Estrés crónico: por qué la razón podría estar en nuestro organismo

Hay personas “más susceptibles -a nivel organismo- a padecer estrés crónico.

Expertos de Irlanda encontraron que, al suprimir la actividad de una proteína, hubo más resistencia a esta patología. Qué otras características fisiológicas intervienen para su aparición.

La rutina diaria y el contexto en el que nos movemos pueden generarnos preocupaciones eventuales. Los obstáculos que afrontamos son parte de la existencia, aunque la respuesta que tenemos frente a ellos puede ser diferente en cada persona. En ese contexto, el estrés aparece como un mecanismo de defensa del organismo ante esta clase de sucesos. Es decir que naturalmente todos experimentamos esta sensación en algún momento y en diferentes medidas.

Por lo tanto, más allá de los desafíos cotidianos que impulsan su aparición, el estrés en sí mismo se origina dentro de nuestro cuerpo, incluso en sus manifestaciones más intensas como el cuadro crónico -sostenido en el tiempo- que puede presentar síntomas como irritabilidad y cansancio.

La ciencia, por supuesto, no es ajena a esta situación. Un reciente estudio realizado por la Universidad College Cork (UCC) de Irlanda encontró que, al atacar a una proteína que está presente en el sistema nervioso, hubo más resistencia y resiliencia ante esta patología.

Para llegar a estos resultados, los especialistas irlandeses trabajaron sobre el cerebro de ratones, ya que funciona -según ellos- de forma similar al de los humanos. “Nuestro trabajo posiciona a esta proteína como un objetivo importante para el desarrollo de nuevos tratamientos de trastornos relacionados con el estrés”, indicó Olivia O’Leary, una de las autoras del estudio.

La proteína en cuestión, llamada FKBP51, está presente en el sistema nervioso junto a otra que se considera su “hermana”, la FKBP52. Ambas están asociadas al receptor de glucocorticoides de nuestro cuerpo, que es la región que responde a las hormonas esteroides que nos protegen ante situaciones de estrés. Una parte de esta reacción corporal tiene influencia en el hipotálamo, una región del cerebro que se relaciona con las emociones.

El doctor en bioquímica e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Mario Galigniana, dialogó con Infobae y explicó cómo funciona este circuito. “En condiciones normales, se produce un pico de glucocorticoides en sangre una hora antes de despertarnos. Eso es porque nos están preparando para el estrés que implica levantarse de la cama. También tenemos situaciones así durante el día: el tránsito y los problemas laborales nos generan estos picos. Son una respuesta y tienden a cuidarnos a nivel neurológico de la adversidad del estrés”.

Galigniana realiza desde el año 2010 estudios relacionados a la proteína FKBP51 como investigador principal del CONICET y como profesor adjunto en la Universidad de Buenos Aires (UBA). “Los problemas pueden aparecer si el circuito mencionado anteriormente está mal regulado. Por ejemplo, cuando la respuesta de los glucocorticoides no es eficiente”, detalló. Según este especialista, los seres humanos tenemos diversas variantes de la proteína FKBP51 en el cuerpo: se han encontrado al menos 15. “Algunas se encuentran sistemáticamente en individuos que tienen trastornos psiquiátricos, especialmente depresivos”, agregó.

En ese sentido, al ser consultado sobre la posibilidad de que una persona desarrolle un cuadro de estrés crónico por sus condiciones orgánicas y no por los conflictos cotidianos, Galigniana sostuvo: “Vos podés llevar una vida tranquila y, si tenés una variante de esta proteína, podrías generar un exceso de respuesta frente a situaciones que no son tan graves. Esa reacción exagerada, al acumularse, te lleva a un problema que puede ser el estrés crónico o incluso el suicidio en casos más extremos. En condiciones normales de funcionamiento no tendría que pasar eso”.

Qué es el estrés crónico

Como vimos, el estrés es una circunstancia con la que convivimos los seres humanos. Sin embargo, en determinados casos puede tornarse un problema. Germán Picciochi (MN 161114), médico especializado en psiquiatría, neuropsiquiatría y neurología cognitiva, explicó:

“El estrés no es una enfermedad ni un problema: es una respuesta natural y adaptativa de las personas. Pero lo que se conoce como estrés crónico o sostenido se vincula con una preocupación sobre el futuro, específicamente con la conjetura de escenarios catastróficos que generan, en el presente, descargas hormonales por algo que todavía no pasó o que incluso no va a pasar. Por eso este cuadro viene de la mano con la ansiedad”.

En segundo término, Picciochi detalló que hay personas “más susceptibles -a nivel organismo- a padecer este tipo de estrés. Y también hay otras, en el otro extremo, a las que no les importa ni preocupa absolutamente nada en la vida”.

Factores externos

Como vimos, ciertas condiciones de nuestro organismo pueden influir a la hora de padecer un cuadro de estrés crónico. En algunos casos, dichas condiciones deben combinarse con factores externos que van más allá de un suceso problemático y que pueden estar relacionados con el entorno en el que vivimos.

El doctor Pablo López (MN 36163), psicólogo de la Fundación INECO, describió: “Hoy predominan los modelos que se llaman de vulnerabilidad y de estrés. Es decir ciertos factores de vulnerabilidad -biológicos o psicológicos- que traemos de fábrica y que tienen que combinarse con aspectos del ambiente para que se desarrolle una condición de salud mental”.

Los aspectos del ambiente a los que alude López pueden ser, por ejemplo, las condiciones de pobreza o indigencia; la convivencia con fumadores; los ruidos de las ciudades; o la falta de oscuridad para descansar.

Leé también


 

La NASA lanza una misión al asteroide ‘Dios del Caos’, que se aproxima a la Tierra

Imagen ilustrativa.

El Apophis pasará excepcionalmente cerca en el 2029.

La sonda espacial OSIRIS-REx de la NASA pasó por la Tierra a finales de septiembreentregó unas muestras de rocas y polvo recogidas del asteroide Bennu. De inmediato, y sin apagar sus motores, se embarcó en una misión adicional: estudiar el Apophis, un asteroide que se espera pase muy cerca de nuestro planeta en el 2029.

En este contexto, la NASA anunció el pasado viernes que la sonda ha sido rebautizada oficialmente como ‘OSIRIS-APEX’, acrónimo en inglés de Orígenes, Interpretación Espectral, Identificación de Recursos y Seguridad – Explorador Apophis. Además, Dani Mendoza DellaGiustina, quien fuera investigadora principal adjunta de la OSIRIS-REx, también estará al mando de esta nueva misión extendida.

El asteroide 99942 o Apophis, que debe su nombre al dios egipcio considerado la encarnación del caos, no chocará contra la Tierra, pero sí estará excepcionalmente cerca, a unos 32.000 kilómetros, el 13 de abril de 2029.

Esta distancia lo pone más cerca a nuestro planeta que algunos satélites y se prevé que eso no solo provoque cambios en su órbita, sino terremotos y deslizamientos en su superficie. “OSIRIS-APEX estudiará Apophis inmediatamente después de tal paso, permitiéndonos ver cómo cambia su superficie al interactuar con la gravedad de la Tierra”, dijo Amy Simon, científica del proyecto.

Asimismo, está dentro de los planes que, para el 2 de abril de 2029, las cámaras de la sonda comiencen a tomar imágenes del asteroide a medida que se acerque. Luego del encuentro cercano con la Tierra, operará en sus proximidades durante los 18 meses siguientes. En ese lapso llevará a cabo muchas de las mismas investigaciones que OSIRIS-REx realizó en Bennu, con el uso de instrumentos generadores de imágenes, espectrómetros, y un altímetro láser para mapear su superficie y analizar la composición química.

Si bien la entonces OSIRIS-REx recolectó agua y altas cantidades de carbono de Bennu, se estima que las muestras recogidas de Apophis sean bastante diferentes, ricas en silicato y níquel-hierro, materiales de los que están principalmente compuestos estos asteroides rocosos, denominados ‘tipo S’.

De acuerdo con la NASA, da la casualidad de que la mayoría de los asteroides potencialmente peligrosos conocidos también son de ese tipo. “Lo que el equipo aprenda sobre Apophis puede ofrecer información a la investigación de defensa planetaria, una de las principales prioridades de la NASA”, asegura la agencia.

Por otro lado, según explica Mendoza DellaGiustina, Apophis ayudará a los científicos a aprender más sobre cómo se forman los sistemas solares y los planetas. “Sabemos que las fuerzas de marea y la acumulación de escombros son procesos fundamentales que podrían desempeñar un papel en la formación de planetas. Podrían informar cómo pasamos de los escombros del sistema solar primitivo a planetas en toda regla”, explicó.

Se estima que asteroides del tamaño de este ‘Dios del Caos’, de unos 340 metros de diámetro, solo se acercan tanto a la Tierra una vez cada 7.500 años. “Aprendimos mucho en Bennu, pero ahora tenemos aún más preguntas para nuestro próximo objetivo”, dijo Simon.

Leé también


 

Fotos| Revelan terrible descubrimiento de una momia que murió en el parto

Momia egipcia de una adolescente que murió durante el parto.

Los restos de la fallecida pertenecen al período tardío de Egipto.

Los autores de un estudio revisaron a una momia egipcia, de una adolescente que murió durante el parto, después de más de un siglo, y le realizaron una tomografía computarizada del cuerpo, que reveló la presencia de un segundo feto en la cavidad torácica de la mujer, lo que indicaba que estaba embarazada de gemelos, según un artículo publicado en International Journal of Osteoarchaeology.

La cabeza del primer bebé quedó atrapada en el canal del parto, lo que provocó la muerte tanto de los bebés como de la madre, informó IFL Science.

El estudio descubrió que, al morir, la joven fue momificada junto con el niño, cuyos restos fueron colocados entre las piernas de la madre, a excepción de la cabeza, cuyos huesos quedaron dentro de la pelvis. Es decir, el niño fue decapitado durante el parto. 

La muerte del bebé y su madre probablemente ocurrieron debido al llamado parto de nalgas, donde el bebé sale con los pies primero, lo que hace el proceso mucho más complicado y peligroso.

Los investigadores suponen que con el tiempo el cuerpo de la fallecida se descompuso y el feto se desplazó desde el útero hasta la cavidad torácica.

La momia examinada pertenecía a una mujer de entre 14 y 17 años. Sus restos fueron encontrados en 1908 durante las excavaciones de la necrópolis de El Bagawat.

La joven pesaba entre 45 y 55 kilogramos. Los científicos estiman que la mujer tenía entre 34 y 40 semanas de embarazo cuando comenzó el parto.

Los restos de la fallecida pertenecen al período tardío de Egipto (desde el 664 a.C., hasta 332 a.C.), reza la anotación del estudio.

“Este examen de la madre y sus hijos al nacer reconfirma cuán peligrosos eran el embarazo, el parto y el alumbramiento, especialmente durante este período”, indicó el estudio. “El parto en el antiguo Egipto se consideraba un evento religioso, no médico”, explicaron los científicos.

“La mayor parte de la documentación descubierta describe hechizos y encantamientos recitados para proteger a la madre y al bebé durante y después del nacimiento“, sostuvieron los investigadores, al indicar que un hechizo alude a que el nacimiento de gemelos se veía de forma negativa.

Leé también


 

Descubren nueva evidencia de que una luna de Saturno podría albergar vida

Foto: NASA.

"Nuestro trabajo aporta más evidencia de que Encélado alberga algunas de las moléculas más importantes tanto para crear los componentes básicos de la vida como para mantener esa vida mediante reacciones metabólicas", señalan los científicos.

El Laboratorio de Propulsión a Chorro (JLP, por sus siglas en inglés) de la NASA informó este jueves que un grupo de investigadores había confirmado la presencia de nuevas moléculas orgánicas en una columna gigante de hielo y vapor que brota de la superficie de Encélado, una de las 146 lunas de Saturno, lo que indica que este cuerpo celeste podría albergar vida.

Las imágenes obtenidas en la década de 1980 por la sonda espacial Voyager demostraron que Encélado, que tiene alrededor de 500 kilómetros de ancho, cuenta con una superficie blanca y brillante, por lo que se le considera el cuerpo celeste más reflectante del sistema solar. De acuerdo con la NASA, debido a que este pequeño satélite natural refleja mucha luz solar, la temperatura de su superficie es extremadamente fría, alcanzando los -201 °C.

En 2005, el orbitador Cassini identificó partículas de agua helada y gas que brotaban desde la superficie de la luna a una velocidad de 400 metros por segundo. Los científicos explicaron que las continuas erupciones de agua terminaron por generar un enorme halo de fino polvo de hielo alrededor de Encélado, donde una parte de este material formó uno de los anillos de Saturno.

Asimismo, detallaron que estos estallidos provenían de grietas en la corteza de la luna, que son relativamente cálidas. A partir de los datos obtenidos del Cassini, se pudo conocer que debajo de la superficie helada de Encélado hay un océano líquido que alimenta los brotes de agua.

Detectando fuentes químicas adicionales

En 2017 se identificaron moléculas orgánicas en una de las columnas de hielo y vapor. Al respecto, los especialistas sugirieron que la combinación de dióxido de carbono, metano, amoníaco, hidrógeno y agua podrían conducir a la metanogénesis, un proceso metabólico que conlleva la producción de metano y que fue fundamental para la formación de vida en la Tierra.

En un nuevo estudio recientemente publicado en la revista Nature Astronomy, se reportó la existencia de “fuentes químicas de energía adicionales, mucho más potentes y diversas que la producción de metano”.

Los especialistas indicaron que los nuevos compuestos orgánicos detectados son cianuro de hidrógeno, acetileno, propileno y etano. Con su presencia se demuestra que “existen muchas vías químicas para sustentar potencialmente vida en el océano subterráneo de Encélado”, describieron en la publicación.

“Nuestro trabajo aporta más evidencia de que Encélado alberga algunas de las moléculas más importantes tanto para crear los componentes básicos de la vida como para mantener esa vida mediante reacciones metabólicas”, sostuvo el científico de la universidad de Harvard que trabajó en el proyecto Jonah Peter.

Encélado no solo parece cumplir los requisitos básicos para ser habitable, sino que ahora también tenemos una idea de cómo podrían formarse allí las biomoléculas complejas y qué reacciones químicas podrían estar involucradas”, concluyó.

Leé también