En 2019 Ng inició acciones legales para reclamar la igualdad de trato para las parejas del mismo sexo en materia de vivienda pública y herencia. Tras su suicidio, un año después, su viudo continuó la lucha.
Durante los últimos 20 años, la comunidad LGTB+ logró una victoria tras otra ante la justicia de Hong Kong en una serie de ámbitos que van desde los visados hasta los impuestos.
Pero en este centro financiero internacional, el matrimonio entre personas del mismo sexo sigue estando prohibido. Realidad que Li enfrentó en la morgue de Hong Kong cuando se le impidió identificar el cuerpo de Ng.
“Me dijeron que mi marido no era mi marido, que yo no era nadie”, explica a la AFP Li, de 37 años. “Me quedé inmóvil”, añade.
En septiembre, el más alto tribunal de Hong Kong ordenó a las autoridades que establecieran, en un plazo de dos años, un “marco alternativo” que reconociera los derechos de las parejas del mismo sexo.
Pero los jueces del tribunal de apelación final también dictaminaron que el matrimonio estaba “limitado a las parejas de sexo opuesto”.
En la comunidad LGTB+ las reacciones fueron del optimismo cauteloso a la tristeza. Li afirma estar “un poco decepcionado” por la sentencia del tribunal. Pero espera que Hong Kong ofrezca un marco que abarque “la vida, la vejez, la enfermedad y la muerte” para las personas LGTB+.
Después de su matrimonio civil en Londres en 2017, Henry Li y Edgar Ng organizaron una ceremonia en Hong Kong. Ng incluso convenció a una iglesia para que los dejara caminar por el pasillo.
“Era una persona valiente. Decía con razón que nuestro matrimonio era abierto y transparente“, detalla Li.
En Hong Kong, la opinión es cada vez más favorable a las uniones entre personas del mismo sexo. La antigua colonia británica se distingue de China continental y de su represión contra los LGTB+.
– Decepción –
El juicio, que concluyó con la sentencia del tribunal en septiembre, fue iniciado por el activista Jimmy Sham, quien sostenía que la prohibición del matrimonio violaba su derecho a la igualdad.
“Muchas, entre ellas Sham, hicieron avanzar los derechos de las personas LGTB+”, subraya Annie Chau, cofundadora de Butterfly, red social para lesbianas de Hong Kong.
Según ella, los hongkoneses son cada vez menos reacios a mostrar su orientación sexual “en su lugar de trabajo y en su familia”.
Y aunque en el pasado la mayoría de los temas del foro Butterfly se referían a experiencias desagradables, las usuarias recientes hablan sobre todo de matrimonio, familia y jubilación.
La sentencia del tribunal “es una gran mejora”, afirma Chau a la AFP.
Pero la comunidad no está a salvo del clima de represión política en Hong Kong, instalado después de las grandes manifestaciones prodemocracia de 2019.
“Se volvió más difícil para el público ver las necesidades de la minoría”, destaca Chau, señalando que la decisión del tribunal recibió relativamente poca cobertura de los medios de comunicación locales.
Sham, militante prodemocracia, está encarcelado desde 2021 en espera de juicio, acusado de crímenes contra la seguridad nacional.
Para Angus Leung, que en 2015 impugnó las políticas restrictivas de la ciudad en materia de ventajas médicas y fiscales concedidas a los cónyuges, la acción judicial lanzada por Sham “se inició demasiado pronto”.
“Cuando presentó su caso esperábamos que ganara. Pero el matrimonio entre personas del mismo sexo fue rechazado”, lamenta.
Sin embargo, en 2019 el tribunal dictaminó que la negativa a conceder prestaciones a las parejas del mismo sexo era contraria a las leyes de Hong Kong. El juicio fue duro para la pareja, que ahora vive en el extranjero.
Por el momento, las autoridades no dicen nada sobre las medidas que tienen previsto adoptar en aplicación de la sentencia de septiembre.
Ben (seudónimo), de 53 años, que vive con su compañero desde los años 1990, duda de que las autoridades de Hong Kong, adquiridas en Pekín, se apresuren a establecer el “marco alternativo” como les ordenó la Corte.
“Hong Kong tiene aún un largo camino por recorrer”, lamenta.