Científicos japoneses construyen el primer satélite de madera del mundo

Un equipo de científicos japoneses construyó el primer satélite de madera del mundo, que será enviado al espacio en septiembre en un cohete de SpaceX.

El artefacto es un pequeño cubo de diez centímetros de arista desarrollado por investigadores de la Universidad de Kioto y la empresa de explotación forestal Sumitomo Forestry.

Sus creadores calculan que el satélite se quemará por completo al entrar de nuevo en la atmósfera, lo que podría ser una forma de disminuir la generación de residuos metálicos por el regreso de estos aparatos a la Tierra.

Estas partículas metálicas pueden tener efectos negativos para el medioambiente y las telecomunicaciones, dijeron los responsables del proyecto al presentar su creación el martes.

“Los satélites que no están hechos con metal deberían generalizarse”, dijo en rueda de prensa Takao Doi, astronauta y profesor de la Universidad de Kioto.

El satélite, hecho con madera de magnolia, será entregado a la agencia espacial japonesa JAXA la próxima semana.

En septiembre, un cohete de SpaceX lo transportará hasta la Estación Espacial Internacional, desde donde será liberado al espacio para probar su resistencia y durabilidad.

“Desde el satélite se mandarán datos a los investigadores que podrán comprobar si hay indicios de tensión y si el satélite puede soportar los grandes cambios de temperatura”, dijo una portavoz de Sumitomo Forestry el miércoles a la AFP.

Fuente: AFP

El largo y tortuoso camino frente a los trastornos alimentarios

La anorexia le hizo “perder su forma humana” y la obligó a crear una “sonrisa de fachada” que desde hace años oculta sus batallas, explica Lucie en el hospital de Nantes, en el oeste de Francia, donde recibe tratamiento por sus trastornos alimentarios.

Durante ocho años, intentó controlar su peso y su cuerpo, adelgazando hasta “perder el control”.

Es la pérdida de una forma humana, de la energía, de la vida. En un momento, se pierde la vida. Eso es lo que trae esta enfermedad”, cuenta la joven de 31 años, con blusa sin mangas y cabello castaño claro.

Hospitalizada en 2020, ahora recibe tratamiento en un centro ambulatorio de atención en adicciones del hospital universitario de Nantes (CHU), llamado “espacio Barbara”, que ofrece consultas psiquiátricas, terapias familiares, comidas terapéuticas y talleres creativos.

Sentada en una silla turquesa, Cléo, de 18 años, explica que la enfermedad “le arrebató todo”.

“Dicta nuestros actos y gestos, se convierte en nuestra identidad”, describe.

Hasta ser hospitalizada a los 14 años, la adolescente no era “consciente” de su enfermedad. “Cuando mi médico me decía que estaba enferma, no le creía. Me iba diciéndole lo que él quería oír, convencida de que yo controlaba la situación”, cuenta.

Las jóvenes pacientes comparten experiencias de negación y desprecio hacia su cuerpo y hacia sí mismas, elementos comunes en los trastornos de la conducta alimentaria (TCA).

- Cultura de la delgadez -

Actualmente, unas 80 pacientes están en tratamiento en el espacio Barbara, con procesos de atención que duran varios meses. La espera para una primera consulta es de unos cuatro meses.

La demanda en Nantes aumentó más del 30% en tres años, según el CHU, tendencia que se observa en todo Francia.

Según la Federación Francesa Anorexia Bulimia, cerca de un millón de personas padecen TCA en el país, en su mayoría mujeres jóvenes.

“Quizá haya cinco centros como este en todo el país, sin contar los hospitales de internación completa. En lugares donde no hay nada, los pacientes quedan aún más abandonados”, explica Bruno Rocher, psiquiatra y responsable del espacio Bárbara.

Entre las posibles razones del aumento de las solicitudes de consulta, menciona los efectos del confinamiento por el covid-19 y la influencia de las redes sociales en la vida de los adolescentes.

En TikTok abundan los mensajes que incitan a controlar o reducir la alimentación bajo la etiqueta #skinnytok. “No eres fea, solo estás gorda”, “Tu estómago no gruñe, te está aplaudiendo”, repiten algunas usuarias.

Francia y Bélgica alertaron recientemente a la Unión Europea sobre el peligro de estos contenidos.

En su teléfono, Cléo vio aparecer cada vez más videos que promueven la “cultura del régimen”, protagonizados por “la ‘clean girl’: vida perfecta, cuerpo bonito, ejercicio, alimentación saludable...”, cuenta.

“Una se dice ‘yo también puedo hacerlo’, y luego se va demasiado lejos”, relata.

- Dejarse llevar -

“No es solo en las redes sociales, es algo más general en la sociedad. Queremos ser delgadas, nos volvemos flacas, extremadamente flacas. Creemos que eso nos dará una vida perfecta. Pero detrás hay una enfermedad y, en algún momento, una caída”, añade Julia, de 19 años.

Al mediodía, las pacientes comparten una “comida terapéutica”, tras la cual deben descansar. Siempre se sienta un miembro del personal a la mesa con ellas.

“No es solo vigilancia, también es para fomentar el diálogo durante las comidas, para que levanten la mirada del plato. Para ellas es un desafío comer cosas que no prepararon ellas mismas, sin controlar por ejemplo el uso de grasas”, apunta Katia Drouet, enfermera.

“Aquí se enfrentan a lo que les da miedo: la comida, las emociones, el hecho de dejarse llevar”, agrega.

La trayectoria es a veces tortuosa: hospitalización, acompañamiento, recaída y un nuevo tratamiento...

Tras haberse visto confrontada “a la fuerza” con el sistema médico hace siete años, Camille, de 24 años, recuperó peso y encontró “cierta estabilidad”. Pero su trastorno reapareció, bajo “otro cariz”.

En el espacio Barbara, las pacientes deben fijarse tres objetivos a cumplir cada tres meses, de los cuales al menos uno debe estar relacionado con la alimentación.

“Luego están los otros aspectos: por ejemplo me sugirieron trabajar sobre la sonrisa de fachada... Lograr no sonreír si no me siento bien”, dice Lucie, con una sonrisa fugaz.

Para ella, “el miedo a la comida es solo la punta del iceberg”.

Fuente: AFP

El delantero hizo un amago, ¿o un amague?

Utilizada muchas veces en el ámbito futbolístico, pero aplicable a cualquier circunstancia, la palabra amagar despierta una duda en torno al sustantivo que le corresponde: ¿amago o amague?

El diccionario de la lengua española (el oficial de la RAE) define amago como: m. Acción y efecto de amagar. Entre sus sinónimos aparecen: intento, ademán, finta2 (segunda acepción), conato.

Sin embargo, a nivel latinoamericano es muy común escuchar la variante amague, en alusión al sustantivo correspondiente al verbo en su modo infinitivo amagar.

De hecho, amague se encuentra en el diccionario de americanismos, administrado por la Asociación de Academias de Lenguas Españolas, integrada a su vez por las academias de lenguas españolas de cada país de América.

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Por su parte, el diccionario de la RAE también incluye esta variante en sus registros, aunque con la acotación de que esta forma es utilizada en Bolivia, México, Paraguay y Uruguay, en su primera acepción: Indicio o señal de algo que finalmente no llega a suceder.

En tanto, en Ecuador, Guatemala, Nicaragua y Puerto Rico en su segunda acepción: gesto que indica la intención de hacer algo.

En síntesis, la palabra más apropiada y culta del español puro es amago, según la recomendación de la Real Academia Española y la Fundación para el Desarrollo de la Lengua Española (Fundéu), mientras que, amague es una variante que, se admite, pero el término correcto y original es amago.

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La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.

Proteger las cuerdas ¿vocales o bucales?

Para referirse a las cuerdas que utilizamos para hablar, algunos mencionan a las cuerdas bucales y otros a las vocales, en una especie de confusión por la semejanza entre las palabras. Recordamos cuál es la apropiada y por qué.

Los pliegues de la laringe que nos permiten emitir la voz se denominan cuerdas vocales, no bucales.

De hecho, el diccionario define cuerda vocal como cada uno de los pliegues de la mucosa laríngea que abren o cierran la glotis y vibran para producir la voz. Como no se ubican en la boca, sino al inicio de la tráquea, no corresponde el uso de la palabra bucal.

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Todos los elementos involucrados con las cuerdas vocales están vinculados al habla, por esta razón, el adjetivo adecuado es vocal, que significa relativo a la voz.

La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.

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