Escrachan a fiscal general y piden liberación del diputado Ulises

Un grupo de seguidores del diputado abdista Ulises Quintana fue hasta la vivienda de la fiscala general Sandra Quiñónez para escracharla y solicitar la liberación del legislador involucrado con un presunto narcotraficante.

Los adherentes del diputado Ulises Quintana decidieron solicitar su liberación, a través de un escrache frente a la residencia de la fiscal general del Estado, Sandra Quinóñez.

Los manifestantes indicaron en la oportunidad que al no ser recibidos por la autoridad, decidieron arrojar huevos. “No le garantizamos que mañana le arrojemos huevo, puede que desayune otra cosa. Para vos Sandrita”, dijo una mujer que portaba un altoparlante.

Ayer, el cuestionado diputado colorado del movimiento Añetete que está en prisión preventiva en el penal militar de Viñas Cué remitió una nota al titular de la Cámara de Diputados para denunciar supuestas “graves violaciones” de sus derechos procesales perpetrados por el Ministerio Público. En ese sentido dijo que faltan méritos para dictar su prisión preventiva.

Lamentó, según publica el diario La Nación, que la Fiscalía no procedió a realizar algunas diligencias básicas, como pedidos de informes a la Dirección General del Registro Público, Registro del Automotor, Banco Central del Paraguay, Contraloría General de la República, Secretaria de la Función Pública, Seprelad y Senad, además de tomar la declaración testifical de los agentes fiscales antidrogas de Alto Paraná, Elvio Aquilera y Manuel Rojas, y del Director de Inteligencia de la SENAD, Juan Manuel Jara.

“No es común que el Ministerio Público haga brazos caídos en una causa de tanta trascendencia como esta; no es común que el Ministerio Público no tenga interés en investigar los hechos punibles atribuidos a un Diputado Nacional que se encuentra privado de su libertad en forma cautelar; no es común que el Ministerio Público descaradamente ignore el pedido de diligencias de un imputado, más todavía cuando las diligencias que se solicitan son básicas”, dijo el diputado con permiso.

Ulises Quintana está imputado por tráfico de drogas (en carácter de cómplice), tráfico de influencia, asociación criminal, enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.

Joven fallece tras sufrir accidente: no se sabe cómo perdió el control de la moto

Un joven de 20 años falleció luego de sufrir un accidente en motocicleta en la localidad de San Alberto, Alto Paraná. De momento, se desconocen las circunstancias del hecho.

Un accidente de tránsito con derivación fatal se registró cerca de las 01:40 hs de este jueves en la avenida Bernardino Caballero de la ciudad de San Alberto.

Resultó víctima del percance vial Emerson Alves Machado, de 20 años, quien circulaba a bordo de su motocicleta de la marca Leopard modelo HT 150 cc, conchapa 360 AAYX.

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El cuerpo del joven acabó tendido en el paseo central y a unos metros fue hallada su motocicleta, según reportan medios locales.

Por causas que aún se desconocen, el motociclista perdió el control y sufrió este accidente fatal. A esto se le suma la falta de testigos presenciales.

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Tras la intervención policial, el cadáver fue trasladado a la morgue de la ciudad de Minga Porã para la inspección correspondiente. Por su parte, se hizo la comunicación a la asistente fiscal Dila Guedes.

Impiden que paraguayos sean llevados para trabajos de esclavitud en Brasil

En un procedimiento de rutina en la cabecera brasileña del Puente de la Amistad, la Policía Federal del vecino país impidió que un grupo de 12 paraguayos, incluyendo a tres menores sean llevados en forma irregular a la ciudad de Sao Paulo, para trabajos de esclavitud. Todos estaban en un colectivo de sacoleiros que estuvo en Ciudad del Este.

Este es el tercer caso en un mes que un grupo de compatriotas son impedidos de ir a Sao Paulo, Brasil, para ser sometidos a condiciones de trabajo de esclavitud. Lo que sorprende - según informaron - es que estos pasan por los controles paraguayos y luego son detenidos por el control de la Policía Federal.

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Como en todos los casos los paraguayos, quienes son impedidos de ser llevados para trabajos esclavos, son entregados al consulado paraguayo en Foz.

La Policía Federal no dio ningún nombre de los impedidos de ingresar al Brasil por no estar en reglas sus documentaciones, y de los responsables del bus quienes fueron detenidos. Asimismo, el colectivo fue requisado.

De acuerdo a los datos de la propia Policía Federal los paraguayos, en algunos casos familias enteras, son llevados para trabajar en fábricas especialmente de textil, cuyos propietarios muchas veces son de origen libanes, y el reclutamiento se hace en Ciudad del Este.


Guardia nocturno en la Recoleta: “Se escuchan llantos de bebés, voces, pisadas”

De las profesiones menos “apetecibles”, la de guardia nocturno de cementerio fácilmente podría encabezar el ranking. Hasta ateos convencidos concuerdan en que un paseo de noche por un camposanto, podría generarle “cosas”, que la mayoría llama miedo.


Ariel Molas es desde hace 15 años guardia en horario nocturno de la Recoleta, el camposando màs antiguo de la capital. El mismo señala que, aún con el blindaje que da la costumbre, nunca deja de estar atemorizado a la hora en que le toca la ronda entre los pasillos y callejones del cementerio.

“Yo soy guardia nocturno hace 15 años, estoy desde las 18:00 hasta las 6:00. Tenemos una caseta sobre Mariscal López, ahí nos reunimos, somos 5 guardias, de ahí salimos a hacer nuestra ronda. A veces uno tiene miedo, se sienten cosas, siempre está el miedo de ver cosas que no querès ver. Las rondas hacemos de a 2. Una vez escuché llanto de bebé, se escuchan ruidos de lejos, pisadas. Hay una zona hacía el portón 9, hacía el Club Recoleta y luego la zona antigua, detrás de la iglesia. Son las zonas con más movimiento”, relata Ariel en comunicación con radio Ñanduti AM.

El mismo puntualiza que los recorridos nocturnos, son para evitar la incursión de ladrones de cadáveres (que venden generalmente a estudiantes de Medicina, o que son utilizados para actos satánicos) y de placas metálicas de panteones.

Ariel Molas refiere que estos días santos, no tienen para ellos -los guardias- el aliciente de jornada libre. Les toca trabajar de manera normal, a la espera de un día de la semana para tomarse descanso.

Y apunta otro detalle de lo que habitualmente ve en el escenario de trabajo en horas en que todos duermen: los actos y ceremonias que realizan personas en el cementerio.

“Todos los días vemos payé (ofrendas para ‘perjudicar’ a alguien) y otras ceremonias que algunas personas eligen hacerlas en el cementerio”, acota.

Los cementerios con su rutina propia, tienen el elemento de miedo, que es inherente a la naturaleza de sus funciones, esto es, ‘reposo’ eterno de los cuerpos, sumado a la incertidumbre de lo inasible, de los espíritus ligados ‘al más allá’.

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