¿Es más agresiva la ómicrón? ¿Sirven las vacunas? Diez preguntas esenciales

No; el hecho de que la variante ómicron acumule decenas de mutaciones no la convierte automáticamente en más agresiva o letal; y las vacunas actuales, que se pueden rediseñar con rapidez y facilidad, siguen siendo una de las mejores armas para combatir la pandemia, pero no la única.

La investigadora Isabel Sola despeja en una entrevista con EFE diez dudas esenciales sobre la nueva variante del coronavirus responsable de la covid, que se ha detectado en Sudáfrica y se ha extendido por al menos medio centenar de países.

Isabel Sola trabaja en el Centro Nacional de Biotecnología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y codirige el grupo de coronavirus en este centro, donde lidera, junto a Luis Enjuanes, uno de los grupos que busca una vacuna contra el SARS-CoV-2.

PREGUNTA.- La nueva variante presenta decenas de mutaciones con respecto al virus original. ¿Sorprende a la comunidad científica la evolución de este coronavirus o es la evolución previsible?

RESPUESTA.- Que el virus cambie es perfectamente esperable, pero esta variante ha acumulado más mutaciones que otras, y nos preguntamos por qué; se especula con que Sudáfrica es un país donde hay mucha incidencia del Virus de Inmunodeficiencia Humana (HIV) y muchas personas con un sistema inmunodeficiente. En esas condiciones, el virus ha podido evolucionar más libremente. Con un sistema inmune más potente el virus cambia menos.

P.- El hecho de presentar muchas más mutaciones que otras variantes detectadas con anterioridad, ¿la convierte automáticamente en más letal o virulenta?

R.- No tiene por qué. Han aparecido más cambios. Eso quiere decir que el virus ha tenido más libertad para cambiar, y esas mutaciones le dan al virus una ventaja. Pero algunas de esas mutaciones pueden ser neutras, y no dar lugar a ningún cambio de comportamiento. Otras pueden, sí, dar lugar a un cambio de comportamientos, pero no tiene por qué ser más virulento; y sería posible incluso que el virus se atenuara y perdiera virulencia. La atenuación es una posibilidad bastante lógica en la evolución de un virus.

P.- Son las medidas de vigilancia y control vigentes (vigilancia epidemiológica, pruebas de diagnóstico, etc) suficientes para controlar la evolución de esta nueva variante?

R.- De momento, precaución. Las medidas no farmacológicas que ya conocemos (mascarilla, higiene, distancia o ventilación) son efectivas frente a cualquier variante. Las vacunas posiblemente conserven efectividad también. Ahora toca ser precavidos, y conviene mantener la vigilancia para ver cómo se comporta, cómo respira el virus.

P.- ¿Esta justificada desde el punto de vista científico la reacción de alerta y de alarma que se ha desatado en muchos países ante esta nueva variante?

R.- Si, porque el virus ha cambiado y hay que saber en qué se traducen esos cambios. Hay que pensar que cualquier cambio que se produce en un virus es porque al virus le viene bien. Se podría pensar, es una posibilidad, que el virus se va a transmitir mejor. De momento, y ante eso, cuidado, alerta, y la guardia bien alta.

P.- ¿Se puede mantener que las vacunas contra la covid que se están administrando son efectivas contra la nueva variante?

R.- Se está ya comprobando en los laboratorios; lo que se hace es coger este virus y enfrentarlo al suero de personas que ya están vacunadas para ver si los anticuerpos que inducen las vacunas siguen neutralizando bien y eliminando al virus. Diría que con las mutaciones que ya tiene el virus podría ser que disminuyera algo la efectividad de las vacunas, pero que no la pierda del todo y sea similar a la que tenemos ahora, pero son conjeturas, porque hay que basarse en los resultados experimentales que ya se están haciendo. Y eso tampoco significaría que las vacunas ya no funcionan, porque la inmunidad son los anticuerpos y más cosas, pero nos darían ya una ida muy buena de cómo puede el virus escapar a la inmunidad que ya tenemos.

P.- ¿Se puede rediseñar una vacuna en poco tiempo y producirla de forma masiva para cubrir mejor cualquier variante?

R.- Sí. Son vacunas que se hacen mediante biotecnologia y los cambios son relativamente sencillos. Luego está la cuestión de qué van a exigir las agencias reguladoras para este cambio. La formulación de la vacuna de la gripe se cambia cada año sin necesidad de repetir ensayos clínicos. Directamente se reformula y se produce.

P.- ¿Debe una vacuna rediseñada volver a pasar las mismas fases de ensayo y procesos para conseguir las mismas autorizaciones que la vacuna original?

R.- Habrá que ver cual es la actitud de las agencias reguladoras, y si aceptan directamente la reformulación, en cuyo caso habría vacunas masivamente en unos meses, o si exigen algún tipo de ensayo.

P.- Demostrado que el aire es la principal vía de contagio del virus, ¿tendría sentido reforzar las medidas preventivas en ese sentido o recuperar algunas de las medidas que se han ido relajando durante los últimos meses? (uso obligatorio de mascarillas, aforos, etcétera).

R.- Creo que sí que es necesario recuperar medidas no farmacológicas; no solo por esta nueva variante, que no sabemos cómo se va a comportar, pero simplemente con la variante “delta”, que es la que está circulando, estamos comprobando la incidencia en muchos países. Aunque se está vacunando a la gente, no es suficiente. Es necesario recuperar, si queremos mantener el control de la situación, esas medidas no farmacológicas, y más ahora que vienen fechas de reuniones, fiestas, celebraciones, que nos hacen cambiar de comportamientos. Mientras el virus siga circulando esas medidas no se pueden abandonar. La vacunación es importante, pero no es suficiente. No nos podemos jugar todo a una carta, la de la vacunación.

P.- ¿Tiene sentido seguir avanzando en la vacunación en los países más desarrollados (terceras y cuartas dosis) mientras en los países y continentes más pobres las tasas son tan bajas?

R.- Es fundamental afrontar el problema de tener una vacunación universal, porque en países donde la vacunación es muy baja el virus se puede reactivar y aparecer nuevas variantes. Hay que llegar a un punto de equilibrio, en el que los países más desarrollados, donde hay acceso casi ilimitado a las vacunas, se usen de una forma racional. Hay colectivos en los que posiblemente sí sea necesario dar terceras dosis (gente mayor o personas más vulnerables) pero a lo mejor no es necesario extender terceras y cuartas dosis a todo el mundo, y esas dosis habría que repartirlas de forma más igualitaria. Hay que mirar más allá de las fronteras, porque nadie va a estar protegido hasta que todo el mundo lo esté.

P.- ¿Tiene sentido seguir hablando de “inmunidad colectiva” (o “de rebaño”) ante la proliferación de nuevas variantes o es un concepto que carece ya de sentido?

R.- Es un concepto que hay que tomar de forma relativa. No es un número mágico que cuando se alcanza nos garantice la protección absoluta y para siempre. Cuantas más personas estén vacunadas, más obstáculos va a tener el virus para transmitirse y eso permite controlar mejor su impacto en la salud pública. Para vencer al virus cuantas más personas estemos vacunadas mejor, y ya hemos comprobado que cuanto mayor es el número de personas vacunadas en un país menor es el número de personas hospitalizadas o los fallecimientos. Esa cifra mágica tendría sentido si las vacunas nos dieran inmunidad del cien por cien y para toda la vida, y que fuera además una inmunidad esterilizante, pero no es el caso.

Impresionante ‘melena de caballo’ es captada con detalles sin precedentes por el James Webb

Se trata de la nebulosa Cabeza de Caballo, que se originó a partir del colapso de una nube interestelar de gas y polvo.

La NASA informó este lunes que la cámara de infrarrojo cercano (NIRCam) y el instrumento de infrarrojo medio (MIRI), a bordo del telescopio espacial James Webb, lograron captar por primera vez las estructuras a pequeña escala del borde iluminado de la nebulosa Cabeza de Caballo, ubicada a 1.300 años luz de distancia de la Tierra, en la constelación de Orión.

Este objeto astronómico, también conocido como Barnard 33, forma parte del complejo de nubes moleculares de Orión. De acuerdo con el portal Space.com, esta nebulosa, que se originó a partir del colapso de una nube interestelar de gas y polvo, es iluminada por una estrella caliente situada en su borde superior izquierdo.

Asimismo, se menciona que la distintiva estructura de la nebulosa, que se asemeja a la figura de un caballo, se formó por la erosión del gas que la rodea, más ligero. Esto hace que sobresalga una espesa columna hecha de gas y polvo denso, que es más difícil de erosionar. No obstante, los científicos estiman que la nebulosa Cabeza de Caballo podría desintegrarse dentro de cinco millones de años, incluida su espesa columna.

Analizando las nuevas imágenes

En la nueva imagen tomada por la NIRCam, se aprecia una sección de la ‘melena del caballo’ que mide aproximadamente 0,8 años luz de ancho. También se pueden observar las nubes compuestas de hidrógeno molecular frío, ubicadas en la parte inferior de la imagen, así como el gas hidrógeno atómico, que se extiende por encima de la nebulosa.

En la fotografía captada por el MIRI también se observa una parte de la melena del caballo. Allí, la luz infrarroja media del MIRI permite ver los silicatos polvorientos y moléculas parecidas al hollín, denominadas hidrocarburos aromáticos policíclicos.

Según la NASA, el área de la melena del caballo es una región de fotodisociación (PDR, por sus siglas en inglés), puesto que la luz ultravioleta de las estrellas jóvenes y masivas calienta el gas y el polvo completamente ionizado que rodea a las estrellas masivas y a las nubes recién formadas.

La radiación que emiten las estrellas jóvenes impacta en la química del gas y el polvo, además de que actúa como una importante fuente de calor. Por otro lado, el estudio de la luz de los PDR permite a los científicos analizar cómo evoluciona el material interestelar (gas y polvo), así como los procesos químicos involucrados.

Estudio relaciona el vapeo frecuente con el deterioro cognitivo en adolescentes

Un estudio sugiere que el vapeo frecuente expone a quienes lo practican a niveles altos de cadmio, plomo y uranio.

Los adolescentes que vapean con frecuencia presentan más uranio y plomo en la orina que los fumadores ocasionales, según un estudio basado en los datos de una encuesta realizada con adolescentes de entre 13 y 17 años que incluye a 200 que solo fuman cigarrillos electrónicos.

El estudio recuerda que, tal y como han demostrado investigaciones previas, la exposición a ciertos metales de los aerosoles y los líquidos de los cigarrillos electrónicos es especialmente perjudicial durante el desarrollo. Está probado que la exposición a estas sustancias está relacionada con el deterioro cognitivo, los trastornos de comportamiento, las complicaciones respiratorias, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.

Aunque se trata de un estudio observacional -por lo que no pueden extraerse conclusiones definitivas sobre los niveles de metales tóxicos-, los investigadores aseguran que los resultados prueban que urge aplicar normativas y medidas de prevención específicas para adolescentes.

En este estudio, publicado este martes en la revista Tobacco Control, los investigadores querían averiguar si los niveles de metales potencialmente tóxicos podían estar asociados a la frecuencia de vapeo y si el sabor influye.

Para eso, se basaron en las respuestas del Estudio de la Juventud PATH, uno de los estudios de salud a nivel nacional más importantes de EEUU- realizado entre diciembre de 2018 y noviembre de 2019- que contó con 1607 adolescentes de entre 13 y 17 años, doscientos de ellos fumadores exclusivos de cigarrillos electrónicos.

Se analizaron muestras de orina para detectar la presencia de cadmio, plomo y uranio, y la frecuencia de consumo se clasificó en ocasional (1-5 días al mes), intermitente (6-19 días) y frecuente (más de 20 días). Los sabores se agruparon en cuatro categorías mutuamente excluyentes: mentol o menta; fruta; dulce, como chocolate o postres; y otros, como tabaco, clavo o especias, y bebidas alcohólicas o no alcohólicas.

De los 200 consumidores exclusivos (63 % mujeres), 65 declararon un consumo ocasional, 45 intermitente y 81 frecuente; faltaba información sobre la frecuencia de consumo de 9 de ellos.

El número medio de caladas recientes al día aumentó con la frecuencia de consumo: ocasional (0,9 caladas), intermitente (7,9 caladas), frecuente (27). En los 30 días anteriores, 1 de cada 3 consumidores (33%) declaró haber consumido sabores mentolados; la mitad (50%), sabores afrutados; algo más del 15%, sabores dulces; y el 2%, otros sabores.

Más plomo y uranio en vapeadores frecuentes

El análisis de las muestras de orina mostró que los niveles de plomo eran un 40 % más altos entre los fumadores intermitentes y un 30 % más altos entre los fumadores frecuentes que entre los ocasionales.

Los niveles de uranio en la orina también eran el doble entre los fumadores frecuentes que entre los ocasionales.

Al comparar entre sabores, el estudio mostró niveles de uranio un 90% más elevados entre los vapeadores que preferían sabores dulces a los que optaban por mentol/menta.

No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en los niveles urinarios de cadmio entre la frecuencia de vapeo o los tipos de sabor.

Al ser un estudio observacional, no pudieron extraer conclusiones definitivas sobre los niveles de metales tóxicos y la frecuencia o los sabores del vapeo. Además, los niveles de metales tóxicos en los vapeadores variarán según la marca y el tipo de vaporizador utilizado, puntualiza el estudio.

Pero el estudio avisa sobre un dato especialmente preocupante: el aumento de los niveles de uranio en la categoría de sabores dulces.

“El sabor dulce de los cigarrillos electrónicos puede suprimir los efectos nocivos de la nicotina y potenciar sus efectos reforzadores, lo que da lugar a una mayor reactividad cerebral”, advierten.

AstraZeneca admite que su vacuna COVID puede tener efecto secundario raro y potencialmente letal

Se trata de una dolencia que hace que las personas tengan coágulos en los vasos sanguíneos de diferentes partes del cuerpo y presenten un recuento bajo de plaquetas.

La farmacéutica AstraZeneca admitió que su vacuna contra el coronavirus puede provocar un inusual efecto secundario relacionado con una irregularidad en la coagulación de la sangre, informó este domingo The Telegraph, citando un documento judicial.

Se trata del síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS, por sus siglas en ingles), que ocasiona que las personas presenten coágulos en los vasos sanguíneos del cerebro u otras partes del cuerpo, junto con un recuento bajo de plaquetas. Esta mortal afección también es conocida como ‘trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por vacunas’ (VITT, por sus siglas en inglés).

El TTS se observó en algunas personas que recibieron la vacuna de AstraZeneca, desarrollada en colaboración con la Universidad de Oxford para hacer frente al covid-19. En el Reino Unido, la Unión Europea y los países escandinavos se reportaron extraños casos de trombosis del seno venoso cerebral, así como trombocitopenia, en pacientes a los que se les administró esa vacuna.

Reconociendo el extraño efecto secundario

En un documento judicial, que fue presentado el pasado mes de febrero ante el Tribunal Superior de Justicia de Londres, AstraZeneca reconoció que su vacuna “puede, en casos muy raros, causar TTS”. Sin embargo, dijo que desconocía el mecanismo biológico que causa el síndrome.

De acuerdo con The Telegraph, el reconocimiento del efecto secundario se produce cuando la compañía británica enfrenta una serie de demandas por lesiones y muertes vinculadas con la aplicación de su vacuna. Hasta el momento se han presentado 51 libelos contra AstraZeneca, en los que las víctimas o sus familiares piden indemnizaciones de hasta 126 millones de dólares.

Jamie Scott, uno de los demandantes, argumentó que sufrió una lesión cerebral permanente como resultado de un coágulo en la sangre, luego de recibir la vacuna en abril de 2021. En mayo del año pasado, los abogados de Scott recibieron una carta de AstraZeneca en la que el laboratorio negaba que “el TTS sea causado por la vacuna a nivel genérico”. A su vez, la parte acusadora aseveró que la vacuna de la farmacéutica británica es “defectuosa” y que su eficacia ha sido “muy exagerada”.

Apoyo a las víctimas de la vacuna

AstraZeneca afirmó en un comunicado, citado por New York Post, que apoya a cualquier persona que haya resultado afectada por su vacuna, aunque defendió su eficacia. También alegó que las complicaciones secundarias causadas por la aplicación de la vacuna son inusuales. Actualmente, el medicamento en cuestión ya no se aplica en Reino Unido ni en Australia.

Se estima que las probabilidades de que una persona desarrolle TTS después de recibir la vacuna de AstraZeneca es de una entre 50.000. Por otro lado, la Universidad de Oxford argumentó que la vacuna salvó a cerca de seis millones de personas durante la pandemia.