El Registro de Prestadores de Servicios (Repse) suma cada vez más inscriptos a nivel nacional. Esto se debe a que grandes empresas del sector privado se muestran comprometidas en asegurarse que los proveedores de servicios que contratan ya sean profesionales o empresas, se registren en este sistema según las normativas actuales, contribuyendo de tal manera a la formalización del Comercio de Servicios.

Durante el mes de junio se registró un total de 103 nuevos prestadores de servicios inscriptos en el Repse. Del total, el 53%, unos 55 inscriptos, son personas físicas prestadoras de servicios, entre los cuales se destacan prestadores de servicios profesionales y propietarios de firmas unipersonales. Mientras que el 47% restante, cerca de 48 prestadores, corresponde a personas jurídicas prestadoras de servicios.

Asimismo, los prestadores de servicios inscriptos declarados ocuparon a unas 361 personas.En términos generales, desde la implementación del Repse, en octubre del año 2013, hasta el 30 de junio de 2024 se han registrado 21.274 prestadores de servicios.

Con relación a la localización de los prestadores nuevos, el informe detalla que el 36%, unas 37 empresas, provienen de la Capital; seguido del departamento Central con una participación del 28%, alrededor de 29 registros. Así también, en una menor medida se sitúan los departamentos de Alto Paraná, Itapúa, Canindeyú, Caazapá, Concepción, entre otros. Cabe mencionar que estas zonas del país concentran la mayor cantidad de prestadores de servicios residentes, inscriptos en el Repse, debido a que sus actividades se enfocan más al sector comercial e industrial y de servicios.

El 99% de los prestadores de servicios registrados en el mes de junio declararon que sus actividades de servicios tuvieron un destino nacional, lo que refleja una preferencia por atender las necesidades del mercado interno paraguayo.

Por otro lado, apenas el 1% de los prestadores de servicios declaró que tuvieron como destino el mercado externo. Esta distribución resalta la orientación principalmente nacional de las actividades económicas y comerciales registradas durante el período.

Al cierre de agosto de 2024, el saldo del comercio exterior de Paraguay mostró un superávit de USD 488,2 millones. Las exportaciones totales alcanzaron USD 11.345,1 millones, mientras que las importaciones sumaron USD 10.856,9 millones, según el reporte del Banco Central del Paraguay.

Las exportaciones a finales de agosto experimentaron una ligera disminución del 0,1% en comparación con el mismo mes del año anterior, cuando alcanzaron USD 11.359,9 millones. En contraste, las importaciones crecieron un 8,6% respecto a los USD 9.995,1 millones del año pasado.

Dentro de las exportaciones, las exportaciones registradas representaron el 69,6% del total, con un valor de USD 7.890,6 millones, lo que supone una reducción del 1,1% en comparación con agosto de 2023.

Las reexportaciones, que constituyen el 23,5% del total, sumaron USD 2.671,4 millones, con una caída del 1,3%. Por otro lado, las otras exportaciones crecieron un 15,8%, alcanzando USD 783,0 millones.

En cuanto a las importaciones, las registradas representaron el 96,9% del total, alcanzando USD 10.523,7 millones, un aumento del 9,7% respecto al año anterior. Las otras importaciones, que constituyen el 3,1% del total, totalizaron USD 333,2 millones, con una disminución del 17,8%. En términos de volumen, las importaciones crecieron un 15,6%.

Miguel Tolces, vocero de la Camampar (Cámara de Comerciantes Mayoristas y Minoristas del Paraguay), explicó que la navegabilidad del río en algún momento puede significar complicaciones logísticas y encarecer los fletes para la llegada de mercaderías.

A esto se suma la escalada del dólar que, desde hace meses no retrocede y, pese a los pronósticos de disminución de puntos, los niveles se mantienen elevados y son un factor determinante dentro de la fijación de precios.

“La inestabilidad de las últimas semanas hace que sea muy difícil para los proveedores poner los precios a los productos, porque no saben cuáles van a ser los precios a los que van a responder los dólares para importar la siguiente tanda de productos”, comentó Tolces, en una entrevista con radio Gen-Nación Media.

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Esta situación de la moneda norteamericana genera una incertidumbre en un momento muy especial: el arranque de septiembre, mes en que los comerciantes se abastecen de productos navideños y de fin de año.

Por otro lado, los valores de los fletes son también muy fluctuantes, acotó. Cualquier costo adicional es una desventaja que terminará repercutiendo en los consumidores finales.

“Hay muchos proveedores nuestros que están pasando precios nuevos, nosotros tratamos de aguantar los cambios de precio hasta lo último, hasta que tengamos la necesidad de reponer el producto, a diferencia de otros canales que reciben una lista de precios y en el momento remarcan el costo, nosotros aguantamos y vendemos al precio que compramos”, aseguró.

De momento, las lluvias registradas y pronosticadas, todavía son insuficientes para la recuperación del nivel de los ríos.

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De ese modo el “oro negro” se puso por debajo de los 70 dólares por cada barril. El barril Brent, de referencia en mercados mundiales, ha dejado atrás ese nivel por primera vez desde el mes de noviembre de 2021. Incluso dejando atrás los años de la pandemia y meses antes de que la invasión rusa de Ucrania pusiese por las nubes al sector energético. La caída ronda los 10 dólares en dos semanas, al momento cuando antes rondaba los 80 dólares, un nivel en el que, todos los países productores consideran aceptables.

Los consumidores de Europa y China “festejan” con esta desescalada que, al decir de analistas, no parece haber tocado su fin. En esto concuerdan algunas de las principales casas mundiales de trading del producto.

¿Pero qué incidencia tendrá el bajón en Paraguay? La “tradición” señala que las bajadas de precios del petróleo, rara vez repercuten en la baja de precios al consumidor. Los emblemas que explotan el negocio sostienen que sus respectivos stock están con precios fijados de varios meses de antelación, y que es menester que la tendencia a la baja se mantenga por el mismo periodo en que ellos “aguantaron” con precios altos. Otro factor de peso para que la baja del petróleo no incida en nuestro país, es que coincide con la disparada del dólar.

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