Los expulsados del abecedario por no ser letras

El alfabeto español contiene 27 letras, aunque en algún momento llegó a 30. Parte de esa reducción, que ya lleva 24 años de vigencia, se debe a las expulsiones de integrantes a los que se dejó de considerar letras.

La Ortografía de la lengua española del 2010, versión que rige a nuestro idioma, trajo dos exclusiones del abecedario que, durante todos los años anteriores, fue enseñado en las escuelas.

Hablamos de los signos ch y ll, antes llamados letras, hoy considerados dígrafos, razón por lo cual no pueden formar parte del alfabeto. Con estas expulsiones, el español se igualó a las demás lenguas de escritura alfabética, donde solamente los signos simples son considerados letras. Otro excluido es el dígrafo rr.

Puede interesarle: ¿El helado se toma o se come? La RAE da su veredicto

La Real Academia Española define a los dígrafos como dos letras o grafemas que representan un solo fonema. Sin embargo, el hecho de que no integren el abecedario, no significa que pierdan importancia, pues siguen siendo utilizados para la escritura de palabras.

Actualmente cumplen estas funciones: el dígrafo ch en representación del fonema /ch/ (chico [chíko]), el dígrafo ll en representación del fonema /ll/ o, para hablantes yeístas, del fonema /y/ (calle [kálle, káye]) y el dígrafo rr representa el fonema /rr/: arroz, tierra

Además de ch y ll, existen otros dos dígrafos y son:

El dígrafo gu representa el fonema /g/ ante e, i: pliegue, guiño.

El dígrafo qu representa el fonema /k/ ante e, i: queso, esquina.

Con esto, el abecedario actual, compuesto por 27 letras, queda así:

1. a,

2. b,

3. c,

4. d,

5. e,

6. f,

7. g,

8. h,

9. i,

10. j,

11. k,

12. l,

13. m,

14. n,

15. ñ,

16. o,

17. p,

18. q,

19. r,

20. s,

21. t,

22. u,

23. v,

24. w,

25. x

26. , y,

27. z.


Lea también: “Se compró para su auto”, un error común con influencia del guaraní

La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.

Renguear o renquear, ¿cuál es la palabra correcta?

Para referirse a una persona que camina con dificultad por un problema en la pierna, algunos dicen renguear y otros renquear. ¿Qué indica la Real Academia Española al respecto? Entérese.

El zaguero central salió rengueando del campo de juego. La atleta estaba caminando normalmente, pero de pronto comenzó a renquear.

La palabra renquear, con “q”, sí existe y aparece en el diccionario de la lengua española con la siguiente definición: andar o moverse como renco, oscilando a un lado y a otro a trompicones. También tiene otras dos acepciones que guardan relación con la dificultad, pero no para lo físico, sino para un negocio, un quehacer, una materia o una decisión.

Lea también: Hecho y echo: sus significados, diferencias, cuándo con h y sin h

En tanto, el término renguear, de rengo, con g, aparece definido como “renquear” y con el sinónimo de cojear.

También está la palabra rengo y dice: cojo por lesión de las caderas o de un pie, así como renco, con c, que tiene el mismo significado.

En conclusión, tanto renguear como renquear y tanto rengo como renco son todas opciones correctas y aceptadas por la Real Academia Española (RAE).

Puede interesarle: ¿Arriero tolãi, tolái o tolay?: lo que dice la RAE sobre esta palabra

La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.

También en RAE: Yo y mis compañeros: ¿el burro por delante? o ¿pase usted?

Hecho y echo: sus significados, diferencias, cuándo con h y sin h

Tanto hecho (de hacer) como echo (de echar) son palabras correctas, pero, a veces confundidas a la hora de escribir. Qué significados pueden tener, cómo evitar la duda sobre el uso de la letra h, y otras interrogantes se informan en esta nota.

Aunque se pronuncian igual, no deben confundirse en la escritura las formas echo, echas, echa, del verbo echar, que se escriben sin h, y las formas hecho, hecha, hechas, del participio del verbo hacer, que se escriben con h, al igual que el sustantivo masculino hecho (‘cosa que se hace o que sucede’), tanto cuando se utiliza como tal como cuando forma parte de la locución de hecho (‘efectivamente, en realidad’), explica la Real Academia Española en su espacio Español al día.

Algunos ejemplos de la palabra echar que significa, a grandes rasgos, ‘tirar’, ‘poner o depositar’ y ‘expulsar’ son:

Siempre echo los papeles a la papelera.

Si echas más sal al guiso, lo estropeas.

Puede interesarle: Si el agua es fría, ¿por qué lleva artículo masculino “el”?

Otro significado de echar es añorar, aunque su uso no es habitual en Paraguay:

Te echo de menos

¿Me echaron de menos en todo este tiempo?

Un contexto también posible es el de estropear:

Echaste a perder mis luces

Siempre echás todo a perder

Además, “echar+infinitivo” es el comienzo de una acción expresada por el infinitivo:

Siempre se echa a reír en el momento más inoportuno.

Se echó a llorar por la broma de mal gusto que le hicieron

Por otro lado, hecho, del verbo hacer, tiene también varios usos, pero similares entre sí:

¿Has hecho lo que te dije?

Aunque iba con prisa, dejó hecha la cama.

Ya están hechas las tortillas.

El hecho es que hemos solucionado el problema.

Quería olvidarla. De hecho, intenté no volver a verla

La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.

También en RAE: Yo y mis compañeros: ¿el burro por delante? o ¿pase usted?

¿Arriero tolãi, tolái o tolay?: lo que dice la RAE sobre esta palabra

Utilizada mayormente en el lenguaje coloquial, la palabra empleada para referirse a una persona tonta o de escasas aptitudes, genera discusiones en torno a su existencia, aceptación y escritura. Veamos qué dice la Real Academia.

El diccionario de la lengua española (el oficial de la RAE) no incluye en su contenido la palabra tolay en ninguna de las formas que aparecen en el título de esta nota, es decir, para el diccionario, no existe.

Sin embargo, la Real Academia Española se pronunció sobre este adjetivo y lo describió como una palabra de uso coloquial que, si bien no se ha incorporado a los repertorios académicos, debe escribirse con y final: tolay.

Esta escritura responde a las normas ortográficas, teniendo en cuenta que, el uso de la “y” dentro de una palabra, se limita a los casos en que la “i” final es antecedida por una vocal, como en este caso y en ejemplos como: Paraguay, Uruguay, Amambay.

Por este mismo motivo es incorrecto el uso de la “y” en los hipocorísticos (apodos) como Gabi, Mari, Andi, entre otros, ya que, en estos vocablos, la “i” final aparece antecedida por una consonante.

Volviendo a la palabra que nos convocó a este debate, algunos diccionarios no oficiales, como el Diccionario del Español Actual de la Fundación BBVA, definen a tolay como una voz coloquial que significa tonto. Otros agregan la descripción de: persona con escasas capacidades y aptitudes, tonto, bobo.

La pronunciación correcta es “tolái” y la escritura tolay. Sin embargo, a menudo en nuestro país se escucha una pronunciación nasal sobre la vocal a. Por cierto, este término coloquial no se limita al Paraguay, sino también a países europeos.

La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.

También en RAE: Yo y mis compañeros: ¿el burro por delante? o ¿pase usted?