Inmaculada Concepción de la Virgen María: 08 de diciembre

524 – “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Lc 1, 28
De entre todas las mujeres de la tierra, ciertamente la Virgen María es la más especial. El
Señor mismo la preparó y la preservó de todo mal para que fuera la madre del Salvador.
Desde su concepción, el Señor la cuidó para que ella fuese siempre pura pues su misión
era singular. En María el sueño de Dios se anticipó lo que seremos al final: santos e
inmaculados en el amor; en ella ya fue desde el inicio por un particular privilegio. Es por
eso que el ángel ya la reconoce: “llena de gracia”. Madrecita, ayúdanos a decir sí a Dios.
Paz y bien.

Miércoles de la séptima semana de Pascua

- “No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del Maligno”. Jn 17, 15


En su oración sacerdotal, antes de dejarnos, Jesús intercede al Padre por todos sus seguidores, que tienen una misión en este mundo tan lleno de trampas, de peligros, de injusticias, de tentaciones. Aunque sea un gran riesgo estar en este mundo, es aquí donde Jesús quiere que seamos misioneros, y por eso pide al Padre que sostenga a cada uno para que no caiga en las trampas del enemigo. Así que no debemos escondernos del mundo, sino revestirnos de Cristo y lanzarnos a las tantas situaciones de dolor, de miserias, de pecados, de vicios, para que podamos rescatar a estos hermanos para el Señor. Paz y bien.

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San Matías, apóstol

“Ustedes no me eligieron a mí; he sido yo quien los eligió a ustedes”. Jn 15, 16


La elección de Matías como apóstol nos da la posibilidad de meditar en que es Dios siempre quien toma la iniciativa en la relación con nosotros. Es él quien nos elige aunque muchas veces creemos que fuimos nosotros quienes lo encontramos. En verdad, él ya nos estaba esperando hace mucho. Él está siempre armando posibilidades para que lo encontremos. En su providencia, realiza tantas cosas que, a veces, creemos que son coincidencias para atraparnos en su amor. Él nos conoce profundamente y nos eligió desde toda la eternidad para que seamos felices y realizados en su seguimiento. Mi hermano, acepta que Dios te eligió y quiere conducir tu vida; lo que sucede no son meras coincidencias.

Paz y bien.

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Lunes de la séptima semana de Pascua

“Tengan valor: yo he vencido al mundo”. Jn 16, 33


A veces nuestras cruces se hacen tan pesadas que queremos tirar la toalla. Sin embargo, Jesús, el vencedor, se acerca a todos los que están en prueba para animarles y decirles que perseveren con la cabeza erguida, pues, si ponen su confianza en él, podrán también vencer. Jesús nunca prometió librarnos de todas las dificultades. Lo que prometió fue dar la victoria a quien persevera con él en la lucha. No desistas, hermano. Aunque la cruz se haga muy pesada, con Cristo tú puedes llevarla adelante. Si pones en el Señor tu confianza, participarás de su victoria. Paz y bien.

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