Dani Alves se excusa en sus hijos para dejar la cárcel
La defensa del futbolista Dani Alves garantizó a la Audiencia de Barcelona que, si acepta su petición de salir de prisión provisional, no se fugará porque pretende vivir con sus hijos en la capital catalana, donde están empadronados desde mayo.
Los hijos de Alves estudiarán a partir de septiembre en Barcelona, pero la acusación particular lo considera “un proyecto de vida ficticio” y remarcó que los dos adolescentes siguen viviendo en México.
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La Sección 3 de la Audiencia de Barcelona celebró este viernes una vista por la nueva petición de Alves de salir de la cárcel mientras se investiga su causa por una presunta agresión sexual en la discoteca Sutton de Barcelona.
Fuentes presentes en la declaración explicaron a la prensa internacional que la defensa del jugador se ratificó en su última versión, según la cual mantuvo relaciones consentidas con la denunciante.
Alves está en prisión provisional desde el 20 de enero y desde entonces su abogado, Cristóbal Martell, pidió en varias ocasiones que el jugador salga en libertad, algo que tanto la instructora del Juzgado de Instrucción 15 como esta misma sala de la Audiencia de Barcelona desestimaron, y en los próximos días el tribunal resolverá la petición que abordó este viernes.
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RIESGO DE FUGA
Las otras veces que Alves pidió salir de prisión, los jueces lo descartaron, entre otros motivos, porque ven riesgo de que se fugue si sale en libertad hasta el juicio, a pesar de que él se había ofrecido a cumplir con medidas de seguridad como llevar una pulsera de geolocalización.
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Los argumentos que la defensa expusieron este viernes en torno al arraigo de Alves y sus hijos en Barcelona intentan contrarrestar este riesgo de fuga que señalaron los jueces y, con el mismo propósito, la defensa presentó al Tribunal documentos para demostrar que ha dado de baja cuatro de sus empresas en Brasil, algo a lo que la acusación particular -que representa a la denunciante- resta relevancia porque el futbolista posee otras sociedades.
La abogada de la acusación particular, Ester García, argumentó que, si en pocos meses Alves tuvo capacidad para empadronar a sus hijos en Barcelona y planificar escolarizarlos en la ciudad el próximo curso es porque tiene los recursos necesarios, que también podría usar para volver a cambiar de país si quisiera huir.