Marketplace y sus equivalentes en español

Mercado y cibermercado son los equivalentes de la voz inglesa Marketplace, según la Fundación Español Urgente de la RAE, que trae a colación los usos y contextos de este vocablo.

«Es un marketplace mayorista donde cualquier comercio minorista del país puede abastecer su negocio» o «También han apostado por tener un marketplace en internet» son los ejemplos que trae Fundéu de la Real Academia Española (RAE), sobre los usos de la palabra Marketplace.

Al respecto recoge la definición que da el diccionario académico, que define a mercado como un sitio público destinado permanentemente a vender, comprar o permutar bienes o servicios.

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Las opciones tienda o centro comercial también son válidas, aunque depende nuevamente del contexto en que se utilicen para poder aplicarlas.

A criterio de la Fundación Español Urgente, no hay motivo para dejar de traducir el vocablo y expresarlo en su forma más natural.  Por tanto, en los ejemplos citados al inicio, lo más apropiado hubiera sido:

«Es un cibermercado mayorista donde cualquier comercio minorista del país puede abastecer su negocio», «También han apostado por tener un centro comercial en internet».

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Hecho y echo: sus significados, diferencias, cuándo con h y sin h

Tanto hecho (de hacer) como echo (de echar) son palabras correctas, pero, a veces confundidas a la hora de escribir. Qué significados pueden tener, cómo evitar la duda sobre el uso de la letra h, y otras interrogantes se informan en esta nota.

Aunque se pronuncian igual, no deben confundirse en la escritura las formas echo, echas, echa, del verbo echar, que se escriben sin h, y las formas hecho, hecha, hechas, del participio del verbo hacer, que se escriben con h, al igual que el sustantivo masculino hecho (‘cosa que se hace o que sucede’), tanto cuando se utiliza como tal como cuando forma parte de la locución de hecho (‘efectivamente, en realidad’), explica la Real Academia Española en su espacio Español al día.

Algunos ejemplos de la palabra echar que significa, a grandes rasgos, ‘tirar’, ‘poner o depositar’ y ‘expulsar’ son:

Siempre echo los papeles a la papelera.

Si echas más sal al guiso, lo estropeas.

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Otro significado de echar es añorar, aunque su uso no es habitual en Paraguay:

Te echo de menos

¿Me echaron de menos en todo este tiempo?

Un contexto también posible es el de estropear:

Echaste a perder mis luces

Siempre echás todo a perder

Además, “echar+infinitivo” es el comienzo de una acción expresada por el infinitivo:

Siempre se echa a reír en el momento más inoportuno.

Se echó a llorar por la broma de mal gusto que le hicieron

Por otro lado, hecho, del verbo hacer, tiene también varios usos, pero similares entre sí:

¿Has hecho lo que te dije?

Aunque iba con prisa, dejó hecha la cama.

Ya están hechas las tortillas.

El hecho es que hemos solucionado el problema.

Quería olvidarla. De hecho, intenté no volver a verla

La sección RAE del diario HOY tiene como fin promover el buen uso del idioma español, con el sustento de lo que dicta la RAE, máxima autoridad de la lengua que, con el correr de los años, va cambiando algunas reglas y proponiendo adaptaciones, según la necesidad.

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¿Arriero tolãi, tolái o tolay?: lo que dice la RAE sobre esta palabra

Utilizada mayormente en el lenguaje coloquial, la palabra empleada para referirse a una persona tonta o de escasas aptitudes, genera discusiones en torno a su existencia, aceptación y escritura. Veamos qué dice la Real Academia.

El diccionario de la lengua española (el oficial de la RAE) no incluye en su contenido la palabra tolay en ninguna de las formas que aparecen en el título de esta nota, es decir, para el diccionario, no existe.

Sin embargo, la Real Academia Española se pronunció sobre este adjetivo y lo describió como una palabra de uso coloquial que, si bien no se ha incorporado a los repertorios académicos, debe escribirse con y final: tolay.

Esta escritura responde a las normas ortográficas, teniendo en cuenta que, el uso de la “y” dentro de una palabra, se limita a los casos en que la “i” final es antecedida por una vocal, como en este caso y en ejemplos como: Paraguay, Uruguay, Amambay.

Por este mismo motivo es incorrecto el uso de la “y” en los hipocorísticos (apodos) como Gabi, Mari, Andi, entre otros, ya que, en estos vocablos, la “i” final aparece antecedida por una consonante.

Volviendo a la palabra que nos convocó a este debate, algunos diccionarios no oficiales, como el Diccionario del Español Actual de la Fundación BBVA, definen a tolay como una voz coloquial que significa tonto. Otros agregan la descripción de: persona con escasas capacidades y aptitudes, tonto, bobo.

La pronunciación correcta es “tolái” y la escritura tolay. Sin embargo, a menudo en nuestro país se escucha una pronunciación nasal sobre la vocal a. Por cierto, este término coloquial no se limita al Paraguay, sino también a países europeos.

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Los emojis se integran a la lengua escrita: esto dice la RAE sobre ellos

No son signos lingüísticos ni de puntuación, sino elementos extralingüísticos. Nos referimos a los emojis que, al combinarse con mensajes escritos, también tienen reglas que respetar. Vea cuál es el uso apropiado.

Pequeños iconos o imágenes digitales que se emplean en las comunicaciones electrónicas para representar una emoción, un objeto, una idea, etc. Así define la Real Academia Española a los emojis.

Al no ser considerados signos de puntuación ni signos lingüísticos, los emojis no deben alterar las reglas de puntuación. De esta manera, el texto permanecerá correctamente puntuado.

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La RAE reconoce que los emojis pueden contribuir a matizar el mensaje, añadiéndole expresividad, aunque sin por ello dejar de ser elementos extralingüísticos. Por ello, se debe tener en cuenta el uso correcto. Las recomendaciones son las siguientes:

Si el emoji afecta a todo el mensaje, se recomienda situarlo detrás del signo de cierre del último enunciado; en esos casos, no es necesario colocar otro punto detrás del emoji:

Bueno, queridos, me caigo de sueño y creo que va siendo hora de irme a dormir. Hasta mañana. 👋

En cambio, si el emoji afecta solo (solo ya no lleva tilde en ningún caso) a uno de los enunciados que conforman el mensaje, lo más adecuado es situarlo delante del signo de cierre de ese enunciado, para que no parezca que modifica al enunciado siguiente:

Estoy loco por ti 😍. ¿Puedo invitarte a cenar el sábado?

Si aparece en el interior del enunciado, coincidiendo con un signo de puntuación, lo indicado es situar el emoji delante de este:

Últimamente no me encuentro muy bien 😥, pero supongo que todo mejorará.

Si por alguna razón, el emoji fuera utilizado para sustituir una palabra (como una pieza léxica), la puntuación no debe verse alterada. Tampoco deberá repetirse la palabra aludida, ya que sería una redundancia.

Estoy en el 🚗, así que te llamo más tarde, cuando llegue a 🏠.

Si se pretendiera utilizar varios emojis de forma consecutiva, o uno mismo de manera reiterativa, no habrá necesidad de separarlos por comas, ni para añadirle intensidad ni para hablar en plural.

¡El domingo comemos paella! 😄👏😋

😘 [= un beso] 😘 😘 😘 [= besos]

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