De acuerdo a lo que manifestó la directora Fanny Núñez Sánchez, “es cosa de prácticamente todos los días que entren aquí a hurtar hasta lo más básico”.

“Hemos perdido la cuenta de cuántas veces ingresaron a la escuela para llevarse todo lo que encuentran y los principales perjudicados son nuestros alumnos”, precisó.

La escuela se ubica en el barrio San Ramón, en la frontera con Zeballos Cue y creen firmemente que son jóvenes del lugar que moran calles abajo hacia un arroyo que circunda la zona.

“Cruzando el arroyo que está del otro lado de la escuela está el sitio donde aparentemente comercian con drogas”, comentó y cree que los objetos que se llevan son para venderlos y adquirir la hierba maldita.

Consultada acerca de qué acciones toma la Policía, la directora señaló que “siempre les acercamos la denuncia, levantan los datos pero ahí muere todo”.

Los ladrones se llevan desde frascos de alcohol hasta garrafas, ventiladores de techo, cuadernos, parlantes, cableados eléctricos, cubiertos y todo tipo de objeto que bajo esa suposición pueda generarles “ingresos” con los cuales costear sus vicios.

“Después de eso no contamos con nada más de valor. Años más atrás teníamos computadoras pero esos también nos robaron”, indicó.

En la escuela asisten niños de la zona en burbujas para dar clases. Estos también se exponen junto a sus padres a la voluntad de los maleantes, quienes aprovechan que la institución no cuenta con caseros ni personal de seguridad.

“Como escuela no podemos tener a alguien que cuide el lugar porque no tenemos presupuesto para eso”, manifestó Fanny Núñez, quien lleva 19 años al frente de la escuela.

La inseguridad sigue acechando en el departamento de Alto Paraná, pese al último refuerzo de agentes dispuesto desde la Policía Nacional a raíz de la ola de asaltos en esta región del país.

En las últimas 24 horas, se registraron dos importantes asaltos perpetrados por delincuentes motorizados, los cuales generaron pérdidas millonarias a las respectivas víctimas.

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Uno de ellos se registró el día lunes sobre la avenida República de Chile de Ciudad del Este, teniendo como protagonista a una estudiante brasileña, identificada como Thaise Gabriele Araujo Borges, de 28 años.

La joven fue despojada de la suma de 6.000 reales (equivalente a G. 8.500.000, al cambio actual), dinero que iba a ser destinado a pagar sus cuotas en la universidad, siendo autores de este golpe dos motochorros.

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El segundo atraco se registró en la mañana de ayer a la altura del Km 51 de la Ruta PY07, en jurisdicción de la ciudad de Hernandarias, teniendo como víctimas a dos repartidores de la empresa Brumado S.A.

Los empleados de la firma, Jorge Ruben Ibarrola López (27) y Jorge Luis Benítez Rolón (44), fueron interceptados por tres sujetos que se movilizaban en dos motocicletas. A punta de arma de fuego, los obligaron a entregar la suma de G. 5 millones, además de un cheque por valor G. 966.500 y un teléfono celular.

En el reporte del acta policial, la mujer consignó que la persona que le sustrajo el móvil, utilizó los datos almacenados en este, para extraer de su cuenta bancaria la suma de 20 millones de guaraníes, en tanto que realizó compras a créditos por valor de G. 53 millones.

Lo llamativo del hecho resulta de las aristas que tienen los despojos de los que fue víctima. En primer lugar, cómo lograron acceder a la contraseña de su cuenta bancaria, y por què no se desactivó el celular cuando la mujer afirma que hizo la denuncia pocos minutos después de la sustracción.

En cuanto a las compras que se hizo desde el teléfono robado, la denunciante manifestó que las transacciones se realizaron sin los protocolos de seguridad habitual que se realizan en esos casos.

Los investigadores del hecho también mencionaron que las transferencias de dinero de la cuenta, se realizaron a varios números, lo cual llama la atención ya que el apuro de los delincuentes para evitar el bloqueo de la cuenta, hace suponer que el vaciamiento podía hacerse con una sola operación.

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Tras las fuertes lluvias registradas el pasado fin de semana, el departamento de Ñeembucú se encuentra afectada por inundaciones, señala el reporte actualizado del Centro Nacional de Información y Vigilancia de Salud.

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En ese sentido, refiere que unas 2.150 familias de doce distritos del departamento de Ñeembucú fueron evacuadas y trasladadas a unos 6 albergues. Asimismo, hasta el momento no se reportan fallecidos en la zona.

Por otro lado, señala que una persona se encuentra desaparecida. Se trata de una joven madre, de 24 años, quien desde el pasado domingo desapareció en aguas del río Salado en zona de Piquete Cué, de la ciudad de Limpio realizando tareas de pesca. Se están realizando tareas de búsqueda en las aguas con apoyo de la Marina.

En tanto, en la ciudad de Luque, departamento Central dos mujeres, madre e hija, murieron luego de ser arrastradas por el raudal ocasionada por las lluvias registradas esta madrugada. Las mismas fueron identificadas como Sara Benítez (48) y su hija Nilda Lujan Barrios Benítez (19).

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