Como cada año, la Gala del Met es una fiesta que señala la inauguración de la exposición que el Departamento de Moda del Museo Metropolitano de Nueva York organiza.

Supervisada por Anna Wintour, editora en jefe de la Vogue norteamericana, la reunión convoca a distintas personalidades con una petición; acceder al ‘dress code’ o código de vestimenta haciendo una interpretación personal del tema de cada año.

En esta nueva edición, la exposición se titula “Heavenly bodies; fashion and the catholic imagination” (Cuerpos celestiales: moda y la imaginación católica).

Es la primera vez que la iglesia católica, con pleno consentimiento del Vaticano, se alía con la industria de la moda sin ningún tipo de remilgo.

De hecho, y por petición de Andrew Bolton, el Vaticano concedió para la muestra cincuenta piezas procedentes de la capilla sixtina.

Esta fiesta exclusiva para 700 personas, tiene como fin real recaudar dinero para el departamento de moda, el Costume Institute, cuyo presupuesto anual son estos fondos, y con ellos organiza la exposición en sí misma, financia publicaciones, conferencias, cursos y compra más fondos para el departamento.

El acceso a un asiento en la cena es de 30.000 dólares por persona.

En la alfombra roja, varias celebridades sorprendieron con sus atuendos, entre ellas la cantante de Barbados y anfitriona de la noche, Rihanna, que lució traje de inspiración papal (mitra incluida), creado por Maison Margiela y cuajado por completo de perlas, uno de los adornos más utilizados durante el Renacimiento por la realeza.

Jared Leto le siguió, revolucionando las redes al emular a Jesucristo, pero con un traje azul de Gucci y con una corona dorada sobre su pelazo.

Desde Wakanda, el actor Chadwick Boseman, protagonista de Black Panther, acudió a la cita de Versace, de blanco impoluto, con capa y cruces.

Katy Perry se llevó todas las miradas con sus enormes alas en su espalda que hicieron brillar su estilismo de Versace en todo su esplendor cuando descendió del vehículo.

Pero la favorita de la noche fue Blake Lively, que al no caber su Versace en un coche, tuvo que trasladarse al museo en un bus particular. Su impactante vestido fue elaborado en 600 horas de trabajo artesanal.

Aunque el nivel había sido muy alto, faltaba Sarah Jessica Parker, que llegó, además de con un cuestionable belén en la cabeza, con un vestido Dolce & Gabbana metálico, de tres cuartos de longitud, con bordados dorados y detalles en corazones rojos.

De acuerdo al artista, su inspiración radica en la belleza y majestuosidad del mar, incorporando prendas confeccionadas artesanalmente, en las que se destacan encajes ju y detalles de ñandutí, crochet, y hilos nacionales.

La misma se suma a las tendencias de la temporada y promete infundir sensualidad y frescura en las pasarelas. “Los tonos suaves de azules, verdes serenos y blancos puros que dominan la paleta de colores evocan la frescura del océano y transportan a quien las luce a la serena orilla del mar”, menciona el concepto de la colección.

Los patrones y texturas de las prendas están diseñados para recordar el vaivén de las olas que acarician la playa y la brisa marina, haciéndola ideal tanto para amantes de la moda como para aquellos que anhelan el verano.

“Con esta colección, he querido rendir un tributo al mar y su influencia en la vida y el estilo. Cada prenda es el resultado de una cuidadosa artesanía, fusionando a la perfección la elegancia con la esencia del océano. Desde prendas casuales hasta vestidos de noche, cada pieza refleja la pasión que he depositado en brisas por los detalles y la calidad”, palabras del modisto que participa por segunda vez en dicho evento.

Además de desfiles, habrá exposiciones de moda, presentaciones musicales y oportunidades para interactuar con diseñadores y marcas presentes en el evento.

Esta es la décima edición del México Fashion Show, la cual se desarrolló del 1 al 3 de noviembre en el Hotel Hacienda Tres Ríos en la Riviera Maya de México, siendo uno de los eventos más prestigiosos de la industria de la moda en Latinoamérica. Esta plataforma anual es un trampolín vital para impulsar las carreras de nuevos talentos y presentar las últimas tendencias de la moda.

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El artista, propietario de la firma Nardou Couture, encabeza el proyecto “Modgration” (integración en la moda), desfile de moda en cooperación con la cuidad de Torgau. El mismo se caracterizará por la diversidad.

En él presentará su colección de alta costura, Prêt-à-Porter y alta costura, del cual participarán 20 modelos de países distintos – Paraguay, Cuba, Kenia, Túnez, Ucrania, Corea, Uganda, República Dominicana, Bahamas, Alemania – entre otros.

En la pasarela resaltarán tonos de piel, estatura, peso y, lo más importante, con diferentes orígenes religiosos y culturales. De acuerdo al compatriota, la intención es demostrar que la integración entre diferentes culturas es realmente posible.

“El motor principal es luchar contra la discriminación y el racismo que siguen existiendo en Alemania, entonces esta es una manera también de visibilizar ese flagelo de muchísimos extranjeros”, menciona en conversación con HOY.

Cuenta que en el país europeo, la discriminación la sufren mayormente las mujeres extranjeras: “Encontré mi lugar en Alemania, pero no fue fácil. Nunca me pasó (discriminación) pero tenemos que levantar la voz por aquellos que sí sufren de esto”.

Comenta que para el desfile se hizo un casting diverso de modelos y personas que no se dedican al modelaje: “Lo que queremos es demostrar que existe una integración en la moda y también en Alemania”.

Bernadou se muestra feliz por el hecho de que poder colaborar con la ciudad de Torgau y en un lugar emblemático como el Castillo Hartenfelds, que busca contribuir, consolidar y desarrollar la interconexión y cooperación con actividades culturales de artistas extranjeros en Alemania, como es su caso.

El Castillo Hartenfelds, de Torgau.

“Es el desfile más importante de mi vida”, afirma, muy emocionado.

Cabe resaltar que Fernando fue nombrado como embajador turístico nacional meses atrás, por la Secretaría Nacional de Turismo – Senatur.

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Con apoyo de la Embajada de Estados Unidos, el joven artista de la comunidad Mbya Guaraní, es parte de uno de los principales eventos de moda en el mundo, el New York Fashion Week, en el cual expone sus diseños.

Vera se encuentra junto a la actual Miss Tierra Paraguay, Gretha Matiauda, y el productor de eventos de moda, Rangel Barreto, dando a conocer la colección ‘Raíces de Paraguay’.

El paraguayo presenta creaciones confeccionadas con ao po’i y elementos típicos paraguayos. “Esta colección muestra la fuerza y la belleza de nuestro país”, expresó el artista en redes sociales, mostrando uno de sus diseños en color rojo intenso, lucido por Gretha.

En el prestigioso evento, Vera coincidió con renombradas figuras de la moda, como Agatha Ruíz de la Prada y José Fortez, editor en jefe de la Revista Vogue en Latinoamérica, entre otros y otras.

Ever obtuvo notoriedad al haber manifestado en redes sociales su deseo de vestir a la exreina de belleza paraguaya, Nadia Ferreira. Posteriormente vistió a la instagramer farandulera, Laurys Dyva.

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