Antes de fin de año, MOPC quiere licitar obras por más de US$ 750 millones

En los últimos tres meses que restan del 2014, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones pretende licitar obras por unos 758 millones de dólares. Hasta la fecha la cartera de Estado tiene obras adjudicadas por unos 224 millones de dólares.

En el paquete de obras a licitarse hay un contrato de rehabilitación y mantenimiento para el tramo Limpio-Calle 6000. Además se tienen obras de señalización vial, rehabilitación de tramos de caminos vecinales y la construcción de un paso a desnivel.

La construcción de un segundo puente internacional con el Brasil en la zona de Presidente Franco, también figura entre los trabajos a ser realizados antes que finalice el año. Según el MOPC, el valor de este paquete alcanzará los USD 758 millones.

En el grupo de obras adjudicadas hay cinco grandes proyectos, como la rehabilitación y pavimentación de la Ruta 8 “Dr. Blas Garay”, tramo Caazapá-Yuty, la Ruta Acceso Este de Asunción y el mejoramiento del tramo Cruce Guaraní-Corpus Christi-Pindoty Porá.

En este paquete la cartera de Estado logró un ahorro de USD 40 millones, de acuerdo a un informe de prensa.

Con respecto a las obras en licitación, se encuentran el mejoramiento de la ruta departamental Km 40 Villeta-Alberdi, tramo Curuguaty-Villa Ygatymi, la construcción de calles de la obra paso a desnivel en Madame Lynch y Aviadores del Chaco, entre otras.

Caacupé: casi 14 mil feligreses fueron atendidos por varias dolencias

Un total de 13.803 feligreses recibieron atención médica en los puestos fijos y provisorios, montados especialmente para el operativo Caacupé. Las autoridades destacaron que no se registró ninguna víctima fatal este fin de semana en el marco de las festividades.

En conferencia de prensa, el Dr. Santiago García, viceministro de Atención Integral a la Salud y Bienestar Social, el Dr. Fabián Correa, director de la III Región Sanitaria Cordillera, y el Dr. Luis Gómez, director del Hospital Regional de Caacupé, brindaron un reporte sobre la cobertura sanitaria en la Villa Serrana.

Un total de 13.803 peregrinantes fueron atendidos. La cifra de personas asistidas irá en aumento, ya que se aguarda que más peregrinantes lleguen a la capital espiritual del país. Las causas más prevalentes fueron: dolores musculares, ampollas, hipertensión, control de presión arterial, cefalea (dolor de cabeza) y calambres.

El recuento general hace referencia desde el 28 de noviembre inicio del Operativo Caacupé. El mismo se extenderá hasta el 15 de diciembre.

Las derivaciones realizadas fueron 104, en su mayoría al Hospital Regional de Caacupé y una de ellas a un centro especializado. Todas de mediana o baja complejidad.

El Dr. Santiago García, viceministro de Atención Integral a la Salud y Bienestar Social, destacó el trabajo del personal de blanco, movilizado por el Operativo de Caacupé 2024, en nombre de la ministra de Salud María Teresa Barán.

“Agradezco a todo el personal de blanco, involucrado en el Operativo Caacupé, en nombre de la ministra María Teresa Barán, quien con su liderazgo hizo que este Operativo de Caacupé hasta el día de hoy sea un éxito, y a toda esa gente que está apostada a la vera de la ruta, atendiendo a los peregrinantes a pesar de las inclemencias del tiempo; no dejaron su lugar de trabajo para que esta caminata y este peregrinar sea un éxito tanto para la fe católica como para los peregrinantes”, indicó el Viceministro de Atención Integral a la Salud y Bienestar Social.

Cabe mencionar que, durante la cobertura, los visitantes de la Villa Serrana tuvieron a disposición 29 puestos fijos, 49 puestos provisorios, 48 ambulancias, 1 helicóptero, 6 tanques de agua y 80 sanitarios portátiles (SENASA) y 1.752 profesionales de la salud (entre médicos y personal de enfermería), además de 665 personal de apoyo, 32 paramédicos, es decir, un total de 2.449 funcionarios de Salud que formaron el capital humano para el Operativo Caacupé2024, todos ellos abocados a brindar el mejor servicio a los ciudadanos asistentes a la festividad mariana.

Se recuerda a la ciudadanía que se encuentran disponibles las líneas 141 para pedido de ambulancias, 132 para bomberos y 911 para la policía nacional, ante cualquier emergencia.

La carta del obispo de Caacupé: un mensaje de esperanza

En un mensaje profundo y lleno de esperanza, el obispo de Caacupé, Ricardo Valenzuela, dirigió una carta pastoral al pueblo paraguayo, enmarcada en la celebración del Año Jubilar, como un tiempo de gracia y reflexión para toda la nación. Con palabras que invitan a la introspección, monseñor aborda los desafíos que enfrenta el país, las esperanzas renovadas y los logros alcanzados, ofreciendo una visión crítica pero optimista sobre el futuro del país.

En su carta, el obispo resalta que este año es una oportunidad única para obtener la indulgencia plenaria, un acto espiritual que otorga el perdón total de los pecados a quienes se acerquen a Dios con fe y contrición. Este tiempo es visto como un “gran jubileo”, en el que la esperanza se convierte en el eje central de la vida cristiana.

“La esperanza no significa ignorar los problemas ni evadir las dificultades”, señala, sino enfrentarlos con el convencimiento de que las bendiciones prometidas están al alcance. Este llamado a la esperanza se traduce en un cambio positivo que impulsa la superación de los males que afectan al mundo, como la pobreza, la discriminación, las guerras, y la corrupción.

La esperanza como fuerza transformadora

En su mensaje, el obispo ilustra el poder de la esperanza con ejemplos inspiradores. Destaca el renacer de la selección paraguaya de fútbol, que, tras un periodo de derrotas, despertó en su equipo y en el pueblo la ilusión de una clasificación al próximo Mundial. Este ejemplo, según el prelado, demuestra que con liderazgo y fe, la esperanza puede brillar incluso en las circunstancias más adversas.

“Esperamos siempre algo mejor. Esperamos justicia, misericordia y paz. La esperanza es esa chispa que, aunque apagada, puede encenderse nuevamente y llevarnos a alcanzar metas impensadas”, subraya.

Los importantes logros como signos de esperanza

El líder religioso además celebra los recientes logros de paraguayos en diversos campos, y resalta cómo reflejan el talento y la perseverancia del pueblo:

  • Educación y ciencia: Jóvenes ganadores de la Olimpiada de Matemáticas del Cono Sur y de campeonatos internacionales de robótica, ajedrez y ciencia, que posicionan a Paraguay en un lugar destacado a nivel mundial.
  • Deporte: El triunfo de la selección Sub-15 en el Campeonato Sudamericano y los éxitos individuales como el del piloto Joshua Duerksen, quien obtuvo una participación brillante en Fórmula 2.
  • Cultura: Jóvenes artistas paraguayos como Aye Alfonso y Fiorella Noemí, quienes brillan en competencias internacionales.
  • Grado de Inversión: también destacó el logro del gobierno nacional de alcanzar el Grado de Inversión, que posiciona a nuestro país entre otros del selecto grupo de países confiables para las inversiones. “Esto es muy bueno, siempre y cuando esas inversiones tengan impacto en el campo social con mejores oportunidades de ingreso, mayor bienestar, mejores servicios públicos de salud y educación para nuestra gente y para nuestros niños y adolescentes”, resaltó.

A pesar de estos logros, plantea un interrogante: ¿Cómo es posible que, con tanto talento y recursos disponibles, aún persistan problemas estructurales como un sistema de transporte deficiente o cortes de energía eléctrica? Este contraste, señala, evidencia la falta de políticas públicas efectivas y liderazgo para aprovechar al máximo el potencial del país.

Justicia social: una deuda pendiente

El mensaje hace un fuerte llamado a la justicia social, al recordar que el Paraguay sigue siendo un país donde la pobreza, la desigualdad y la corrupción afectan profundamente la calidad de vida de sus ciudadanos. Cita al Papa Francisco, quien pide a los gobiernos del mundo iniciativas que devuelvan la esperanza a los más vulnerables, incluyendo a los presos y a los pobres.

“El Papa propone formas de amnistía o condonación de penas para los presos, como un gesto que ayude a recuperar la confianza en la sociedad. Sería un acto ejemplar que los tres poderes del Estado paraguayo se alineen con esta propuesta”, reflexiona el obispo.

Asimismo, el mensaje resalta la difícil situación de los jubilados, quienes, tras décadas de trabajo, enfrentan constantes amenazas a sus derechos y pensiones. “Es idolatrar un sistema económico permitir que se recorten los beneficios de quienes trabajaron con honestidad durante toda su vida”, advierte. Aboga además por garantizar los fondos jubilatorios y no meter manos a este recurso.

Los enfermos, ancianos y pobres: prioridades del Jubileo

El obispo dedica un espacio especial a los enfermos, pidiendo una atención digna y cercana que alivie su sufrimiento, y a los ancianos, quienes muchas veces son relegados a la soledad y el abandono. “Ellos son portadores de la fe y la sabiduría que deben transmitirse a las nuevas generaciones”, señala.

Asimismo, enfatiza que la pobreza no puede seguir siendo aceptada como algo normal. “La pobreza es un escándalo constante frente a tanta riqueza. No podemos acostumbrarnos ni resignarnos a estas situaciones dramáticas”, alerta.

La paz y la seguridad: desafíos urgentes

El mensaje aborda las “guerras” que afectan la paz en Paraguay, como el narcotráfico, los secuestros y la violencia en las calles. Estos males, según el obispo, minan la tranquilidad y la convivencia pacífica, agravando la inseguridad ciudadana y las injusticias sociales.

“No puede haber paz mientras existan secuestros impunes, asesinatos y ajustes de cuentas. La justicia y la seguridad son pilares fundamentales para construir un país donde reine la esperanza”, manifiesta, al momento de recordar a los secuestrados que siguen desaparecidos en el norte.

La juventud: protagonista del futuro

El obispo dedica un apartado especial a los jóvenes, destacando su rol clave en la construcción de un Paraguay mejor. Les insta a no rendirse ante las dificultades, como el acceso desigual a oportunidades, la precariedad laboral y la corrupción.

“El país necesita líderes jóvenes, comprometidos, íntegros y con visión de futuro. Este Jubileo es una oportunidad para que los jóvenes redescubran su propósito y se conviertan en agentes de cambio”, anima.

Compromiso colectivo

El obispo concluye su carta con un llamado a todos los paraguayos a participar activamente en la construcción de una sociedad más justa y solidaria. Recuerda que las obras de misericordia, como asistir a los enfermos, apoyar a los necesitados y promover la paz, son también actos de esperanza que transforman vidas.

“Este Año Jubilar es un momento de conversión y de compromiso. Es tiempo de despertar la chispa de la esperanza en nuestros corazones y trabajar juntos por un Paraguay donde reine la justicia, la paz y la solidaridad”, finaliza.

Homilía en Caacupé: el contundente mensaje a los políticos

Monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de Caacupé, instó este 8 de diciembre a los líderes políticos a vivir el servicio como un acto de amor al prójimo.

Durante su homilía en la Fiesta de Caacupé 2024, Monseñor Ricardo Valenzuela dirigió un mensaje especial a gobernantes, parlamentarios y políticos, instándolos a reflexionar sobre su papel en la sociedad desde una perspectiva cristiana. Citando el mandamiento del Señor, “Amar al prójimo como a sí mismo”, el obispo llamó a los líderes a convertir su compromiso político en un verdadero servicio al bien común.

“Este llamado no puede limitarse a declaraciones de buenas intenciones, sino que debe traducirse en un compromiso diligente y cotidiano, sustentado en una vida moral íntegra y una gestión desinteresada y transparente del poder”, afirmó.

Monseñor Valenzuela enfatizó que el próximo Jubileo 2025 representa una oportunidad para que los líderes políticos analicen cómo aplicar este mandamiento en su labor diaria. “El servicio político debe ser una vocación que refleje amor al prójimo, buscando siempre el bienestar de los ciudadanos con competencia y dedicación”, agregó.

El obispo concluyó su exhortación destacando que los desafíos actuales demandan líderes con principios sólidos y disposición para construir una sociedad más justa y fraterna, en consonancia con los valores del Evangelio.