Campesinos retornan a la capital por promesas incumplidas y traen su producción para damnificados

Los campesinos volvieron a la capital tras un incumplimiento de promesas por parte del gobierno para el apoyo real del trabajo que realizan en el campo y que hasta ahora no obtuvieron respuestas reales. Trajeron 10.000 kilos de producción de la agricultura familiar que fueron entregados a las familias afectadas por las inundaciones.

Una gran producción de la agricultura familiar fue depositada hoy en el microcentro capitalino por parte de las familias campesinas de la Coordinadora Nacional Intersectorial para las familias afectadas por las inundaciones.

Los campesinos volvieron a la capital tras un incumplimiento de promesas por parte del gobierno para el apoyo real del trabajo que realizan en el campo y que hasta ahora no obtuvieron respuestas reales, que no pasaron de las mesas de trabajo.

Esther Leiva, dirigente de la coordinadora explicó que cuando tomaron la decisión de retornar en protesta por promesas incumplidas y hacerlo con una gran parte del a producción de mucho tiempo de trabajo como gesto de solidaridad ante la situación por la que atraviesan las familias de inundados.

“Trajimos nuestro aporte para los compatriotas, como solidaridad, tal vez esto no solucione los problemas pero vinimos a mostrar la agricultura campesina, un trabajo diario que no cuenta con apoyo de políticas públicas”, afirmó la dirigente.

El grueso de manifestantes se concentró en las calles Cerro Corá y Yegros donde descargaron los vehículos que trasladaron los alimentos como maní, mandioca, pomelo, banana, limón, poroto, choclo, harina, fideo y otros.

Todo será destinado para familias damnificadas de los bañados.

Leiva indicó que todos los problemas del campesinado iban a ser resuelto como los de la tierra, deudas y reactivación económica, y el problema de Takuara’i y nada fue solucionado. “No vamos a aceptar que jueguen con el pueblo trabajador y humilde, no hay salida porque no hay voluntad de las autoridades”, agregó.

“No hay voluntad, se repite la historia con el sector campesino, marginado, último peón pero el empresario plantea un subsidio y le solucionan rápido”, puntualizó.

Joven fallece tras sufrir accidente: no se sabe cómo perdió el control de la moto

Un joven de 20 años falleció luego de sufrir un accidente en motocicleta en la localidad de San Alberto, Alto Paraná. De momento, se desconocen las circunstancias del hecho.

Un accidente de tránsito con derivación fatal se registró cerca de las 01:40 hs de este jueves en la avenida Bernardino Caballero de la ciudad de San Alberto.

Resultó víctima del percance vial Emerson Alves Machado, de 20 años, quien circulaba a bordo de su motocicleta de la marca Leopard modelo HT 150 cc, conchapa 360 AAYX.

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El cuerpo del joven acabó tendido en el paseo central y a unos metros fue hallada su motocicleta, según reportan medios locales.

Por causas que aún se desconocen, el motociclista perdió el control y sufrió este accidente fatal. A esto se le suma la falta de testigos presenciales.

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Tras la intervención policial, el cadáver fue trasladado a la morgue de la ciudad de Minga Porã para la inspección correspondiente. Por su parte, se hizo la comunicación a la asistente fiscal Dila Guedes.

Impiden que paraguayos sean llevados para trabajos de esclavitud en Brasil

En un procedimiento de rutina en la cabecera brasileña del Puente de la Amistad, la Policía Federal del vecino país impidió que un grupo de 12 paraguayos, incluyendo a tres menores sean llevados en forma irregular a la ciudad de Sao Paulo, para trabajos de esclavitud. Todos estaban en un colectivo de sacoleiros que estuvo en Ciudad del Este.

Este es el tercer caso en un mes que un grupo de compatriotas son impedidos de ir a Sao Paulo, Brasil, para ser sometidos a condiciones de trabajo de esclavitud. Lo que sorprende - según informaron - es que estos pasan por los controles paraguayos y luego son detenidos por el control de la Policía Federal.

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Como en todos los casos los paraguayos, quienes son impedidos de ser llevados para trabajos esclavos, son entregados al consulado paraguayo en Foz.

La Policía Federal no dio ningún nombre de los impedidos de ingresar al Brasil por no estar en reglas sus documentaciones, y de los responsables del bus quienes fueron detenidos. Asimismo, el colectivo fue requisado.

De acuerdo a los datos de la propia Policía Federal los paraguayos, en algunos casos familias enteras, son llevados para trabajar en fábricas especialmente de textil, cuyos propietarios muchas veces son de origen libanes, y el reclutamiento se hace en Ciudad del Este.


Guardia nocturno en la Recoleta: “Se escuchan llantos de bebés, voces, pisadas”

De las profesiones menos “apetecibles”, la de guardia nocturno de cementerio fácilmente podría encabezar el ranking. Hasta ateos convencidos concuerdan en que un paseo de noche por un camposanto, podría generarle “cosas”, que la mayoría llama miedo.


Ariel Molas es desde hace 15 años guardia en horario nocturno de la Recoleta, el camposando màs antiguo de la capital. El mismo señala que, aún con el blindaje que da la costumbre, nunca deja de estar atemorizado a la hora en que le toca la ronda entre los pasillos y callejones del cementerio.

“Yo soy guardia nocturno hace 15 años, estoy desde las 18:00 hasta las 6:00. Tenemos una caseta sobre Mariscal López, ahí nos reunimos, somos 5 guardias, de ahí salimos a hacer nuestra ronda. A veces uno tiene miedo, se sienten cosas, siempre está el miedo de ver cosas que no querès ver. Las rondas hacemos de a 2. Una vez escuché llanto de bebé, se escuchan ruidos de lejos, pisadas. Hay una zona hacía el portón 9, hacía el Club Recoleta y luego la zona antigua, detrás de la iglesia. Son las zonas con más movimiento”, relata Ariel en comunicación con radio Ñanduti AM.

El mismo puntualiza que los recorridos nocturnos, son para evitar la incursión de ladrones de cadáveres (que venden generalmente a estudiantes de Medicina, o que son utilizados para actos satánicos) y de placas metálicas de panteones.

Ariel Molas refiere que estos días santos, no tienen para ellos -los guardias- el aliciente de jornada libre. Les toca trabajar de manera normal, a la espera de un día de la semana para tomarse descanso.

Y apunta otro detalle de lo que habitualmente ve en el escenario de trabajo en horas en que todos duermen: los actos y ceremonias que realizan personas en el cementerio.

“Todos los días vemos payé (ofrendas para ‘perjudicar’ a alguien) y otras ceremonias que algunas personas eligen hacerlas en el cementerio”, acota.

Los cementerios con su rutina propia, tienen el elemento de miedo, que es inherente a la naturaleza de sus funciones, esto es, ‘reposo’ eterno de los cuerpos, sumado a la incertidumbre de lo inasible, de los espíritus ligados ‘al más allá’.

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