Los fiscales Lorenzo Lezcano, Julio César Yegros e Israel Villalba llegaron a investigarlo por tráfico de drogas, pero no encontraron elementos que confirmen las sospechas.

Franco Báez también registra antecedentes por transgresión de la ley de armas y presunto lavado de dinero. En el año 2016 lo arrestaron con 30 proyectiles de arma de grueso calibre.

Asimismo, el 10 de julio pasado lo detuvieron por una denuncia que presentó su concubina por violencia intrafamiliar, pero posteriormente lo liberaron.

El otro fallecido es Alberto Morínigo Mendoza, 43 oriundo de Horqueta, pero con domicilio actual en Capiatá.

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El personal de la Dirección de Operaciones Urbanas de la Senad realizó un operativo que derivó en la detención de un importante eslabón de provisión de drogas que sería parte del “Clan Rotela”. Fue durante el allanamiento a una vivienda localizada en el barrio Roberto L. Pettit de Asunción.

Carlos Alberto Duarte Aguilera, de 45 años, quien fue detenido años atrás por la SENAD y hace 8 meses salió de la prisión, fue sorprendido en el lugar con un paquete de clorhidrato de cocaína que pesaba 907 gramos, equivalentes a unas 2.000 dosis en el mercado final de consumo.

Además le fueron incautados dos aparatos celulares, proyectiles calibre 22, balanzas de precisión y dinero en efectivo.

El detenido se encargaba de proveer a toda una red de distribuidores de drogas que operaban en Asunción y alrededores. El hombre fue remitido a la Base de Operaciones de la SENAD por disposición fiscal.

El Plan SUMAR se enfoca en la desarticulación de los pequeños focos de narcomenudeo y al mismo tiempo apunta a los microtraficantes que forman parte de las redes de abastecimiento. Con estas acciones se pretende afectar significativamente la oferta de drogas en las calles.