Fulano, mengano y zutano, ¿quiénes son y de dónde vienen?
Los términos utilizados para aludir a personas cuyos nombres desconocemos o para hablar de manera genérica de alguien, en realidad, tienen una historia detrás: al árabe y el latín.
Si de las reglas del español hablamos, podemos decir que fulano, mengano y zutano (zultano no existe, sultano tampoco) son voces utilizadas para a aludir a alguien cuyo nombre se ignora o no se quiere expresar. También para referirse a una persona indeterminada o imaginaria.
En todos los casos se escriben con minúscula. El diccionario de la lengua española indica que fulano y mengano son palabras de origen árabe.
En busca de otras fuentes descubrimos que: fulano deriva de “fulan” que se traduce como “persona cualquiera”, mengano proviene de “man kan” que significa “quien sea” y zutano viene del latín scitanus, que equivale a “sabido”.
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Volviendo a lo que respecta a la lengua española, en la que estas palabras son utilizadas y aceptadas, vemos que fulano, zutano, mengano, perengano o perencejo tienen un mismo uso y fin: aludir a personas de un modo genérico, o a individuos cuyo nombre se ignora o no se quiere expresar. Por tanto, son consideradas sinónimos.
La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.
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¿“Puentazo” en el diccionario?: RAE otorga una nueva acepción a la palabra puente
Los funcionarios van a “hacer puente” este fin de semana, dicen algunos para referirse a las ocasiones en las que alguien se toma un día libre y lo anexa al sábado y el domingo. En el diccionario de la lengua española hay novedades sobre esta acepción.
Bajo la etiqueta de actualidad, la Real Academia Española comunicó una definición añadida a la palabra puente, que, por cierto, tiene 18 acepciones, muchas de las cuales son poco utilizadas y conocidas.
La que nos compete en esta ocasión es la sexta y el diccionario de la lengua española (diccionario oficial de definiciones de la RAE) la define así: Día o serie de días que entre dos festivos o sumándose a uno festivo se aprovechan para vacaciones. Usado también en aposición: día puente. (una aposición es una construcción con dos elementos gramaticales unidos, uno de los cuales especifica al otro).
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En una interpretación dada a conocer en las últimas horas, la RAE explicó que, en rigor, no sería puente un día festivo que se suma al fin de semana, aunque a veces el término se emplea de ese modo.
En tal sentido, en Paraguay, lo más común es utilizar la palabra puente en esta acepción para las ocasiones en que alguien se toma un día libre y lo anexa al fin de semana, o para las veces en que, en medio de un feriado se agregan días libres y se extiende el periodo de ocio.
Ejemplos de puentes locales:
Tomarse el martes y el miércoles libres en la víspera de la Semana Santa (un puentazo)
Estar libre un viernes a sabiendas de que el lunes es feriado
Tomarse libre el viernes 16 de mayo del 2025, sabiendo que el 14 y 15 son días feriados
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Renguear o renquear, ¿cuál es la palabra correcta?
Para referirse a una persona que camina con dificultad por un problema en la pierna, algunos dicen renguear y otros renquear. ¿Qué indica la Real Academia Española al respecto? Entérese.
El zaguero central salió rengueando del campo de juego. La atleta estaba caminando normalmente, pero de pronto comenzó a renquear.
La palabra renquear, con “q”, sí existe y aparece en el diccionario de la lengua española con la siguiente definición: andar o moverse como renco, oscilando a un lado y a otro a trompicones. También tiene otras dos acepciones que guardan relación con la dificultad, pero no para lo físico, sino para un negocio, un quehacer, una materia o una decisión.
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En tanto, el término renguear, de rengo, con g, aparece definido como “renquear” y con el sinónimo de cojear.
También está la palabra rengo y dice: cojo por lesión de las caderas o de un pie, así como renco, con c, que tiene el mismo significado.
En conclusión, tanto renguear como renquear y tanto rengo como renco son todas opciones correctas y aceptadas por la Real Academia Española (RAE).
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Hecho y echo: sus significados, diferencias, cuándo con h y sin h
Tanto hecho (de hacer) como echo (de echar) son palabras correctas, pero, a veces confundidas a la hora de escribir. Qué significados pueden tener, cómo evitar la duda sobre el uso de la letra h, y otras interrogantes se informan en esta nota.
Aunque se pronuncian igual, no deben confundirse en la escritura las formas echo, echas, echa, del verbo echar, que se escriben sin h, y las formas hecho, hecha, hechas, del participio del verbo hacer, que se escriben con h, al igual que el sustantivo masculino hecho (‘cosa que se hace o que sucede’), tanto cuando se utiliza como tal como cuando forma parte de la locución de hecho (‘efectivamente, en realidad’), explica la Real Academia Española en su espacio Español al día.
Algunos ejemplos de la palabra echar que significa, a grandes rasgos, ‘tirar’, ‘poner o depositar’ y ‘expulsar’ son:
Siempre echo los papeles a la papelera.
Si echas más sal al guiso, lo estropeas.
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Otro significado de echar es añorar, aunque su uso no es habitual en Paraguay:
Te echo de menos
¿Me echaron de menos en todo este tiempo?
Un contexto también posible es el de estropear:
Echaste a perder mis luces
Siempre echás todo a perder
Además, “echar+infinitivo” es el comienzo de una acción expresada por el infinitivo:
Siempre se echa a reír en el momento más inoportuno.
Se echó a llorar por la broma de mal gusto que le hicieron
Por otro lado, hecho, del verbo hacer, tiene también varios usos, pero similares entre sí:
¿Has hecho lo que te dije?
Aunque iba con prisa, dejó hecha la cama.
Ya están hechas las tortillas.
El hecho es que hemos solucionado el problema.
Quería olvidarla. De hecho, intenté no volver a verla
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