VIDEO | En un mismo embarazo, una pareja espera gemelos y mellizos

Una joven pareja argentina recibió la noticia de que serán padres de gemelos y dos mellizos a la vez.

Yanina Guierrez y Matís Graf son de Tierra del Fuego, Argentina, y serán padres por primera vez dentro de unos meses, pero al momento de saber la noticia de la dulce espera, también se enteraron que traerían a cuatro pequeños al mundo.

Sin embargo, el embarazo data de un caso sin precedentes, pues Yanina espera gemelos y mellizos a la vez.

Tras someterse a una ecografía normal al mes y medio de gestación, el doctor de cabecera no sabía cómo comunicarles la noticia a los padres primerizos:

”El médico tardaba en decirnos qué pasaba hasta que rompió el silencio: ‘¿Cómo te lo digo?’ y yo le respondí: ‘Doctor, no me asuste’. Mi novio miraba la pantalla, y lo miraba al médico, miraba la pantalla y lo miraba al médico”, contó Gutierrez en diálogo con Cadena 3 de Argentina.

“Sos la reina madre de la familia”, expresó el médico a los jóvenes.

La ecografía permitió observar que el viente de la madre hay tres bolsas; en una alberga a los gemelos y en las otras dos a cada uno de los mellizos: “Es muy loco porque de ser dos pasamos a ser seis. Estamos felices”, señaló la mujer que ya pudo sentir los latidos de los corazones de cada uno.

Aunque el embarazo va de manera normal, existe la posibilidad de que se torne riesgosa y que los bebés nazcan con apenas seis meses de gestación.

En ese contexto, los padres se trasladarán hasta Avellanda, en Buenos Aires, para que siga con el proceso de la mejor manera.

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El largo y tortuoso camino frente a los trastornos alimentarios

La anorexia le hizo “perder su forma humana” y la obligó a crear una “sonrisa de fachada” que desde hace años oculta sus batallas, explica Lucie en el hospital de Nantes, en el oeste de Francia, donde recibe tratamiento por sus trastornos alimentarios.

Durante ocho años, intentó controlar su peso y su cuerpo, adelgazando hasta “perder el control”.

Es la pérdida de una forma humana, de la energía, de la vida. En un momento, se pierde la vida. Eso es lo que trae esta enfermedad”, cuenta la joven de 31 años, con blusa sin mangas y cabello castaño claro.

Hospitalizada en 2020, ahora recibe tratamiento en un centro ambulatorio de atención en adicciones del hospital universitario de Nantes (CHU), llamado “espacio Barbara”, que ofrece consultas psiquiátricas, terapias familiares, comidas terapéuticas y talleres creativos.

Sentada en una silla turquesa, Cléo, de 18 años, explica que la enfermedad “le arrebató todo”.

“Dicta nuestros actos y gestos, se convierte en nuestra identidad”, describe.

Hasta ser hospitalizada a los 14 años, la adolescente no era “consciente” de su enfermedad. “Cuando mi médico me decía que estaba enferma, no le creía. Me iba diciéndole lo que él quería oír, convencida de que yo controlaba la situación”, cuenta.

Las jóvenes pacientes comparten experiencias de negación y desprecio hacia su cuerpo y hacia sí mismas, elementos comunes en los trastornos de la conducta alimentaria (TCA).

- Cultura de la delgadez -

Actualmente, unas 80 pacientes están en tratamiento en el espacio Barbara, con procesos de atención que duran varios meses. La espera para una primera consulta es de unos cuatro meses.

La demanda en Nantes aumentó más del 30% en tres años, según el CHU, tendencia que se observa en todo Francia.

Según la Federación Francesa Anorexia Bulimia, cerca de un millón de personas padecen TCA en el país, en su mayoría mujeres jóvenes.

“Quizá haya cinco centros como este en todo el país, sin contar los hospitales de internación completa. En lugares donde no hay nada, los pacientes quedan aún más abandonados”, explica Bruno Rocher, psiquiatra y responsable del espacio Bárbara.

Entre las posibles razones del aumento de las solicitudes de consulta, menciona los efectos del confinamiento por el covid-19 y la influencia de las redes sociales en la vida de los adolescentes.

En TikTok abundan los mensajes que incitan a controlar o reducir la alimentación bajo la etiqueta #skinnytok. “No eres fea, solo estás gorda”, “Tu estómago no gruñe, te está aplaudiendo”, repiten algunas usuarias.

Francia y Bélgica alertaron recientemente a la Unión Europea sobre el peligro de estos contenidos.

En su teléfono, Cléo vio aparecer cada vez más videos que promueven la “cultura del régimen”, protagonizados por “la ‘clean girl’: vida perfecta, cuerpo bonito, ejercicio, alimentación saludable...”, cuenta.

“Una se dice ‘yo también puedo hacerlo’, y luego se va demasiado lejos”, relata.

- Dejarse llevar -

“No es solo en las redes sociales, es algo más general en la sociedad. Queremos ser delgadas, nos volvemos flacas, extremadamente flacas. Creemos que eso nos dará una vida perfecta. Pero detrás hay una enfermedad y, en algún momento, una caída”, añade Julia, de 19 años.

Al mediodía, las pacientes comparten una “comida terapéutica”, tras la cual deben descansar. Siempre se sienta un miembro del personal a la mesa con ellas.

“No es solo vigilancia, también es para fomentar el diálogo durante las comidas, para que levanten la mirada del plato. Para ellas es un desafío comer cosas que no prepararon ellas mismas, sin controlar por ejemplo el uso de grasas”, apunta Katia Drouet, enfermera.

“Aquí se enfrentan a lo que les da miedo: la comida, las emociones, el hecho de dejarse llevar”, agrega.

La trayectoria es a veces tortuosa: hospitalización, acompañamiento, recaída y un nuevo tratamiento...

Tras haberse visto confrontada “a la fuerza” con el sistema médico hace siete años, Camille, de 24 años, recuperó peso y encontró “cierta estabilidad”. Pero su trastorno reapareció, bajo “otro cariz”.

En el espacio Barbara, las pacientes deben fijarse tres objetivos a cumplir cada tres meses, de los cuales al menos uno debe estar relacionado con la alimentación.

“Luego están los otros aspectos: por ejemplo me sugirieron trabajar sobre la sonrisa de fachada... Lograr no sonreír si no me siento bien”, dice Lucie, con una sonrisa fugaz.

Para ella, “el miedo a la comida es solo la punta del iceberg”.

Fuente: AFP

Muere a los 116 años la persona más anciana del mundo

La persona más anciana del mundo, la monja brasileña Inah Canabarro Lucas, falleció este miércoles a los 116 años, anunció la Congregación de las Hermanas Teresianas con quienes residía en la ciudad de Porto Alegre (sur).

Nacida el 8 de junio de 1908, Canabarro fue reconocida como la decana de la humanidad luego de la muerte en enero de la japonesa Tomiko Itooka, también a los 116 años. El título recae ahora en Ethel Caterham, una residente de la ciudad inglesa de Surrey, de 115 años y 252 días, según el grupo de investigación gerontológica de Estados Unidos (GRG) y LongeviQuest.

“En el día de hoy, que la resurrección abrace a la Hermana Inah Canabarro, damos gracias por la entrega y dedicación, pedimos que el Señor, Padre de bondad, la reciba y la acoja en su infinito amor”, dijo en una nota la Congregación de las Hermanas Teresianas de Brasil.

Aunque su obituario citaba su nacimiento el 27 de mayo de 1908, “su fecha de nacimiento documentada según los registros es 8 de junio de 1908”, dijo en enero a la AFP el director de GRG, Robert Young.

Nacida en la ciudad de San Francisco de Asís, en el estado de Rio Grande do Sul (sur), su salud fue frágil durante la infancia, según su biografía en el sitio LongeviQuest.

A los 16 años la monja brasileña tuvo su iniciación religiosa en una escuela de las teresianas en Santana do Livramento, en la frontera con Uruguay, antes de vivir brevemente en Montevideo.

Fue ordenada monja a los 26 años y tuvo una larga carrera de servicio religioso como profesora y secretaria.

Consultada sobre las razones de su longevidad, lo atribuyó a Dios. “Él es el secreto de la vida. Es el secreto de todo”, dijo.

En 2018, con cerca de 110 años, recibió la bendición apostólica del papa Francisco, fallecido el 21 de abril a los 88 años.

Inah Canabarro Lucas es la segunda monja más longeva de la historia, después de la francesa Lucile Randon, que vivió hasta los 118 años.

Fuente: AFP

Aumentan enfermedades prevenibles por caída de vacunación, alerta ONU

Enfermedades prevenibles con una vacuna, como el sarampión, la meningitis y la fiebre amarilla, están en aumento en un contexto de desinformación y recortes en la ayuda internacional, advirtieron el miércoles la ONU y la Alianza de Vacunas (Gavi).

Las vacunas han salvado más de 150 millones de vidas en las últimas cinco décadas”, dijo el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, con motivo de la Semana Mundial de la Inmunización.

“Los recortes financieros que afectan a la salud mundial ponen en peligro estos logros conseguidos con tanto esfuerzo. Las epidemias de enfermedades prevenibles mediante vacunación están aumentando en todo el mundo, lo que ponen vidas en peligro y exponen a los países a costes cada vez mayores para tratar estas enfermedades y responder a las epidemias”, añadió.

Desde 2021, los casos de sarampión están en aumento. En 2023, se estima que 10,3 millones de personas lo contrajeron, un 20% más que un año antes.

En los últimos 12 meses, 138 países han notificado casos de sarampión, entre ellos Estados Unidos. En total, 61 de esos países registraron epidemias significativas, “el número más alto desde 2019”, según un comunicado de la OMS, Unicef y Gavi.

Los casos de meningitis y fiebre amarilla también aumentaron considerablemente en África en 2024.

Estas nuevas tendencias al alza ocurren en un momento de desinformación sobre las vacunas, aumento de las crisis humanitarias, crecimiento demográfico y también recortes presupuestarios, señala el comunicado, sin mencionar la decisión de Estados Unidos de eliminar gran parte de su ayuda exterior.

“La crisis mundial de financiación está limitando gravemente nuestra capacidad para vacunar contra el sarampión a más de 15 millones de niños vulnerables en países frágiles y afectados por conflictos”, advirtió Catherine Russell, jefa de Unicef.

“Los servicios de vacunación, vigilancia de la enfermedad y respuesta a los brotes ya están interrumpidos en casi 50 países, con contratiempos similares a los del periodo Covid”, añadió.

A pesar de que los países están intentando recuperar los retrasos acumulados durante la pandemia, el número de niños que no recibieron sus vacunas rutinarias ha seguido aumentando.

En 2023, se calcula que 14,5 millones de niños no habrán recibido estas dosis, frente a los 13,9 millones de 2022 y los 12,9 millones de 2019.

En este contexto, Gavi, que celebra su conferencia de donantes el 25 de junio, pide al menos 9.000 millones de dólares “para proteger a 500 millones de niños y salvar al menos 8 millones de vidas entre 2026 y 2030”.

Fuente: AFP

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