Un antiguo dicho dice que las personas somos pasajeras en la vida, y depende de cada quien que tan lejos queramos llegar. Otro frase refiere que nuestras acciones nos definen y solo por ellas nos recordarán.

Cuando esas acciones son realizadas en beneficio de alguien o muchos más y sin esperar nada a cambio, la persona es perpetuada pero desde otro plano y su memoria se mantiene viva para siempre.

El antiguo Museo Etnográfico Andrés Barbero, de Asunción, ubicado sobre la avenida España y Mompox, es el escenario perfecto para retroceder 33 años atrás y adentrarse en lo más profundo de la vida de Branislava Susnik, para así revalorizar su legado.

Y es que Susnik no solo trabajó sino que vivió en el museo. Allí pasó largas horas de día y de noche, leyendo, anotando e indagando acerca de los pueblos nativos, sus orígenes, cultura y tradición.

Con ambiente lúgubre, música instrumental e iluminación tenue, adaptada a una de las salas del museo con sus espacios y ventanales, “Memoria Branka (y el fuego)” nos lleva la noche del 2 de febrero de 1989, durante la caída del régimen totalitario en Paraguay.

En medio del conflicto en las calles, Branislava encara una regresión donde, persuadida por sus recuerdos, desnuda su ser, desglosa sus convicciones y enciende la pasión que la mantuvo firme ante las adversidades.

Con el éxito rotundo de Las Herederas en sus espaldas, Marcelo Martinessi y Ana Brun vuelven a hacer mancuerna, esta vez en un producto distinto pero con el mismo trabajo potente pero meticuloso.

Ana hace gala de su talento al máximo esplendor, con ademanes y pausas que captan la atención de los presentes y un libreto rico en historia que lo hace suyo, transmitiendo sentimientos que logran su cometido, transportar al espectador y la espectadora a distintos pasajes de su vida y empatizar con ella.

La histrión se mueve por todo el espacio escénico y su presencia se mantiene fuerte bajo las luces y sombras, destacando aún en las contraescenas y momentos de silencio. Un destaque aparte son los ojos de Brun, que como ya es sabido, “hablan”por sí solos. Azules y penetrantes, observan, someten, sentencian y cautivan sin dar lugar a toda contradicción o duda.

Natalia Cálcena representa a la memoria de Susnik que se manifiesta a través de recuerdos de momentos determinantes en su vida y que la marcaron en su juventud y trazaron su ruta a seguir para ser la mujer ejemplar que hoy es parte de nuestra historia.

Reconocida como Mejor Actriz en la primera edición de los Premios Edda de los Ríos en el 2019, por su trabajo en El Principio de Arquímedes, de Paola Irún, Cálcena da una muestra más no solo de su gran talento sino de su capacidad para seguir sorprendiendo. Su impronta en la construcción de personajes matizados es una de las más particulares y sobresalientes del teatro en la actualidad.

La seguridad y profundización de Natalia en la complejidad de dar vida a unas reminiscencias bellas como dolorosas capaz, de enaltecer como confrontar y atormentar, comprometen al público a no perder de vista ninguno de sus movimientos en escena.

Marcelo Martinessi debuta en teatro como director y dramaturgo con esta propuesta y lo hace de la mejor manera, respaldado con un gran elenco y destacado equipo realizador.

Carlos Spatuzza y Gabriela Zuccolillo en la visualización, Diego Segovia y Vicky Ramírez Jou en la producción, Martín Pizzichini en luces, Jazmín Mello en la la asistencia de dirección, Mario González Martí y Diego Ricardo Álvarez en la asistencia de producción y un equipo de músicos de la escena local integrado por el team de Ribcage Creatures y Gabriel Cáceres hacen parte del equipo detrás de la puesta.

Cabe resaltar que Martinessi trabajó con cartas, textos y documentos del archivo personal de la Dra. Susnik. Adelina Pusineri y Raquel Zalazar colaboraron en el contenido y Gabriela Zuccolillo asesoró la investigación.

Tras una breve temporada de dos semanas, el público queda a la espera de la posibilidad de un retorno, teniendo en cuenta la buena recepción y las entradas agotadas para sus 11 funciones en tan solo días.

Con esta obra, Martinessi, reconocido en el ámbito audiovisual, extiende su arte a otra plataforma, dejando con ganas de más espectáculos con su firma y curiosidad sobre su próxima apuesta.

La historia de Branislava es honrada con esta pieza teatral que rinde homenaje además al humanismo, a la mujer y a la defensa plena de los derechos humanos. Espectáculos así, ricos en belleza, contenido textual, bagaje y profesionalismo se precisan en tiempos en los que el mundo atraviesa por severos cambios y mirar al pasado para replantearnos diversas cuestiones es una necesidad.

“Memoria Branka (y el fuego)” enciende la llama viva del humanismo, de la justicia y del cambio social y paradigmático anhelado por Branka Susnik.

La obra teatral tendrá hoy una única función en el teatro del CCPA (José Berges c/ Estados Unidos) y presentará en escena cuadros inspirados en los mitos guaraníes. Se trata de una combinación de teatro, danza y también de poesía.

“En lo más profundo del bosque se despliega una trama de misterio y secretos ancestrales. Un mundo oculto entre sombras y susurros, donde la verdad y el engaño se entrelazan en un baile siniestro”, se lee en la sinopsis de esta obra producida por el grupo emergente “ARPYO”.

La obra presentará en escena a Laura Belotto, Jessi Narváez, María Ferreira, José Ferreira, Yani Díaz, Pamela Amarilla, Nathali Peláez, Cece Gómez, Fátima Larrea y Betha Rojas.

Andrés Arredondo ya estuvo al frente de varias obras como “Las cosas por su nombre”, “Tres sombreros y una boda” y “Recuerdo latente”.

Las entradas anticipadas cuestan G. 60.000 y se pueden solicitar al (0985) 362-240. En puerta tendrán un costo de G. 80.000.

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“El curso está diseñado para artistas que buscan perfeccionar sus habilidades y explorar nuevos horizontes en la actuación desde el teatro y la actuación ante cámaras. Nuestro programa se destaca por su flexibilidad y personalización según sus intereses y metas profesionales, ya que podrás tomar clases con ambas maestras o escoger solo una y enfocarte en teatro o cámara”, se explicó desde la institución.

Con el curso se apuesta por el dominio actoral y expansión de las capacidades artísticas. Algunos de los requisitos para participar son: disponibilidad completa los sábados, haber terminado la escuela, se considerará un 70% del TIA y un 30% de otras escuelas y profesionales, los cupos son limitados y los postulantes pasarán por una entrevista el sábado 20 de abril de 10:30 a 15:30 hs.

Más información

Para los interesados en el curso, comunicarse al @tiamanegliaschembori. Este curso se impartirá en de mayo a octubre. Y será en el Galpón Pasaje Molas y Teatro Schemboriano. Hay que mencionar que plazas son limitadas, por lo que se debe inscribir con tiempo, para asegurar un cupo.

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“Permitidos” es una producción de Elecé Producciones. La venta de entradas se realiza a través de Red UTS y las funciones continúan este fin de semana: los días viernes 19 y sábado 20 a las 21:00, y el domingo 21 a las 20:00.

En esta puesta se disfruta de toda la capacidad histriónica y humorística de Enrique Pavón, acompañado de la talentosa Natalia Sosa Jovellanos, cuya trayectoria teatral la convierte en la compañera ideal para cautivar al público y sumergirlo en esta historia llena de locuras y desafíos.

“Permitidos” está dirigida por Selva Fox y es una idea original de Leticia Cosp, mientras que el diseño del vestuario de la obra está a cargo de Enrique Rivas.

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El argumento de la obra gira en torno a Patricia y Raúl, que son una pareja normal, tan normal que están aburridos el uno del otro. Para salvar su matrimonio, deciden abrir la pareja, aunque ninguno de los dos sabe exactamente lo que eso significa.

Entre enredos, romances, bocaditos y muchas risas, esta pareja buscará seguir junta para siempre con la condición de darse una oportunidad.

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