Crean el sistema de pronóstico meteorológico “más preciso del mundo” con IA

La nueva tecnología es capaz de predecir cientos de variables meteorológicas en menos de un minuto y en una sola máquina, explicaron los científicos de DeepMind, la unidad de IA de Google que la ha creado.

Un modelo de aprendizaje automático ha logrado superar en precisión y eficacia los métodos tradicionales de pronóstico del tiempo, según revela un artículo publicado este martes en la revista científica Science.

De acuerdo con DeepMind, la unidad de IA de Google que creó el sistema de predicción GraphCast, la nueva tecnología es capaz de predecir cientos de variables meteorológicas de hasta 10 días “con una precisión sin precedentes en menos de un minuto” y en una sola máquina. En comparación, pronosticar el mismo periodo usando un enfoque convencional tomaría horas de cálculos en una supercomputadora con cientos de máquinas.

“Creemos que esto marca un punto de inflexión en el pronóstico del tiempo”, escribió el equipo de científicos que ha creado este nuevo sistema –que son de Reino Unido y EE.UU.– y destaca que la tecnología, basada en aprendizaje automático, es el sistema de pronóstico del tiempo global de 10 días “más preciso del mundo”, ya que proporcionó predicciones más exactas en más del 90 % de los 1.380 objetivos de prueba.

Para lograr este avance, los expertos capacitaron a GraphCast con casi cuatro décadas de datos históricos meteorológicos ERA5 del Centro Europeo de Previsión Meteorológica a Plazo Medio (ECMWF, por sus siglas en inglés). La información incluye imágenes de satélite, radares y estaciones meteorológicas.

Además, se señala que la GraphCast puede ofrecer advertencias tempranas de fenómenos meteorológicos extremos, al predecir las trayectorias de los ciclones y la aparición de temperaturas extremas, así como identificar ríos atmosféricos asociados con el riesgo de inundaciones. En ese contexto, esta herramienta tiene el potencial de salvar vidas mediante una mayor preparación.

DeepMind remarca también que el nuevo instrumento ya está siendo utilizado por agencias meteorológicas, incluido el ECMWF, que se encuentra realizando un experimento en vivo de los pronósticos del modelo GraphCast en su sitio web, se detalla en un comunicado de la unidad de IA de Google.

Elon Musk oficializa el dominio “X.com”

El multimillonario estadounidense Elon Musk anunció el viernes en la red social X que “todos los sistemas de base” de su plataforma, antes Twitter, están “ahora activos” bajo el nombre de dominio “X.com”, oficializando su nueva identidad.

El logo X, negro y blanco, aparecía desde finales de julio al conectarse a la red social, pero su dominio seguía siendo “Twitter.com”.

X.com era el nombre y la página web del banco digital fundado por Elon Musk en 1999, que más tarde se convirtió en el servicio de pago en línea PayPal.

Musk recuperó igualmente este símbolo para la compañía aeroespacial SpaceX, la sociedad X Corp que adquirió Twitter, la empresa emergente dedicada a la inteligencia artificial (IA), presentada en julio, e incluso para el nombre de uno de sus hijos, un niño llamado X Æ A-12.

Grok, el primer modelo de IA generativa de su empresa xAI, es accesible desde el jueves en Europa “para los abonados Premium de X”, anunció el jueves la red social.

“Cuando acaben las elecciones europeas [6-9 de junio de 2024], continuaremos el despliegue de tendencias contextualizadas para todos los usuarios”, precisó.

Desde la compra de Twitter en 2022 por 44.000 millones de dólares, Musk habló a menudo de transformar su proyecto en una superaplicación con múltiples facetas, con servicios financieros, como WeChat en China.

Desde el lanzamiento de la interfaz de IA generativa ChatGPT (OpenAI), esta tecnología se encuentra en el centro de una feroz competencia entre los gigantes del sector, principalmente Microsoft y Google, pero también Meta (Facebook e Instagram) y empresas emergentes como Anthropic o Mistral AI.

Fuente: AFP

Profesores generados por IA dan clase en una universidad de Hong Kong

Con un casco de realidad virtual, unos estudiantes de una universidad de Hong Kong viajan a un pabellón en las nubes para seguir una clase de la teoría de juegos explicada por un Albert Einstein creado con inteligencia artificial (IA).

La experiencia forma parte de un curso piloto de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong (HKUST) para probar el uso de “profesores” generados por esta tecnología en auge en el mundo.

El profesor Pan Hui, responsable de este proyecto, considera que esta herramienta puede ser de gran ayuda para los centros educativos ante la falta de personal en muchos países del mundo.

“Los profesores generados por IA pueden aportar diversidad (...) e incluso una narración inmersiva”, explica Hui a la AFP.

La difusión de herramientas como ChatGPT generó esperanzas de mejoras en productividad y enseñanza, pero también temores sobre las posibilidades que ofrecían para el engaño y el plagio o la sustitución de profesores.

En este curso “Redes sociales para los creativos”, estos maestros digitales abordan con una treintena de estudiantes cuestiones relativos a las tecnologías inmersivas y el impacto de las plataformas digitales.

Una vez que se carga el contenido de la formación al programa, este genera automáticamente los profesores, cuya apariencia, voz y gesticulación son personalizables.

Los avatares pueden aparecer en una pantalla o a través de cascos de realidad virtual.

El curso es híbrido porque Hui interviene también en las clases. Pero la IA, asegura, le ha permitido librarse de sus tareas más “pesadas”.

- Profesores de dibujos manga -

La estudiante de doctorado Lerry Yang considera que esta mezcla de universos reales y virtuales y la personalización de los profesores digitales mejora su aprendizaje.

Si un profesor digital “me hace más receptiva a nivel mental o me parece más accesible y amable, esto borra la sensación de distancia entre el profesor y yo”, asegura a la AFP esta joven que dedica su doctorado al metaverso.

Abordar el auge de la IA es un desafío común para el profesorado. Algunos deciden limitar su uso o intentan encontrar identificar de forma fiable los plagios.

Aunque al principio se mostraron dubitativas, la mayoría de universidades de Hong Kong autorizaron el año pasado a sus estudiantes usarla con condiciones variables.

En su curso piloto, Hui experimenta con avatares de género y orígenes étnicos distintos o con apariencia de figuras célebres del mundo académico como el economista John Nash o el mismo Einstein.

“Hasta ahora, el tipo de profesores [generados por IA] más populares son mujeres jóvenes y bellas”, dice.

Los personajes de dibujos animados japoneses, con los que también han experimentado, no generan unanimidad, explica la estudiante de doctorado Christie Pang, que colabora con Hui.

“Algunos estudiantes sentían que no podían confiar en lo que decía” el avatar digital, afirma.

- Mejor el real -

Para Pan Hui, la fiabilidad de los profesores generados por IA puede superar en el futuro la de los seres humanos reales. Pero es preferible que ambos tipos de maestros convivan, considera.

“Como profesores universitarios, nosotros nos ocuparemos mejor de nuestros estudiantes en lo que afecta, por ejemplo, a su inteligencia emocional, su creatividad y su pensamiento crítico”, explica.

Por ahora, esta tecnología está lejos de representar una amenaza seria para el personal académico.

Los avatares no pueden interactuar con los alumnos y, como todos los contenidos creados por la IA, pueden ofrecer respuestas falsas o extrañas, lo que algunos llaman “alucinaciones”.

Cecilia Chan, profesora de la Universidad de Hong Kong (KHU), sondeó el año pasado a más de 400 estudiantes: una mayoría de ellos prefería los tutores de carne y hueso.

Los alumnos “prefieren todavía hablar con una persona real porque un profesor de verdad puede compartir su experiencia, dar comentarios y demostrar empatía”, afirma Chan, cuyos trabajos se centran en el uso de la IA en la educación.

“¿Preferirías escuchar un ‘bravo’ de parte de un ordenador?”, pregunta la investigadora.

Sin embargo, los estudiantes ya recurren a herramientas basadas en la IA en su aprendizaje, como “hace todo el mundo”, dice Chan.

En la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong, uno de los alumnos de Hui, Yang, lo confirma: “No se puede ir en contra del desarrollo de esta tecnología”.

© Agence France-Presse


Ya se puede escribir con letras de colores y diferentes estilos en WhatsApp: este es el truco

A través de apps de terceros, es posible instalar una serie de herramientas de personalización para darle un nuevo look a tus chats.

Con más de 2 mil millones de usuarios activos en todo el mundo, WhatsApp es el rey indiscutible de las apps de mensajería instantánea. Sin embargo, a pesar de su popularidad, WhatsApp carece de una función muy pedida por los usuarios: la posibilidad de cambiar el color y estilo de la letra en los mensajes.

Por ahora, el texto de los chats solo se puede enviar en negrita, itálica o tachado. Pero existe un truco para hacer más divertidos tus mensajes.

A través de apps de terceros, es posible instalar una serie de herramientas de personalización para darle un nuevo estilo a tus chats.

Es importante aclarar que estas apps no forman parte de WhatApp ni son desarrolladas por Meta. Y aunque en teoría no ocasionan ningún perjuicio en tu cuenta, ni te piden claves de acceso, cualquier problema que pueda ocasionar su uso, no será atendido por el soporte oficial de la plataforma de mensajería.

Paso a paso: cómo cambiar el color de la letra en WhatsApp

El truco para cambiar el estilo de la letra en WhatsApp es utilizar aplicaciones externas, como Stylish Text, BlueWords o Fancy Text Generator. Estas apps te permiten escribir mensajes con una amplia gama de colores, estilos de fuente e incluso agregar decoraciones a las conversaciones.

Usar estas aplicaciones es muy fácil. Solo tendrás que descargarlas desde el App Store de Apple o Google Play Store y comenzar a usarlos. Cada una de ella tiene una interfaz diferente, pero todas funcionan igual: escribís el texto, le cambiás el estilo, copiás, y luego en WhatsApp, lo pegás. ¡Y listo!