“No somos enfermos mentales”: trans protestan en Perú

Decenas de activistas LGTB se agruparon bajo esta misma consigna para protestar este viernes contra un decreto del gobierno peruano que cataloga la transexualidad como “trastorno mental”.

La norma que enfureció a las organizaciones que defienden la diversidad sexual incorpora una vieja clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Es un decreto que nos retrocede más (de) tres décadas, cuando se ‘descataloguizó’ la homosexualidad desde la OMS (...) No podemos vivir en un país donde nos consideren enfermas o enfermos”, señaló a la AFP Jorge Apolaya, portavoz del Colectivo Marcha del Orgullo Lima.

Unos 200 manifestantes se reunieron frente a la sede del Ministerio de Salud, en Lima, para rechazar la decisión del gobierno de mantener en firme el decreto, pese a las protestas que coincidieron con el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia.

“Es una normativa que nos violenta (...) nos están colocando como personas enfermas, como si tuvieramos un problema y la identidad de género es todo lo coantrario” sostuvo Áfrika Nakamura, una comunicadora audiovisual de 25 años.

Bajo lemas como “¡No es enfermedad, es diversidad!” y “Somos trans y no somos enfermas, aquí está la resistencia trans”, los manifestantes bloquearon por unas horas la transitada y céntrica avenida donde está el ministerio, sin que se reportaran choques con la policía.

“Reclamamos la derogación porque estigmatiza a las identidades transgénero, no podemos ser catalogadas frente a un diagnóstico patologizante”, dijo a la AFP Maju Carrión, directora de la asociación TRANSformar.

- “Interpretación errónea” -

Un portavoz del Ministerio de Salud justificó la vigencia del decreto, y alegó que su anulación impediría que los afiliados al sistema de salud, sobre todo al privado, accedan a más servicios de salud mental.

“El decreto se va a mantener porque no podemos quitar el derecho de atención”, dijo a la AFP Carlos Alvarado, director de Aseguramiento e Intercambio Prestacional del ministerio.

Según el portavoz oficial, “ha habido una mala lectura y una interpretación errónea” del decreto.

La transexualidad “no es un problema de salud mental y estamos de acuerdo con eso, a tal punto que hay varios documentos del ministerio que lo especifican”, expresó Alvarado.

El decreto actualiza el Plan Esencial de Aseguramiento en Salud (PEAS), una lista de los beneficios mínimos a los que tiene derecho un afiliado de la salud pública, mixta o privada.

Sin embargo, empleó una antigua clasificación de la OMS, conocida como CIE-10, con la descripción que puso en alerta a los grupos LGBT.

Desde 2022, la organización dejó de caracterizar la transexualidad como un trastorno mental.

Alvarado insistió en que la intención del gobierno fue ampliar la atención en salud mental a tratamientos ambulatorios, siquiátricos, endocrinológicos derivados de la identidad de género, que antes del decreto no eran cubiertos por aseguradoras privadas, principalmente.

“La idea es hacer la transición al CIE-11 lo más rápido posible”, sostuvo Alvarado, sin especificar si esto implicaría la expedición de un nuevo decreto más adelante.

- Consecuencias -

Para los colectivos LGBT, mientras la norma siga vigente, sus miembros están expuestos a “graves consecuencias”, como a las mal llamadas terapias de conversión, que agencias de la ONU equiparan con torturas.

“No hay que olvidar que las terapias reparativas consistían en tratamientos (como) electroshock, baños en hielo”, comentó el portavoz del Colectivo Marcha del Orgullo Lima.

Perú no reconoce el matrimonio ni la unión civil entre homosexuales, ni permite que las personas trans incluyan en sus documentos su identidad de género.

En un artículo publicado en su página web, la ONG Human Rights Watch (HRW) también llamó la atención sobre los efectos de “este decreto sesgado y poco científico”.

“Patologizar de manera oficial a las personas LGBT (...) puede socavar gravemente los esfuerzos por mejorar la protección de los derechos basados en la orientación sexual y la identidad de género”, advierte la organización.

© Agence France-Presse

Trans no podrán participar en competiciones femeninas en Inglaterra

Las mujeres transgénero no podrán participar en las competiciones femeninas de fútbol en Inglaterra “a partir del 1 de junio de 2025”, anunció este jueves la Federación Inglesa de Fútbol (FA), una modificación ligada a una reciente decisión de la justicia sobre la identidad de género.

Londres, Reino Unido

La Federación Escocesa de Fútbol tomó una decisión similar, también motivada por la aplicación de esta decisión por parte del Tribunal Supremo del Reino Unido, que el 16 de abril desarrolló la definición legal de una mujer en base al sexo biológico.

La modificación del reglamento entrará en vigor “a partir del 1 de junio de 2025” en Inglaterra y “a partir de la temporada 2025/26” en Escocia, precisaron las federaciones en comunicados distintos.

Si “nuestro papel es hacer que el fútbol sea accesible para el mayor número posible de personas”, escribió la Football Association (FA), garantía de las leyes del fútbol en Inglaterra, “corresponde cumplir con los textos en vigor legal”, precisó.

“Entendemos que esto será difícil para las personas que simplemente quieren practicar el deporte que aman, con el género con el que se identifican”, añade el organismo.

Y asegura que contactará “con las mujeres transgénero registradas” en la federación para “explicarles los cambios” y la manera en que “pueden continuar” practicando su deporte.

La Scottish FA “proporcionará consejos sobre la implementación de la política actualizada, incluidas sobre las oportunidades de participación adecuadas para las personas transgénero, antes de que la medida entre en vigor al comienzo de la nueva temporada”.

La decisión del Tribunal Supremo del Reino Unido puso fin a una batalla legal de cuatro años entre el gobierno escocés, muy comprometido con los derechos de las personas transgénero, y la asociación ‘For Women Scotland’.

“La decisión unánime de este tribunal es que los términos ‘mujer’ y ‘sexo’ en la ley de Igualdad de 2010 se refieren a una mujer biológica ya un sexo biológico”, dictaminaron los cinco magistrados de la más alta instancia del país.

En su decisión, emitida el 16 de abril, afirman principalmente que es legal excluir a las mujeres transgénero de ciertos espacios reservados para mujeres -como centros de alojamiento o en hospitales- si se considera “proporcionado”.

© Agencia France-Presse

El costo humano de la cruzada antitrans de Trump

Lorelei Crean, de 17 años, se la pasa visitando universidades, terminando trabajos escolares e intentando disfrutar de las vacaciones de primavera como cualquier adolescente estadounidense.

AFP

Pero la ofensiva del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra los derechos de la comunidad LGBTQ en sus primeros 100 días de gobierno, ha obligado a Crean, que es trans, a convertirse en activista a tiempo completo.

“Ha sido demasiado. Siento que voy a algo cada semana”, dice, mientras enumera la larga lista de mítines y eventos organizados para protestar contra Trump, que gobierna a golpe de decretos presidenciales.

En poco más de tres meses, el republicano ha dado al traste con los modestos avances en materia de derechos de las personas trans y las protecciones que había logrado esta pequeña comunidad en sus lugares de trabajo, el mundo académico y las instituciones federales.

El mes pasado, Trump emitió una orden ejecutiva que exige a las instituciones que reciben subvenciones federales para investigación o educación que pongan fin al tratamiento para cambio de género para menores de 19 años, y ordenó a su nuevo secretario de Salud que haga todo lo posible para acabar con esta práctica.

Una de las primeras medidas de Trump fue suspender la emisión de documentos con una “X” en la casilla de género neutro.

En enero, Trump decretó que “sólo hay dos géneros: masculino y femenino”.

A Crean, hace poco, le llegó por correo su nuevo certificado de nacimiento “con una ‘X’ en el pasaporte de género”. “Así que ahora todos mis documentos legales tienen una X”, señala.

“Mi existencia está en cierto modo en contradicción con la declaración de Trump”, afirma Crean en un parque cerca de su casa en el barrio de Washington Heights de Manhattan.

Trump ha intentado prohibir que las personas transgénero sirvan en el ejército, borrar las referencias a las personas trans en los consejos oficiales de viaje y castigar a los estados que permiten la participación de competidores trans en el deporte.

- “Hacer algo” -

“Todo el mundo tiene la sensación de odiar lo que ve en las noticias. Recibes una nueva notificación, ‘noticias de última hora, Trump ha hecho una locura o algo ilegal’”, dice Crean, con el puente George Washington que une Nueva York y Nueva Jersey a sus espaldas.

“Es algo que nos afecta a todos, no sólo a mí como joven trans, sino a todos mis amigos, a la gente de color, a otras personas queer. Es un ataque diario contra la gente”, afirma mientras varias personas toman el sol y escuchan música alrededor.

Y es que a las cosas habituales de su edad, como compaginar estudios con las visitas a las universidades y su apretada agenda de protestas se suma “la carga de vivir la vida como una persona trans en el Estados Unidos actual”.

Para el padre de Crean, Nathan Newman, de 57 años, “ha sido bueno que hayan podido canalizarlo, no para sentirse desesperanzados, sino para ver que pueden hacer algo”.

Decidir qué universidad visitar y en cuáles solicitar una plaza para estudiar no es fácil actualmente.

“Las leyes actuales contra las personas trans son un factor en mis decisiones universitarias porque, dependiendo del estado, no tendré derechos”, explica.

Las personas trans se enfrentan a una maraña de leyes y normativas locales que van desde el acceso a la atención sanitaria para la transición hasta el uso de los baños.

Incluso en la profundamente demócrata Nueva York, al menos una red de hospitales se plegó a la prohibición de Trump de ofrecer la transición bajo control médico a menores de 19 años, lo que Crean considera como una “primera señal” de que la administración actual va a “ser diferente de todo lo anterior”.

Sin embargo, Crean no se arredra y promete mantener sus protestas. “Hay gente que está saliendo a la calle y que antes no lo hubiera hecho”, dice con la esperanza de doblegar el brazo a la nueva realidad

‘La Comadre’ refuta dichos transfóbicos y se acerca a la comunidad: “Es un nuevo comienzo”

Kenny La Comadre salió al paso de la polémica generada tras los dichos de Lorena Arias sobre su persona y las mujeres trans. La instagramer pidió respeto a los derechos y un freno a los discursos de odio. Se mostró abierta a acercarse a la comunidad.

Luego de los controvertidos dichos de la exmodelo de los años 90, Lorena Arias, en la que pidió un límite a los comentarios de La Comadre y otras mujeres trans sobre sentir síntomas propios de la mujer en algunos días del mes, Kenny emitió un mensaje en sus perfiles en redes sociales.

La transfobia no es una opinión. Es violencia. Y mientras eso exista, yo seguiré luchando. Por mí. Por las que vinieron antes. Y por todas las que vendrán. Como ya mencioné una vez como Miss pero no realicé la práctica, es un nuevo comienzo para dar mi apoyo a mis hermana, inicia el texto en su post en Instagram.

“No todas tenemos la misma suerte porque no todas venimos del mismo sitio pero de alguna manera todas somos las mismas”, prosigue, abriendo la puerta a un acercamiento a la comunidad.

Leé acá: Lorena Arias contra La Comadre y personas trans: “No va a ser mujer”

Resalta que la identidad de género es un derecho humano. Así lo reconoce la Organización de las Naciones Unidas y todo organismo internacional que defiende los principios de justicia y dignidad humana. Negar ese derecho, invisibilizarlo o atacarlo es perpetuar una estructura de odio, desigualdad y violencia.

Sostiene que las mujeres trans no están compitiendo con mujeres cisgénero y tampoco buscan ocupar un lugar ajeno, “sino reclamar el espacio que siempre nos ha pertenecido: el de ciudadanas con plenos derechos. Derechos que no se mendigan: se exigen. Derechos que no son ideología: son humanidad.

Por primera vez, reconoce los antecedentes de la colectividad trans: “Hoy podemos ver avances gracias a la valentía de las que vinieron antes. Ellas abrieron caminos en un país que intentó apagar sus voces. Pero esa libertad sigue siendo frágil, constantemente amenazada por discursos transfóbicos disfrazados de preocupación moral”.

No confundamos opinión con odio. No toleraremos que la violencia se vista de argumentos”.

“Queremos un Paraguay donde la diversidad no sea motivo de exclusión, sino símbolo de orgullo nacional. Porque la igualdad no se pide de rodillas, se conquista de pie”, finaliza su texto.

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