Lea Giménez, integrante del equipo de transición del presidente electo Santiago Peña, expuso su preocupación por las licitaciones y compras públicas que está realizando de manera acelerada el Gobierno saliente. Además alertó sobre pagos acelerados de intereses moratorios y abogó por una solución transparente.

Al ser un traspaso de un gobierno colorado a otro del mismo partido político, la exministra de Hacienda consideró que existe una responsabilidad incluso partidaria, para garantizar que no se reciba la “caja vacía” en las arcas del Estado.

“De alguna manera, todas las partes tenemos una responsabilidad, principalmente aquellos que son dueños de la lapicera en este momento, tienen una responsabilidad muy importante con el pueblo paraguayo de ser buenos administradores, no queremos encontrarnos con aquella situación de la caja vacía”, indicó en entrevista con La Caja Negra (Unicanal).

Lea Giménez indicó que además del festival de licitaciones, el actual Gobierno está realizando una práctica llamativa al pagar los intereses moratorios a los proveedores, esto en el MOPC específicamente.

“Vemos que se apuran pagos de intereses moratorios por deudas contraídas durante la pandemia. Esto es realmente algo bastante poco común. Es tan poco común que justamente funcionarios del MOPC están siendo capacitados hoy en grandes números para poder empezar a gestionar estos pagos. Se quieren hacer de manera rápida y levanta banderas rojas, esto no corresponde hacer a cinco minutos de terminar el partido”, reveló.

La designada por Santi Peña para la transición esgrimió que el Estado siempre tiene que buscar pagar el capital y no así convertirse en una suerte de instrumento de inversión financiera, donde las personas que “han invertido” estén ganando intereses por la falta de pago.

En ese sentido Lea se preguntó por qué no se paga el capital de la deuda, tal como normalmente se acostumbra a realizar. También cuestionó que hoy se busca pagar el monto nominal sin ninguna negociación que se estila a realizar en estos casos. “Me hace mucho ruido tal vez porque no tenemos toda la información  y hay que dar el beneficio de la duda”, acotó.

Finalmente abogó por transparentar la situación de las instituciones públicas con los proveedores del Estado.

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Eleuterio Cristaldo, de 90 años, y Francisca Ruiz, de 88, celebraron el pasado sábado en Jhugua Tadeo, distrito de Paso Horqueta, Concepción, sus 70 años de matrimonio, un hito que reflejó su inquebrantable amor y dedicación.

En una emotiva reunión familiar, la pareja fue acompañada por 9 de sus 13 hijos, 32 nietos y 25 bisnietos, quienes le rindieron homenaje por su compromiso a lo largo de seis décadas. A pesar de que con dolor, la familia recordó a los cuatro hijos que ya partieron, incluida la Hermana Marta, quien dedicó su vida al servicio religioso.

Eleuterio y Francisca se conocieron en la iglesia, donde ambos servían en las misas y cultos dominicales. Tras el servicio militar, él la encontró nuevamente en la iglesia católica de Frontera Curuzú Ñú.

En febrero de 1955, con 20 y 18 años, decidieron casarse, comenzando una vida marcada por sacrificios y fe. “A pesar de las dificultades y de tener muchos hijos, siempre confiamos en Dios”, comentó don Eleuterio a un medio local.

Doña Francisca, quien hoy continúa cuidando de su esposo, destacó la incansable dedicación de Eleuterio para mantener a su familia. “Aunque éramos pobres, él siempre trabajó duro para que nunca nos faltara lo esencial”, recordó. Agradecida, también expresó su gratitud hacia sus hijos por organizar esta celebración tan especial.

Pedro Cristaldo, uno de los hijos, expresó que la historia de sus padres es un claro ejemplo de amor, resiliencia y compromiso.

La celebración incluyó una emotiva renovación de votos, presidida por el sacerdote Fernando Florentín Solís, quien ofició la ceremonia en el barrio San Antonio de Concepción.

Un día lleno de reflexión, alegría y reconocimiento para la familia, que celebró con orgullo esta muestra de fortaleza y unidad.

Un hombre de 34 años, identificado como Joel Marcelo Báez Gamarra, perdió la vida el pasado domingo en las aguas del río Paraguay, mientras aguardaba junto a sus compañeros de trabajo la llegada de una balsa en el Puerto Itá Enramada, ubicado en Asunción.

El hombre, quien se desempeña como chofer de camiones de gran porte, decidió ingresar al agua para refrescarse debido al intenso calor.

Según testigos, en un momento de la espera, Báez nadó hacia la orilla, pero la fuerte corriente del río lo arrastró. Uno de sus compañeros de trabajo observó cómo el hombre se sumergió y no volvió a emerger, lo que motivó la alerta a las autoridades.

La Prefectura Naval de Asunción movilizó rápidamente un operativo de búsqueda. Tras varias horas de esfuerzos, el cuerpo sin vida de Báez fue hallado en las cercanías del lugar del incidente.

La zona donde ocurrió el trágico hecho es conocida por su peligroso caudal y profundidad, siendo un área prohibida para el baño debido a que en ella se realizan actividades de embarque y desembarque.

El sábado fue denunciada la desaparición de Hermann Friedrich Kurt Thiele (76) y su esposa Birgit Frieda Minna Thiele (73), en jurisdicción de la Colonia San Miguel de la ciudad de Caaguazú.

Se trata de una pareja de ciudadanos alemanes que se encuentra con paradero desconocido desde el jueves, día en que se tuvo el último contacto con los mismos.

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Su hijo, Erwin Hermann Christoph Thiele (36), manifestó a las autoridades que en aquella oportunidad estuvo dialogando con su madre a través de mensajes de texto, recibiendo la última respuesta cerca de las 17:30 hs.

Preocupado por la falta de contestación, decidió pedir a un vecino que vaya a la casa de sus padres a revisar qué había sucedido, constatándose así que ambos habían desaparecido.

A partir de la denuncia, la Policía Nacional y el Ministerio Público tomaron intervención, iniciando un operativo de búsqueda que continua hasta el día de hoy, aunque sin resultados.

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Agentes policiales de diferentes comisarías, junto con personal táctico, de investigaciones e inteligencia, vienen realizando una ardua tarea para tratar de ubicar a la pareja de alemanes, con rastrillajes tanto por tierra como también por aire mediante el uso de drones.

Lo llamativo del caso es que en el domicilio faltaban varias prendas de vestir de ambos, además de alimentos y medicamentos que pertenecen a la mujer, lo que hace sospechar que pudieron haber desaparecido sin dejar rastros de manera voluntaria.