Barrio de Asunción colorea sus casas de la mano de los españoles Boa Mistura

Los vecinos del barrio Pelopincho han dado color a sus casas de la mano del colectivo de artistas españoles Boa Mistura, para cambiar la imagen de una zona estigmatizada por la pobreza.

Un gran arco de ladrillo con el nombre “Pelopincho” da la bienvenida al barrio, pero para muchos asuncenos supone un umbral que está prohibido cruzar, ante el miedo a ser víctimas de asaltos.

La puerta conduce al corazón del barrio: una cancha que sirve como patio de juegos para los niños de la zona, situada junto a un comedor donde reciben alimentos y son atendidos en consultas médicas.

Este fue el escenario elegido por el colectivo de artistas urbanos Boa Mistura para trabajar con la comunidad en una obra que les implicara a todos, y reflejara el alma del barrio.

Dos semanas después, la frase “Oñondivepa ñande pu’aka” (“todos unidos nosotros podemos”, en lengua guaraní) cubre a todo color las paredes de la cancha y de las casas aledañas, para orgullo de los vecinos, muchos de ellos niños y jóvenes, que repasan con brochas y rodillos la pintura de los enormes murales.

“Este proyecto nos vino como anillo al dedo, porque justamente lo que los vecinos queremos es cambiar la imagen y despertar la solidaridad que caracterizó al barrio, que tiene una historia rica en luchas sociales”, declaró a Efe el presidente de la comisión vecinal de Pelopincho, Marcelo Puente.

Explicó que el proceso con los artistas de Boa Mistura implicó darles a conocer la zona, recorrer con ellos los pasillos y recovecos del barrio, hablar con las pobladoras más antiguas y empaparse de un sinfín de anécdotas para entender mejor su historia.

Después, el “excelente olfato” de los artistas, unido a “un ejército de niños” del barrio, y al entusiasmo de muchos pobladores, logró plasmar en una frase el espíritu de solidaridad entre los vecinos, que a lo largo de su historia enfrentaron juntos problemas como inundaciones o incendios, reveló Puentes.

Como parte de esta historia, el representante vecinal contó que el barrio Pelopincho debe su nombre a una marca de piscinas desmontables de plástico, y fue tomado por los pobladores en forma irónica para referirse al arroyo que discurría por la zona, que ellos utilizaban para bañarse.

A mediados de la década de 1980, el arroyo y el resto de cauces de la zona se desbordaron y provocaron una gran inundación, que llegó a anegar calles del centro histórico de Asunción, y obligó a los vecinos del área ribereña a emigrar hacia zonas más altas.

Años después, en octubre de 1999, los pelopincheros fueron golpeados por otra catástrofe: un incendio devoró las casas y las pertenencias de los vecinos, y forzó a las autoridades municipales a ofrecer viviendas seguras para los damnificados.

Puentes pidió que esta historia de luchas del barrio Pelopincho sea conocida, para ayudar a eliminar el estigma de la delincuencia, e integrar el barrio en el resto de la capital, tal vez convertido en un lugar de interés turístico.

Romina Romero, otra vecina del barrio, defendió a su vez el valor de la solidaridad entre los vecinos de la zona, que a través de actividades como rifas, venta de pollos o torneos obtienen dinero para financiar en conjunto obras como construcción de muros, columnas o iluminación.

“Nunca la gente nos tuvo en cuenta en todos los años que llevamos acá. Siempre dicen que Pelopincho es una zona roja, que no se puede transitar, que no se puede estar… pero es mentira. Todos somos humanos, gente luchadora que queremos salir adelante día a día. Me parece bien el trabajo (de Boa Mistura) y que optaran por el barrio Pelopincho, porque somos humildes, pero grandes de corazón”, opinó.

El colectivo de artistas españoles Boa Mistura busca revalorizar espacios públicos degradados e inspirar a las personas que los habitan a través de la pintura y el arte urbano.

El grupo ha presentado sus trabajos en países como España, Kenia, Georgia, Argelia, Panamá, Austria o ahora en Paraguay, donde el proyecto ha estado apoyado por el Centro Cultural de España Juan de Salazar, en el marco del III encuentro de cultura urbana “Dislocaciones”.

Impiden que paraguayos sean llevados para trabajos de esclavitud en Brasil

En un procedimiento de rutina en la cabecera brasileña del Puente de la Amistad, la Policía Federal del vecino país impidió que un grupo de 12 paraguayos, incluyendo a tres menores sean llevados en forma irregular a la ciudad de Sao Paulo, para trabajos de esclavitud. Todos estaban en un colectivo de sacoleiros que estuvo en Ciudad del Este.

Este es el tercer caso en un mes que un grupo de compatriotas son impedidos de ir a Sao Paulo, Brasil, para ser sometidos a condiciones de trabajo de esclavitud. Lo que sorprende - según informaron - es que estos pasan por los controles paraguayos y luego son detenidos por el control de la Policía Federal.

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Como en todos los casos los paraguayos, quienes son impedidos de ser llevados para trabajos esclavos, son entregados al consulado paraguayo en Foz.

La Policía Federal no dio ningún nombre de los impedidos de ingresar al Brasil por no estar en reglas sus documentaciones, y de los responsables del bus quienes fueron detenidos. Asimismo, el colectivo fue requisado.

De acuerdo a los datos de la propia Policía Federal los paraguayos, en algunos casos familias enteras, son llevados para trabajar en fábricas especialmente de textil, cuyos propietarios muchas veces son de origen libanes, y el reclutamiento se hace en Ciudad del Este.


Guardia nocturno en la Recoleta: “Se escuchan llantos de bebés, voces, pisadas”

De las profesiones menos “apetecibles”, la de guardia nocturno de cementerio fácilmente podría encabezar el ranking. Hasta ateos convencidos concuerdan en que un paseo de noche por un camposanto, podría generarle “cosas”, que la mayoría llama miedo.


Ariel Molas es desde hace 15 años guardia en horario nocturno de la Recoleta, el camposando màs antiguo de la capital. El mismo señala que, aún con el blindaje que da la costumbre, nunca deja de estar atemorizado a la hora en que le toca la ronda entre los pasillos y callejones del cementerio.

“Yo soy guardia nocturno hace 15 años, estoy desde las 18:00 hasta las 6:00. Tenemos una caseta sobre Mariscal López, ahí nos reunimos, somos 5 guardias, de ahí salimos a hacer nuestra ronda. A veces uno tiene miedo, se sienten cosas, siempre está el miedo de ver cosas que no querès ver. Las rondas hacemos de a 2. Una vez escuché llanto de bebé, se escuchan ruidos de lejos, pisadas. Hay una zona hacía el portón 9, hacía el Club Recoleta y luego la zona antigua, detrás de la iglesia. Son las zonas con más movimiento”, relata Ariel en comunicación con radio Ñanduti AM.

El mismo puntualiza que los recorridos nocturnos, son para evitar la incursión de ladrones de cadáveres (que venden generalmente a estudiantes de Medicina, o que son utilizados para actos satánicos) y de placas metálicas de panteones.

Ariel Molas refiere que estos días santos, no tienen para ellos -los guardias- el aliciente de jornada libre. Les toca trabajar de manera normal, a la espera de un día de la semana para tomarse descanso.

Y apunta otro detalle de lo que habitualmente ve en el escenario de trabajo en horas en que todos duermen: los actos y ceremonias que realizan personas en el cementerio.

“Todos los días vemos payé (ofrendas para ‘perjudicar’ a alguien) y otras ceremonias que algunas personas eligen hacerlas en el cementerio”, acota.

Los cementerios con su rutina propia, tienen el elemento de miedo, que es inherente a la naturaleza de sus funciones, esto es, ‘reposo’ eterno de los cuerpos, sumado a la incertidumbre de lo inasible, de los espíritus ligados ‘al más allá’.

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Pediatra brinda consejos para un viaje seguro con niños en Semana Santa

Muchas familias alistan sus vehículos para viajar en Semana Santa e iniciar su travesía por las ciudades del interior del país. Para aprovechar de la mejor manera en familia, un pediatra brindó varios consejos para un viaje seguro.

Al respecto, el Dr. Robert Núñez, pediatra, brindó varios consejos a los padres para un viaje seguro con sus hijos:

1. Es aconsejable que antes de iniciar el viaje, se realice revisiones frecuentes de los principales puntos del vehículo para comprobar que se encuentre en perfecto estado para circular.

Para ello es necesario revisar con especial cuidado las siguientes partes del automóvil: sistema de frenado, neumáticos, tubo de escape, amortiguadores, iluminación, limpiaparabrisas, baterías, niveles: aceite, refrigerante.

2. No olvidar llevar un botiquín que incorpore medicamentos y productos básicos que puedan sacar de apuros en caso de imprevistos.

Con la llegada del buen tiempo, llegan también las alergias, los primeros resfriados, el dengue que persiste y por sobre todo protector solar, ya que es conveniente estar preparados antes posibles contratiempos.

3. Planificar las paradas cada dos horas antes de salir de casa. Buscar áreas de descanso para que el bebé desentumezca los músculos, meriende, juegue o simplemente descanse del viaje.

4. Antes de salir, comprobar que la sillita del bebé va perfectamente ajustada al anclaje. Los arneses y el cinturón no pueden quedar retorcidos, holgado o doblados.

6. Aire acondicionado. Usarlo con moderación para evitar que el bebé se enferme.

7. Si el niño es de los que se pone ansioso en los largos viajes en automóvil, preparar algunos juegos que además de entretenerlo, le permitan estimular su memoria.

8. Durante el viaje, no olvidar llevar música y cuentos infantiles que distraigan al niño. Y por sobre todo snacks saludables.

9. Llevar a mano pañales, algo de abrigo por si cambie el clima, un biberón con agua y todo lo necesario para preparar su comida.

10. Una vez llegados al destino, no olvidar llevar siempre al pequeño bien sujeto en su sillita, también en los desplazamientos cortos.