Yo y mis compañeros: ¿el burro por delante? o ¿pase usted?

Mencionarse en primer lugar en una enumeración de personas o situaciones, hace que, quienes nos escuchan, nos corrijan con la famosa frase: “el burro por delante”, para señalar la necesidad de citarse en último lugar. Sin embargo, ¿es realmente incorrecto decir yo y mis compañeros en lugar de mis compañeros y yo? Veamos qué dice la Real Academia Española.

“Estábamos jugando yo y Kiko”, decía el relato inicial del Chavo del 8, en uno de sus tantos capítulos. Ante esto, don Ramón le interrumpe y le contesta: “el burro por delante”, para darle a entender que primero debe nombrar a los demás y último a sí mismo.

Lejos de ofenderse por la lección disfrazada de insulto, el Chavo le responde: “pase usted”. También existen otros capítulos en los que, el propio profesor Jirafales es quien corrige al Chavo, pero indicándole el orden correcto.

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¿Están equivocados quienes se nombran primero? Desde la óptica lingüística de la RAE, no es incorrecto –ni lo ha sido nunca- nombrarse a sí mismo en primer lugar. No obstante, por una cuestión de cortesía y de no dar una imagen de egocéntrico, se aconseja citar primero a los demás y último a uno mismo.

No obstante, la RAE señala ciertos casos en los que nombrarse primero está plenamente justificado. Algunos ejemplos son estos:

Cuando el orden adecuado viene determinado por el contexto y puede ser relevante no citarse en último lugar. “Las primeras en llegar a la meta fuimos yo, Eva y Ana”. Aquí se interpreta que, quien relata, es la que ganó la carrera.

La naturalidad de los pronombres en plural: resulta más natural decir nosotros y ellos que ellos y nosotros. Para la RAE, aquí quizás influyan razones rítmicas o prosódicas

Combinación de personas y cosas o entes: cuando en el relato aparecen objetos inanimados o cosas, la norma de cortesía se deshace y lo normal es que la persona figure en primer lugar: yo y mis libros, en vez de, mis libros y yo.

Cuando quien habla encabeza un grupo: Yo y los que me siguen estamos convencidos de…

En estos cuatro tipos de casos no se imponen las reglas de cortesía, sino las circunstancias de cada ejemplo.

EN OTROS IDIOMAS NO SE CONSIDERA DESCORTÉS

Países que hablan otros idioms no consideran descortés mencionarse en primer lugar. Uno de ellos es Italia y esto quedó evidenciado en una conversación entre Laura Pausini, Alejandro Sanz y Ricky Martin, donde la italiana se menciona en primer lugar a sí misma y luego el cantante español se ríe y le explica los motivos.

Laura Pausini

🫢 La cantautora italiana Laura Pausini, durante una entrevista junto a sus compañeros Ricky Martin y Alejandro Sanz, tuvo una divertida confusión entre español e italiano.

Publicada por CUI - Centro Universitario de Idiomas en Jueves, 26 de enero de 2023

La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.

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Entidades de beneficencia, no -ciencia

La palabra correcta para referirse a las instituciones que ayudan a los grupos carenciados es beneficencia y no beneficencia. Esto tiene una explicación en su origen y compartimos cuál es.

El Diccionario de la lengua española presenta dos acepciones para el sustantivo beneficencia. La primera, acción y efecto de hacer el bien a los demás. La segunda, conjunto de instituciones y servicios de ayuda a los necesitados.

Sin embargo, es muy común leer escritos o escuchar informes que hablan de entidades de “beneficiencia”, agregándole la vocal i antes de la e, con lo cual, se forma un vocablo que no existe.

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Beneficencia procede del latín beneficentia, según el Diccionario panhispánico de dudas.

“No es apropiado emplear en su lugar beneficiencia, en la que se cambia erróneamente la terminación por -⁠ciencia, con una i tras la primera c”, señala el material de consulta de la RAE.

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Latoso, meloso e infatuado: las diferencias

Los adjetivos latoso, meloso e infatuado, utilizados a veces como sinónimos, tienen en realidad significados diferentes. Repasamos lo que le corresponde a cada uno de acuerdo al contexto.

Recurrimos al Diccionario de la lengua española para tener certeza de las definiciones de cada término.

Latoso:. fastidioso, molesto, pesado. Como sinónimos aparecen: latero, pesado, cargante, fastidioso, molesto, chinchoso, chilmolero, jeringón, latigudo, pelma, rollo, chinche. Como segunda acepción aparece: embustero.

Meloso: de calidad o naturaleza de miel. Sus sinónimos son: dulce, dulzón, almibarado, empalagoso, melifluo.

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En la segunda acepción, aplicada a personas, palabras y actitudes, el significado es: dulce, apacible. Sin embargo, el diccionario aclara que también se utiliza en sentido peyorativo, lo cual, es más común a nivel local.

En tanto, para la palabra infatuado, la RAE define la infatuación como engreimiento, fatuidad, vanidad, soberbia, orgullo, presunción, jactancia y vanagloria.

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El curioso significado de la palabra abracadabra

De origen griego, pero incluido en el diccionario de la lengua española, abracadabra es una palabra conocida por todos por su uso en la magia. Conocemos la explicación de su significado.

La Real Academia Española comparte hoy el desglose de lo que significa abracadabra, que en el diccionario aparece con la definición de: palabra cabalística a la que se atribuyen efectos mágicos.

Procede del griego «abráxas» que en ese idioma se escribe así:. ἀβράξας abráxas, cuyas letras, en su equivalencia numérica, suman 365, pues α = 1, β = 2, ρ = 100, ξ = 60 y ς = 200.

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En tanto, abraxas también figura en el diccionario como:. voz simbólica entre los gnósticos, expresiva del curso del Sol en los 365 días del año y representativa del dios todopoderoso.

El gnosticismo es la doctrina filosófica y religiosa de los primeros siglos de la Iglesia, mezcla de la cristiana con creencias judaicas y orientales, que se dividió en varias sectas y propugnaba tener un conocimiento intuitivo y misterioso de las cosas divinas.

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